EL GRAN DICCIONARIO
DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES.
El diccionario más
amplio sobre las causas de las dolencias y enfermedades relacionadas con los
pensamientos, sentimientos y emociones.
De
JACQUES MARTEL.
Editions
Quintessence.
Dedicado a todos los buscadores
de la Verdad.
Quiero dar las gracias en
particular a la señora Lucie Bernier
no sólo por su labor de coordinación en los trabajos del libro sino también por
su valiosa ayuda como colaboradora durante los dos últimos años de la
producción del libro. Su experiencia de vida personal, de psicoterapeuta, su
formación en el enfoque metafísico de las dolencias y enfermedades, su mente
sintética y su intuición facilitaron los progresos significativos de los
trabajos de este libro.
Gracias en especial al Sr. Claude Sabbah quien, por sus
investigaciones desde hace más de 30 años, su excepcional competencia, su gran
experiencia y su enseñanza de la biología total de los seres vivos bajo forma
de historia natural me permitió ir más lejos en las investigaciones y
constataciones que había hecho hasta la fecha. Su mente abierta y su amor por
el ser humano son para mí un ejemplo por perpetuar, sabiendo que el amor es el
único sanador en el trabajo que desempeñamos para resolver los conflictos que
hicieron que se manifestará la enfermedad.
Quiero agradecer también al Sr.
George Wright, psicoterapeuta y amigo personal, por su constante apoyo y su
ánimo frente al trabajo que a veces me parecía largo y laborioso en el curso de
los siete años de la producción de este libro.
Gracias también a la Señora Claudia
Rainville que me permitió trabajar a su lado (1988-89) y con quien pude
profundizar beneficiándome de sus conocimientos en el campo de la metafísica de
las dolencias y enfermedades. Su dinamismo y sus convicciones personales, junto
con su experiencia, fueron para mí una fuente de motivación en la continuidad
de mi orientación profesional más centrada en el campo del crecimiento
personal.
Quiero dar las gracias también a
las personas siguientes por su participación en la realización de este libro:
Sra. Nicole Gagné Sr. Jean Dumas
Sra. Ginette Quintal Sra. Ginette Caron
Sr. Simon Alarie Sra. Danielle East
Sr. Paul-Emile Drouin Sra. Louise Drouin
Sra. Denise Boucher Sr. Laurent Chiasson
Sr. Pierre Couture. Sr. Bob Lengham
Mi padre: Noé Martel Sra.
Fleurette Couture.
Acepto ¯© mi curación.
Tomar
consciencia de quien soy y de la transformación que se está produciendo en mí
resulta siempre excitante cuando lo que descubro con relación a mí y frente a
los demás es positivo y hermoso. ¿Qué sucede cuando los descubrimientos que
resultan de un andar personal, el que sea, me llevan a ver aspectos ocultos de
mi persona y cuando implican que me vuelva consciente de las dolencias y
enfermedades que me sucedieron o que probablemente hubiesen tenido lugar en el
interior de mi cuerpo?
Pues
bien, es lo que sucedió a lo largo de estos dos últimos años cuando comprendí
que las enfermedades se habían sutilmente instalado a causa de emociones mal
administradas y que, aprendiendo a volver a armonizar este torbellino de
emociones de toda clase que me habitaban, podía tener el poder de curación
sobre cualquier dolencia o cualquier enfermedad que había dejado instalarse
como rey y dueño en mi Templo de Carne.
Naturalmente,
la responsabilidad que acepté ¯©
volver a asumir frente a mi salud, fue un largo proceso de introspección y de
un nuevo planteamiento de mis valores y, sobre todo, me concedió la certeza de que tengo el poder de curarme.
Para ello, tuve el privilegio, desde ahora hace nueve años (1988), de conocer y
estar al lado de Jacques y poder adquirir conocimientos durante los múltiples
talleres y conferencias que dio. Gracias a su facilidad por hacer simple y
accesible un tema que para muchos puede parecer muy complejo, por su amor
incondicional y su deseo de ayudar a que la gente alcance un mejor bienestar
tanto a nivel físico como a nivel emocional y espiritual, fue y sigue siendo un
pilar, un guía que sabe ayudarme a ahuyentar mi culpabilidad y sustituirla por
un asumir de mi vida, para que me sienta cada vez más libre, bien en mi piel,
dueño de mi vida. Jacques me ayudó a aceptar ¯©
la enfermedad, la que sea, como una experiencia positiva porque es para mí
ocasión de pararme, interrogarme sobre lo que está sucediendo en mi vida. Para
mucha gente como yo, la enfermedad me dio la ocasión de pedir ayuda, cosa que
frecuentemente quiero evitar. Debo recordar que caer, es humano; pero levantarse, es divino y que para empezar un
proceso de curación, es esencial abrirse a los demás, abrirse a sí – mismo y en
primer lugar, abrirse al Amor, porque cualquier dolencia o cualquier enfermedad
puede curar si estoy lista para aceptar ¯©
dejar caer mis viseras y echar una mirada nueva y positiva sobre cualquier
situación que pueda vivir, por más difícil que pueda parecer, porque sé que,
cuando haya comprendido en mi corazón la llegada de dicha experiencia en mi
vida, ésta podrá seguir su camino y recobraré una salud perfecta.
Éste
es el objetivo de este libro que considero un instrumento de transformación
excepcional. Es una ventana abierta sobre este mundo aún muy desconocido de las
emociones. Es un instrumento que me da la posibilidad de que me abra a la
semilla que permitió que este microbio, este virus, este tumor o cualquier otra
afección física germine en mi cuerpo y brote a la luz del día. Dándome ocasión de amarme y aceptarme ¯© a
través de todas estas emociones mal vividas o no vividas, daré un paso hacía
más armonía, más paz, más amor.
Aprendiendo
a descifrar este nuevo diccionario de las emociones, ahora voy a poder invertir
en mi capital salud, siendo ahora capaz de prevenir y evitar muchas dolencias
que me acechaban.
En
el curso de estos últimos años en que estuve colaborando con Jacques al
nacimiento de este libro, me sorprendió la cantidad de tiempo (miles de horas)
que fue necesario invertir, sin contar toda la energía y apertura
imprescindibles para canalizar todas estas informaciones que estaban mal
administradas y que, frecuentemente, tocaban o bien un período de mi vida
personal o bien una situación vivida por una persona que conocía.
Todos fuimos enfermos como mínimo una vez en
nuestra vida y el hecho de “desmenuzar” la causa de un mal que nos afecta o
afecta a una persona cercana nos invita a desapegarnos (en el sentido de ver
una enfermedad de un modo positivo y despojarnos de la influencia negativa que
dejamos que tenga sobre nosotros) y volverme un testigo de todos estos males y
ya no más una víctima.
Esto
es lo que deseo a todos, mediante este instrumento. Que cada uno de nosotros se
vuelva cada vez más autónomo, más capaz de
reconocer de donde proceden las dolencias y enfermedades que le afectan
o podrían afectarle. Este reconocimiento servirá de prevención y aportará los
cambios necesarios en nuestra vida para recobrar la salud. Se trata de un
complemento extraordinario que se añade a la multitud de técnicas que ya
existen, tanto al nivel de la medicina tradicional como nueva, y que se revela
esencial no sólo para una curación a
nivel físico, sino también al nivel del corazón (del amor) ¯©, ahí
donde se opera la auténtica curación…
¡A su salud!
Lucie Bernier.
Psicoterapeuta, Coordinadora de
los trabajos.
La
salud siempre ha sido para mí un tema preocupante. En efecto, ya en temprana
edad, empecé a tener problemas de salud sin conocer exactamente la causa de
éstos. Mi madre estuvo confrontada con situaciones difíciles que, durante
numerosos años, requirieron cuidados tales como operaciones, tratamientos los
cuales causaron años de hospitalización.
En
cuanto a mí, como no se conseguía encontrar lo que tenía, es como si una duda
planeara constantemente: creía que estos males podían ser psicológicos.
Entonces, me dije a mí – mismo: o bien esto está “en mi mente”, o bien hay un
motivo a lo que está sucediendo. Decidí optar por la segunda elección y es
cuando empecé a buscar lo que le llevaba a vivir todos estos inconvenientes.
En
1978, empecé a trabajar en el campo de la salud, en los complementos alimentarios.
Entonces, empecé a darme cuenta por mí – mismo, en el curso de las consultas
individuales que hacía y por mi observación, que podía existir un nexo entre
las emociones, los pensamientos, y las enfermedades. Había empezado
intuitivamente a descubrir el nexo que existía entre ciertas emociones y
ciertas enfermedades. En 1988, me matriculé a cursos de crecimiento personal y
tomé contacto con lo que hoy se llama el enfoque metafísico de las dolencias y
enfermedades. Veo como otros y yo, consultábamos la recopilación de dolencias y
enfermedades hecha por Louise Hay en su libro. También, observaba a la gente
que empezaba su investigación consigo – mismos o con los demás para comprobar
la exactitud de lo que ella decía, apasionados por descubrir nuevas avenidas de
investigación para permitirles comprender mejor lo que estaban viviendo.
A
partir de este momento, mi interés para este enfoque no dejó de aumentar, sobre
todo porque me orientaba hacía el campo más específico del crecimiento
personal. Desde ese día, no he dejado de comprobar, a través de mis consultas
personales, los cursos o talleres que animo, la pertinencia de estos datos
sobre las dolencias y las enfermedades. Aún hoy, en el colmado o cuando voy a
hacer fotocopias, hago preguntas a personas sobre lo que viven en relación con
sus dolencias o sus enfermedades.
Aún
veo a estas personas que me miran con aire asombrado e interrogante,
preguntándose si soy un vidente o un extraterrestre ya que sé tantas cosas
sobre su vida personal sin que me las hayan comentado. Cuando se sabe descifrar
las dolencias y las enfermedades y cuando se sabe a cuales emociones o a cuales
pensamientos están vinculadas, entonces es fácil decir a la persona lo que está
viviendo. Entonces, digo a la gente que sencillamente es el conocimiento del
funcionamiento del ser humano y el conocimiento de los nexos con los
pensamientos, emociones y enfermedades que me permiten dar esta información. En
un sentido, les explico que se podría entrar la cantidad de datos más grande
posible en un ordenador, y que alguien diera los síntomas de su dolencia o de
su enfermedad, o simplemente nombrarla y la información podría salir revelando
lo que está viviendo esta persona en su vida personal, sea consciente o no ella
de ello. Entonces, no se trata de
videncia sino de conocimiento.
Hoy,
con la experiencia y los conocimientos que tengo, puedo afirmar que es
imposible que alguien padezca de diabetes sin vivir una tristeza profunda y una
repugnancia frente a una situación que vivió. Para mí, es imposible que una
persona padezca artritis sin vivir una auto crítica o criticando a alguien o
situaciones de su vida. Para mí, es imposible que una persona viva problemas
del hígado sin vivir una ira, una frustración hacía sí – misma o hacía los
demás, etc. A veces, se me ha hecho la
replica siguiente: “Cuando descifras las
dolencias y enfermedades, “te las arreglas” para que esto funcione”.
Entonces se me dice que todo el mundo está viviendo ira, frustración, pena,
rechazo, etc. A esto, contesto que todo el mundo no reacciona del mismo modo.
Tomemos por ejemplo el hecho de que haya crecido en una familia de doce hijos
cuyo padre era alcohólico y la madre depresiva. Mis hermanos y hermanas habrán tenido los mismos padres que yo pero
cada hijo, incluido yo, estará afectado o no y lo será de un modo diferente
debido a su interpretación de lo vivido con sus padres. ¿Porqué? Porque todos
somos diferentes y que tenemos que tomar consciencia de un modo diferente en
nuestro recorrido personal. Así el fenómeno de rechazo podrá activar una
enfermedad en una persona pero no en otra. Esto depende del modo en que me
sentí afectado, conscientemente o inconscientemente. Si mi estrés psicológico
es suficientemente grande, estará traducido en un estrés biológico bajo forma de
enfermedad.
Durante
un taller que daba sobre el enfoque metafísico de las dolencias y enfermedades,
con ocasión de una feria de muestras sobre la salud natural y las terapias
alternativas, las dolencias y enfermedades que se me comunicaron estuvieron descifradas
bastante rápidamente y con exactitud. Un poco más tarde, una amiga que estaba
entre los asistentes durante este taller, me dijo: “Jacques, deberías prestar atención cuando contestas a la gente y das la
respuesta directamente y rápidamente. Las personas que estaban a mi lado
tuvieron la sensación que el taller estaba preparado para que esto funcione.”
No había nada de esto naturalmente. Lo que aquí hay que entender, es que
primero, la persona afectada por la dolencia o por la enfermedad sabe que lo
dicho para ella es verdad pero quizás no es tan evidente para los demás que no
están personalmente relacionados. Segundo, lo que es nuevo y revelado a nuestra
consciencia puede parecernos irreal. Negar esta realidad puede también ser un
modo de protegerse para no sentirse responsable de lo que nos sucede.
He
aquí una anécdota ilustrando esta constatación. El famoso inventor Thomas
Edison encontró a los miembros del Congreso Americano para presentarles su
nuevo invento, el fonógrafo, una máquina hablante. Se relata que cuando hizo
funcionar su invento, ciertos miembros del Congreso lo tacharon de impostor,
diciendo que debía tratarse de algún fraude ya que, para ellos, era imposible
que la voz humana pueda salir de una caja.
Los
tiempos han cambiado. Por esto es importante mantenernos abiertos a las nuevas
ideas que podrían aportarnos respuestas innovadoras a muchos problemas. Muchas
personas de Estados Unidos y Europa han desarrollado esta perspectiva según la
cual existe un nexo entre los conflictos de las emociones y pensamientos y la
enfermedad, esto ayudando a que se conozca este campo de investigación no sólo
en el Quebec (Canadá) sino también en otras partes del mundo.
Frecuentemente
digo, en el curso de mis conferencias, que tengo un mental que es muy fuerte
pero que también tengo una intuición muy fuerte y que el reto más grande de mi
vida ha sido y sigue siendo hoy, conciliar ambos. Mi formación académica como
ingeniero en electricidad me llevó a concretizar el aspecto lógico y racional
de las cosas. La física me enseñó que a una causa está conectada un efecto bien
real. Es esta ley de causa a efecto que, más tarde, pude aplicar al campo de
las emociones y pensamientos, aunque sea menos tangible que la propia física.
Pero ¿es esto verdad? Incluso en un campo que trata de física o electricidad,
se trabaja con algo que el ser humano nunca vio: la electricidad. Porque, de
hecho, se trabaja con los efectos como la luz, el calor, la inducción
electromagnética, etc. Del mismo modo, los pensamientos y emociones no
necesariamente son físicos en el sentido literal de la palabra pero pueden
tener repercusiones físicas bajo forma de dolencias y enfermedades. Por esto,
uno de los objetivos de este libro es demostrar que, a algo no – visible como
los pensamientos y emociones hay una reacción que, ella, es física y
mensurable, frecuentemente bajo forma de dolencias y enfermedades. ¿puedo medir
la cólera? No. Pero puedo tomar la medida de mi fiebre cuando tengo fiebre.
¿Puedo medir el hecho que frecuentemente tengo la sensación de tener que luchar
en la vida para lograr lo que quiero? No, pero puedo medir la cantidad de
glóbulos rojos que han disminuido cuando tengo anemia. Puedo medir el hecho que
la alegría no circula bastante en mi vida? No, pero puedo medir el porcentaje
de colesterol sanguíneo demasiado elevado, etc. Entonces, si tomo consciencia
de los pensamientos y emociones que hicieron que se manifestara la dolencia o
la enfermedad, ¿puede que cambiando mis pensamientos o mis emociones, pueda
recobrar la salud? Me atrevo a afirmar que sí.
Sin
embargo, esto puede ser más complejo o más hondo que la parte en la cual puedo
estar consciente. Por esto, puedo tener necesidad de consultar a personas que
trabajan en el campo médico o a otras personas que usan otros enfoques
profesionales para ayudarme a efectuar cambios en mi vida. Si me he de hacer
operar y comprendo lo que me llevó a vivir tal situación, es muy posible que me
recupere mucho más pronto de mi operación que otra persona que no quiso saber
lo que sucedía en su vida o que lo ignoraba muy sencillamente. Además, si no he
comprendido el mensaje de mi enfermedad, la operación o el tratamiento parecerá
hacer desaparecer esta enfermedad, pero ésta podrá repercutir sobre otro
aspecto de mi cuerpo, bajo otra forma, más tarde.
Hay
que confiar que cada vez habrá más empresas que tomen consciencia de la
utilidad de ayudar a sus empleados en su andar personal, en el plano emocional.
Esto permitirá disminuir más los accidentes en la empresa y el porcentaje de ausencias,
aumentando a la vez la eficacia individual. Si mi vida personal, familiar o
profesional hace que no esté bien conmigo mismo, tendré tantas más
probabilidades de “atraer hacía mí”, incluso inconscientemente, una enfermedad
o un accidente para poder tener “vacaciones” o para que se cuiden de mí.
En
1990, se me ocurrió la idea de redactar un diccionario tratando de las causas
metafísicas de las dolencias y enfermedades, y en 1991, inicié la tarea. En
aquel momento, no sospechaba la cantidad de trabajo que me esperaba. Por
suerte, porque de saberlo, creo que nunca hubiese empezado este proyecto. Pero
me dije a mí mismo: “ Una cosa a la vez!
Lo conseguiré; voy a trabajar hasta que esté lo bastante satisfecho como para
publicar esta obra”. Si menciono esto, es también porque esto requiere
mucho trabajo, energía y voluntad para hacer los cambios sobre sí – mismo. Un
autor americano escribió un día “Sólo
los valerosos y los que gustan de la aventura tendrán la experiencia personal
de Dios.” Lo que entiendo de esta
citación, es que mi determinación a vencer los retos y el valor de experimentar
avenidas nuevas para mí me procuraron cierto estado de realización y de bien
estar. Este estado de bien estar corresponde a la salud física, mental y
emocional.
De
1978 a 1988, trabajé en el campo de los complementos alimentarios que se puede
llamar el enfoque orthomolecular, lo
cual significa “dar al organismo los alimentos necesarios como las vitaminas,
minerales y otros nutritivos, bajo forma de alimento o complementos
alimenticios, para ayudar a restablecer o mantener una salud óptima.” Entonces me fundaba en los trabajos de psiquiatras
y demás médicos, bioquímicos y diversos investigadores canadienses y americanos
(sobre todo) que, por su experimentación, demostraron que dando los nutritivos
necesarios, se podía llegar a mejorar, incluso curar en ciertos casos la salud
física, mental y emocional. De hecho, existen varios enfoques para obtener una salud óptima que todos tienen su
importancia, cada uno de ellos actuando de un modo u otro sobre todos los
aspectos de nuestra vida. En 1996, vi un reportaje en la televisión referente
a un hospital, el Columbia-Presbyterian Hospital de Nueva York, en el cual
hablaban de un paciente, el señor Joseph Randazzo, que iba a estar operado por
tres puentes coronarios. Este paciente se benefició de sesiones de
visualización, tratamientos energéticos, reflexología antes de su operación.
Durante la operación recibía tratamientos energéticos. Después de su operación,
este mismo paciente participó otra vez en sesiones de visualización, recibió
tratamientos energéticos y reflexología para permitirle recuperarse más
rápidamente. Estas intervenciones dieron su fruto ya que el paciente se recuperó
mucho más rápidamente después de esta operación mayor que lo hubiese hecho otro
paciente en condiciones habituales. El médico tratante, Mehmet Oz, mencionaba que hacía esta experimentación
sobre 300 de sus pacientes para analizar los resultados del añadir estas
terapias alternativas al tratamiento médico convencional.
Así que el presente libro quiere ser un
complemento de cualquier enfoque, bien sea médico o en relación con las
medicinas suaves. Trata tanto del enfoque alopático, más médico, como del
enfoque holístico que comprende mejor el aspecto físico, mental, emocional y
espiritual de mi ser. Deseo ardientemente que todos los profesionales de la
salud, al nivel que estén, usen este diccionario como complemento de su
práctica, como instrumento de trabajo y de investigación, para ayudar a sus pacientes
en su proceso de curación. Por mi parte, experimenté las operaciones, la
medicina tradicional, los medicamentos, la acupuntura, los tratamientos
energéticos, la radiestesia, la vitaminoterapia, las esencias florales del Dr.
Bach, la quiropráctica, la orthoterapia, la iridología, la psicoterapia, el
“rebirthing” (respiración consciente), la homeopatía, etc. Sé que si una
técnica fuera válida para todo el mundo , solo habría ésta. Pero no es el caso
porque el ser humano es el animal del planeta con más posibilidades pero
también con la complejidad más grande.
Por
esto, debo intentar entender comprender por mí - mismo lo que vivo haciéndome
ayudar por los demás si es necesario, en el campo respectivo de su competencia.
El mismo autor que mencionaba anteriormente escribió un día: “DEBEMOS APRENDER DE LOS QUE SABEN.” Es
así como debo buscar lo mejor de lo que existe en cada una de las profesiones.
Cuando me encuentro delante de un médico, me digo que él sabe más que yo en
medicina y que debo estar atento a lo que me dice y a lo que me propone,
dejándome la libertad de elegir luego mi orientación. Del mismo modo, cuando me
encuentro delante de un acupuntor, estoy atento a lo que él me dice o a lo que
me propone como tratamiento porque conoce mejor que yo el funcionamiento del
equilibrio energético de mi cuerpo en función de los meridianos. Es lo mismo
para todas las profesiones.
El
otro día, una dama me decía que no creía en todas estas historias de
pensamientos y emociones en conexión con las enfermedades. Le contesté que no
era necesario creer en ello. Después de haberle leído algunos textos que se
referían a sus dolencias o a enfermedades que ya había tenido o que aún la
afectaban, pudimos observar que su actitud había cambiado y que estaba más receptiva
a este enfoque. De hecho, hay una parte interna mía que sabe lo que está
sucediendo y que lo que se dice de mí corresponde a lo que vivo y que esto no
se debe al azar. Aquí, hay que estar prudente: no debo sentirme culpable de lo
que me sucede y pensar que se me está diciendo que estoy enfermo por culpa mía.
Soy responsable de lo que me sucede pero, en la mayoría de los casos, no es
culpa mía. Es el desconocimiento de las
leyes que rigen los pensamientos y emociones sobre el cuerpo físico lo que me
lleva a vivir situaciones de dolencias o enfermedades. Debo pues tomar
consciencia de mi trayectoria personal o, en el sentido amplio de la palabra,
de mi trayectoria espiritual. Ahí donde descubrí que no había amor o que lo
había poco, debo volver a descubrir que el amor era presente a pesar de todo.
No es evidente, dirá Vd.? Pero así es. Si me tiro desde arriba el balcón y me
rompo una pierna, diré que Dios me ha castigado? De hecho, existe una ley que
se llama la ley de la gravedad que tiende a traerme al suelo. Esta ley no es ni
buena, ni mala, es la ley de la gravedad. Aunque me ponga a discutir y estar
enfadado contra esta ley porque por culpa de ella, me he roto una pierna, esto
no cambia nada a la ley porque la
LEY, ES LA LEY. Así es como se contemplan todas las enfermedades como
una carencia de amor. Se dice que el amor es el único sanador. Entonces, ¿si
esto es verdad, no sería suficiente simplemente dar amor para ver manifestarse
la curación? Esto es verdad en ciertos casos. De hecho, es como si el amor
tuviera que entrar por ciertas puertas para que se opere una curación, por
estas puertas que se cerraron al amor durante heridas anteriores. He aquí todo
un campo de hallazgo y toma de consciencia!
Este
libro no contempla directamente traer soluciones a dolencias y enfermedades
sino preferentemente a ayudarme a tomar consciencia de que lo que siento como
dolencia y enfermedad procede de mis pensamientos y de mis emociones y que a
partir de esto, puedo tomar los medios que veo oportunos para realizar cambios
en mi vida. Sin embargo el mero hecho de saber de donde procede mi dolencia o
mi enfermedad puede ser bastante para aportar cambios en mi cuerpo físico. En
ciertos casos, el cambio positivo puede ser del 50% e incluso del 100% o sea la curación total.
