Texto: Juan Francisco Carrillo
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Carlos Castaneda aprendió bien la lección y predicó
con el ejemplo, a sus miles de seguidores, la manera
de sacudirse la fama de encima, cómo cortarse de
tajo la importancia y cómo borrar por completo la
historia personal.
Poco importa si vive o ha muerto, si sus
personajes y visiones son realidad o mentira, porque
él trascendió el oficio de escritor para convertirse en
un mito, y sus libros, traducidos a los principales
idiomas y distribuidos por todo el mundo, que han
sido elevados a la categoría de "clásicos" de la
literatura contemporánea, son hoy manuales
indispensables para los nuevos buscadores.
El autor de Las enseñanzas de don Juan, quien
se supone hubiera cumplido 74 años de edad y 32
desde que apareció, en 1968, su memorable libro.
Ahora el texto que lo lanzó a la fama se encuentra
en su decimoquinta reimpresión, con prólogo del
premio Nobel Octavio Paz y un tiraje de 26 mil
ejemplares.
A ese primer título le siguieron Una realidad
aparte (1971), Viaje a Ixtlán (1972) y Relatos de
poder (1974), considerados por sus seguidores como
sus mejores obras. En ellos, como en los restantes,
describe las técnicas chamánicas usadas por don Juan
–su maestro– para hacerlo llegar a otra realidad y
adquirir nuevos estados de conciencia.
En cierto sentido, "el chamanismo, estricto
sensu, es por excelencia un fenómeno siberiano y
central asiático, cuyo vocablo nos llega a través del
ruso, del tungús shaman", que fue popularizado por
el antropólogo francés Mircea Eliade, cuando en
1951 publica El chamanismo y las técnicas arcaicas
del éxtasis, que fue, como el autor lo señala en el
prefacio: "...la primera obra que abarca el
chamanismo en su totalidad".
Hablamos de un fenómeno relativamente
reciente, pues dicha obra fue traducida al italiano,
en 1953; al alemán, en 1957; al español, en 1960,
y al inglés, en 1964, cuya contribución más
importante al mundo es, sin duda, que a partir de su
publicación empiezan a reconocerse los valores y la
rica cultura de la aplastada "masa gris", a la que
pertenecen los pueblos llamados "sin historia" y de
los seres denominados "primitivos" o "salvajes".
Mircea Eliade aborda el chamanismo desde una
perspectiva académica y utiliza un estilo más propio
para catedráticos e investigadores. Incluso advierte
a sus posibles detractores: "el psicólogo no dejará
de compararlo con ciertas conductas psíquicas
aberrantes o de situarlo entre las enfermedades
mentales de estructura histeroide y epileptoide".
Carlos Castaneda, por su parte, aborda el
chamanismo con sencillez. Su gran mérito consiste
en hacerlo accesible, atractivo y popular, que hace
difícil resistirse al llamado escondido entre sus líneas
de ir en pos de la aventura de lo trascendente, que
con tanto arte y magia entremezclados describe él
en sus textos.
Al respecto, Octavio Paz, en la introducción a
Las enseñanzas... señala: "¿Antropología o ficción
literaria? Se dirá que mi pregunta es odiosa:
documento antropológico o ficción, el significado
de la obra es el mismo. La ficción literaria es ya un
documento etnográfico y el documento, como sus
críticos más encarnizados lo reconocen, posee
indudable valor literario".
Ambos autores, cuyas trabajos trastocaron el
pensamiento occidental, parten de premisas
parecidas y dan permiso para trascender el concepto
común, pero muy limitado, que hoy se tiene por
hombre "culto, moderno y civilizado".
Raúl Aceves, investigador del Departamento de
Estudios Literarios, de la UdeG, agrega que "en el
corazón del mundo moderno, occidentalizado,
supertecnologizado, materialista y profano, hay un
vacío espiritual, una decepción de la religiosidad
convencional e institucionalizada, un derrumbe
generalizado de los valores y se precisa de una
cosmovisión que dé sentido y orientación a la vida".
Señala que los "pueblos autóctonos son los que mejor
se han salvado de esta situación", ya que "han logrado
conservar más o menos intacta su tradición ancestral".
Los chamanes son, por tanto, "los representantes
más calificados de estos pueblos, tribus o etnias,
portadores y guardianes de la sabiduría tradicional".
De ahí el valor de estos y otros antropólogos,
etnólogos e historiadores de las religiones, como
Michael Harmer, Gordon Wasson, Peter Fursthan,
así como buscadores más comprometidos, como
Florinda Donner, Taisa Abelar, Lynn Andrews, Marlo
Morgan y Domingo Días Porta.
Agrega que ellos, "al mismo tiempo que han
investigado, documentado y experimentado en carne
propia la importancia de la presencia de los
chamanes, han establecido un puente hacia el mundo
moderno, para ir en pos de la experiencia chamánica
que regrese a nuestras vidas la cosmovisión y el
sentido de lo sagrado".
A estos testimonios "se suman los relatos orales
autobiográficos de los propios chamanes, que algún
investigador recoge y después le da forma de libro
(como la biografía de María Sabina o la de Black
Elk), y otras escritas por chamanes letrados, como
Seven arrows, de Hymeyost, indígena
norteamericano".