Peter DEUNOV
El nuevo Hombre
En el mundo físico, el despertar de la conciencia esta provocado por grandes catástrofes. Es después de tales momentos en que el hombre siente surgir en él un nuevo estado del alma, que podríamos llamar místico o mejor dicho musical. Entonces él canta, piensa, siente, y actúa musicalmente.
Cuando alguien nace o muere él canta igualmente, porque el hombre con la conciencia despierta lo ve claro. Para él, no hay muerte, la vida no se interrumpe. La ve pasar de una escala a otra, de una tonalidad a otra, por sabias modulaciones, él oye latir su pulso eterno.
En el hombre de la conciencia despierta, el tono fundamental de la vida sonó.
También en él todo se arregla musicalmente, cada fenómeno, cada acontecimiento le envía un sonido particular, formando así las diferentes notas de una composición musical. El tono fundamental suena en el hombre, en el momento en que su conciencia se despierta.
Cuando empieza hacerse consciente de él-mismo, el primer momento del sí-consciente, es el Do fundamental. Éste Do no tiene nada que ver con la nota Do de nuestro diapasón. El tono fundamental suena en el hombre, ya que su conciencia empieza a elevarse sobre una escala que comprende 25.000 tonos. ¿El oído humano, cuántos tonos percibe?
Un número muy limitado, la voz humana produce aun menos, varía en los estrechos límites de dos a tres octavas. Por ahora, nos servimos de las ondas largas de la música. La música espiritual o mágica, que tiene la vía ascendente, que tiene la propiedad de rarificar la materia, de dilatarla y de modelarla, emplea las ondas cortas. Estas ondas lo penetran todo.
Nada puede resistir a sus poderosas vibraciones - ni enfermedad, ni sufrimientos, ni desalientos, ni pesimismo, ni incluso la muerte.
No es pues una alegoría cuando escuchamos afirmar por los que conocen los atributos de esta música que ella puede curar a los enfermos y resucitar a los muertos. La música actual es sólo el prefacio de la verdadera música.
¡Esta última es capaz de despertar la vida escondida en toda cosa, tan poderosa es! La música, es la respiración de la conciencia. La conciencia humana respira por la música. El mundo musical es el medio por el cual el alma se manifiesta sobre la Tierra. Sin música, sin medio musical que forma el mundo de los tonos, el alma y el espíritu del hombre no pueden manifestarse, como es también imposible al amor, manifestarse sin medio musical apropiado.
El Amor sin embargo es la gran realidad de la vida. Diciendo que el Amor no puede manifestarse sin música, tenemos a la vista el sabio y bello orden que reina en las manifestaciones de la naturaleza y que en el caso presente se expresa por la subordinación siguiente: la música es un medio para la conciencia, la conciencia es un medio para la inteligencia humana, y la inteligencia es un medio para el Amor.
Es así como funcionan las cosas en la vida ascendente. He aquí por qué insistimos sobre la música comprendida en el sentido más alto y más ancho como medio preparatorio para la manifestación de la más grande realidad del mundo: el Amor.
¡Hay en la música una fuerza poderosa! Si los hombres quieren someterse a una nueva educación, si quieren educar una generación que pueda inspirar la confianza, hace falta que apoyen como fundamento de la educación, la música en el sentido más extenso.
El sentimiento musical esta muy poco desarrollado en la gente de hoy. Y son los que pueden pelearse entre ellos y soportar la cacofonía de los cañones que siembran por todas partes muertes y ruinas. Es la misma gente también que puede lanzarse a luchas brutales políticas y sociales y permitir emplear la crueldad, la violencia bajo todas sus formas.
Si el alma de los hombres fuera más musical, no perderían tanto tiempo y energía y no harían tantos esfuerzos para obtener tan pocos resultados. Muy difícilmente logran realizar sus planes porque no son muy listos y muy poco desarrollados musicalmente. No son palabras vacías de sentido que decimos aquí. Toda una serie de hechos demuestra que el sonido y el ritmo ocultan en ellos una fuerza de una potencia enorme: por la acción de sonidos de ciertos instrumentos vimos paredes volcarse, puentes derrumbarse, bombillas volar en pedazos. Estos recientes experimentos prueban que el relato en la Biblia de la caída de las murallas de Jericó no sea probablemente una leyenda o una invención poética.