Por
mi parte, cuando conocí las clases de crecimiento personal en 1988 y pude tomar
consciencia de los cambios que se producían en mí, tuve el sentimiento que
empezaba a renacer y vi nacer en el horizonte días mejores. Por fin encontré un
medio de hacer cambios importantes en mi vida y de ver los resultados. Debía actuar porque estaba en reacción con
relación a la autoridad, vivía enormemente en el rechazo, el abandono y la
incomprensión. Sabía todo esto pero necesitaba aún encontrar el medio de cambiar,
curar mis heridas interiores. Por esto me comprometí con esta área de actividad
que es el crecimiento personal. Mi trabajo me permitía trabajar conmigo mismo
mientras trabajaba con los demás para ayudarles a abrir su consciencia. Creo sinceramente que cada uno de nosotros
puede asumirse de modo cada vez más autónomo y que cada uno de nosotros puede
acceder a un grado de sabiduría, de amor y de libertad superior! Lo merecemos
todos.
Este
diccionario quiere ser un instrumento de apertura de consciencia y de
investigación de sí – mismo. Cuando me sucede algo en relación con mi salud,
voy a leer otra vez lo escrito en este diccionario para estar aún más
consciente de lo que está sucediendo. En efecto, el ser humano tiene fácilmente
tendencia a ocultar, es decir, hacer desaparecer de su memoria consciente lo
que le molesta. Así, cuando leo el diccionario, lo hago con ojos de alguien que
quiere aprender y ser más consciente de lo que le sucede. Mi lado mental y
intelectual toman consciencia de la información con la cual voy a tener que
trabajar. Porque el único auténtico
poder que tengo, es el poder sobre mí – mismo; soy creador de mi vida. Cuanto
más consciente estoy, más puedo hacer los cambios apropiados.
Desde
hace un siglo y más particularmente desde los cincuenta últimos años, hicimos
un salto extraordinario desde el punto de vista tecnológico, lo que permitió,
en muchos casos, mejorar nuestras condiciones de vida. A pesar de todo este
progreso, uno no se da muy bien cuenta que la ciencia no tiene la contestación
a todo y que existe en este planeta, muchos hombres y mujeres que padecen
enfermedades. Si vivimos en países industrializados o en vía de desarrollo,
debemos cuidar de nosotros y enfrentarnos con las preguntas siguientes: ¿Quién
soy? A dónde voy? ¿Cuál es mi objetivo en la vida?
Es importante que use este libro como un
instrumento de comprensión, investigación y transformación. Si tengo ideas
nuevas al leer estos textos, debo sentirme libre de completarlos con mis
propias palabras.
Este instrumento debe
volverse un instrumento vivo al cual cada uno de nosotros puede aportar su
contribución. Es así como ciertos trozos del libro se redactaron a petición
de personas que sabían que estaba trabajando en esta obra. Así, cuando se me
preguntó: “
En tu libro, trataste de las
alergias a la mantequilla de cacahuete?” La respuesta fue: “
No, pero lo haré”. Sucedió lo mismo con varias enfermedades que
se me pidió incluir. Es una de las razones por las cuales el libro es accesible
sobre Internet
,
no sólo para consultarlo, sino también para hacer puestas al día, añadirle los
comentarios de los lectores, etc. Esto permite una difusión a la dimensión del
planeta.
Por lo tanto les deseo: “Buena
lectura!”
Psicoterapeuta.
El
autor de este libro no pretende dar ningún consejo médico directamente o
indirectamente. No pretende tampoco dar ningún diagnóstico directamente o
indirectamente. Las ideas contenidas en este libro lo son a título de
información, como posibilidad de investigación de una dolencia o de una
enfermedad para ayudar a la propia persona, al médico tratante o al terapeuta a
comprender mejor el origen de la dolencia o de la enfermedad.
Las afirmaciones contenidas en este
libro figuran sólo a título de información. El autor es consciente del
hecho que las dolencias y enfermedades tratadas en este libro se contemplan a
partir de un enfoque metafísico de la dolencia o de la enfermedad y que varios
otros aspectos relativos a la salud pueden estar relacionados. El autor es
consciente del hecho que las enfermedades pueden ser mucho más complejas que lo
que está explicado.
El
enfoque simplificado de ciertas enfermedades como el cáncer, la diabetes, etc.,
facilitará al lector la apertura de una puerta para buscar la causa metafísica
de la dolencia o de la enfermedad con un profesional de la salud. La idea de
este diccionario es primero empezar con un enfoque sencillo de la dolencia o de
la enfermedad para que la información sea la más accesible posible a la
comprensión de un mayor número de gente.
Este
enfoque quiere ser complementario de cualquier enfoque alopático
y holístico.
Cualquier
persona que quiera aportar cambios a un tratamiento existente debería hablar de
ello con su médico tratante o su terapeuta profesional. Las personas que viven
situaciones de enfermedades como la diabetes (insulino - dependiente), las
enfermedades cardiacas (necesitando comprimidos a diario), etc., deberán tener
un consejo médico antes de aportar cambios a su medicación, por más que “crean”
que han hallado la causa de su enfermedad y por más que “crean” que ahora
todo está solucionado y bajo control.
Sin
embargo, la persona que utiliza este libro para su información, lo hace para sí
– misma y está en su pleno derecho. El autor y el editor declinan toda
responsabilidad por los actos que podrían darse después de la lectura de este
libro y que podrían llevar al lector a
hacer gestos o tomar decisiones pudiendo ir en contra de su bienestar.
Se
usa el masculino en el texto para simplificar y aliviar la escritura y, salvo
en el caso de ciertas enfermedades propias a los hombres o a las mujeres, el
texto redactado en masculino se dirige tanto a las mujeres como a los hombres.
Mi
facultad mental funciona a veces con los homónimos, palabras que tienen el
mismo o casi el mismo sonido cuando se las pronuncia como por ejemplo: “mot y
maux” [en francés “palabra y males”] {ejemplos en español: el “término”
(palabra) y el “término” (superficie de la aldea) y el “término” (final) y
“termino” (yo acabo) o terminó (él acabó)”; o “ves a Roma o ves aroma o besa
Roma o besar Oma”; o “a Dios y adiós”}. Los ejemplos mencionados en este libro
se refieren a la experiencia del autor en su entorno de Quebec en donde la
lengua hablada es lo que se llama el canadiense Francés. Se podrán encontrar
otras referencias de acuerdo con otros entornos de habla Francesa probablemente
y podrán ser añadidas. Puede Vd. también
hallar asociaciones de palabras que podrían hacerse y permitirían explicar
mejor los sentimientos, los pensamientos o las emociones que podrían estar
vinculadas a una enfermedad.
¯©:
Este símbolo que se halla en el texto representa la energía asociada a la
imagen mental o asociada a una emoción vinculada a una situación que hago pasar
de mi cabeza hacía mi corazón! Se produce entonces o bien una curación en el amor, o bien el
fortalecimiento de una actitud positiva.
La mayoría de los términos o
expresiones siguientes estuvieron explicados en “notas de pie de página” cuando
se presentaban por primera vez. Sin embargo, como que un diccionario no se lee
como una novela, el autor quiso recoger las explicaciones correspondientes a
términos o expresiones que se puede encontrar aquí o acá en el texto para
aclarar el sentido que él quiso darle para ciertos términos, como por ejemplo
los que se usan en el lenguaje de Quebec pero no necesariamente en un idioma
Francés internacional.
Dealer: procede del término Inglés “deal” que significa un buen
negocio. Aquí, esto frecuentemente significa responder a un reto o bien
componer con los acontecimientos o las situaciones de la vida que se presentan.
Estar correcto: expresión que significa estar de acuerdo con mis
valores personales, que estén en armonía o no con las de la sociedad, o con las
de la sociedad en la cual estoy viviendo y con las cuales me identifico.
Groundado: procede del término Inglés “ground” que significa
tierra. Aquí, esto se refiere al hecho de sentirse conectado con la tierra o el
mundo material. Esto puede querer referirse a alguien que es “realista” en
oposición con otra persona que describiríamos como estando “en las nubes” en
sentido figurado.
Integrar: hace referencia al hecho de asimilar una situación o una
idea en mi interior. Cuando esto se refiere a una herida emocional y que digo
que integré la situación, esto significa que curé totalmente la herida interna
que estaba vinculada a esta situación y que hice la toma de consciencia
correspondiente a dicha experiencia.
Mi burbuja: expresión usada para hacer referencia al espacio que me
rodea y que me pertenece, mi espacio vital a nivel energético.
Mi Yo superior: esto se refiere a la parte superior de mí – mismo que
se llama consciencia, alma, etc.
Mi guía interior: igual como para la explicación del “yo superior”,
esto se refiere a esta parte que está dentro mío y que puede guiarme, si esto
forma parte de mi creencia.
Ocultación: el hecho de borrar de mi memoria consciente o de mi
sensibilidad.
Pattern: procede del término Inglés “pattern” que significa aquí un esquema de pensamiento que hace que
se repitan acontecimientos en mi vida.
Psíquico: que se sitúa al nivel de mis pensamientos, al nivel
mental.
Reencarnación: es un aspecto cada vez más tratado en los nuevos
enfoques terapéuticos y es la razón por la cual le hace referencia el autor de
vez en cuando. Sin embargo, el autor quiere que el lector se sienta totalmente
libre de adherir, o no, a dicha idea sabiendo que las menciones hechas
referente a la reencarnación sólo se hacen a mero título informativo.
Yin y Yang: El Yin es el nombre que se da en medicina China a la
energía de polaridad negativa, femenina o intuitiva; el Yang es el que se da a
la energía de polaridad positiva, masculina o racional. Se hallan estos
términos, Yin y Yang, en acupuntura entre otras disciplinas. Cuando se usan los
términos Yin y Yang en el texto, se refieren a la polaridad energética o al
aspecto intuitivo o racional en nosotros en vez de la acupuntura.
Puedo servirme de las
informaciones contenidas en el libro para efectuar cambios al nivel de mis
emociones. Procediendo al ejercicio que sigue, puedo activar mi memoria emotiva
y hacer que, desde mi cabeza hacía mi corazón ¯©
una parte de las emociones esté curada en el amor.
Se trata de que coja yo el texto
de una dolencia o de una enfermedad y que lo lea sílaba por sílaba, tomando por
lo menos un segundo por sílaba. Por ejemplo, tomemos la enfermedad siguiente:
la artritis. El texto que sigue:
ARTRITIS (en general)
La artritis está definida como
siendo la inflamación de una articulación. Puede afectar cada una de las partes
del sistema locomotor humano: trátese de los huesos, ligamentos, los tendones o
los músculos. Se caracteriza por la inflamación, la rigidez muscular y dolor
todo lo cual corresponde en el plano metafísico a: encierre, crítica, pena, tristeza o ira.
Se transforma en:
AR-TRI-TIS (en–ge–ne-ral)
La–ar-tri-tis–es-tá–de-fi-ni-da-co-mo-sien-do-la-in-fla-ma-ción-de-u-na-ar-ti-cu-la-ción.-Pue-de-a-fec-tar-ca-da-u-na-de-las-par-tes-del-sis-te-ma-lo-co-mo-tor-
hu-ma-no:-trá-te-se-de-los-hue-sos,-li-ga-men-tos,-los-ten-do-nes-o-los-mús-cu-los.-Se-ca-rac-te-ri-za-por-la-in-fla-ma-ción,-la-ri-gi-dez-mus-cu-lar-y-do-lor-to-do-lo-
cual-co-rres-pon-de-en-el-pla-no-me-ta-fí-si-co-a:-en-cie-rre,-crí-ti-ca,-pe-na,-tris-te-za-o-i-ra…
Y sigo la lectura con el texto
completo que leo en el libro. Es muy importante ir muy despacio, cuanto más una
sílaba por segundo o más despacio aún. No es importante que me pregunte si mi
intelecto comprende, o no, las palabras o las frases que pronuncio. Puede que
hayan emociones de pena o tristeza que se manifiesten durante el ejercicio: se
trata de poner amor en la situación. Puedo coger el texto de una enfermedad que
tengo actualmente o de una enfermedad que ya tuve o de una enfermedad que
podría temer contraer. Si yo vivo emociones durante el ejercicio, puedo volver
en él más tarde durante el día u otro día, hasta que ya no viva emociones y que
me sienta cómodo con el texto.
Puedo hacer este ejercicio, si
quiero, después de una meditación o después de escuchar una música relajante o
de una relajación dirigida. Puedo hacer el ejercicio, también, tomando el texto
del prefacio o el texto de introducción.
Las informaciones que siguen
tienden a dar más explicaciones sobre el uso de dicha técnica. Primero
precisemos que para mí el término “integración” se refiere al hecho de volverse
consciente en su ser; esto significa, en cierta medida “curación” en el sentido
en el cual la dolencia o la enfermedad sólo son un mensaje que me manda el
cuerpo para ayudarme a tomar consciencia de lo que estoy viviendo en este
momento.
Utilicé esta técnica primero en
los talleres de “Volver a encontrar al
Niño dentro de sí” que doy desde marzo 1993. Se usa cuando el adulto
escribe una carta a su niño interior y cuando el niño interior contesta al
adulto.
¿Qué sucede durante la aplicación
de esta técnica que consiste a leer sílaba por sílaba el texto, tardando como
mínimo un segundo por sílaba? Primero hay que comprender que cuanto más rápido
leo, más se sitúa mi lectura al nivel de mi mental, en mi cabeza. Y cuanto más
lentamente lea, más está en contacto la lectura con el centro de energía del
corazón también llamado chakra del corazón. Todas las dolencias y las enfermedades son interpretaciones,
conscientes o inconscientes, que hice en cuanto a una situación o una persona,
de una carencia de amor. Entonces, es como si este mensaje, o incluso esta
herida podríamos decir, hubiese estado grabada en el nivel del amor que
corresponde para el ser humano al centro de energía del corazón.
Mis heridas con relación a una
carencia de amor están grabadas en mi corazón bajo forma de rechazo, abandono,
ira, incomprensión, tristeza, decepción, etc. Para poder hacer el cambio de
este mensaje grabado adentro mío, debo activar la información en el punto del
principio, es decir, debo estar en contacto con la carpeta que hace que dicha
herida registró una información que se activa cada vez que una situación
similar se produce en mi vida. Es como si la situación me permitiera activar la
emoción porque está puesta en resonancia por el acontecimiento que se produce.
Así, cuando activo en mi corazón
la situación que me causó pena, tristeza, ira, etc. abro así el centro de
energía del corazón para que deje entrar la energía de amor que aporta la
curación y por el mismo hecho, la toma de consciencia que la acompaña o
viceversa.
Para que el ejercicio de
pronunciación sea más eficaz, me imagino que mis palabras salen de mí al nivel
del corazón como si una boca se hallase al nivel de mi corazón. A consecuencia,
puede que sienta en el corazón del ejercicio bien un hormigueo en diferentes
partes de mi cuerpo, corrientes de calor que pueden pasearse en diferentes
partes de mi cuerpo; también, pena, tristeza o cualquier otro tipo de emoción
pueden aflorar. Basta con mantener la calma si fuertes emociones de pena o
tristeza se manifiestan porque las cosas habitualmente están bajo control y es
como si mi cuerpo supiera lo que es capaz de coger.
Si por un motivo u otro, tuviese
temor a vivir emociones, puedo hacer el ejercicio teniendo a una persona que
pueda sostenerme en lo que estoy viviendo, o sea una persona responsable o un
terapeuta.
En general, figuran en la tabla
de contenidos, por orden alfabético de la dolencia o enfermedad como por
ejemplo:
Aunque mis músculos
y todo mi mecanismo del andar no me causen ningún malestar, sólo puedo andar
parcialmente o soy incapaz de ello. Es mi sistema de mando situado en el
cerebelo que puede estar afectado, bien por una lesión, un trastorno vascular o
un tumor. Esto procede a veces de un gran miedo relacionado con mis
pensamientos, que tuvo por efecto el dejarme petrificado in situ. Este miedo o
culpabilidad está en conexión con el hecho de progresar en la vida. Sería bueno
que encuentre la causa de esta inseguridad o de este culpabilidad y que
desarrolle más confianza en mí. Puedo empezar a visualizarme andando cada vez
más fácilmente, al mismo tiempo que amplio mi sentimiento de fe en mí. También
tomo consciencia de que la vida me aporta los instrumentos necesarios “a mi
progreso”.
Un absceso es un tipo de infección
caracterizada por la formación y la acumulación de pus a cuesta de tejidos
normalmente constituidos. Suele producir un saliente (un bulto) y lo encuentro
solamente sobre el tejido corporal o sobre un órgano. El absceso indica que manifiesto una respuesta a la cólera o a una herida emocional, a un
sentimiento de irritación, de confrontación, de venganza, de incapacidad
o de fracaso (el pus está conectado
con los fluidos de mi cuerpo y a mis emociones). Frecuentemente, es un exceso
de irritación o de disgusto que no consigo expresar con relación a mí, a una
persona o una situación. Pensamientos malsanos, que pueden ir hasta la venganza
y que “fermentan”, producirán infección y pus. Esta frustración contenida puede
presentarse para finalizar con una
situación, es decir reventar el absceso.
Puede producir en mí una revolución mental (igual como un hinchazón) causando
el vacío y el agotamiento. Este tipo de infección (absceso) es únicamente una manifestación (o una creación) de lo
mental, de mis pensamientos. Ya es tiempo que pase a otra cosa, que cambie de
actitud si quiero mejorar mi suerte… y mi cuerpo, antes de que se manifieste una
infección más generalizada. Además, el absceso
corresponde a un pesar profundo,
incluso a una desesperanza interior
que causarán un sentimiento profundo de impotencia o de fracaso. Pueden seguir
el vacío y el agotamiento. Se manifiesta en el origen de la pena, es decir que
la emoción vivida está asociada a la función y a la parte del cuerpo en donde
se manifiesta el absceso. Por
ejemplo, si se sitúa en mi pierna,
está conectado con las resistencias y los conflictos, lo cual me indica que
debo orientar mi vida en ciertas direcciones. Si se sitúa al nivel de mis ojos,
se trata de una dificultad en ver quien soy, lo que soy, a donde voy y lo que
adviene para mí. Al nivel de los pies, tengo dificultades, planteamientos o
miedos conectados con el porvenir o con su concepción. En mis orejas, es algo
que oigo. En mis caderas, tengo dificultad en lanzarme en la vida, etc. Todo
esto está conectado con la destreza en aguantarme de pie, a expresar mi
independencia y mi libertad. Acepto ¯© al
nivel del corazón dejar finalizar mis miedos, mis inseguridades, mis temores y
mi absceso finalizará también él. El absceso
superficial que está accesible a la vista y al tacto corresponde a una
rabia referente a situaciones de mi vida que pueden estar “fácilmente
identificables”. Posee también una correspondencia con la parte del cuerpo
afectada tal como el cuello, la espalda, los dedos, etc. El absceso profundo puede encontrarse en
el interior de mi cuerpo y corresponde a una decepción con relación a sentimientos más profundos de mi ser.
Según su posición, un absceso puede tener consecuencias
graves. Por ejemplo, si se sitúa en el nivel del cerebro, está conectado con mi
individualidad y la idea que me hago de mí – mismo; en el nivel de los
pulmones, está conectado a la vida; en el nivel de los riñones, con los miedos;
en el nivel del hígado, con la crítica. Puedo encontrar el porqué esta cólera puntual llega en mi vida yendo a
ver el significado correspondiente a la parte relacionada. Así puedo poner más
amor y comprensión con relación a la situación que me llevó a vivir este
enfado. El absceso como un botón de
camisa designa uno o varios abscesos superficiales que están conectados con
otro absceso profundo o a tejidos
más profundos. Es pues invisible a ojo desnudo. Así, mi cuerpo me dice que mi cólera ahora está afectando mi vida
exterior e interior. Es como si “dicha irritación
me perforase el cuerpo” y me expresara la necesidad apremiante de curar estas
heridas mediante el amor. El absceso caliente suele conllevar una
reacción inflamatoria y puede formarse rápidamente. El hecho que frecuentemente
el absceso esté rodeado de una
membrana indica perfectamente que esto procede de un pensamiento no benéfico
que provoca ira. El absceso frío no
presenta reacción inflamatoria y su progresión más bien es lenta. Puede deberse
a hongos o al bacilo de Koch. Este tipo de absceso indica que mi cólera se
manifiesta bajo forma de decepción o de resignación frente a una situación.
Acepto ¯© los
nuevos pensamientos de amor y me
mantengo abierto, a nivel corazón, a mi entorno, en vez de fijar mi atención
sobre mis antiguas heridas, en mi pasado o en ciertas formas de venganza.
Tomando consciencia de este proceso de aceptación ¯©, el absceso entonces está listo para desaparecer para
siempre.
Tan
pronto como digo me aburro ( me hago
burro), es que no uso mi fuerza o mi potencial. ¿Porqué siempre necesito la
compañía de los demás como estímulo? El aburrimiento
es melancolía, y a largo término, puede llevarme a la depresión nerviosa si no reacciono. La melancolía está vinculada a
una carencia, a un vacío que siento en mi vida. Tomo consciencia de este
estado. Debo dejarme guiar por mi yo superior ya que todos los recursos están
en mí. Acepto ¯©
estar a la escucha de mi voz interior. La meditación y tratamientos energéticos
pueden ayudarme. Me pertenece dirigir mi vida porque soy entero y autónomo en
mi universo.
El
accidente suele ser sinónimo de culpabilidad. Está conectado con mis culpabilidades, con mi modo de pensar y
con mi funcionamiento en la sociedad. También denota cierta reacción hacía la autoridad, incluso
varios aspectos de la violencia. Puede suceder que tenga dificultad en
afirmarme frente a esta autoridad, a hablar de mis necesidades, mis puntos de
vista, etc. Entonces “me hago violencia”
a mí – mismo. El accidente indica una necesidad directa e inmediata de pasar a
la acción. La necesidad inconsciente de cambio es tan grande que el pensamiento
usa de una situación extrema, incluso dramática para que tome consciencia que
debo probablemente cambiar la dirección que actualmente estoy tomando. Es
una forma de auto – castigo consciente o inconsciente. La parte del cuerpo
herida durante el accidente
habitualmente ya está enferma o debilitada, bien por una enfermedad, una
dolencia, un corte, una quemadura o cualquier predisposición a los accidentes.
El accidente me permite observar
esta debilidad haciéndola subir a la superficie. El accidente también es mi incapacidad a verme y a aceptarme ¯© tal
como soy. Ya que soy responsable al 100%
de mis actos y de mi vida entera, puedo explicarme más el porqué me he
atraído tal forma de accidente. ¿Atraído, dice Vd.? Sí, porque todo
esto viene de mis pensamientos más profundos, de mis “patterns” o esquemas de
pensamiento de infancia. Es muy posible que me atraiga castigos si, hoy,
tengo la sensación de hacer algo y de no
estar correcto. Exactamente como en mi infancia; me castigaban cuando no estaba correcto. Está esto grabado
en mi mental y es tiempo de cambiar mi actitud. El lado “moral” del ser humano
lo lleva a castigarse si se siente culpable, de aquí el dolor, las aflicciones
y los accidentes. Es capital saber
que puedo sentirme culpable en una situación cualquiera si y sólo sé que hago daño a otra persona. En todas las demás situaciones, soy responsable pero no culpable.
Debo recordarme que soy mi propia autoridad (en el sentido de individuo).
Necesito tomar mi lugar en el universo. Debo cesar de hacerme violencia. Como
ya lo escribí anteriormente, el accidente
está vinculado a la culpabilidad y
ésta, al miedo con relación a una
situación. El miedo a no estar correcto se percibe frecuentemente bajo el
aspecto de la culpabilidad en vez del de la responsabilidad. Frecuentemente el accidente me obliga a cesar o frenar
mis actividades. Sigue algún período de planteamiento. Manteniéndome abierto y
objetivo con relación a mí – mismo, descubriré rápidamente la o las razones de
dicho accidente. ¿Perdí el control
de la situación? ¿Es para mí el momento de cambiar de orientación ? ¿Tengo
dificultad en escuchar los signos interiores o mi intuición, de tal modo que me
atraigo un signo radical en el plano
físico? ¿Observé cómo se produjo el accidente?
¿Cuál era mi estado antes y después? Es muy importante volver a ver las
condiciones que rodean el accidente; analizo las palabras usadas y tomo
consciencia que ponen en evidencia lo que vivo en el momento del accidente. Observo todos los signos y
símbolos de esta situación (accidente)
y escucho mi voz interior para encontrar una solución que me evitará
probablemente empeorar todo esto. La predisposición
a los accidentes es un estado que se produce durante una relación
conflictual con la realidad, la incapacidad de estar plenamente presente y
consciente del universo tal y como se presenta a mí. Es como si quisiera estar
en otro lugar. Estoy desconectado de lo que sucede alrededor mío, quizás porque
encuentro mi realidad inaceptable o difícil de vivir. Necesito estar mejor conectado sobre mí – mismo para
descubrir mi seguridad y mi confianza interiores.
El
ácido suele conectarse con lo que roe el metal y con lo que es amargo (“acidez
psíquica”). Así, la acidosis indica
que rehusé asimilar una situación
que se acumula ahora en un nivel inconsciente, conllevando en el plano corporal
un gran porcentaje de acidez en la sangre o en el líquido en el cual bañan las
células. Asimilar significa resolver,
tratar, arreglar cualquier problema, situación, o conflicto que me molesta, que
rechazo, que envenena mi existencia!
Por ejemplo, puedo preguntarme cuál es la situación (frecuentemente de
naturaleza emocional) que me roe interiormente y que me vuelve tan amargo frente a la vida. Es posible que
viva ahora en una situación que hace aflorar en mí insatisfacción referente a
las relaciones que tenía con mi madre.
Incluso puedo vivir una insatisfacción similar con mis hijos, amigos o
empleados para los cuales me siento “como una madre”. La acidosis metabólica
que se refiere a mi cuerpo en general reflejará mi lado amargo hacía la vida en
general. La acidosis respiratoria o
acidosis gaseosa proviene del hecho que no elimino suficientemente el gas
carbónico durante mi respiración. Así mi lado amargo en la vida más bien tiene
relación con mis relaciones y la gente que me rodea. En el caso de la acidosis láctica, hallamos una cantidad
excesiva de ácido láctico en la sangre. Ya que la sangre transporta normalmente
la alegría, resulta que el lado amargo
en la vida y todo lo que sucede en ella me afectan enormemente. Por esto, puedo
encontrar este estado si soy diabético (lo cual corresponde a tristeza
profunda), si vivo insuficiencia renal (que corresponde a grandes miedos frente
a la vida), si tengo leucemia, una forma de cáncer de la sangre (que
corresponde al hecho que siempre tengo la sensación de tener que luchar en la
vida). En el caso extremo, la reuma
es la consecuencia directa y a veces inevitable de un exceso de acidez que es
la acidosis. Acepto ¯© ver
y tratar al nivel del corazón las situaciones de mi vida, incluso si me irritan
y me molestan. Poniendo la atención sobre un proceso consciente de apertura y
aceptación ¯©,
puedo evitar soportar físicamente esta enfermedad dolorosa (tanto como su
tratamiento!). Resuelvo las situaciones para vivir más la alegría, la
liberación y la paz interior.
ADDISON
(enfermedad de…) (ver
también: SUPRARRENALES [dolencias de cápsulas])
La enfermedad de Addison se caracteriza
por una insuficiencia de las glándulas suprarrenales
.
Es una forma de decepción con relación a mí - mismo. Es un estado
extremo de desnutrición emocional y espiritual. Tener esta enfermedad puede
significar que viví mucho sometido a uno u otro de mis padres en mi infancia.
Puede que me haya sentido agredido psíquicamente, que viva un traumatismo o una
irritación intensa en la cual podía sentir que mi vida estaba en peligro. Este
estado me llevó a vivir una gran inseguridad frente al porvenir y a dudar mucho
de mis capacidades. Esta enfermedad se distingue por una actitud sumamente
derrotista, una carencia de objetivo o de interés por mí o por lo que me rodea.
Vivo mucho de ansiedad y antipatía. Es tiempo que tome mi lugar, que vaya hacía
delante y que manifieste la energía para elaborar ciertos objetivos personales
sin esperar la aprobación y el acuerdo
de mi entorno, poco importa la importancia de mi gestión (mi objetivo). Intento
encontrar un método que me ayudará a
conectar
más con mi yo interior que posee recursos ilimitados y una alta estima de sí.
Cuando
tengo una inflamación de un ganglio del sistema linfático, es porque vivo
inseguridad vinculada al miedo en el plano afectivo. La parte del cuerpo que
está afectada me da una indicación del aspecto de mi vida referido. Intento
conocer la fuente de mi pena para ayudarme a tomar consciencia del miedo que me
habita y desarrollar mi confianza para superar esta emoción.
De
un modo general, un adenoma es un tumor benigno que se encuentra en una
glándula. Como cualquier tumor, esto procede de un golpe emocional que se ha
solidificado en la parte del cuerpo que está conectada con el golpe emocional,
trátese del páncreas, el hígado, un pecho, un riñón, la próstata e incluso las
glándulas endocrinas. Acepto ¯© los
sucesos pasados, para permitirme ir hacía delante, con plena confianza.
La
adenopatía se caracteriza por un
aumento del volumen de los ganglios linfáticos y puede proceder de una
inflamación, un tumor o una infección. Ya que los ganglios del sistema
linfático actúan como pequeños riñones del sistema linfático, esto significa
que vivo un estrés o un golpe emocional vinculado a miedos en el plano
afectivo. Así es que me siento bloqueado, cogido en ese plano. La región
afectada me indica con más precisión el aspecto de mi vida que está tocado,
trátese del tórax, el abdomen, el cuello, la axila, la ingle. Tengo ventaja en
desarrollar mi autonomía y mi confianza para tomar mi vida en mano!
Si
“adhiero” de un modo excesivo, o si “quedo apegado” a ideas negativas, malsanas
o inadecuadas, a rencor, a odio, a
cólera frente a alguien, a culpabilidad,
a sueños ilusorios, a una vida demasiado centrada sobre el medio familiar o sobre
el hogar (por ejemplo, la madre incubadora o protectora), corro el riesgo de
manifestar adherencias al nivel de
las vísceras.
Algunas son
patológicas, es decir
que se producen después de una inflamación vinculada a
rabia o a un tumor cualquiera que procede de emociones inhibidas.
Dichas
adherencias se caracterizan
por una forma de soldadura de dos órganos del cuerpo por un tejido conjuntivo.
Decido soltar el pasado, las viejas ideas y los pensamientos negativos que
frenan mi felicidad. Vivo en el momento presente y saboreo cada instante de mi
vida.
El
adormecimiento se caracteriza por un miembro que es insensible, pesado, con
hormigueo y generalmente no puede moverse. El adormecimiento físico es el
reflejo de mi adormecimiento mental. Padezco, estoy herido. Me duele tanto que
decidí dejar de sentir. Adormezco mis sentimientos. Me “retiro” porque una
parte mía fue herida y que ya no la quiero sentir. Por lo tanto, me hago menos
sensible. Se trata de una “muerte” parcial para evitarme el sufrimiento. Estas heridas frecuentemente existen desde la
infancia, se agravan con el paso de los años y las llevo como un peso. No
aprendí a amarme y me cerré al amor en vez de compartir este amor y mi compasión.
Es una forma de huida. Esto puede representar para mí una frialdad interior, un
deseo de retener el amor, una falta de dinamismo. La parte de mi cuerpo
afectada así como el lado (izquierdo o derecho) me permite identificar el nivel
en que sitúo mi herida. Mi cuerpo me dice que es tiempo de recobrar mi
espontaneidad frente a la vida, que debo despertar en mí más amor, dinamismo y
entusiasmo sobre el aspecto de mi vida en cuestión. Así aumentaré mi calidad de vida en este
mundo, lo a lo cual tengo derecho. Acepto ¯©,
aquí y ahora, aprender a amarme más y abrirme realmente al amor, en vez de detener este amor y mi compasión.
Levanto la barrera que había instalado desde tanto tiempo. Cuanto más aprendo a
amar, más comprendo que hay un retorno: recibo amor y amistad. Esta serenidad
que buscaba desde siempre en el exterior ahora brota de mí y la comunico a los
demás.
La
voz es la expresión de sí, la creatividad. Una emoción demasiado grande
(desamparo, inquietud) puede llevarme a ya no saber qué decir ni cuál dirección tomar, ni cómo interpretar
esta dirección con relación a la emoción vivida. Puede que esta fuerte emoción
haya sido vivida en el plano sexual y se repercute más directamente en la
garganta o en las cuerdas vocales porque, en cierto modo, mi segundo centro de
energía (sexual) está vinculado más directamente a la garganta, mi quinto
centro de energía. De todos modos, mi sensibilidad (hiper - emotividad) está
herida y ya no consigo decir nada.! Tengo el aliento cortado! Si disperso
demasiado mis energías, en particular después de un golpe emocional, un “vacío”
interior se creará debido a mi desasosiego interior y los sonidos estarán “
engullidos” por este vacío. Por lo tanto es muy importante para mí que vuelva a
conectar con el soplo de mi comunicación interior. Aun es posible que esta
experiencia me proteja porque estoy en un estado en que ya no debo hablar, ya
no puedo decir secretos. ¿Uso de un modo sano mi voz y mis cuerdas vocales? ¿He
de quedarme silencioso durante algún tiempo? A veces se dice: la palabra es de
plata y el silencio es de oro… Aprendo a expresar mis emociones, mi creatividad
y mis ideas del modo en que mejor me siento, en el respeto de mis capacidades.
La
agitación es un estado que me
alcanzará si soy una persona muy nerviosa pero que consigue sin embargo
canalizar sus energías lo mejor que puede! Está próxima a un estado de emergencia, un proceso de
exteriorización de las emociones, generalmente un grito de alarma para revelar
a los demás cómo me siento interiormente: cogido, desconfiado, miedoso en
ciertas situaciones, emprendedor pero generalmente poco hábil y sobre todo muy
molesto para la gente que me rodea! Si estoy muy agitado físicamente e
interiormente, puedo vivir una forma de desequilibrio porque tengo dificultad
en mantenerme “centrado” (estable y anclado) sobre mí – mismo; utilizo pues
este estado inconscientemente porque necesito aumentar mi confianza en mí,
probarme que puedo tener éxito, atrayendo la atención: “Mírenme, vean!” Mantengo la calma, comunico verbalmente mis
sentimientos y mis necesidades y todo irá por lo mejor.
La
agorafobia viene de las palabras
griegas AGORA (que significa plaza
pública) y PHOBUS (temor). Es el
pánico de la muchedumbre y también el de tenerle miedo. Está fuertemente
vinculado a un miedo inconsciente a la muerte. Si estoy afectado de agorafobia, soy probablemente una
persona muy sensible, receptiva a varios niveles (sobre todo psíquico) y dotada de una
imaginación muy fértil. Soy muy dependiente en el plano afectivo y
verdaderamente no he cortado con el(los) lazo(s) materno(s). Tengo dificultad
en discernir mi verdadero yo de lo que yo estoy
creando en el plano psíquico, es decir formas- pensamientos, lo
cual alimenta mis angustias. Soy similar a una
esponja: absorbo las emociones ajenas (sobre todo los miedos) sin
discernir, filtrar ni proteger lo que me pertenece del resto, y aumento tanto
mis miedos como los de los demás. Por lo tanto, tengo tendencia a replegarme
sobre mí - mismo, a sentirme responsable de todo, a comunicar muy poco , salvo
con la persona en quien tengo
enormemente
confianza, con quien me siento en
seguridad:
me aíslo pues por temor a apartarme de esta forma de seguridad. Incluso puedo
pensar estar afectado de locura y
debo
cesar de creer esto lo antes posible.
Me es fácil controlar todo esto en
un lugar donde estoy en total seguridad. Sin embargo, tan pronto como dejo
éste, todo se derrumba! Me angustio por todo, como si mis miedos me invadiesen
al punto de tener la sensación de perder el control! Tan pronto como una
experiencia me estimula demasiado fuerte (nacimiento, accidente, fallecimiento,
catástrofe), corro el riesgo de ahondarme aún más en mis angustias (ruidos,
gente, etc.) sin jamás hallar ninguna situación duradera, de donde la
ampliación de la
agorafobia. Además,
mi nivel de crítica está alto porque vivo mucha inseguridad, hago poca
confianza y creo que las cosas y situaciones no van tan bien como quisiese: por
lo tanto,
critico. La
agorafobia sobreentiende a veces un
conflicto con mi madre, a quien critico constantemente. Debo cambiar mi actitud
ahora mismo. Acepto
¯© mis
miedos uno por uno, tales como son, porque sé que envenenan mi vida, pero
pueden también hacerme progresar! Aprendo a amarme y a aceptarme
¯©, a
amar mi lado materno y protector (madre), a construirme un universo físico e
interior lleno de felicidad, sin crítica ni dependencia. Tengo también la
ventaja de expresarme en mi comunicación verbal y mi creatividad. Debo superar
el temor a “perder mi lugar” y estar en armonía conmigo mismo! Sigo responsable
de mi felicidad, incluso si tengo tendencia a creer que determino tanto la
felicidad como la desgracia de los demás. Acepto
¯©
coger los riesgos y anticiparme a mis temores que frenan mi poder creativo.
Esto me ayudará a controlar mejor mi vida y mis impulsos interiores. Una
sexualidad equilibrada y activa tendrá la ventaja de hacerme soltar esta
fijación emocional ligada al plano mental.
La
agresividad es una cantidad de energía inhibida que deriva, la mayoría de
veces, de una frustración vivida en una experiencia o una situación.
Frecuentemente, es inconsciente y esta frustración puede envenenar tanto mi
vida y mi existencia que cojo la agresividad como medio de expresión (la
agresividad es un medio de expresión), como válvula de toda esta presión
existente dentro de mí. Es un medio de defenderme porque me siento atacado, no respetado, abusado, en tensión,
incomprendido. ¡Quiero que me comprendan! Puede serme difícil quedarme abierto
y dejar fluir la energía. Es evidente que una persona en estado de agresividad
se corta temporalmente, y más particularmente, de la energía espiritual y de la
apertura de corazón. Es un estado innato, instantáneo e irreflexivo de defensa
y protección. Si soy agresivo, suelo tener el sentimiento de ser el más fuerte
porque decido atacar el primero. Me pongo en un estado de dominación – sumisión
y estoy desgarrado frente a mí - mismo.
La persona frente a mí actúa como un espejo.
Proyecto una parte mía que aún no he aceptado ¯©
y esto pulsa mi mando. ¿Consecuencia? Se
amplifica la excitación, sube la tensión y ahora es la manifestación de la
contracción muscular! Estoy rígido y tenso, en guardia, listo para saltar
contra los ataques! Estoy a la defensiva y lucho contra mis angustias. ¿Qué
hacer? Quedarse abierto, trabajar consigo en primer lugar, escuchar mi
intuición y mi voz interior que me protegen y guían mis pasos.
La
agujeta es una sensación de estar
dolorido, de tener los músculos cansados después de un esfuerzo inacostumbrado
o en la fase inicial de ciertas infecciones virales (gripe, hepatitis, etc.).
La agujeta se manifiesta por un
bloqueo de energía al nivel de los músculos. Está conectada con el dolor
sentido cuando una necesidad (afectiva o emocional) no fue satisfecha La
energía almacenada al nivel de mis músculos se expresa generalmente por un
movimiento o un gesto pero bloqueo inconscientemente esta energía al nivel del
músculo. Estoy pues en reacción interior (dolor mental) y lo expreso
físicamente por estas agujetas.
Necesito cambiar mi comportamiento, moverme en la buena dirección sin estar en
reacción. La agujeta se sitúa a diferentes niveles y los dolores óseos indican
un dolor interno muy profundo. Estoy afectado hasta lo más hondo de mi ser, de
mi espacio. Acepto ¯© ser
lo que soy, vivir el instante presente, sabiendo que la vida colma
interiormente mis necesidades más fundamentales.
El
abuso de bebidas alcohólicas causa un conjunto de trastornos: físicamente, el
cuerpo cambia y se crispa, las capacidades y el funcionamiento del cerebro
disminuyen, los sistemas nerviosos y muscular se vuelven tensos y excesivamente tensos. Similar a todas las demás formas de dependencia,
el alcoholismo se manifiesta
principalmente en el momento en que necesito colmar un vacío afectivo o interior profundo, un aspecto de mí -
mismo que “envenena” realmente mi existencia! Puedo beber abusivamente por
diversos motivos: huir de mi realidad,
cualquier sea la situación (conflicto u otra) porque esto no me conviene;
resistir a mis miedos, a la autoridad (sobre todo paterna) y a la gente a quien
amo porque justamente tengo miedo de revelarme tal como soy, a la luz del día;
darme valor para seguir adelante, hablar, afrontar a la gente (noten que, si
estoy algo “feeling”, suelo estar más abierto
porque estoy menos fijado sobre mis inhibiciones
…) darme un sentimiento de
potencia y fuerza; darme poder en una relación afectiva porque mi estado
seguramente molestará al otro. Ya no veo las situaciones que pueden ser
peligrosas para mí. Vivo cierta soledad, aislamiento,
culpabilidad, angustia interior, incomprensión y alguna
forma de abandono (familiar u otro) y
tengo el sentimiento de ser una persona
inútil,
sin valor, inepta, inferior e incapaz de ser y actuar para mí y para los
demás. Entonces, tengo necesidad “de un pequeño tónico”. Frecuentemente, quiero
huir una situación conflictual o que me hace daño “ahogando mi pena” o
cualquier otra emoción con la cual tengo dificultad de “dealer”
. El
alcoholismo puede estar vinculado a una o varias situaciones que me
crean una tensión. Cuando tomo un vaso de alcohol, esta tensión disminuye en un
primer tiempo y grabo entonces la relación que parece ser: tensión – alcohol –
bienestar. Lo cual quiere decir que cuando vivo una tensión, la información
inscrita en mi cerebro es la de tomar una copa de
alcohol para sentirme mejor. Luego, es posible que desarrolle un
automatismo y que, cada vez que viva
una tensión, la información inscrita en mi cerebro sea la de tomar una copa de
alcohol para sentirme mejor. Uno de los orígenes del
alcoholismo es la dificultad que conocí, siendo niño, de tratar con
una familia en donde uno de sus miembros (frecuentemente el padre o la madre)
es
alcohólico. Generalmente hay más
discordia, a veces violencia física y psicológica o abuso de todo tipo. Incluso
puedo querer intentar disociarme de la familia en la cual estoy y que no me
conviene. Entonces, baja mi sentido moral: los espectáculos de discordia
frecuentes provocan en mí una desvalorización de las imágenes parentales y la
no – integración de las estructuras éticas. En ciertas familias también, la
costumbre del alcohol está favorecida por la educación, los adultos habiendo
acostumbrado al niño que era a beber por juego o haciendo la absorción habitual y regular de
bebida como cosa
normal. Los
trastornos neuróticos y las alteraciones de la personalidad que derivan son
factores poderosos de alcoholismo en mí que me he vuelto adulto. Incluso
carencias nutricionales pueden llevar a la búsqueda de una complementariedad
alimentaria aportada por el
alcohol.
El
alcoholismo puede proceder
también de mi estado que es hipoglicémico, sobre todo que las moléculas de
alcohol pueden transformarse rápidamente en azúcar sanguíneo (temporalmente).
Es lo que explica que si soy
alcohólico
pero que dejo de consumir, puedo encontrarme bebiendo una impresionante
cantidad de café, fuente de estimulante por la
cafeína, y de azúcar, pasteles o postres (fuente de azúcar). A
veces me pondré a fumar considerablemente porque el cigarrillo me da la fuente
de estimulante (aceleración del ritmo cardíaco que necesito para sentirme en
forma. Es importante para mí descubrir lo que causa esta tristeza vinculada a
la hipoglicemia en mi vida, ya que no he resuelto la causa. Otra causa del
alcoholismo puede ser las alergias. Así
puedo ser alcohólico de coñac solamente, de ginebra, de whisky de centeno o
Escocés. Parece que sólo este tipo de bebida pueda satisfacerme. Entonces es
probable que esté alérgico a uno u otro de los ingredientes que sirvieron a
fabricar esta bebida particular, que sea en un caso el trigo, la cebada, el
centeno, etc. Puedo entonces preguntarme a qué o a quién estoy alérgico? El
alcoholismo puede también proceder de
una persona o situación que no acepté
¯©
cuando era joven. Si fui víctima de contactos sexuales indeseables, o de los
cuales me siento culpable, viniendo de una persona
alcohólica cuando era joven, puede que pensando en esta situación,
esto me lleve a beber. Si no acepté
¯© la
cólera de mi padre alcohólico, puede muy bien que, por un fenómeno de
asociación, tenga enfados
como mi padre
y que me vuelva
alcohólico. Es así
como puedo beber para olvidar mis preocupaciones, mi pasado y el porvenir pero
sobre todo el
presente.
Huyo sin
cesar y me creo un universo ilusorio y de fantasía, una forma de exaltación
artificial para huir del mundo físico y así disociar una realidad
frecuentemente difícil de un sueño continuamente insatisfecho. Pierdo
entonces el contacto, para algún tiempo,
con mis sentimientos de soledad, incomprensión, impotencia, de no ser como los
demás, de rechazo de mí. Puedo abandonar mis responsabilidades. Y estoy
“liberado” durante un tiempo. Solo va empeorando esta situación a medida que
manifiesto una dependencia del
alcohol
( o de las drogas) porque estoy cada vez más insatisfecho de mi existencia.
Quiero separarme de la realidad yéndome en un mundo de ilusión, pero cuando
“estoy sereno”, la realidad me aparece aún más difícil de vivir y entonces se
produce la depresión. No tengo toda mi
claridad
mental, sobre todo cuando me vuelvo dependiente, del mismo tipo de
dependencia afectiva que quizás
me
hubiese gustado tener y que tengo la sensación que
mi padre o mi madre nunca me dieron. Ser amado incondicionalmente…
Es tiempo de fijarme en mis bellas cualidades físicas y espirituales, incluso
si el pasado fue doloroso para mí y que, en cierta manera, mi botella fue mi
mejor amigo. A partir de ahora, acepto
¯©
ordenar mi vida, empezar a amar mis cualidades y lo que soy. Estoy ahora en la
vía del éxito. Estaré en condiciones de respetarme más y hallar más fácilmente
la solución a mis problemas (experiencias) en vez de estar en un estado
temporal o casi permanente de huida y desesperación.
La
alergia es el estado de un sujeto
que, por contacto anterior con un antígeno apropiado, ha adquirido la propiedad
de reaccionar cuando se da una segunda agresión por el mismo antígeno, de un
modo diferente, frecuentemente más violento e incontrolable. Una
alergia es una respuesta sobre -
activada del sistema inmunitario a un antígeno exterior. La sustancia alergena
no conlleva reacción en la mayoría de la gente pero está identificada para mí
como peligrosa por el sistema inmunitario. Esta respuesta, resultado de una
causa interior, frecuentemente es el medio por el cual el cuerpo me indica que
vivo un estado de agresividad y de hostilidad con relación a una persona o a
una situación cualquiera,
en función de la interpretación por lo mental de
lo que vivo como tan especial. Las alergias (incluyendo la fiebre del heno)
son parecidas al asma, pero la reacción se sitúa más al nivel de los ojos,
nariz y garganta, en vez de los pulmones o del pecho. ¿A qué tengo
alergia? ¿Qué es lo que me sobre –
activa tanto? ¿Qué es lo que causa realmente la irritación y la fuerte
respuesta emocional de mi cuerpo (ganas de sonarme, lagrimeo de los ojos, ganas
de llorar)? Son todas las respuestas del
sistema emocional, la liberación de
emociones suprimidas por una reacción de mi cuerpo. Éste reacciona a algo, una
especie de símbolo mental, porque intenta rechazar, ocultar
o ignorar lo que le
molesta. Rechazo pues una parte mía que me agrede. Es el medio que uso para
expresar mis emociones, para
echar
afuera al malo! Nada puede parar esta reacción de rechazo por el momento, y
esto no es racional porque esto forma parte del campo del instinto y del
inconsciente. Es como si hubiese algo que esté fuera de contexto aquí, un
enemigo que moleste mis barreras de
protección. Este enemigo coge
poder,
mi poder de ser y de hacer, y esto me impresiona. Estoy
impresionado por el poder de los demás en detrimento del mío. Me
siento amenazado por cierto miedo inconsciente que rehuso vivir. Las
alergias tienden pues a indicar un
profundo nivel de intolerancia, quizás
el miedo a tener que participar plenamente a la vida, a liberarme de todas las
muletas emotivas que me soportan y que me permitirían vivir la autosuficiencia.