Podemos hablar de las experiencias de los faquires hindúes y de los encantadores de serpientes: logran, con ciertas melodías, a fascinar las fieras y a mantenerlas delante de ellos tranquilos y sometidos.
Estos hechos, todos impregnados de un profundo simbolismo, nos revelan la influencia mágica de la música ampliamente aplicada en la vida. Es por la música únicamente que se derrumbarán las ‘murallas de Jericó’ del estrecho egoísmo nacional detrás de las cuales se atrincheraron, armados hasta los dientes, los pueblos contemporáneos; es únicamente por la música que se domaran las fieras de las pasiones in-aplacados que minan la vida personal y social de todos.
Y en verdad, la naturaleza crea ahora un nuevo tipo, un nuevo hombre. Entra en la vida sin ruido, inadvertido, como se introdujo antaño el hombre actual, en medio de los gigantes, mamíferos, reptiles y pájaros que eran los dominadores de la Tierra. Pero este nuevo hombre se hará el dueño de la Tierra como se lo hizo el hombre actual, sin embargo primero tan débil e impotente comparado con los monstruos poderosos que le rodeaban.
Y así como el hombre de ahora se hizo dueño de la fuerza bruta de los músculos, de las mandíbulas, de los cuernos y de los cascos, es así como el nuevo hombre, que entra hoy imperceptible en el mundo, vencerá a la fuerza destructiva de la humanidad actual con su nuevo pensamiento, con la poderosa energía de este mundo musical donde respira su conciencia despierta.
Uno de los atributos más característico del nuevo hombre, es que ve por todas partes: delante de él, a grandes distancias; detrás de él; por encima de él, en el espacio celeste y debajo de él, en las entrañas de la Tierra.
Él ve lo que sucede en el Sol de la vía láctea y en otros Universos estrellados. Ya que su cerebro está constituido como la radio más perfecta, esta en condiciones de recibir las ondas más cortas; él percibe esta sublime armonía de las esferas que han oído los Iniciados de todos los tiempos.
Este retrato del nuevo hombre les parecerá fantástico a mucha gente. Pero el hombre moderno, con su vida psíquica tan complicada, con su cultura expresada en la ciencia, la religión, el arte, en la organización social, con todas sus instituciones que denotan el progreso: escuelas, universidades, teatros, iglesias, etc... ¿acaso no es fantástico e inconcebible para los animales? ¿Qué saben, ellos, sobre todo esto y cómo se lo representan? Es probable que el hombre sea para ellos sólo un animal más grande y más astuto y todas las instituciones de la civilización, casas - siempre casas.
El nuevo hombre que viene ahora es la síntesis de todo. Él viene con el fin de organizar el mundo, con el fin de introducir este algo grande, de bello que siempre llamaron tan vivamente sus deseos todos los hombres más elevados. Viene para trazar nuevas vías de comunicación con el mundo de la razón - invisible para nosotros ahora.
Es él quien aporta la solución de todas las preguntas que hacen el tormento de la humanidad actual. No es un hombre que sólo piensa en él. Pensar sólo en sí es lo propio del animal. Él está en perfecta armonía con la razón Universal considerada en su conjunto, con todos los seres inteligentes, y piensa como ellos. Él vive con ellos en la unión más íntima. Es de él solamente que es posible afirmar que él piense en el verdadero sentido de la palabra. Porque es el hombre de la Verdad y de la Libertad.
Lo que quiere decir que él mismo se encontró. Sólo el hombre que sigue el camino de la Verdad puede encontrarse. Él sabe quién es. Él sabe que es uno con el Amor y la Sabiduría, es decir: es el hombre que encontró su Madre y su Padre.
Es únicamente siguiendo el camino del Amor que se puede encontrar su Madre. Es sólo según el camino de la Sabiduría que se logra encontrar su Padre. Y siguiendo el camino de la Verdad, que podemos encontrarnos.
La Verdad es aquello en lo que el Amor y la Sabiduría, la vida, el saber y la Luz actúan en un conjunto perfecto. La Verdad es el resultado final de la Eternidad. Esto no quiere decir que este resultado es algo acabado, de definitivo. Es un resultado renovado sin cesar. La Verdad, son los frutos que maduran sin cesar sobre el árbol de la Vida.
He aquí lo que el hombre nuevo sabe y proclama respecto a la Verdad.
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