Quizás tenga dificultad en discernir, elegir, tomar el lugar que me toca. La característica propia a la persona
alérgica es frecuentemente la sensación
de no ser
bastante correcta! Quiero atraer y tener la atención, la
simpatía y el soporte de los demás. ¿Uso la
alergia para tener amor? Es posible. En cualquier caso, una cosa es
segura: tengo una
alergia porque
rehuso una parte de mí- mismo y mi lucha inconsciente es grande.
Es mi resistencia, mi modo de decir no.
Tengo el poder de decidir lo que es conveniente para mí en mi propio universo.
Los individuos pueden estar
alérgicos
a todo tipo de cosas; alimentos, objetos, formas, olores. Todo lo que, de cerca
o de lejos, implica los cinco sentidos (particularmente el olfato que es el
sentido más poderoso desde el punto de vista de la memoria). Mi mental graba
una multitud de sensaciones
buenas o
malas para mí. Es muy posible que, si soy alérgico a algo, es que mi mental
lo ha asociado a cierto recuerdo
bueno o malo y que mi instinto lo
rechaza en este momento. La
alergia
aparece frecuentemente después de un acontecimiento en que me he sentido
separado de una cosa, de un animal, una
persona. Cuando vuelvo a vivir una situación que me recuerda este
acontecimiento triste y desgarrador para mí, tendré esta
alergia porque, en alguna parte, mi cuerpo (mis sentidos) se
acuerdan de todo y todo está grabado en mis células. Si la situación vivida se
acompaña de una gran angustia, son los senos que estarán afectados (resfriado
del heno, estornudos). Si predomina el miedo,
mi alergia se expresará más por la tos (dificultad en respirar) y si es
más bien la propia separación que viví difícilmente, las reacciones alérgenas
se encontrarán más a nivel de la piel (eczema, urticaria, dermitis, etc.) La
alergia a un alimento (por ejemplo: el
azúcar, el alcohol en el alcohólico) está vinculada a una experiencia en la
cual, estando colocado en una situación en que tuve que decir
no a lo que más me gustaba, sigue la
frustración y me vuelvo
alérgico a
ella. Frecuentemente es un miedo a lo nuevo y a la aventura, una falta de
confianza frente a la vida. Me siento ahora obligado a privarme de este tipo de
alegría, pensando que la vida es algo ordinario, sin reto. ¿Qué es lo que
quiero evitar afrontar? ¿Qué es lo que me hace reaccionar tanto? ¿Qué es lo que
espanta tanto interiormente? ¿Existe algo de lo cual desconfío al punto de
mantenerlo apartado de mí? Me parece que, en ciertos casos, mi mental hace una
asociación de ciertas situaciones con sustancias por el bies de los homónimos.
Así, si tuve que dejar la
manzana (de mi barrio) para ir a trabajar a
otra ciudad, me he vuelto alérgico a la
manzana (fruta). Algunos años
más tarde, habiendo aceptado
¯© e
integrado este cambio, la alergia ha desaparecido. A continuación, damos otro
ejemplo: un recién nacido alérgico a los “pressacs” ( melocotones en catalán o
sea una fruta). ¿Porqué? Porque su madre impaciente y a punto de dar a luz,
algunos meses antes, había dicho a su cónyuge catalán: “
de presa, o farem tard al
hospital!” Aquí, la palabra “pressac” es homónima casi de “presa”.
Así,
en la base de la alergia, siempre
hay una emoción de irritabilidad o de frustración asociada a un producto o a
una situación por lo que representa para recordarme este malestar que debo
integrar o conscienciar. Empezando a aceptar
¯©
a nivel de corazón mi vida y mis miedos, el proceso de integración se activará
y las alergias que complican mi existencia volverán al universo. Necesito paz
interior y sobre todo amor. Me mantengo abierto y todo irá para lo mejor.
Cuando
tomo
aceite de cacahuete o
mantequilla de cacahuete, esto activa
en mí la memoria de un acontecimiento en el cual, de joven, me lo hicieron
“pasar muy mal”. Puede que haya tenido la sensación entonces que me mandaban
hacer unos trabajos sin estar lo suficientemente remunerado (en dinero, en
afecto, etc.). Estaba interiormente furioso de trabajar por unos “peanuts
(cacahuetes)”
.
Intentando encontrar el suceso o las situaciones en que pude vivir tal
sentimiento, podré modificar mi memoria emotiva y regularizar la situación.
Tomo consciencia de todos los aspectos de mi vida en que me siento ayudado y en
que la vida es para mí relativamente fácil, y amplio este sentimiento de
bienestar para ayudarme a equilibrar los sentimientos de dificultad que pude
grabar en mi infancia.
Los
animales poseen un instinto y una sexualidad innatas y cada animal representa
una faceta del amor. Por lo tanto, una alergia
a un animal, en general, corresponde a cierta resistencia con relación al aspecto instintivo o sexual que el
animal representa para mí. Acepto ¯©
todos los aspectos de la sexualidad. Acepto ¯©
también mis deseos, tanto conscientes como inconscientes, porque forman parte
integrante de mi ser.
El
antibiótico
(anti =
contra / bio =
vida) es un cuerpo ( de origen
bacteriano u otro) especializado en la lucha contra los microbios. Pero los
microbios representan ellos también la vida. Hay pues contradicción. El antibiótico
teniendo el papel de “matar” cierta forma de vida en mí, porqué he de estar
alérgico a los antibióticos?
Probablemente porque rechazo ciertas formas de vida, ciertas situaciones
vivas de mi existencia (experiencias
diversas y más o menos agradables). Tengo una toma de consciencia por hacer la
cual es aceptar
¯©
dichas experiencias porque, aunque puedan resultar difíciles para mí, tengo una
lección por sacar de éstas. Tengo fe en mi potencial creativo.
El
caballo está asociado al
aspecto instintivo de la sexualidad.
Como que el instinto está más vinculado al primer chakra (o coxis)
, el miedo puede
traducirse por el de “tener instintos sexuales bajos” y manifestarse por una
alergia a este animal fuerte y fogoso.
Puede que encuentre que la sexualidad no es bastante espiritual para mí, si
siento en el fondo de mí el deseo de vivir estas experiencias para ayudarme a
traer mejor la espiritualidad en la materia. Me abro pues a nuevas experiencias
que van a ayudarme a conocerme mejor y a desarrollarme.
Esta
alergia está fundamentalmente en la
base de una reacción al polen, grano vegetal formando el
elemento masculino de la flor. Este elemento masculino transporta
el símbolo de la reproducción y de la fertilización. Esta
alergia afecta habitualmente los ojos, la nariz, y los senos. La
alergia está en la base de una
resistencia a una situación en mi vida, de un recuerdo pasado. Es posible,
pues, que
resista frecuentemente
inconscientemente
a una forma de la
sexualidad o a ciertos aspectos de ésta, sobre todo si lo que siento con
relación a la sexualidad no “huele bien”. Es cierto que puedo
atraerme una alergia por varias razones
pero una cosa es segura: me ahogo o me siento ahogado por una situación. Me
rebelo, algo no me conviene en absoluto pero lo hago a pesar mío para
complacer, y me ahogo. Cambio de idea bajo la influencia de alguien, estoy
listo para cualquier cosa, y me ahogo. Pudo sentirme
ahogado en las cosas por decir o por hacer, sobre todo si tengo
dificultad en tomar mi lugar y a decir no. Tengo tendencia a vivir también
mucha culpabilidad. Manipulo para tener lo que quiero… ¿Ve Vd. la programación?
Puede ser tanto mental (manera de llorar) como “de las estaciones” porque el
período estival es ideal para la manifestación de esta alergia, sobre todo si
tengo necesidad de una excusa para trabajar cada vez menos durante este bello
período del año! Ciertas personas tienen la
fiebre del heno (resfriado – rinitis alérgica) durante períodos
alcanzando hasta siete años! Es tiempo de cambiar esto inmediatamente o por lo
menos que tome consciencia de ello. Tomo consciencia de que el
resfriado del heno (rinitis alérgica)
puede volverse un medio que me permite evitar ciertas situaciones, porque sería
incapaz de todos modos de rehusar hacer una tarea o ir a un lugar en
particular. Por lo tanto, ahora, tengo una buena razón! Tomando mi espacio
vital, mi “burbuja” de luz
, estoy en medida de
abrirme a los demás bajo mi verdadero aspecto, sin artífices. La primera
manifestación del
resfriado del heno
puede haber sido inconscientemente conectada con un suceso señalado y en el
cual viví probablemente fuertes emociones. Cuando vuelve el mismo período del
año, me acuerdo o más bien, mi cuerpo se acuerda, y aparece el
resfriado del heno. Es pues importante
que tome consciencia de este suceso para que pueda romper el “pattern” de la
enfermedad: en el futuro, ya no la necesitaré porque he hecho la toma de
consciencia que debía hacer. El
resfriado
del heno sólo era una señal para ayudarme a parar y a hallar la profunda
causa de mi malestar. Voy a sentirme más libre, más dueño de mi vida. Acepto
¯© lo
que es bueno para mí, aunque esto implique cierta forma de sexualidad nueva y
desconocida. Sé que todo es posible, en el amor y la armonía.
La
alergia a los fresones está asociada
a una frustración que pone en contradicción el sentimiento de amor y de placer,
éste siendo una necesidad fundamental para mí, al mismo título que el alimento
o el sueño. Esta alergia puede
proceder de un acontecimiento que viví o bien que precisamente no viví con
relación a una persona o a una situación. Un sentimiento de odio y de
frustración aliado a culpabilidad puede hacer nacer en mí esta alergia. El placer forma parte de mi
vida, como ser humano, a tal punto que las fuertes crisis de alergia a los fresones pueden provocar
una incapacidad a respirar pudiendo conducir a la muerte. Los pulmones
representan la vida y pongo así en evidencia, con mi crisis, una necesidad
fundamental en mi vida que no ha sido colmada. Es importante que tome
consciencia de mis necesidades fundamentales sabiendo que cuando tomo un
alimento, tengo amor hacía mí. Cuando disfruto, también tengo amor hacía mí. La
alergia a los fresones puede proceder también de un sentimiento que pude sentir
para una persona o que una persona sintió hacía mí. Por ejemplo, pude decirme
para mis adentros: “no me gusta su fresa!”
queriendo significar con esta expresión que “ su rostro no me es simpático”,
que no me gusta esta persona. Debo aceptar ¯©
que cada uno de nosotros tiene su individualidad con sus cualidades y sus
miedos y que en cada ser, hay una estrella que brilla.
El
gato es un animal mucho más sensible
a lo que es
invisible que la mayoría
de las personas. Puede que una
alergia a
los gatos esté más en relación con el aspecto de mi personalidad que puede
“sentir” cosas (lado o aspecto femenino), sin que, por esto, tenga pruebas
concretas de ello. Por lo tanto puedo vivir cierta intolerancia porque no tengo
prueba (en el plano racional). Es pues claro que el
gato (o la gata) simboliza el
lado
sexual femenino, y todas las
cualidades femeninas tales como la dulzura, el encanto y la ternura. Debo pues
aceptar
¯© uno
de dichos aspectos que probablemente rehuso o bien recibir o bien manifestar.
NOTA: Esta sensibilidad felina se explica por el
hecho que la morfología del gato posee un sistema nervioso situado sobre todo
en periferia del cuerpo, contrariamente al ser humano cuyo sistema nervioso
está más dentro del cuerpo. Esta morfología particular hace que el gato sea más
sensible a las vibraciones o a las
energías particulares de las personas y de los lugares o, si se quiere, de lo
que emana una persona o un lugar.
La
leche representa el contacto con la
madre ya en los primeros instantes de mi llegada al mundo. Es un alimento
completo que me permite tener todos los nutritivos que necesito para mi
crecimiento durante las primeras semanas de mi vida. Ya que originalmente,
obtengo esta leche mediante el contacto
con mi madre, este alimento es además significativo del amor que recibo de mi madre. Entonces, si dentro de mi entorno,
hay una persona que identifiqué, sea mi madre u otra persona, “que juega el
papel de madre” y que siento frustración con relación a ella en el papel que le
presté, esto puede explicar el porqué tengo una alergia a la leche. Vivo frustración referente a la forma de
atención e incluso de crítica de esta persona tiene hacía, lo cual hace
desagradable el “contacto” que pueda tener con ella. Si esta alergia se desarrolla al nacimiento,
debo comprobar cuales son los miedos o las frustraciones que podía vivir mi
madre mientras me llevaba, haciendo míos sus miedos o frustraciones que me
llevaron a vivir esta alergia. Esta
atención que me prestan podría hacerme decir: “Por quién se toma? Se cree que es mi madre?”. Es importante para mí
poner amor en la situación y armonizar mis sentimientos con relación a este
nexo privilegiado y fundamental para la supervivencia de la especie y que está
grabado en mí, el del nexo de una madre con su hijo.
Conozco
la expresión “ser pez” que significa
que soy una persona a quien fácilmente “se engaña”. Así, mi alergia traduce
perfectamente mi sentimiento de frustración
frente a una o varias situaciones en que me encontré ingenuo o novato. Debo tomar mi lugar y tomar consciencia
que la vida es una secuencia de experiencias para aprender. Cuanto más aumente
mi confianza en mí y mi sentido de las responsabilidades, más se ira
desvaneciendo este sentimiento e irá desapareciendo esta alergia.
Se
dice que el perro es el “mejor amigo del hombre” (del ser
humano), entonces puedo preguntarme, cuando vivo este tipo de alergia, cuál es la persona o la
situación, con relación a la amistad, que hace nacer cólera dentro de mí. Si
soy alérgica a los perros, incluso
puedo vivir agresividad e incluso cierta violencia con relación a la sexualidad
que vinculo con la amistad. Puede que viva un malestar, sin saber muy bien
definir para mí el lugar que toman la sexualidad, la amistad y el amor. Este
malestar hace subir en mí cólera que se manifiesta bajo forma de alergia. Delimito los parámetros de la
amistad, la defino para aclarar ciertas situaciones de mi vida que se hallan
quizás de momento en una zona gris. Me respeto en mis necesidades y en mis
elecciones.
Seguramente,
tengo la sensación de estar constantemente “pinchado” o criticado por mi
entorno inmediato. Y esto actúa sobre mí como si “me picasen constantemente”.
Cuando realmente algo me pica físicamente, esto activa el odio que he ido
acumulando en mí en todas estas situaciones en que me sentía atacado. Aprendo a
ocupar el lugar que me corresponde y examino las medidas que hay que tomar para
que la crítica disminuya en mi entorno y para que pueda desprenderme más de lo
que los demás puedan pensar de mí.
¿Me he vuelto alérgico a una situación o a una
persona que me da la sensación de estar clavado
al suelo y de no poder volar
para sentirme más libre y feliz? Entonces, es muy probable que viva ira
vinculada al hecho de que interiormente tengo el sentimiento de sentirme cogido entre una situación
cualquiera y la libertad que busco
para ser más feliz.
El
polvo está conectado con la suciedad
y la impureza, si estoy alérgico al polvo, vivo inseguridad
frente a aspectos de mi vida que puedo calificar de “sucios e impuros”, y es
muy probable que este miedo se manifieste en mi sexualidad. Si soy alérgico al polvo, puede que tenga que
trabajar mucho con mi propia estima. Así, la expresión usada en la religión
“Eres polvo y en polvo te convertirás” traduce bien el sentimiento de
inutilidad que pueda vivir o sentir en algunas situaciones. La expresión “todo
se va en polvo” permite también traducir el sentimiento de inutilidad que puedo
albergar frente a lo que he emprendido o a lo que emprendo, bien en el plano
psicológico, afectivo (emocional) o material. Por más que no tenga síntoma
físico vinculado a una alergia al polvo,
puede que sea una persona “maníaca de la limpieza”. Aquí, quiero decir de modo
excesivo. Entonces puedo buscar cuál parte de mí puede opinar que mi sexualidad
es sucia o preguntarme si me temo que esto sea sucio. Aprendo a valorizarme y a
valorizar todo lo que hago.
ALEXIA CONGÉNITA (ceguera de las palabras) (ver: OJOS – ALEXIA CONGÉNITA).
Cuando
estoy desgastado físicamente o moralmente, puedo hacerme una montaña de ideas
negras, frecuentemente falsas. Así, puedo perder pie con lo real sin tener
consciencia de ello, puedo despegarme de lo real. Confrontado con una realidad
que no quiero ver, me invento una aunque pueda ser falsa. Entonces puedo darme
razón y probar mi propia interpretación de esta realidad que no puedo aceptar ¯©.
Estas interpretaciones, estos mundos imaginarios, creados de todas partes por
mí – mismo, pueden también hacer recalcar mis propios miedos. Puedo tener alucinaciones cuando vivo un nivel de
estrés muy elevado. Si, por ejemplo, estoy buscando un documento que necesito
absolutamente y cuya pérdida representaría millones de dólares, mi cerebro
podrá crear una imagen de este documento (holograma) que me parecerá muy real y
que durante unos momentos, hará bajar mi nivel de estrés. Después dándome
cuenta de que aluciné, puedo ahora
pensar más claramente y podré o bien pedir que se me ayude a buscarlo o bien
explorar otros lugares en donde se hallará probablemente el documento. Sin esta
alucinación, hubiese seguido estando
“preso” de mi estado de estrés. En lo que a drogas se refiere, provocan un
estado de consciencia en expansión. Así, la persona puede experimentar
dimensiones a las cuales no tiene acceso ordinariamente. ¿Porqué tomo droga? ¿Es una huida de mis
sufrimientos interiores que no consigo, por falta de ayuda, afrontar? Puedo
volverme dependiente de drogas, las
que sean. Pueden darme un estado de bienestar temporal. Pero una vez
“straight”, o sea de vuelta a lo normal, ya no es el mismo refrán. Entonces, ¿a
dónde buscar? En uno – mismo. Solo se entra ahí con el amor y también por su
propio camino personal y espiritual. Una espiritualidad que me libera de las
cadenas del pasado y que me da mi libertad y mi autonomía. Puede también que
después de un accidente, un estrés intenso o simplemente de mi desarrollo
personal y espiritual, mi tercer ojo se abra cada vez más, lo cual me permite
ver colores alrededor de las personas, corrientes de energía en el espacio o
presencias traslúcidas (no materiales) en mi entorno. Así puedo tener la
sensación de que alucino sobre todo
porque mi sensibilidad suele ser mayor cuando tengo este tipo de percepción.
Entonces, hago confianza y me siento rodeado de luz blanca y dorada, sabiendo
que estoy constantemente guiado y protegido. Cada vez me gusta más descubrir y
experimentar la verdadera realidad, el “Yo Soy”.
ALZHEIMER (enfermedad
de…) (ver
también AMNESIA)
Esta
enfermedad conlleva una degeneración de las células del cerebro que se traduce
por una pérdida progresiva de las facultades intelectuales que llevan a un
estado demencial (la locura). Esta enfermedad de los tiempos modernos,
caracterizada principalmente por el deseo inconsciente de acabar con su vida,
de acabar de una vez por todas, de dejar este mundo o de
huir de mi realidad, se debe a la incapacidad crónica de aceptar
¯©, de
enfrentarme o de “
dealer”
con esta misma realidad,
con las situaciones de la vida porque tengo miedo y me duele. Así me vuelvo
insensible a mi entorno y a mis emociones interiores. “Me aletargo”, “me
abstraigo” y así la vida me parece más fácil. El Alzheimer se refiere a esta
forma de demencia. Esta manifestación conlleva principalmente la degradación de
la memoria, la confusión mental y la incapacidad de expresarme con claridad, la
violencia, ciertas formas de inconsciencia del entorno, incluso un
comportamiento de inocencia próximo al del niño. La
desesperación,
la irritabilidad, el mal de vivir me llevan a replegarme sobre mí y a vivir
“dentro de mi burbuja”. Me dejo “morir poco a poco”. Esta enfermedad me indica
que tengo el mal de vivir, que huyo una situación que me da miedo, me irrita o
me hiere. Es una situación grave a primera vista, de la cual puedo quedarme
inconsciente mucho tiempo. Se me ve como una persona “normal” y equilibrada
pero se observa que me repliego sobre mí por desesperación, cólera o
frustración, lo cual me hace insensible al mundo que me rodea. Me niego a
sentir lo que sucede alrededor mío y dentro mío; prefiero dejarme ir. Puedo tener mucha
dificultad en soltar mis viejas ideas ya que es muy grande su cantidad en mi
memoria! Y como que mi atención está mucho más centrada sobre el pasado que
sobre el
instante presente, la
memoria a corto plazo se vuelve totalmente deficiente y se
atrofia, sin aportar nada nuevo ni creativo. Consecuencia: la
memoria
se desgasta con viejas cosas
en vez de generar ideas nuevas y frescas. Desde el punto de vista médico, los
factores emocionales y mentales así como sus correspondencias corporales
(líquidos, sangre, tejido y huesos) están implicados en la manifestación de
dicha enfermedad. Cuando la sangre está suprimida de ciertas áreas del cerebro,
ocurre una especie de traumatismo mental. Son reacciones muy violentas al nivel
cerebral. Es como si el flujo sanguíneo se retirase de dichas áreas. Puede
haber un miedo extremo de todas las facetas de la vejez o del alba de la
muerte, lo que conlleva un regreso inconsciente hacía un comportamiento
infantil y la ocultación
del presente, pasado y
porvenir para ignorarlos. Mi cuerpo, atacado por la degeneración de las células
del cerebro, me prepara inconscientemente para este período en que deberé
“marchar”
.
Esto se traduce por un comportamiento infantil en el cual me permito vivir y
“realizar” todos mis fantasmas y todas mis fantasías. El amor y el apoyo son
necesarios en tal experiencia. Vivo el momento presente y acepto
¯©
soltar el pasado empezando a cuidarme de mí!
Las
amígdalas, que significan “almendras” forman parte del sistema inmunitario y de
la linfa (líquido que limpia el cuerpo humano), y son definidas como filtros
que controlan todo lo que circula al nivel de la garganta (lo cual corresponde
a la creatividad, a la comunicación). Cuando están inflamadas, tengo dificultad en tragar y corro el riesgo
de ahogarme. Inhibo mis emociones y “ahogo” mi creatividad. Hay una situación
que me ahoga a través la cual inhibo mis sentimientos de cólera y de
frustración. Una amigdalitis (itis = cólera) se manifiesta generalmente cuando
mi realidad que trago me trae una intensa irritación a tal punto que mis
filtros (las amígdalas) no pueden cogerlo todo y se vuelven rojas de cólera por
no poder alcanzar un objetivo interior que estoy viviendo. Puede ser el miedo
de no poder alcanzar un objetivo en perspectiva o de no ser capaz de realizar
algo importante para mí, por falta de tiempo o de oportunidad. Tengo la
sensación que estoy a punto de lograr algo que me es caro (un trabajo, un cónyuge,
un coche, etc.) pero temo que se me escape y que deba hacer sin ello, o que
sólo pueda disfrutar de ello en parte o no totalmente, lo cual para mí “es duro
de tragar”. Un conflicto interior muy intenso está “ahogado” y no expresado. Es
un bloqueo, el cierre de esta vía de comunicación. ¿Tengo yo la sensación de
que hay una situación que “trago equivocadamente”? Vivo en rebelión con una
persona cercana a mí (familia, escuela, trabajo) incluso en revuelta. Si soy un
niño, frecuentemente tengo amigdalitis porque aún no estoy bastante consciente
de lo que sucede y no tengo control sobre los acontecimientos. Vivo frustración
vinculada a lo que debo “tragar” en la vida. Si quiero resolver la amigdalitis,
acepto ¯© las
cosas tales como son alrededor mío, tomo el tiempo de aceptar las situaciones
que trastornan mi vida, con calma y serenidad. Es posible y fácil enseñar esta
actitud a los niños que están preparados para ello. Observemos que la ablación
de las amígdalas significa la aceptación ¯©
de tragar la realidad sin que esté filtrada o censurada (protegida)
previamente. Es una carencia de protección. Debo tratar esta situación de un
modo diferente que sería más armoniosa para mí.
La
amputación total o parcial de un
miembro, que esté practicada por razones accidentales o médicas (gangrena,
tumor) es generalmente vinculada a una gran
culpabilidad frente a un aspecto de mi vida. Si se amputa mi pie izquierdo, es como si mi miedo o mi culpabilidad
fueran tales que prefiero “morir” para la dirección que he de tomar o para la
que tomé en mi vida afectiva; la pierna derecha se refiere a mi miedo o
culpabilidad frente a mis responsabilidades, etc. Si vivo una amputación, es importante que recuerde
que mi cuerpo, energéticamente, no está amputado. Así, si he tenido la pierna
derecha amputada, puedo poner el
amor, la comprensión y la integración para la toma de consciencia que debo
hacer para ir más rápidamente hacía delante en mis responsabilidades como si siguiese teniendo mi pierna.
Hago desaparecer toda culpabilidad, sabiendo
que siempre actúo para lo mejor.
La
andropausia, propia del hombre,
corresponde a la menopausia en la mujer, a pesar de que esto no corresponde a
un cambio hormonal equivalente. Todas las inseguridades vinculadas a la vejez,
a las capacidades sexuales, a los sentimientos de inutilidad y de debilidad se
manifiestan interiormente y físicamente por dolores en los órganos genitales
(en particular la próstata) y a uno o diversos aspectos del concepto masculino.
Como hombre, debo tomar mi lugar en el universo en armonía con cada aspecto de
mi persona, el lado femenino como el lado masculino.
La
angina se caracteriza por un aprieto
al nivel de la garganta, debido a una inflamación aguda de la faringe. Hay algo
que “no pasa”, una emoción bloqueada que me impide decir a mi entorno mis
verdaderas necesidades. Tengo el sentimiento de que apretando la garganta
(chakra o centro de energía de la creatividad o de la expresión), no puedo expresar lo que estoy viviendo y lo que siento
para con los demás, y sigo poniendo inútilmente la atención sobre esta
creencia. Debo encontrar lo que me llevó a pensar en esto. Habitualmente puedo
encontrar una respuesta dentro de las últimas 48 horas previas al dolor. ¿Sería una ligera irritación (conducto
inflamado) o una pequeña frustración que
no trago y que subsistirá hasta que cambie mi actitud y mis pensamientos?
“No es cuestión de tragar esta historia” incluso si esto “me pone el fuego a la
garganta”. También pueden ser pensamientos negros y negativos con relación a
alguien o a una situación. Hay algo que
quiero absolutamente “coger”; como por ejemplo, un nuevo empleo, un resultado
escolar excepcional que me evitaría una situación en donde deberé justificarme,
explicarme o rendir cuentas? Poco
importa el motivo, es tiempo de quedarse abierto y volver a abrir este mismo
canal si mi viva sensibilidad estuvo
herida. Mis necesidades fundamentales deben estar satisfechas y tengo
derecho a ellas como todo el mundo. Me mantengo abierto a mis necesidades y
centrado sobre mi ser interior si quiero evitar este tipo de angina al nivel de la garganta.
Angina viene de la palabra latina
ANGENE que significa
apretar. Es un
dolor muy vivo asociado a la región principal del corazón (centro energético
del amor). Esta falta temporal de oxígeno al nivel de los músculos que rodean
el corazón aporta todas las consecuencias que conozco: insuficiencia del caudal
sanguíneo en esta región, intervención quirúrgica, puente, etc.…El corazón
representa frecuentemente el motor o la
máquina
de mi sistema. Cuando doy demasiado amor (con una actitud de apego), puede que
el corazón se canse de todas estas preocupaciones y que ya no sienta suficiente
alegría
en estas situaciones (de
aquí el riego sanguíneo disminuido). Si estoy en situación de angina,
posiblemente tomo
demasiado a pecho
la vida y las cosas que hago y que me gustan. Mis inquietudes (tanto como mis
alegrías) están exageradamente ampliadas: me irrito y me hieren fácilmente,
vivo insatisfacción, tristeza o irritación con relación a una situación la
cual, al final,
no es tan grave.
Puede que reciba una primera señal de alarma de mi cuerpo después de estos
estados de ser: espasmos o dolor que perfora el corazón. Éste lanza un S.O.S.
para que tome consciencia de los sentimientos que me habitan y del hecho que
estoy de algún modo destruyéndome con mis pensamientos desacordes, poniendo en
peligro mi armonía interior, y dándome “mala consciencia”. Grande alegrías
pueden también traer crisis de
angina
porque, en este momento, el centro de energía del amor (el corazón) se abre más
y puede activar la memoria de grandes penas que están presentes y así provocar
una crisis de
angina. Hago quizás
mucho por obligación y no con alegría y placer. Así, deja la alegría de
circular. Es como si prestase atención a los demás (su felicidad y sus
dolencias) en vez de ocuparme de mi propio bienestar primero. Mi ego es tan
presente y
activo que está separado
de la totalidad del ser, lo cual conlleva un
bloqueo en el plano emocional. Es un aumento inconsciente de la
estima de sí colocando casi exclusivamente la atención sobre los demás. Es el
principio judeo – cristiano de la entrega por el sacrificio.
Dar a los demás! Me vuelvo vulnerable y se
manifiesta el miedo a abrirme a los que amo. “Ya nada me alcanza, pero
empiezan los dolores!” Espasmos, puntos en el corazón, extremidades frías
(manos y pies). Mi cuerpo me advierte seriamente que algo va mal (este aviso se
reconoce mejor generalmente en el plano metafísico – psíquico que físico).
Inconscientemente puedo desear dejar la “vida terrestre” porque tengo la
sensación de estar ahogado por las preocupaciones y que no sé cómo salirme,
pero el tiempo no necesariamente ha llegado! Qué temo, en el fondo? La vida es
un intercambio continuo. Doy tanto como recibo, como la contracción y la
dilatación de los vasos sanguíneos, sino vivo un desequilibrio y mi atención
debe volver a este equilibrio necesario a una vida sana. Es un proceso
fundamental en la existencia humana porque soy un ser divino que debe expresarse
en este equilibrio. Mi toma de consciencia es ésta:
Dejo de tomar la vida en
serio y me mantengo abierto!. Es fácil porque no tengo ganas de morir sino
que
tengo ganas de vivir, de abrirme
al amor y dejar cualquier lucha de poder. Pongo mi atención sobre los aspectos
hermosos de la vida. Aprendo a amarme tal como soy: mi energía vital podrá así
volver a la vida. Son los primeros pasos hacía un restablecimiento serio de
esta enfermedad. Un último punto que recalcar: vigilar todas las expresiones
vinculadas con el corazón: “un corazón de piedra, un corazón duro, no tiene
corazón, es un sin corazón”, etc. Cada expresión es la indicación de que sucede
algo que merece mi atención…
La
angustia está caracterizada por un
estado de desorientación psíquica en la cual tengo el sentimiento de estar limitado y restringido en mi espacio y
sobre todo ahogado en mis deseos.
Siento mi espacio limitado por fronteras que, en realidad, no existen. “Estoy cogido” o “Me siento cogido en una trampa”.
Estoy de acuerdo con el hecho que la gente invade mi espacio psíquico y esto se
manifiesta en mí por una especie de aprieto interior. Dejo entonces de lado mis
necesidades personales para complacer primero a los demás para atraer el amor
que necesito (aunque haya otros modos de hacerlo). El aprieto me lleva
generalmente a ampliar mis emociones y mi emotividad general en detrimento de
un equilibrio adecuado. Ya que vivo en la niebla, la confianza en mí se
tambalea, la desesperación y la gana de ya no luchar más se instalan. ¿Cuál
puede ser la situación en que me sentí apretado cuando era joven de tal
modo que reproduzco aún fielmente este “pattern” hoy? (observemos que
angustia y claustrofobia son sinónimos por la palabra
aprieto.). Es natural por mi cuerpo para colmar mis necesidades
psíquicas fundamentales: la necesidad de aire para vivir y respirar, el espacio
entre mí y las demás personas, la libertad de decidir y discernir lo que es
bueno para mí. Si, a partir de ahora, contesto a mis esperas frente a la vida
en
primer lugar, hay muchas
probabilidades para que deje las de los demás en su sitio: así, estoy más
seguro de estar de acuerdo con ellos! Y sin violar su espacio
porque debo recordar que
si me siento ahogado, es porque ahogo conscientemente o no a la gente alrededor
mío. Se manifiesta la
angustia
también como una espera inquieta y opresiva, aprensión de “algo” que podría
ocurrir, con una tensión difusa, espantosa y generalmente sin nombre. Puede
estar vinculada a una amenaza concreta angustiosa (tal como la muerte,
catástrofe personal, sanción) Se trata más de un miedo, generalmente vinculado
a nada que sea inmediatamente perceptible o se pueda expresar. Por esto las
fuentes profundas de la angustia se encuentran frecuentemente en el niño que
fui y se vinculan generalmente con el miedo al abandono, a perder el amor de un
ser querido y al sufrimiento. Cuando me encuentro en una situación similar, la
angustia vuelve a aflorar. Cada vez que
uno de estos miedos reaparece o que se vive una situación imaginaria o
realista, esto está captado por mi inconsciente como una señal de alarma: hay
peligro! la
angustia reaparece aún
más fuerte. Cuando soy niño, la angustia se manifiesta frecuentemente por el
miedo a la oscuridad y una tendencia a vivir una vida solitaria. A partir de
ahora, uso de discernimiento, valor y confianza en la vida para respetarme y
dejar ir a los demás a su espacio sin pesar, y borro de mi vida cualquier
remordimiento. Así veré “más claro” y adelantaré en la vida con mucho más
lucidez.
El
ano es el orificio del recto, el
lugar donde suelto lo que ya no necesito. Los problemas aquí están conectados
con el hecho de “retener y soltar”; por esto si soy un niño que va estreñido o
si ensucio mis pañales frecuentemente es para vengarme de padres que considero
como autoritarios, manipuladores o abusivos. Es lugar de descarga de las
principales toxinas del cuerpo humano. El ano
se sitúa al nivel de la pelvis, cercano al coxis y al primer chakra o centro de
energía, el asiento entre el “yo” y el universo que me rodea. Está vinculado a
la base energética del cuerpo. Ciertos miedos internos, el estrés y las
emociones se evacuan por este orificio. Puedo comprobar las situaciones
siguientes: “Qué es lo que intento ignorar hasta el punto de retenerlo? Hasta
donde puedo yo dejarme ir? Soy capaz de relajar y dejar que me guíe la vida?
Estoy listo para vivir nuevas sensaciones frente a la vida?” Aprendo a tener
confianza en mí, mientras suelto lo que ya no necesito y sustituyéndolo por
nuevas ideas, actitudes positivas y nuevos proyectos!
El
absceso es un montón de pus, frustraciones e irritabilidad vinculado a una situación
que no quiero soltar o dejar ir (ano). Frecuentemente, incluso si me
aguanto, se me escapa a pesar mío. Este absceso
saldrá o se manifestará de todos modos. Es posible que esté enfadado contra mí
– mismo porque no quiero “evacuar”, ceder frente a ciertas fijaciones mentales
que dañan mi vida presente. Incluso puedo estar lleno de venganza referente a
una situación pasada o a alguien a quien rehuso perdonar. Este malestar me dice
que debo hacer confianza a la vida y a lo que es hermoso alrededor mío. Confío
en alguien o en algo y, sobre todo, perdono a la gente que me rodea. Me
abandono y hago confianza a la vida.
Las
comezones se relacionan con los
remordimientos y la culpabilidad con relación a mi pasado. Algo me “come” o me
pica y me siento culpable en lo que debo retener o soltar. Tengo interés en
escuchar mi cuerpo y alcanzar la satisfacción en todo porque la culpabilidad
sólo frena mi evolución, sin verdaderos beneficios.
Los
dolores anales (llamadas recto
colitis) se relacionan con la culpabilidad.
Me hago daño porque no me creo bastante eficaz para realizar mis deseos. Es una
forma de auto - castigo, una irritación, la gana de condenarme de un modo que
manifiesta una herida interna, mi sensibilidad desgarrada después de un
acontecimiento pasado que aún no acepté ¯©.
Vivo una pena profunda que puede llegar a la pérdida sanguínea e incluso, en
ciertos casos, la hemorragia. Puedo aceptar ¯©
hacerme más responsable de mis deseos, dejar de desvalorizarme en lo que soy y
dejar de negarme vivir y dejar de castigarme inútilmente. Podría dejar de estar
incómodo con el “trasero en fuego” y empezar otra vez de nuevo aceptando ¯©
mucho más mis experiencias pasadas, presentes y por venir y así correr más en
la vida.
Las
fisuras anales son ligeras
hendiduras que llegan a sangrar al nivel del ano, lo cual significa cierta pérdida
de alegría de vivir vinculada a una situación que debo cambiar. Si vivo
tristeza que puede “hendirme el “culo”, compruebo lo que provoca esta tristeza
y acepto ¯© los
cambios en mi vida. Sobre todo dejo de esperar a los demás para cambiar.
Elimino mi frustración, mi cólera frente a una persona o a un suceso “que me
hiende el trasero” o frente al cual puedo sentirme como “sentado entre dos
sillas”.
Una
fístula anal encuentra su origen en
una situación que vivo y en la cual experimento cólera con relación a lo que quiero retener y que no consigo
guardar dentro mío. Es como si quisiera conservar viejos residuos del pasado
(viejas formas – pensamientos, emociones, deseos), pero no lo consigo. Incluso
puedo mantener sentimientos de venganza con relación a alguien o a algo. La
manifestación es la fístula, especie
de canal comunicando anormalmente entre una víscera y la piel. No consigo
decidirme entre lo físico y lo espiritual, entre los deseos y el desapego (en
el sentido amplio). Me quedo abierto al nivel del corazón y acepto ¯© con
voluntad de vaciar completamente estas “basuras” de ideas negras, malsanas y
vengativas aquí y ahora.
La
anorexia está caracterizada por un rechazo
completo de la vida. Es la desgana total por todo lo que vivo en mí y que puede
entrar en mi cuerpo feo para
alimentarlo. Este sentimiento puede incluso transformarse en odio. Existen
varios símbolos de vida: el agua, el alimento, el aspecto materno (madre), el
amor, el lado femenino. Es el deseo ardiente e inconsciente de escapar a la
vida, de odiarse y de rechazarse
porque vivo el miedo extremo de abrirme a la maravillosa vida alrededor mío.
Vivo desanimo a tal punto que me
pregunto lo que podría ayudarme. Tengo el deseo inconsciente de “desaparecer”
para molestar lo menos posible a mi entorno. Me rechazo pues permanentemente.
La anorexia y la obesidad vienen de
un sentimiento profundo insatisfecho de amor y de afecto, aunque las dos
enfermedades toman físicamente caminos divergentes. Varios trastornos de la
alimentación descansan sobre la relación
madre – hijo en la cual existe o existió un conflicto. Además, se trata muy
a menudo de una contrariedad en cuanto a
mi territorio que tengo la sensación de no tener, de perder o bien de que
no me lo respetan. Este territorio puede estar constituido tanto por mis
posesiones físicas (vestidos, juguetes, coche, casa, etc.) como de mis
posesiones no físicas (mis derechos, mis adquiridos, mis necesidades, etc.) o
de las personas que me rodean (mi padre, mi madre, mis amigos, mi marido, etc.)
Vivo una contrariedad que es reciente con relación a alguien o a algo que no puedo evitar y que no digiero.
Aunque la anorexia se halle más frecuentemente en la adolescencia, ésta existe
también en el bebé y en el niño joven. Si me pongo en el lugar del bebé, si me
doy cuenta que el rechazo de la comida puede derivar de un contacto perturbado
entre mi madre y yo: puede ser la privación del pecho materno y del cálido
ambiente físico que deberían acompañar la toma de la leche, el modo artificial
de alimentación, dosificada y demasiado rígida en su aplicación, la sobre o sub - alimentación impuesta por
respeto a una curva de peso ideal con desprecio de ciertos ritmos alimentarios
individuales cambiantes. Puedo reaccionar a esto por un rechazo progresivo de
alimentarme, vómitos, pérdida de peso, trastornos del sueño, caprichos
alimentarios, etc. Es importante que yo, como madre, respete los gustos, los
ritmos propios del niño y que deje de querer ser la madre perfecta y super -
protectora. Si soy un niño un poco más mayor y que manifiesto anorexia, suele
ser más atenuada y se caracteriza por un “pequeño apetito”, siendo un pequeño
comedor que detesta la tarea de las comidas, con caprichos alimentarios, con
rehuso obstinado de ciertos alimentos, acabando rara vez mi plato, vomitando
frecuentemente y masticando sin fin el mismo bocado. A esta edad, la mesa y sus
imperativos sociales juegan un papel importante, porque las comidas son una
reunión familiar bajo la autoridad de los padres en la cual pueden brotar reacciones
y conflictos. La anorexia es fundamentalmente mi necesidad de colmar un vacío
interior de alimento afectivo. Necesito amor y aceptación ¯©
incondicional de mi madre interior. La anorexia, contrariamente a la obesidad,
es el intento de hacer morir de hambre mi vacío interior para hacerlo tan
pequeño que desaparecerá y que ya no pedirá nada en absoluto. Es uno de los
motivos por los cuales sigo viéndome gordo (fijación mental sobre la gordura)
incluso si soy delgado y esbelto. Dicho de otro modo, sigo viendo mis
necesidades afectivas y emocionales muy grandes y me siento vencido por ellas.
La anorexia puede también
aproximarse a un sentimiento de estar reñido por la vida como por mi madre, símbolo materno que me empuja a
pesar de todo hacía el deseo de independencia y de individualidad. Es la razón
por la cual rechazo el alimento al mismo
tiempo que a mi madre, porque siempre tuve la sensación de sentir
únicamente su poderoso control materno en mi juventud. Vivo pues el sentimiento
de estar fuera de mi propio control con relación a los acontecimientos e
intento de un modo exagerado recuperar el control. “No me gusta el modo en que
mi madre me ama y la detesto por esto”. “Quiero seguir siendo una muchacha o un
muchacho porque quiero acercarme lo más
posible de una forma de “pureza” física e interior”. (Es durante la pubertad
que suele manifestarse la anorexia). Es una búsqueda absoluta de juventud. Como
muchacha o muchacho, rechazo las fases sexuales correspondientes a mi edad, así
que cualquier intento de intimidad sexual, descubrimiento y abandono hacía una
eventual pareja (ausencia de madurez) son casi inútiles. Si vivo todo esto de
un modo profundo, frecuentemente esto está vinculado a un profundo traumatismo
sexual pasado, a un abuso o a una inseguridad afectiva. Esta experiencia
favoreció el hecho que se instale en mi cuerpo físico la desesperación y “cerré
la puerta” a mis deseos físicos, espirituales y emocionales. Aceptar ¯©
gradualmente mi feminidad o mi lado intuitivo y emotivo en el muchacho es
esencialmente la primera cosa por hacer para resolver mi estado anoréxico. Uso la manera que quiero,
pero debo hacerla! Acepto ¯©
cierta intimidad sexual, femenina e incluso materna (porque debo aprender a
amar a mi madre!). Aprendo a amar a mi cuerpo y a amar a los demás!. Voy
lentamente porque es una situación delicada en la cual debo abrirme al amor y a
la belleza del universo. Pido ayuda, si es necesario. Y sobre todo me mantengo
abierto a lo que me depara la vida! Aceptación ¯©
y amor incondicionales serán altamente apreciados. Hago actividades (deportivas
u otras), si posible. He aquí una paréntesis interesante. Como persona
anoréxica, puedo tener la impresión de encontrarme interiormente como cogida dentro de unos “anillos = pequeños
anos” (ano –réxico) como si estuviera en el interior de varios “aros tipo
‘hula-hup’” que me aíslan del resto del mundo mientras se va intensificando mi
sentimiento de limitación frente a la vida. Me mantengo abierto a cualquier
otro signo de este tipo. Me visualizo liberándome de estos aros diciéndoles
“GRACIAS” por la toma de consciencia que me ayudaron a hacer pero sabiendo que, ahora, ya no son
necesarios. Visualizo también esta imagen: con cada inspiración, más luz está
entrando en mí para llenar mi sentimiento de vacío interior.
ANQUILOSIS (estado
de…) (ver también: ARTICULACIONES
[en general], PARALISIS [en general])
Estado
de adormecimiento caracterizado por la desaparición generalmente temporal de
los movimientos de una o varias de mis articulaciones. El anquilosamiento es
parcial pero puede ser total si decido de volverme completamente inactivo; es
el primer paso hacía la parálisis, tanto físicamente como en pensamiento. Debo
tomar consciencia de la responsabilidad que he de asumir si me quedo aquí sin
hacer nada, sin querer sentir ni moverme. ¿Qué temo? ¿Es lo desconocido, lo que
me está esperando, algo nuevo para mí lo que me molesta? Puedo ir a consultar
la parte del cuerpo implicada para darme informaciones suplementarias sobre la
fuente de mi anquilosis. Por
ejemplo, si está en el brazo, ¿estoy yo en un estado en que rehuso las nuevas
experiencias de la vida? ¿Tengo el sentimiento de estar mutilado? Si se trata
de un hombro, ¿me parece la vida pesada, o que una persona o situación es “todo
un peso”? ¿la soledad o la necesidad de enfrentarme a lo desconocido
congestiona mis pensamientos? Si se trata de un pie, ¿cuál es la dirección que
no quiero tomar y frente a la cual me “aletargo”? Si es todo mi cuerpo, me
adormezco frente a algo o a alguien: se trata de una forma de huida. Estoy
consciente que acumulo energía en
esta parte del cuerpo y que inconscientemente, me angustio. Es tiempo para mí de ir hacía delante! A partir de
ahora, estoy consciente de mis errores ( o más bien de mis responsabilidades) y
de mis experiencias de vida y las reconozco. Acepto ¯© volver a hacer el movimiento que dejé temporalmente y
movilizo de nuevo mis pensamientos manteniéndome abierto. Manifiesto una mente
más creativa.
La
ansiedad es cierto miedo a lo desconocido que puede
acercarse del estado de angustia. Se manifiesta por ciertos síntomas: dolores
de cabeza, calores, rampas, palpitaciones nerviosas, grandes transpiraciones,
tensiones, aumento del caudal de la voz, llantos e incluso insomnios. Si soy
ansioso, puedo vivir el “estremecimiento de la angustia”: este estremecimiento
procede del frío y me recuerda que tengo miedo. Es una enfermedad que me
aprieta la garganta, que me hacer perder el dominio de mí – mismo y el control
de los acontecimientos de mi vida, impidiéndome usar el sentido común y el
discernimiento. También puedo sentir o bien un desequilibrio, o bien una
desconexión entre el mundo físico en el cual puedo tener cierto control y mis
percepciones con relación al mundo inmaterial para las cuales no siempre tengo
explicaciones o comprensión racional. Ya no tengo el control: el “cielo me
puede caer encima” en cualquier momento! Puedo estar ansioso en cualquier situación: ESTOY VOLVIÉNDOME LO SOBRE LO CUAL LLEVO MI ATENCIÓN. Si mi
atención está constantemente centrada en el miedo de esto o de lo otro, es
cierto que viviré ansiedad que puede estar relacionada, de cerca o de lejos,
con lo que se acerca al miedo a la muerte
o a lo que podría recordármela. La muerte, las cosas que ignoro o que no veo,
pero que pueden existir, hacen subir en mí este miedo. Entonces, incluso si
temo lo desconocido y si niego
inconscientemente la vida y su proceso, coloco ahora mi atención sobre
esto: tengo fe en que me está sucediendo lo mejor, para mí, en el instante
presente y en el porvenir. Los síntomas desaparecerán, así como el miedo a
morir.
La
apatía es una forma de
insensibilidad o de indolencia. Abandono frente a la vida, me vuelvo
indiferente y no tengo ninguna motivación para cambiar lo que sea. La apatía puede suceder después de un
golpe, un traumatismo o cualquier otra situación negativa que me quita toda mi
alegría de vivir o mi razón de ser en este mundo. Puedo querer salir de una situación huyéndola por
falta de motivación o de alegría o por miedo a estar decepcionado. Resisto
y rechazo ver o sentir lo que está
sucediendo dentro mío y alrededor mío, lo cual me lleva a cierto grado de insensibilidad para
protegerme. La apatía puede también estar vinculada a la vergüenza profunda y a
la culpabilidad. Intento así hacerme insensible a mi ser interior. Acepto ¯©
abrirme a la vida y a nuevas experiencias agradables que mantengo, con el fin
de encontrar un nuevo objetivo a mi vida. Pongo la actitud necesaria.
La
apendicitis se define como la
inflamación del CÆCUM (del latín: “ciego” situado en la base del intestino
grueso. Esta enfermedad procede de una cólera
vinculada a una tensión o a una situación aguda que no consigo arreglar y
que me hace “hervir” interiormente. Lo más frecuentemente, se trata de una
situación en el plano afectivo que viene a desequilibrar mi sensibilidad y mis
emociones. Mi miedo puede haber suscitado este acontecimiento porque entretenía
pensamientos negros y me preocupaba, lo cual hizo que se manifestara. Me siento
como en un “callejón sin salida” (es la forma del apéndice) porque tengo el sentimiento de estar oprimido, lo cual
activa en mí miedo, inseguridad,
cansancio, abandono. Lo más frecuentemente, esta contrariedad está
relacionada con el dinero y particularmente el dinero de bolsillo. Puede ser
también algo o alguien que yo quería que “se añadiera” o “se incorporara” a mi
vida pero una circunstancia se lo impide. Por ejemplo, quizás quiero que mi
cónyuge venga a vivir en mi casa, pero él o ella no quiere o no tengo bastante
sitio para albergarlo, etc. Hay una “obstrucción” al flujo de la vida y inhibo
multitud de emociones. Esto puede ir incluso hasta el miedo a vivir. Ya no
consigo filtrar eficazmente las nuevas realidades para protegerme de ello. No
veo otra salida a mi vida. Necesito hablar de lo que vivo, necesito “vaciar mi
bolsa” porque tengo dificultad en digerir lo que sucede, encuentro que esto es
feo y decepcionante. Los síntomas habituales son el calor, el ardor vinculado a
la inflamación, y el dolor vinculado a la tensión. Siento un sufrimiento intenso cuando el apendicitis se transforma en peritonitis (reventón del apéndice). Dejo fluir la vida y acepto ¯© las
situaciones de mi existencia como lo que es mejor para mí. Me mantengo abierto
al nivel del corazón y dejo caer mis protecciones (barreras) suavemente y
armoniosamente.
APETITO (exceso de…) (ver
también: BULIMIA, SANGRE – HIPOGLICEMIA).
El
alimento representa la vida y está también vinculado al placer, a cierta alegría de vivir. El alimento colma pues mi(s)
necesidad(es) física(s) y emocional(es) y un exceso puede significar lo que
quiero compensar para tener más vida en mí, teniendo necesidad de colmar un vacío interior. Es una
insatisfacción interior profunda frente al amor y un hambre de amor (igual como la “sed de amor”), una necesidad de
disminuir una tensión o simplemente de entretenerme para no tener necesidad de
pensar en mí. Evito mirar en mi interior y hallo en el alimento este
sentimiento de libertad y satisfacción para colmar todos mis deseos, sea la que
sea la cantidad absorbida. Quizás sea el caso cuando estoy en estado de
hipoglicemia que está vinculado a una carencia de alegría en mi vida, o a un
deseo excesivo de lo dulce (vinculado al amor) que revela una necesidad
evidente de ternura y afecto. En los niños, es fácil reconocer sus necesidades
afectivas carentes : manifiestan fácilmente
el gusto por todo lo que es dulce. Sea un adulto o un niño, siempre es mi
corazón de niño el que está herido y debo dar más amor a mis hijos o recibir
más para colmar mis necesidades. Debo mantenerme abierto a esta bella energía
de amor para hallar un equilibrio, una verdadera comunicación, un
reconocimiento del yo, un intercambio entre lo que soy y lo que necesito. El
apetito se equilibra en seguida cuando estoy mejor colmado emocionalmente.
Como
que el alimento está conectado con la vida, una pérdida de apetito puede
atribuirse a culpabilidad (no me
merezco vivir, tengo miedo, me protejo) o bien a una pérdida de alegría o
motivación frente a una persona o a una situación. Rehuso ir hacía delante,
tener impresiones nuevas y experiencias excitantes que me hacen aún más alegre.
Rehuso absorber, digerir, comer lo nuevo
que se me ofrece en la vida porque esto no me conviene. Manteniéndome abierto
al nivel corazón a la aventura y a la vida, aumento mi propia estima de mí y
puedo aceptar ¯© las
“nuevas sensaciones ” (nuevos gustos) y hacer un paso más. El equilibrio del
apetito volverá. Igual como el apetito viene comiendo, la VIDA viene con la VIDA!
La
aprensión está relacionada con una duda, un temor referente a una
situación o a una persona frente a la cual siento “peligro”. Interiormente,
vivo incomprensión con relación a lo que me sucede. Mi mental empieza a crear
fantasmas con todo tipo de ideas y corro el riesgo de estar descentrado. Sitúo
mi atención sobre mi ser interno a partir de ahora y acepto ¯© al
nivel del corazón las experiencias de la vida, mientras me protejo.
Las
arrugas son grietas cutáneas. Pueden
ser de expresión o de vejez. Hay ruptura de las fibras elásticas del dermis y
está afectado el resto del tejido conjuntivo. Aparecen las arrugas cuando vivo un golpe emocional, un trastorno interior.
También puedo vivir una ruptura o un acontecimiento en que debo desapegarme de
una persona, de una situación o de un bien material. Esto me lleva a vivir
pena, desesperación, incomprensión y dolor interno. Si aprendo a aceptar ¯© que
cualquier acontecimiento en mi vida está aquí para ayudarme a crecer y que
mediante el desapego manifiesto el amor incondicional, entonces mis arrugas ya no necesitarán existir y
podrán desaparecer. La sabiduría aporta la auténtica juventud del corazón.
La
arteriosclerosis es una enfermedad degenerativa que procede de la formación de
depósitos lipídicos (especie de grasa) en las paredes de las arterias. La
arteriosclerosis es también una enfermedad degenerativa que procede de la
destrucción de las fibras musculares y elásticas que la forman. Una u otra de
estas enfermedades se manifiesta por un endurecimiento de las arterias y
arteriolas, implicando sobre todo un agotamiento y una pérdida de elasticidad
al nivel de la pared de éstas, una capacidad cada vez más débil de dilatación y
circulación de la sangre, un aumento de depósitos grasos, por lo tanto menos
amor expresado al nivel del corazón. Este estado progresivo se manifiesta si
estoy endurecido, si estoy o me vuelvo
inflexible o tenso en lo que se
refiere a la comunicación y a mis pensamientos. Es la manifestación de una resistencia muy fuerte y de una estrechez mental física e interior. La
expresión y la recepción de amor se vuelven limitadas y restringidas. Tengo
ideas fijas y despiadadas, suelo ser intransigente, rígido y sin compasión;
también tengo tendencia a ver únicamente el lado sombrío o negativo de la vida.
Puedo inhibir inconscientemente mis emociones y decir no al amor porque temo
expresarme. ¿Dónde y cuándo ya viví una experiencia traumatizante que me hizo
detestar una parte de mí – mismo al punto de renegar de ella, y en la cual me
sentí rechazado? Esta enfermedad está probablemente conectada con una herida
amorosa o al no – reconocimiento de este amor en mi vida. ¿Para qué ver lo que
es bueno para mí? ¿Para qué expresar mis sentimientos? Mi cuerpo me indica que
debo hacer un cambio con relación a mi comportamiento frente a la vida.
Aceptando ¯©
tener una actitud más abierta, tolerante y dulce con relación a mí – mismo y a
las experiencias que vivo, se manifiesta mejor todo el proceso de unión con el
yo interior y el universo. Manifiesto alegría, serenidad y flexibilidad hacía
los y las que me rodean y me abandono a la verdadera expresión del amor. La gente
de mi entorno sentirán este cambio. También debo desarrollar más creatividad
(arteria = arte – tierra) en el plano físico y con la materia. La vida cuida de
mí.
Una
articulación es una parte del cuerpo en la cual se reúnen dos o varios huesos
permitiendo un movimiento adaptado
a la anatomía del cuerpo
humano (sinónimo: junta, unión, juntura). La articulación representa la
facilidad, la movilidad, la adaptabilidad y la flexibilidad, dando al
movimiento gracia y fluidez. Todas estas cualidades simples son posibles con
una articulación en perfecto estado. Sin embargo, ella también tiene sus
límites. Ya que el hueso representa la forma de energía más “densa”, la más
fundamental de mi existencia, los problemas articulares están implicados en
todas las componentes fisiológicas del cuerpo humano (tejido, sangre, etc.).
Así es que un trastorno articular indica una resistencia, cierta rigidez en mis
pensamientos, en mis acciones o en la expresión de mis emociones frecuentemente
inhibidas. Una inflamación se produce si tengo miedo de ir hacía delante: me
vuelvo incapaz de moverme, tengo dificultad en cambiar de dirección, juego el
juego del desapego emocional, no actúo con espontaneidad, dudo o rehuso abandonarme
a la vida y hacer confianza. Cuando tengo dolor o dificultad en moverme, mi
cuerpo expresa que no quiero comprender (o aceptar
¯© comprender) algo que me limita en la expresión del Yo.
Con relación a mi rigidez para comprender, mirando la parte del cuerpo
afectada, puedo activar el proceso que consiste
a aceptar ¯©
que tengo algo que comprender. Por ejemplo, las
muñecas, los
codos, los
hombros o las
manos dolorosos indican que debo cesar alguna acción o algún
trabajo. Quiero replegarme sobre mí – mismo (
codos) porque estoy cansado o harto de hacer lo que estoy haciendo
o de ser lo que soy: ya no quiero ser responsable (
hombros). Las
caderas,
las
rodillas y los
pies (miembros inferiores) indican que
ya no deseo seguir la vida con las dificultades que comporta. Debo recordarme
que la atención sobre un solo y mismo lugar ( es decir fijar inconscientemente
la energía o la emoción en una sola
articulación)
puede hacer cristalizar esta energía e inmovilizar la articulación. En este
caso, el proceso de aceptación
¯© al
nivel del corazón es esencial para integrar la toma de consciencia con relación
a esta enfermedad y así liberarse de ella. Una
juntura es un lugar en el cual dos huesos se encuentran. Una
dolencia o una enfermedad referente a ésta revela una inflexibilidad con
relación a mí- mismo o hacía una persona o una situación. Puedo encontrar el
aspecto de mi vida hacía el cual necesito mostrarme más flexible mirando cuál
parte de mi cuerpo está afectada. Son las
junturas
de mis
dedos, de mis
muñecas, de mis
tobillos, etc.?
Las
torceduras se encuentran al nivel de
una u otra de mis articulaciones y se deben a una lesión de los ligamentos de
una de éstas. Las articulaciones representan la flexibilidad y mi capacidad a doblarme a las diferentes situaciones
de mi vida. La muñeca y el tobillo son la expresión de la energía,
justo antes de que se manifieste en lo físico. La torcedura me indica que
aplico los frenos. Resisto o vivo inseguridad frente a la dirección que
tomo (tobillo) o en lo que hago (muñeca) actualmente o lo que podría
hacer en una nueva situación. Vivo culpabilidad y quiero castigarme porque
resisto. Vivo una tensión mental que ya no puede tolerarse. Dependiendo de mi
grado de resistencia, ira, culpabilidad o tensión mental, tendré una torcedura
benigna también llamada esguince, en
la cual los ligamentos simplemente están
distendidos, o una torcedura grave, en la cual los ligamentos están
rotos o arrancados. Tomo consciencia de lo que hacía y sentía en el momento en
que sucedió. Puedo preguntarme: ¿Estoy a punto de hacer algo a lo cual sería
mejor renunciar? ¿Me causa tensión o una real angustia el modo en que trato la
situación? ¿Estoy sentado en una base
inestable y molesta mentalmente? Acepto ¯©
tomar el tiempo de volver a orientarme o de hacer los cambios necesarios para
que pueda estar bien en mi piel e ir hacía delante libremente. Acepto ¯© la
presencia de esta torcedura para
llevarme a hacer cambios. Si la aceptación ¯©
está hecha, la curación será rápida y total. Pero si, porque ahora no puedo
andar o lo puedo hacer muy poco, me desvalorizo y me siento inútil y “bueno
para nada”, la curación será mucha más larga. Por esto tengo ventaja en ver
esta situación (la torcedura y lo
que implica) de un modo positivo y constructivo.
ARTRITIS (en
general) (ver
también: ARTICULACIONES [en general], INFLAMACIÓN)
Se
define la artritis como la
inflamación de una articulación. Puede afectar cada una de las partes del
sistema locomotor humano: los huesos, los ligamentos, los tendones o los
músculos. Se caracteriza por inflamación, rigidez muscular y dolor que corresponden, en el plano metafísico, a
un cierre, crítica, pena, tristeza o ira.
Simbólicamente hablando, la gracia y la libertad de movimiento son las
principales cualidades, vinculadas a la articulación. Cuando se vuelve ésta
inflexible, o cuando se endurece, la artritis
está asociada a cierta forma de rigidez de mis pensamientos (pensamientos
cristalizados), de mis actitudes o de mis comportamientos, de tal forma que
todas las emociones profundas que debería expresar normalmente, lo son por la
manifestación física de esta enfermedad. Así, la artritis se produce si soy
demasiado inflexible, demasiado
exigente, testarudo, intolerante, muy moralista, criticón, restringido o
demasiado orgulloso con relación a mí – mismo, a los demás o a las
situaciones de mi existencia. Un sentimiento de impotencia acompaña
habitualmente el sufrimiento que me frena. Vivo el sentimiento particular de
estar mal amado, de no estar amado y
apreciado a mi justo valor, lo cual
me trae mucha decepción y amargura frente a la vida y mal humor.
Manifiesto entonces un espíritu excesivamente racional. Critico con frecuencia
todo o nada porque tengo miedo a la vida y siento frecuentemente una forma de inseguridad crónica. Me siento explotado: hago acciones y pongo gestos
más para complacer a los demás que por real voluntad e interés, de tal modo que
digo “sí” por deber cuando, en verdad, es “no”. Quizás haya vivido un
traumatismo de infancia y me inhibo ahora mis emociones, sin admitir lo que
sucedió (ocultación) porque “sufrí mucho en tal experiencia y me permito
inconscientemente censurar y quejarme para que los demás puedan comprender
hasta qué punto padecí”. Esta
manifestación se relaciona con el sacrificio
de sí. La artritis también puede proceder del modo en que me trato o trato a los demás con relación a la
crítica. La artritis también provoca
una especie de acción retrógrada; tengo la sensación de volver atrás en el
plano energético, como si se me indicara hacer algo más en una dirección
diferente, en vez de ir hacía delante. Ya que mi miedo, mi débil valoración
propia y mi rigidez hacen que se creen profundas emociones referentes al
porqué, el cómo o a la dirección de mis movimientos en la vida, puedo tener el
sentimiento de estar obligado, restringido, inmovilizado o encerrado. Entonces,
sentiré una incapacidad a doblar (mi actitud), a ser mentalmente flexible o
capaz de abdicar. La articulación
artrítica me indica lo que vivo y me da más informaciones. Al nivel de las manos (dedos), la pregunta es: ¿Estoy
realmente haciendo lo que deseo y lo que quiero hacer? Mis propios asuntos
están “bien entre mis manos”? Hay gente a quienes ya no tengo el gusto de “dar
la mano”? Mi libertad y mi espontaneidad en “manejar” lo que sucede en mi
universo están limitadas por mi rigidez y mi dureza. A nivel de los codos: “Estoy inflexible a los cambios
de direcciones por tomar en mi vida? Permito a los demás ser libres y expresar
su pleno potencial? En las rodillas:
Frente a quién o qué tengo la sensación de tener que arrodillarme y delante de
quién o qué no quiero doblar? A partir de ahora, compruebo mis verdaderas
intenciones con relación al amor. Debo cambiar mi modo de pensar y adoptar una
nueva actitud frente a las situaciones de mi vida. Quedándome abierto al amor
que está omnipresente (por todas partes) y expresándolo de modo más honesto,
libre y espontáneo, mi corazón será radiante y respetaré a los demás tanto como
a mí – mismo. Amistad, comprensión y perdón son ahora disponibles para mí.
La
artrosis es la manifestación
intensificada del artritis. Es una enfermedad de desgaste articular de los
huesos, de origen mecánico y no inflamatoria como la artritis, una agravación profunda de la estructura ósea, localizada
o habitualmente generalizada al conjunto del cuerpo. Sin embargo, las
articulaciones sometidas a importantes esfuerzos mecánicos son las que más
están afectadas, como las de la columna vertebral (vértebras cervicales [del
cuello], vértebras lumbares [parte inferior de la espalda]), de las caderas, de
la mano, de las rodillas, de los tobillos. El dolor que provoca es de origen
“mecánico” y no inflamatorio y aparece habitualmente después de un esfuerzo
sostenido y desaparece en reposo (esta enfermedad también lleva el nombre de
reuma de desgaste). Cuando padezco de artrosis,
es como si aumentara más mis actitudes, mis “patterns” y mis pensamientos
rígidos. Esta enfermedad está vinculada a un endurecimiento mental, a una ausencia de “calor” en mis
pensamientos (el frío y la humedad aceleran la aparición de la artrosis), frecuentemente con relación
a la autoridad. Es la motivación exagerada por cumplir una acción sin buscar el
reposo o el equilibrio (me doy hasta el fin de mis límites, sin pararme para
saber si me exijo demasiado), una impresión
de soportar una persona o una situación que ahora se ha vuelto intolerable,
o una fuerte reacción inhibida con relación a una forma cualquiera de autoridad. Soy muy intransigente y
rígido hacía mí – mismo. Mi cuerpo me habla y tengo interés ahora en
escucharle! Puedo integrar esta enfermedad empezando a aceptar ¯© conscientemente que vivo una ira y que
mis pensamientos son rígidos. La energía que fluye a través mío es fluida,
armoniosa, en movimiento. Quedándome abierto de corazón a esta energía y
reconociendo que tengo que cambiar algo, puede invertir el proceso y mejorar mi
salud! Me vuelvo más flexible y acepto ¯©
a los demás como son, sin querer cambiarles. La flexibilidad al nivel de mi
cuerpo físico entonces reaparecerá.
La
poliartritis es una inflamación
llevando simultáneamente sobre varias articulaciones. Esta enfermedad viene a
indicarme una dificultad en realizar los gestos que era capaz de ejecutar
antaño con mucha destreza. Ahora, tengo la sensación de ser más torpe o poco
hábil. Por lo tanto, me desvalorizo con relación a esta actividad en la cual
era excelente y tengo la sensación de perder destreza, fuerza o precisión. Esta
enfermedad se encuentra en la modista por ejemplo, quien, después de algunos
años, tiene la sensación de ser más lenta, menos hábil. Los deportistas
frecuentemente están afectados de poliartritis,
a causa principalmente del sentimiento de desvalorización que puedan vivir
porque no son óptimos en un 100% o que sus realizaciones óptimas han
disminuido. Aprendo a aceptarme ¯© con
mis fuerzas y mis debilidades. Incluso si tengo la sensación de ser menos bueno
o menos eficaz, miro toda la experiencia que adquirí a lo largo de los años.
Reconozco que fue un don precioso que hace de mí una persona excepcional. La poliartritis puede producirse también
si soy compulsivo, muy obstinado o moralizador. Tengo tendencia a sacrificarme
por los demás, lo cual resulta frecuentemente de una agresión inhibida; pero
hasta qué punto actúo con amor, respetándome? La rigidez tanto física como
interior se agrava a causa de esta profunda obstinación a no querer cambiar.
La
artritis reumática se considera
actualmente como la afección articular más grave. Suele estar generalizada al
conjunto del cuerpo en vez de una sola articulación. El sistema inmunitario
está tan enfermo que empieza a auto - destruirse, atacándose al tejido
conjuntivo de las articulaciones (colágeno), de tal modo que se puede temer el
riesgo de una lisiadura generalizada con dolor e hinchazón articular. Es
directamente un achaque de mi propio yo, porque las fuertes emociones de rencor y dolor no consiguen expresarse.
La artritis reumatoide está
vinculada a un profundo desprecio de sí,
a un odio o a una rabia inhibida desde hace tiempo, a una
crítica de sí tan intensa que esto
afecta la energía más fundamental de mi existencia. Viví experiencias en las
cuales me sentí avergonzado o culpable. Es la manifestación de una
crítica mucho más importante frente a la
autoridad o a todo lo que representa la autoridad para mí: individuo,
gobierno, etc. Rehúso doblarme a esta
autoridad, poco importan las consecuencias! Es como si ‘estuviese rumiando”
constantemente la autoridad, criticándola. Mi movilidad se vuelve limitada y no
consigo expresarme libremente (en particular en el caso de ciertas direcciones
por tomar y que debo comunicar con mi entorno de un modo fluido y gracioso)
porque mis articulaciones son demasiado dolorosas. Mi cuerpo se vuelve rígido,
igual como mis actitudes. No consigo expresar mis fuertes emociones y tengo la
sensación de estar constantemente oprimido y subyugado. Entonces adopto
comportamientos de recogimiento, auto – sacrificio, y rumio mis emociones sin
poder expresarlas. “Sirvo de víctima propiciatoria sacrificándome a una causa
cualquiera”; siempre están encima mío”. La apertura a nivel corazón es esencial
si quiero liberar todas las emociones que envenenan mi existencia. A partir de
ahora, recobro mi pleno poder sobre mi vida, empezando por amarme y por
aceptarme ¯© tal
como soy. Tomo el lugar que me corresponde!
El
asma es una afección respiratoria
caracterizada por la dificultad de respirar, pudiendo ir incluso hasta la
sofocación. Durante una crisis de asma, la reacción del sistema inmunitario
frente a las sustancias causando alergias (alérgenos) es tan fuerte que puede
conllevar un bloqueo de la respiración corporal, silbidos respiratorios y a
veces incluso la muerte. Necesito tomar la vida en mí (inspiración) y no
consigo dar (expiración) a tal punto que empiezo a ser preso de pánico (inspiro con facilidad pero expiro con dificultad) de tal modo que
la respiración (es decir mi
habilidad en respirar, se vuelve insuficiente y muy limitada porque libero un
mínimo de aire. ¿Me engancho a ciertas personas o a ciertas cosas que rehuso
soltar? ¿Me ahogo con la rabia o la agresividad que rehuso ver, al punto que
esto me “coge a la garganta”? Tengo miedo de carecer de algo, sobre todo de
amor? Así, el asma está
fundamentalmente ligado a la acción de “ahogo”. Me siento cogido a la garganta, sofoco, me ahogo con relación a un ser amado
o una situación. Me siento limitado en
mi espacio. Incluso puedo vivir una querella que me lleva a la
confrontación, al enfrentamiento y que envenena mi vida. Uso el asma para atraer el amor, la atención o
una forma de dependencia afectiva.
El asma siendo similar a la asfixia
y a la alergia, puedo tener el sentimiento de estar limitado y de dejarme invadir por los demás en mi espacio
vital, de estar fácilmente impresionado por el poder de los demás en
detrimento del mío, de querer complacer, de cumplir acciones que no me
convienen, yendo incluso hasta ahogarme para significar una rebelión interior
vinculada a una situación. Es un medio excelente de sentirme fuerte, de
conseguir todo lo que quiero manipulando a los demás… Como nadie, si no quiero
ver mis limitaciones, la confianza en mí se sustituirá repentinamente por
inquietud y angustia. No sabré como “dealar” con mis emociones y sentiré una
gran soledad. Tendré que aprender con la vida y permitirme gozar de ésta. Los
demás lo harán todo por salvarme! Tengo la imagen de una persona débil que
exige mucho amor sin estar lista para el don de AMOR, como un niño que grita
para sus necesidades sin tener la madurez de compartir y abrirse lo bastante al
don divino. La vida es un intercambio
mutuo, equilibrado y constante entre dar y recibir. Todo esto,
evidentemente, está relacionado con el pasado, una especie de amor agobiante
que interpreté como tal (generalmente materno), a una tristeza inhibida de la
primera infancia. Es también un miedo recordando la primera respiración, en mi
nacimiento, en que me sentí ahogado o asustado por mi madre (inconscientemente) o por una situación similar. Así, la
respiración simboliza la independencia de la vida, la individualidad, la
capacidad de respirar yo – mismo. No consigo manifestar un sentimiento de
independencia, vivir mi propia vida, me siento rechazado por la llegada de
alguien más. Siento dificultades en tomarme en mano y a soltarme de mis
ataduras con mis padres (una dependencia represiva, sobre todo frente a mi
madre o al cónyuge). No concibo
separarme de esta maravillosa imagen (mi madre) dulce y confortante, casarme o
ver cómo se divorcian mis padres sin tener ninguna reacción! Estoy en una
cólera “azul”, estoy furioso de rabia y sigue la crisis de asma. Compruebo si la dolencia se presenta periódicamente y cambio
mi programación mental. Ahora, tomo mi vida en mano, doy generosamente y
tranquilamente sin forzar. Reconozco
humildemente lo que soy capaz de realizar incluso si esto parece poco y, sobre
todo, acepto ¯©
abrirme al nivel del corazón y trabajar con el proceso de integración que
corresponde a lo que realmente necesito. Todo se arreglará para lo mejor,
estaré satisfecho, colmado de amor, ternura y dotado de una respiración normal
y equilibrada. Aprendo a amarme y a amar la vida.
El
asma del bebé es aún más pronunciado
que el asma común. El recién nacido
tiene tanto miedo a la vida y a vivir, que ya manifiesta en esta fase el
rechazo de estar aquí. Es bueno que yo le hable en pensamiento o en palabras
con un corazón abierto para decirle cuánto está amado, apreciado y cuánto estoy
atento a sus necesidades.
La
astenia nerviosa es similar al
“burnout”, que es una forma de agotamiento energético y nervioso. Sin embargo,
es diferente del cansancio, que es un fenómeno natural, ya que no proviene del
trabajo o de un esfuerzo y que no desaparece necesariamente con el descanso. La
manifestación se instala a diferentes niveles (físico e interior), diversos
estados o sentimientos fundamentales vuelven en superficie: miedo, tristeza
profunda, emotividad amplificada, remordimientos de experiencias pasadas e
incluso amargura. Aun cuando la astenia,
sea ésta somática, psíquica o reaccionaria, puede derivar de diversas causas,
compruebo lo que me lleva a manifestar este estado. Puedo cambiar esto a
condición de hallar la causa profunda que me llevó a “perder” toda mi hermosa
determinación a ser y hacer y tener una actitud pasiva y de huida delante del
esfuerzo.
ATAXIA DE
FRIEDREICH.
La
ataxia de Friedreich es una enfermedad
del sistema nervioso caracterizada por degeneraciones tocando la médula espinal
y el cerebelo
.
Suele originarse debido a un esquema de pensamiento en mí, como madre. Este
esquema es tan poderoso que el feto que engendré, (niño en gestación) lo capta
y responde a éste incondicionalmente (igual como el amor de una madre por su
hijo). Estoy esperando tanto que mi hijo responda a mi o mis sueños que acabara
por sentirse totalmente impotente para colmarme. Siendo este niño, tengo miedo
de no poder cumplir todo lo que mi madre me pide y de no estar a la altura del
motivo para el cual estoy programado. Tengo miedo de no tener el
vehículo físico ( A – “taxi” –a)
apropiado en el momento oportuno. Entonces, se manifiesta un bloqueo en lo que
se refiere a mi desarrollo. Sea cual sea la edad del niño, debo, como madre,
explicarle que tengo quizás ideales para él, pero que es porque le amo y que
quiero lo mejor para él. Cualesquiera sean las dificultades de mi hijo, le amo
tal como es y no ha de volverse un “superman”. Si el niño está en la fase de
gestación, puedo hablarle interiormente porque, incluso a esta edad, comprende
todo lo que le digo. Si es algo más mayor, tomo el tiempo de hablarle: entonces
sentirá todo el amor que siento por él y el proceso de curación podrá entonces
activarse. Nada supera el amor y el perdón para restablecer la armonía entre
dos seres.
ATURDIMIENTOS (ver: CEREBRO – EQUILIBRIO [pérdida de…])
El
autismo es el rechazo último de
enfrentarse a la realidad física del mundo exterior, lo cual trae una forma de
repliegue sobre mi mundo exterior en el cual reinan lo imaginario y los
fantasmas. Huyo una situación o mi entorno porque me duele demasiado, o porque
veo mi sensibilidad maltratada. Mi pena, mi tristeza o mi desesperación son tan
grandes que me “corto” de lo físico mientras sigo teniendo este mismo cuerpo
físico. El mundo exterior me aparece como hostil y amenazador. El hecho que yo,
como persona autista, me haya
“encerrado” voluntariamente en mi “burbuja” hermética implica que reciba miles
de informaciones al día que están “almacenadas” y “guardadas” en mi mundo
interior en vez de intercambiar éstas con otras personas. Me hallo en un
agujero negro, una carretera que me parece sin salida. Tengo la sensación de
que los criterios que debo alcanzar son tan altos que es más fácil retractarme
dentro de un mutismo en vez de tener que superarme constantemente y tener que
“rendir cuentas” a otros (padres, profesores, autoridad, jefe, etc.…) Es
posible tratar este tipo de caso, pero las curaciones serán mucho más
interiores que exteriores, suponiendo que existan. De cualquier forma, mi
entorno debe ser capaz de comunicar a partir del interior (o del mundo
interior) conmigo para llevarme a
conectarme de nuevo o más con el mundo físico. Así, proyectándome en mi mundo
interior, se puede tomar contacto mejor conmigo y reconocer mejor mis
necesidades y mis miedos para que pueda luego manifestar la confianza y la
apertura necesarias para volver a conectar con el mundo físico.
La
auto – mutilación es un
comportamiento que me lleva a infligirme heridas o lesiones. Puede que esta
actitud pueda proceder de un estado mental ya perturbado como en los sicóticos,
los esquizofrénicos, los niños deficientes. Sin embargo, esto puede proceder
del hecho que yo viva una gran culpabilidad en mi vida que puede estar asociada
a una gran irritabilidad vuelta contra mí ya que no me siento digno de ser lo
que soy. Puedo también servirme de estas heridas que me inflijo para atraerme
la atención, que identifico con el amor. Es como si quisiera manifestar
físicamente mi sufrimiento interior para poder liberarme y poner al día mi
necesidad de ser amado. Es cierto que, en tales situaciones, necesito ayuda
exterior. Empiezo pues a pedir ayuda interior y miro en mi entorno quién podría
ayudarme directamente o indirectamente a recuperar la estima de mí, la alegría
de vivir que, yo también, tengo derecho a saborear.
La
persona que manifiesta autoritarismo
está fuertemente en reacción, conscientemente o no, frente a la autoridad, bajo
la forma que sea. Creo firmemente que es el único medio de hacerme comprender y
de hacer captar a los demás el “cómo funciona”: “Es así como funciona en este universo!” Por desgracia, sobre todo
para la gente usando este poder sobre una masa de individuos), manifiesto un
carácter egocéntrico a ultranza. La cólera se encuentra en tela de fondo, sobre
todo cuando siento una resistencia frente a lo que pido. También hago el “oído
sordo” a lo que se me pueda decir. Como persona autoritaria, podré también rechinar
los dientes o tener problemas de
rodillas. “No es cuestión que me doblegue frente a quien sea!”. Nada me
para, ni situación, ni circunstancia salvo quizás las que alcanzan directamente
y profundamente mi corazón herido. La necesidad de amor es grande en mí como
individuo y sólo existe la apertura de corazón para permitir a la luz que
alumbre mi triste vida. El peor suplicio que pueda sufrir como persona
autoritaria es ponerme de rodillas delante de alguien más grande que yo;
habitualmente es a este nivel que se manifiestan las dolencias de orden físico.
Si no se abre el corazón, se encargará la vida. La necesidad de amor es grande.
Cuando más consciente esté, más seré capaz de buscar los medios de colmar este
amor y curar mi corazón herido.
El
bazo es un órgano que ayuda a la
producción y al mantenimiento de las células inmunes de la sangre. Está
vinculado directamente al hipotálamo y al timo, así como al páncreas, para la
producción de la insulina. Si mi
bazo no funciona bien, puede que yo
también tenga dificultad en funcionar bien, la razón mayor siendo que me quede
fijado en ideas negras y negativas. Esto disminuye mi nivel de energía y ya no
tengo el gusto de hacer nada. Esta negatividad frecuentemente está vinculada a
mi modo de verme: feo, “no correcto”, no bueno, etc. Más bien tengo el gusto de
dormir y de ser pasivo. Me alimento de ira y no hay nada muy alegre en mi vida.
Alguien o algo “me cae en el
bazo”.
Las dificultades al nivel del
bazo
me dan una indicación sobre los miedos que pueda vivir frente a la sangre, como
por ejemplo la de carecer de sangre, de perder demasiada sangre (como en el
momento de las menstruaciones). Puedo pensar que mi sangre
no es
buena o tan escasa
que dudo que se podría salvarme la vida en caso de accidente mayor en que
tendría necesidad de una transfusión sanguínea. El miedo de la muerte
frecuentemente está presente en el trasfondo. El
bazo vigila la calidad de los glóbulos blancos y su mal funcionamiento
puede indicarme una gran herida interior que queda por curar. Es como una llaga
que sangra. La sangre significa la alegría de vivir, puedo tener la sensación
de que la vida es una lucha tan dura que debería quizás bajar la bandera y
retirarme. En vez de siempre estar obsesionado por ideas negativas que tengo
tendencia a exagerar, debería más bien cambiarme las ideas encontrando medios
para “dilatarme el
bazo”.
Desdramatizo mi vida y aprendo a reír de mí y de algunas situaciones. Aprendo a
comunicar mis emociones a medida para guardar mi equilibrio y la armonía en
todo mi cuerpo.
BEBÉ AZUL (ver: NIÑO AZUL)
Cuando
mi sangre es demasiado alcalina (lo contrario de ácida) y cuando tengo insuficiencia
renal, tengo lo que se llama el síndrome
de los bebedores de leche o síndrome
de Burnett. Normalmente, viene del hecho de tomar leche en cantidad
excesiva y durante un largo período de tiempo o bien por el consumo de
medicamentos antiácidos. Intento colmar un vacío interior procedente del amor
materno del cual no me sentí colmado. El estado de cansancio y apatía me
recuerda hasta qué punto esta necesidad era importante para mí. Esto no quiere
decir que haya tenido una madre que no me quería, sino que yo, quizás tenía una
necesidad mayor. Puede también que lo que hallo amargo en mi vida, intento
colmarlo por lo que más me recuerda la dulzura en mi vida como en mi infancia y
lo que me recuerda el amor de mi madre. Debo empezar ya ahora a tener cuidado
de mí, como lo haría una madre. Acepto ¯©
las dulzuras de la vida sabiendo que soy una persona excepcional que merece lo
que mejor haya.
La
boca representa la apertura a la
vida. Es un órgano sensorial sensible y selectivo. Es la puerta de entrada del
alimento, del aire y del agua. Es a causa de ella que puedo hablar (labios,
lengua, cuerdas vocales), comunicar y hacer salir mis emociones y mis
pensamientos. Es una especie de puente entre mi ser interior y el universo
alrededor de mí (la realidad). La boca
es pues la manifestación de mi personalidad, de mis apetitos, de mis
deseos, de mis esperanzas y de mis
rasgos de carácter. Me permite abrirme a todo lo que es nuevo: sensaciones,
ideas e impresiones. Así, es una vía (voz) [en Francés, vía y voz se dicen
“voie y voix”, palabras que tienen el mismo sonido] de doble sentido y las
dificultades que vivo tienen fundamentalmente un doble aspecto, interior y
exterior.
[ver también: CÁNCER DE LA BOCA, CANCRO [en general],
HERPES [… bucal], MUGUET)
La
boca es la puerta del aparato
digestivo y de las vías respiratorias en donde acepto ¯© tomar todo lo que es necesario a mi existencia física
(agua, alimento, aire,) emocional y sensorial (excitación, deseos, gustos,
apetitos, necesidades, etc.). Así las dolencias
de la boca son indicación de que hago muestra de cierta estrechez mental,
que tengo ideas y opiniones rígidas y que tengo dificultad en tomar y tragar lo que es nuevo (pensamientos, ideas, sentimientos, emociones). Hay una
situación que no puedo “tragar”: generalmente son palabras oídas que me
molestaron o hirieron o palabras que me hubiese gustado oír y que no fueron
dichas. Por lo tanto quiero replicar o responder y no lo hago porque me siento
incómodo en la situación o sencillamente porque la ocasión no se presenta. Me
quedo por lo tanto, “cogido” con lo que tengo que decir. Mi cuerpo me manda el
mensaje que quizás manifiesto ideas malsanas por mediación de mi boca, que debo cambiar de actitud con
relación a mí - mismo y a los demás. El ejemplo tipo es el cancro o úlcera bucal (herpes) que se manifiesta habitualmente
después de un estrés o de un traumatismo
durante o después de un período nervioso intenso o de una enfermedad. Me revela
el modo más triste e irritable en que me tomo la realidad cotidiana. Es posible
que me sienta “cogido”, que me
sienta “encerrado” en la situación
(taponado), que rumie una situación desagradable desde mucho tiempo o que tenga
verdaderamente necesidad de recuperar mi total libertad diciendo lo que he de
decir, incluso si esto corre el riesgo de disgustarme. También puedo “tener hambre” de amor, afecto,
conocimiento, espiritualidad, libertad, etc. Si tengo la sensación que lo que
necesito no es accesible o es poco realista, mi boca hambrienta reaccionará a
la sensación de carencia que siento. Tomo mi lugar quedándome abierto y
flexible a lo que empieza para mí, a lo que es nuevo, mientras sea en armonía.
El
afta es una lesión superficial en la
mucosa bucal (boca) caracterizada por una
pequeña protuberancia blanca. Aparece porque reacciono fácilmente
(sensibilidad) a mi entorno, a las “vibraciones”, al ambiente de una situación.
Sufro silenciosamente con la boca
cerrada. Es también el signo de que tengo dificultades en coger raíz y que
no consigo expresarme, decir lo que pienso o incluso en reaccionar porque no
creo tener el poder de hacerlo.. Puedo, cuando era joven, haberme encontrado en
una situación en que me hallé incómodo frente a una situación que llegó a mi
conocimiento en la cual estuve incapaz de reaccionar o de afirmarme. Si vuelvo
a vivir una situación similar hoy que me recuerdo, incluso inconscientemente,
esta experiencia, aparecen
aftas.
Mis palabras son inútiles e incompletas porque soy demasiado nervioso. Me quedo
mudo, sin siquiera pensar en rebelarme! Si vivo una injusticia, asco o
insatisfacción ocultada (en la boca) si
tengo ganas de “vaciar mi corazón”, puedo hacerlo manteniéndome abierto y en armonía
conmigo – mismo. Sin embargo, estas protuberancias blancas son muy dolorosas,
tan pronto como abro la boca para expresarme, las siento y esto me duele. Si
quiero evitar verlas venir de un modo más grave, empiezo a expresarme
abiertamente y calmamente ya desde ahora.
BOCA – ALIENTO
(mal…) (ver
también: ENCÍA – GINGIVITIS, GARGANTA [dolores de…] NARIZ [dolores de…]
El
mal aliento es la consecuencia
directa de mi dificultad en tratar interiormente y exteriormente las
situaciones que vivo. Esta dificultad puede proceder del hecho que me quedo en
mis posiciones con relación a ciertas ideas que no expreso y que pudren in
situ. La dificultad puede proceder también
del hecho que no consigo superar las dificultades en período de gran
cambio en mi vida y que las ideas antiguas se estancan demasiado tiempo con
relación a la velocidad del cambio que vivo. Compruebo hasta qué punto puedo
“coger” las situaciones de mi vida. Es importante que comunique con las
personas relacionadas para participarlas mis emociones y mis pensamientos a fin
de “quitarme” este mal aliento mío.
Éste está vinculado frecuentemente a pensamientos de críticas, odio, venganza
que tengo contra mí- mismo o contra otra persona, y de las cuales tengo
vergüenza. El aire que inspiro y que
nutre mis células está cargado de todos mis pensamientos, tanto positivos como
negativos. ¿Cuáles son los pensamientos que albergo en mi interior y que
infestan mi aliento? Frecuentemente,
dichos pensamientos pueden ser inconscientes. Cuando una persona vive esta
situación constantemente, sería bueno decírselo para que tome consciencia de
ello y que ponga remedio a dicho problema que puede existir ya desde hace largo
tiempo. Sabiéndolo, tendrá ocasión de experimentar el perdón. Bien sea el
perdón hacía ella – misma por haber mantenido pensamientos malsanos, o el
perdón hacía otra persona por haber tenido rencor hacía ella durante tanto
tiempo. Es bueno que me recuerde que cuando el amor y la honradez son
ingredientes de base de mis pensamientos, mi aliento se volverá fresco. Me libero de los pensamientos malsanos
del pasado. Ahora, respiro el frescor de mis nuevos pensamientos positivos de
amor, hacía mí – mismo y hacía los demás.
El
paladar es el techo óseo de la cavidad bucal. Éste estará afectado cuando me
pensaba haber recibido o adquirido algo (por ejemplo un nuevo empleo) pero
luego me lo quitaron. Viviré pues una
gran frustración y decepción porque pensaba que esta cosa ya me pertenecía pero
de hecho luego se me fue quitada. Debo preguntarme porqué se ha producido esta
situación. ¿Esperaba yo demasiado? ¿Debo investir esfuerzos para recuperar lo
que perdí o quizás es mejor así? Tales son las preguntas que puedo hacerme para
que se restablezca la armonía y que se cure mi paladar.
El
bostezo es una “enfermedad de
imitación natural” más o menos aceptada ¯©
en sociedad y en razón de sus convenciones (digo natural porque hasta la fecha,
no hay tratamiento médico para curarla). Digo de imitación porque se
manifiesta impulsivamente e inconscientemente en una persona que ve a otra hacer
esta acción. Es el signo de ir a la cama o de descansar cuando estoy cansado,
agotado y que necesito rehacer mis fuerzas. Es también un signo de
insatisfacción alimentaria porque me sucede bostezar cuando no he comido
suficiente. Me aburro al punto de expresarlo de manera inconsciente, cuando
estoy sólo mirando la televisión o en compañía de una persona que no me
conviene! “Quiero que se me deje tranquilo!” Bostezar forma parte de la vida y
lo acepto ¯© con
amor y apertura. Es importante dejar ir esta expresión corporal contestada por
los principios de educación antaño!
Los
brazos representan mi capacidad para acoger las nuevas experiencias de la vida.
Los uso para tocar y apretar, para expresar mi creatividad, mi potencial de
acción y mi amor. Puedo entrar en contacto con la gente, acercarme a ellos y
acogerlos en mi universo. Les enseño también que los quiero con alegría y
armonía. A causa de ellos, paso a la acción, hago mi trabajo o cumplo con mis
obligaciones. Mis brazos comunican y expresan pues mis actitudes y mis
sentimientos interiores. Los brazos son muy cercanos al corazón y están
vinculados a éstos. Así, la gente siente que el amor y la energía emanan de mi
corazón cuando estoy abierto. Cada mano encierra un centro de energía, situado
en la palma, que representa uno de los 21 centros de energía menores (o
chakras). Los dos centros de energía de las manos están directamente conectados
con el corazón; Así que mis brazos permiten extender mi corazón e ir a llevar
amor físicamente y energéticamente. En cambio, si cruzo los brazos
instintivamente, me protejo o me cierro a ciertas emociones que no me
convienen.
Los
dolores de los brazos están vinculados con la dificultad de manifestar el amor
en lo que hago, en mi trabajo o en mis acciones de cada día. Es un bloqueo de
energía, una inhibición de hacer
algo para mí – mismo o para los demás. Puedo entonces sentir rigidez muscular,
dolor o calor (inflamación). Mis brazos
se vuelven menos móviles y más tensos, mis articulaciones (hombros, codos) más
dolorosos. Sé que el papel de mis brazos
está en su capacidad de coger las nuevas situaciones y las nuevas experiencias
de mi vida. Quizás esté en reacción frente a una nueva situación; ya no
encuentro que mi trabajo sea motivador; estoy frustrado o irritado porque no
consigo expresarme convenientemente, o porque tengo dificultad en realizar un
proyecto. Una situación que califico de “fracaso” podrá exteriorizarse por un
dolor en los brazos. Generalmente
son los huesos de mis brazos que
estarán afectados cuando no soy capaz de hacer tan bien como antes una
actividad profesional o deportiva en la cual era excelente. No consigo coger la
gente a quien amo en mis brazos;
rechazo reconocer que estoy harto de una situación que era nefasta para mí (tener los brazos cansados). En general,
tener dolor en los brazos significa
cojo demasiado. O bien es algo que no cojo o que me niego a coger. Ya no
tengo ganas de comunicar con los demás en el nivel del corazón, dudo de todas mis
capacidades en realizar algo. Ir hacía delante en la vida me parece difícil.
Los dolores son pues un modo inconsciente de enseñar que padezco. Quizás, deba
“soltar”, “dejar ir”, una situación o una persona que quiero “retener” a toda
costa. Una dificultad con la autoridad puede manifestarse en el brazo derecho,
mientras que será mi brazo izquierdo el que estará afectado si vivo un
conflicto para expresar mi amor y mi bondad. Los hombres tienen una tendencia
natural a querer hiper - desarrollar los músculos de sus brazos que son un
símbolo de fuerza y poder, lo cual denota su dificultad y su resistencia en
expresar la energía del corazón y el lado dulzura. Inversamente, los brazos más
delgados y débiles me indican una timidez en la expresión de mis emociones y
una resistencia en dejar correr la energía. Me freno para hundirme en la vida y
aprovecharme al máximo. Mis brazos corresponden más a mi expresión
interior. Mis ante – brazos, en cambio
están conectados con la expresión exterior, el “hacer”. “Me arremango y paso a
la acción! La dulzura representa el lado interno de mis ante – brazos,
manifiesta mi sensibilidad y puedo tener dudas antes de expresar físicamente
cosas en el Universo. Quizás deba cambiar mis costumbres, o mi modo de hacer y
esto me es tan difícil, en razón de mi rigidez, que mis ante – brazos también
se pondrán rígidos. Una irritación cutánea a nivel de brazo está conectada a
una frustración o a una irritación en lo que hago o no hago, en el modo de
expresarme y en lo que puede sucederme después de la intervención de los demás.
Debo manifestar más amor en lo que hago, investirme, abrirme con confianza a
los demás, apretar en mis brazos con amor y cariño a la gente que amo (la
imagen del padre que aprieta a su hijo en testimonio de amor). Recuerdo que la
acción de apretar a alguien frecuentemente es terapéutico. Estimo mis bellas
cualidades de comunicación, ternura y apertura. Coloco mi atención en las
actividades interesantes. Me ejerzo en ver los buenos lados de cualquier
situación. Lo hago realizando que es maravilloso, que estoy mejor de lo que
pensaba. Me cambio las ideas porque lo necesito.
BRIGHT
(enfermedad de…) (ver
también: RIÑONES [problemas renales])
La
enfermedad de
Bright se llama
también
nefritis crónica. Es una
dolencia, no es una enfermedad
, inflamatoria grave de
los riñones, acompañada de edema
(hinchazón) y de una
insuficiencia en la eliminación de las orinas. Habitualmente, los riñones
degeneran o mueren bastante rápidamente. Es más profunda que las enfermedades
de riñón en general (esclerosis). Padezco y vivo una
frustración o una
decepción
tan intensa frente a la situación en que tengo un sentimiento de pérdida, que
llego a considerar mi vida o mi propia persona
como un fracaso total (los riñones son la sede del miedo). Tengo
miedo de no estar bastante correcto, bastante bien, bastante
bright (inteligente). Una apertura del
corazón es necesaria si quiero manifestar un cambio de actitud para curar este
estado.
Los
bronquios son los conductos por los
cuales entra el aire en mis pulmones. Representan la vida. Una dolencia o un
dolor en el nivel de mis bronquios
significa habitualmente que tengo el mal de vivir, que tengo menos interés y
alegría en mi vida. Los bronquios
representan mi espacio vital, mis delimitaciones, el territorio más
particularmente vinculado a mi pareja, mi familia y mi entorno profesional. Si
tengo la sensación de que voy a perder mi territorio o a alguien que está
vinculado a él, mi inseguridad activará una enfermedad en los bronquios. Esto me indica que debo
tener confianza: aunque haya delimitado
mi territorio y lo haga respetar tanto como hago respetar mis derechos, nadie
podrá “invadirme” porque el espacio de cada cual estará bien delimitado y cada
cual podrá vivir en el respeto y la armonía. Compruebo cual es la persona o la
situación asociada a este dolor y lo que debo hacer para cambiar esto. Tengo
necesidad de crear situaciones que son propicios a la risa y a la relajación.
BRONQUIO –
BRONQUITIS (ver
también : PULMONES (dolencias de los …])
La
bronquitis (itis = ira) se caracteriza por la inflamación de la mucosa de los
bronquios, conductos que llevan el aire de la traquea hasta los pulmones. Es
una enfermedad esencialmente ligada a la respiración y a la acción de tomar la
vida y el aire con deseo y gusto (inspiración) para luego echarlos
temporalmente con desapego (expiración). La inflamación significa que vivo ira,
frustración o rabia con relación a ciertas emociones inhibidas, palabras que
necesito expresar y dejar salir, una situación agobiante en la cual me siento
oprimido, un conflicto teñido de agresividad y crítica (trastornos en el medio
familiar, peleas, etc. ). Si esta situación conflictual implica peleas y
enfrentamientos muy intensos, incluso podría llegar a desarrollar un cáncer de los bronquios. Existe un
trastorno interior, una perturbación que me impide manifestar mi ser auténtico,
hacer respetar convenientemente mis derechos. Intento comunicar con mis seres
cercanos pero no consigo cierta paz interior. La situación familiar es
demasiado difícil. Siento entonces cierto desánimo frente a la vida y dejo de
luchar para continuar mi camino. Tengo poca alegría de vivir y tengo un
profundo cansancio interior. La tos
indica que quiero liberarme expulsando algo o a alguien que me molesta y me
hace enfadar. Si no deseo una bronquitis
crónica, debo cambiar mi modo de ver la vida, mi actitud. Nací en una
familia en la cual cada uno de los miembros vive experiencias similares a las
mías. Mis padres, mis hermanos y mis hermanas aprenden como pueden, ellos
también. Debo empezar a ver la alegría y el amor en cada experiencia de mi
vida. Acepto ¯© que
mi felicidad personal sea mi responsabilidad y dejo de creer que los demás me
harán felices. Tomar mis decisiones y respirar por mis propios medios, es el
primer paso hacía mi independencia!
BRUXISMO
(ver: DIENTES [crujir de …])
BUERGER
(enfermedad de…) (ver
también: CIGARRILLO, ADORMECIMIENTO, INFLAMACIÓN, SANGRE – CIRCULACIÓN
SANGUÍNEA)
La
enfermedad de Buerger es una
enfermedad que implica una obstrucción más o menos acusada de la circulación en
los brazos y las piernas, causada por una inflamación de las paredes de los
vasos sanguíneos. Esta enfermedad se relaciona principalmente con los fumadores
y frecuentemente son agentes irritantes de la sangre procedentes del cigarrillo
que son causa de esta inflamación. Mi cuerpo me indica por el adormecimiento de
brazos y piernas, que intento hacerme insensible a las situaciones de la vida,
lo cual está vinculado con los brazos, y a lo que pasará para mí en el
porvenir, lo cual está conectado con las piernas. Es tiempo de tener en cuenta
este mensaje que me da mi cuerpo y de aceptar ¯©
“de ver más claro” en mi vida. Dejando de fumar, mi salud mejorará.
La
bulimia es una enfermedad
compulsiva, necesidad incontrolable de absorber alimento en gran cantidad,
desequilibrio nervioso porque estoy en total
reacción frente a la vida. La bulimia
presenta las mismas causas interiores que la obesidad y la anorexia. Como en
exceso para satisfacerme completamente o para recobrar una forma de amor y afecto
(el alimento simboliza la vida, el amor y las emociones). Intento colmar
emocionalmente un profundo vacío interior en mí, un odio en mí tan
grande (asco, desprecio) que quiero llenar este vacío a toda costa, prefiriendo
dejarme dominar por el alimento (la vida) en vez de abrirme a la vida. Niego
una parte mía, una situación y vivo pena o ira porque me siento aislado,
separado o rechazado. Rechazo totalmente mi cuerpo; rehuso vivir en esta
tierra. Tengo miedo de perder lo que tengo y siento inseguridad porque estoy
quizás diferente de los demás. Ya no me siento más capaz de “morder en la
vida”. No tengo todo lo que quiero o no
domino suficientemente mis deseos y mis emociones. Busco constantemente la
necesidad viva de sentirme más fuerte que el alimento, que mis sentimientos y
mis emociones. Prefiero pues hacerme vomitar en vez de estar en buena salud
porque me desprecio profundamente. Generalmente vivo una profunda depresión,
una desesperación, una angustia que intento calmar, una frustración que intento
compensar, tengo una imagen de mí que quiero revalorizar. La bulimia está muy vinculada a la madre
(fuente de vida), al lado maternal y a la creación. ¿Estoy en reacción frente a
mi madre? ¿Tengo el sentimiento de haber sido controlado y oprimido cuando era
joven, de modo que comiendo así, quiero huir de mi madre, neutralizarla (en el
sentido metafísico) o dejar este planeta? ¿Tengo alegría comportándome de este
modo? ¿Podría ser que de niño, haya
vivido la etapa de destete como un abandono?
¿Como si “se me arrancase” a mi madre? Si éste es el caso, tengo la sensación
que voy a “morirme de hambre”, de aquí la necesidad de comer grandes cantidades
de alimento, para colmar el vacío y hacer disminuir mi estrés. Como persona bulímica, debo mantenerme abierta al amor. La necesidad de aceptar ¯© que
tengo algo que comprender de este estado depresivo me lleva al amor y aprendo a
amarme y a aceptarme ¯© más
como canal de la energía divina. Estoy en esta tierra para cumplir una misión
para mí, con mi madre y con la gente que quiero. ¿Porqué no apreciar la belleza
del universo? Acepto ¯© mi
cuerpo tal como es, el ego y sus límites, el alimento como don de vida. Acepto ¯© el
amor para mí – mismo y para los demás y descubro las alegrías de estar en este
mundo. Es todo.
BURNOUT o
AGOTAMIENTO (ver
también: ASTENIA NERVIOSA, DEPRESIÓN)
Generalmente,
el “burnout” se manifiesta después del abandono de una lucha en la cual hubiese
querido manifestar cierto ideal pero sin éxito. El tiempo y las energías
volcadas para la realización de este ideal son tan importantes que me agoto y
me pongo enfermo. Es un vacío interior profundo porque rehuso una situación en
la cual quiero ver un cambio verdadero, concreto y duradero, bien en el
trabajo, en mi familia o en mi pareja. Soy muy perfeccionista y dedicado,
quiero alcanzar mi ideal. Quizás también es una parte de mí que no acepto ¯©.
Tengo el sentimiento de luchar contra la humanidad entera porque me parece que
funciona en desacuerdo con mis esperas y mis convicciones profundas. “¿Porqué
seguir? Abandono, es demasiado para mí.” Los “burnout” son muy frecuentes en los profesores y enfermeros, en
reacción respectiva frente a su sistema de trabajo. Es una forma de compulsión
porque quiero a toda costa cambiar
el sistema con unos enfoques más adaptados a los tiempos modernos. Si tengo la
sensación de querer salvar al mundo, debo comprobar mi actitud ahora mismo. El burnout es también una enfermedad de
huida. Puedo preguntarme: ¿ qué es lo que intento huir, trabajando en exceso?
¿Tengo miedo de encontrarme frente a mí – mismo? Necesito una razón para no
estar con un cónyuge que me es insoportable? ¿Qué es lo que intento probar al
mismo tiempo que huyo el miedo al fracaso? Los síntomas del “burnout” son bastante claros: cansancio
mental y físico, disminución de energía vital, pensamientos incoherentes! Se
manifiesta el agotamiento y después, se presentan la calma y el reposo para que
pueda rehacer mis energías. Sobre todo hay que dejar de creer que debo complacer a todo el mundo! Es un
sueño y la auténtica realidad es el saber que cumplo lo mejor que sé lo que
debo hacer dando el 100% de mí – mismo, y vuelvo a hallar la serenidad, la paz
interior y el verdadero amor en la acción.
BURSITIS (ver también:
ARTRITIS, BRAZO [dolores en los …], CODOS, HOMBROS, INFLAMACIÓN, TENDÓN DE
AQUILES)
La
bursitis es la inflamación o el
hinchazón de la bolsa en el nivel de la articulación del hombro, del codo, de
la rótula o de los tendones de Aquiles (cerca del pie). Esta bolsa que se
parece a un pequeño saco contiene un líquido que reduce la fricción en el nivel
de las articulaciones. La bolsa aporta pues un movimiento fluido, fácil y con
gracia. La bursitis indica una
frustración o una irritación intensa, ira contenida frente a una situación o a
alguien a quien verdaderamente tengo ganas de “pegar” en el caso de que se
trate de los brazos (hombros o codo), o de dar “una patada” en el caso de que
se trate de las piernas (rótula o tendón de Aquiles), tan furioso estoy! Mis
pensamientos son rígidos y algo no me conviene en absoluto.! Estoy harto y, en
vez de expresar lo que vivo, inhibo mis emociones. Es posible hallar la causa
del deseo de pegar mirando lo que puedo hacer o no hacer con este brazo
doloroso. Si me duele el lado izquierdo, hay una conexión con el lado afectivo.
El lado derecho, son las responsabilidades y lo “racional” (por ejemplo: el
trabajo). Tengo dolor aún cuando me
reprima de pegar a alguien. Debo hallar el modo más adecuado de expresar lo que
siento. Encuentro la causa de mi dolor, quedo abierto y cambio de actitud
aceptando ¯©
mejor mis sentimientos y mis emociones. Podré transformarles en amor y en
armonía para mi beneficio y el bienestar de los demás. La bursitis generalmente está vinculada a lo que vivo con relación a
mi trabajo. Mi cuerpo sólo me dice de adoptar una actitud más positiva para
adaptarme a las nuevas situaciones que se presentan.
Protegiendo
la parte cutánea de la cabeza, los cabellos
simbolizan la fuerza, la libertad, la belleza y la potencia (pensemos a Sansón
en la Biblia).
Están directamente vinculados a la dignidad del ser, a la esencia del poder. Me
ponen en contacto con la energía espiritual, cósmica y supra - cósmica. Mis cabellos crecen cerca del séptimo
chakra o centro de energía, el chakra corona. El estado de los cabellos es también la representación
del poder sexual, genital y reproductor. Varios mitos existen referente a los cabellos (los rubios, los morenos, los
calvos…). Es importante saber que mis cabellos
son la imagen del poder que tengo para dirigir mi propia vida. ¿Qué es lo que
quiero realmente en la vida? ¿Tengo yo la sensación que los demás dirigen mi
vida? La fuerza y el valor de coger las riendas de mi vida aumentarán mi
sentimiento de libertad y el vigor de mis cabellos.
Los cabellos reflejan la alegría de
vivir de una persona y su limpieza indica el interés que tiene en estar
cuidada, en estar aquí. Observo los diferentes estados de mis cabellos que corresponden a ciertos
estados interiores (cabellos
quebrados, sin brillo, finos o que se rompen, espesos, etc.) Me mantengo
abierto a este maravilloso poder del cielo que son mis cabellos!
Diversas
causas pueden traer la aparición de enfermedades
de los cabellos. Un gran impacto emocional, una reacción excesiva de
impotencia frente a una situación, un conflicto latente o varios sentimientos
inhibidos tales como la desesperación, las inquietudes, el aburrimiento. Se instala la nerviosidad, crece la
inestabilidad emocional, se agotan las fuerzas y los recursos interiores. Vivo
un desorden interior. Esta inseguridad puede proceder de mi miedo a la muerte o
del hecho que nada es permanente, que todo puede cambiar repentinamente y sin
aviso. Me cierro a las energías vitales y mis cabellos cambian de aspecto. Caen, se vuelven grasos o secos, se
vuelven blancos (canas), pierden su brillo. Aparece la caspa, resultado de un conflicto interior relacionado conmigo y mi
papel social. Necesito oxígeno! Es la primera cosa que se ha de hacer para
restablecer la fuerza y vitalidad de los cabellos.
Tomo consciencia que necesito cambiar mis pensamientos y mi actitud frente a
las situaciones de la vida. Acepto ¯©
mantenerme abierto y observo lo que sucede en este momento, sobre todo el modo
que adopto para afrontar las diferentes situaciones de mi vida y dejo de arrancarme el pelo!
Los
cabellos son el espejo de cierta
fuerza interior. Pienso en Sansón (en las escrituras del Antiguo Testamento)
que perdía su fuerza con los cabellos
cortados… Los cabellos representan
el nexo entre lo físico y lo espiritual, lo cual me vincula al cosmos y a la
energía espiritual. Se comparan frecuentemente a una forma de antena con el más
– allá. Se dice que la herencia es el factor principal de la calvicie, más frecuente en el sexo
masculino. Sin embargo, entre los diferentes tipos de calvicie, se encuentra el tipo calvo
con barba, el cual está asociado al individuo que usa más sus facultades
intelectuales que sus facultades emocionales. La pérdida de cabellos significa que me he apartado de lo divino en
mí. Soy una persona más enfocada sobre el plano material que sobre el
espiritual. Puede que tenga mucha intuición pero prefiero usar más los aspectos
más materiales, más racionales. Intento lo mejor que puedo controlarlo todo
porque tengo miedo de abrirme y perder el control. Rehuso el funcionamiento de
base de la vida, con el pretexto que puedo hacer mejor que ella. Todo temor
interior conlleva la incapacidad de actuar, la desesperación y tensiones que me
cogen de improviso. Es una ilusión de creer hacer mejor que la misma vida. No
he de luchar contra la vida porque
siempre está conmigo para apoyarme y me ayudará si la escucho y si me
mantengo abierto. Sólo he de pedir con total quietud y la vida me dará lo que
merezco. Es el inicio; debo confiar en la vida y en mi ser interior y ver las
soluciones por todas partes porque existen! El mundo está aquí para ayudarme.
¿Qué más necesito?
La
calvicie es la pérdida definitiva
(parcial o total) de los cabellos.
Frecuentemente, si pierdo mis cabellos,
vivo una o varias situaciones en que la tensión
es tan grande que me “arranco los
pelos!” Varias experiencias estresantes o incluso traumatizantes pueden
acelerar el proceso de la calvicie. Un parto que es fuente de miedo o de
inquietud (la mujer puede perder sus cabellos),
un golpe emocional grave, una separación, mucha tensión en el trabajo o en el
hogar, el gusto de superarse en el plano material o una desvalorización en el
plano intelectual. Cuando vivo una multitud de inquietudes y grandes miedos,
pierdo el contacto con mi poder interior divino. Acepto ¯© confiar en la vida con la actitud que todo será para lo
mejor.
Los
cabellos grises simbolizan la
sabiduría. Sin embargo, la aparición repentina de cabellos grises se vincula con el estrés, una situación en que viví
un golpe emocional intenso. Cuando sucede esto a los veinte años, esto
representa grandes inquietudes (tensión o estrés), conscientes o inconscientes
con relación al hecho de dejarse guiar espiritualmente. ¿Pienso yo que necesito
vivir bajo presión y que las presiones en mi vida son necesarias para mi
“bien”? Es probablemente un “pattern”, en esta vida, vinculado con el querer obtener siempre el
mejor resultado. Habitualmente, el cabello
gris aparece con la edad y esto significa una baja del vigor y fuerza
vital. Reviso mis actitudes generales y acepto ¯©
que la vida sigue tal como es, ni más ni menos y me libero del peso de ser
competitivo.
La peladera (alopecia) es una enfermedad
de la piel caracterizada por la pérdida
de cabellos en placas redondas. Esto puede proceder de un golpe emocional,
de la ira y de una renunciación a mi parte espiritual o a lo que me conecta con
mis valores más elevados. Tengo ventaja en hacer la paz conmigo mismo y
contemplar soluciones que me permitirán vivir mejor en armonía con mis
objetivos más elevados.
Las
sarnas son hongos parásitos y
contagiosos que afectan la superficie de mi piel, mis pelos, mi cuero cabelludo
y mis uñas. Me dejo “atacar”, “destruir”, molestar por los demás, porque tengo
poca confianza en mí. Me siento feo y sucio. Puedo tener la sensación que
pierdo el control de ciertas situaciones. Así, mi sombrero de jefe (mis cabellos) estarán afectados. Puedo
sentirme muy molesto por los propósitos de otros y estar afectado por la idea
que tienen que “si el sombrero te hace, póntelo”! Dejo que los demás decidan
por mí. Mi cuerpo me dice de tomar mi lugar, hacerme confianza. Soy el único
que tengo poder sobre mi vida.
La cabeza es mi centro de comunicación, está vinculada a mi
individualidad. Frecuentemente se le llama el “centro de mando”. Por ella pasan
todas mis emociones y todas mis comunicaciones, por vía de mis cinco sentidos.
Si vivo dificultades o enfermedades de la cabeza,
debo preguntarme si vivo un conflicto referente a mis pensamientos y mi vida
espiritual o mi crecimiento personal. Esto se explica por el hecho que la cabeza está constituida por huesos que
están hechos de un tejido duro y que simbolizan mi energía espiritual, y que
estos huesos rodean el tejido blando y los fluidos, que simbolizan mis energías
mentales y emocionales. Si ambos aspectos están en armonía, habrá fusión de mi
cuerpo y de mi mente. Sin embargo, si la sangre que está en mi cabeza, no circula bien o si ejerce una
presión, esto me indica que tengo dificultad en expresar o recibir el amor y
todo sentimiento que me habita (porque la sangre transporta mis sentimientos en
todo mi cuerpo). Mi cabeza
recibiendo y expresando los diferentes aspectos de mi comunicación, lo mismo
que las sensaciones e impresiones del cuerpo que las manifiesta exteriormente,
aprendo a mantenerme abierto frente a mi entorno, a aceptar ¯© los
mensajes que llegan a mis sentidos y a través de todo mi cuerpo para aprender
las lecciones de la vida que me traerán un despertar espiritual mayor.
Hay varias causas a los dolores de cabeza. Por ejemplo, el
estrés y la tensión cuando me esfuerzo tanto como pueda “para estar” de cierto
modo o de “para hacer” tal cosa. El dolor
de cabeza aparece frecuentemente cuando intento demasiado fuerte de realizar
algo o cuando estoy obsesionado por esto que viene e inquieto por lo que me
espera en el futuro. Vivo en este momento mucha ansiedad y preocupación. Así
puedo reaccionar a fuertes presiones ejercidas por situaciones o
acontecimientos que me rodean. Puedo vivir un sentimiento intenso de fracaso,
duda, odio de sí que da vida a la crítica y, sobre todo la auto – crítica.
Estoy cogido, “encajonado” en mi cabeza,
no me gusta lo que veo, y me juzgo con severidad, dándome a mí – mismo “golpes
de cabeza”. El dolor de cabeza puede
provenir también de la negación y de la supresión de mis pensamientos y de mis
sentimientos que creo inaceptables o desaprobados. O bien no tengo el valor
de expresarlos, o sencillamente no los
escucho, porque racionalizo, intelectualizo todo lo que vivo. “Esto está bien,
esto está mal!”. Quiero quizás comprender demasiado, ir demasiado de prisa,
querer saber o tener respuesta a mis preguntas en seguida. Pero el tiempo
quizás no ha llegado aún y debo desarrollar mi paciencia y mi confianza en que
todo sucede en el momento justo. El dolor
de cabeza expresa también emociones negativas que están “cogidas en la
trampa”, en mi cabeza, tales como la
inseguridad, el tormento, las ambiciones excesivas, la obsesión de ser
perfecto, que causan una dilatación sanguínea. Finalmente, si tengo miedo de
hacer frente a cierta realidad, podré encontrarme otro lugar en donde llevar mi
atención y huir, esto siendo el dolor de
cabeza. Un dolor de cabeza al
nivel de la frente se referirá más a una situación en mi trabajo o vinculada a
mi papel social pero si se sitúa lateralmente (cerca de las sienes), más bien
es mi lado emocional (familia, pareja) el que está implicado. Cualquier sea la
causa, el dolor de cabeza está
directamente vinculado a mi individualidad y debo aprender a ser más paciente y
más flexible hacía mí y los demás. “Mis ideas son cada vez más claras”, y
aprendo a dar el lugar que corresponde tanto a mi intelecto como a mis
emociones, para alcanzar el equilibrio. Entonces estaré más en armonía conmigo
mismo, me sentiré la cabeza más liberada y ligera.
Las
migrañas frecuentemente están
asociadas a trastornos de la visión y la digestión. Ya no quiero ver y no
quiero digerir lo que sucede en mi vida. Son angustias, frustración frente a
una situación en la cual soy incapaz de tomar una decisión. Puedo tener el
sentimiento de algo que debe estar hecho o realizado o que me está pedido. La migraña expone mi resistencia vinculada
a mi incapacidad de cumplir lo que me es pedido. Mi cabeza “sobre calienta” y
me hace daño sólo con la idea del objetivo por alcanzar que me parece
inaccesible. Mi cabeza se parece a un “presto”, la presión siendo tan
fuerte que aún no sé cuál solución o cuál actitud adoptar. Hay conflicto entre
mis pensamientos, mi intelecto que está sobre cargado, mis necesidades y deseos
personales. ¿Me siento a la altura o tengo la sensación de ser incompetente,
sobre todo en el plano intelectual? Debo tomar consciencia de que estoy huyendo
de lo que me molesta o que siento incomprensión y una carencia de amor por
parte de alguien. Las
migrañas
pueden también estar vinculadas a problemas sexuales tales como la represión
desde la infancia, y que vuelven a la superficie. Es como una lucha adentro
mío, que se desenvuelve entre mis pensamientos y mi sexualidad, esto me sube a
la
cabeza. Puedo tener la sensación
que es como si mi
cabeza fuera a
explotar. Debo comprender que, cuando tengo una migraña, tengo una toma de
consciencia por hacer. Debo cambiar cosas y debo ser capaz de cambiarlas, es
decir de pasar a la acción. Al darme un tiempo de pausa la
migraña, puede ser también un modo de lograr más amor y atención.
Dejo los acontecimientos fluir libremente en mi vida y recibo a cambio alegría,
paz, armonía.
Llevan
mi cuerpo en perfecto equilibrio y están ubicadas entre la pelvis y el fémur. Mis
caderas permiten a mis piernas moverse para hacer adelantar mi
cuerpo hacía delante. Ellas
determinan
si voy hacía delante o no. Representan mis creencias de base frente a lo que
son o a lo que deberían ser mis relaciones con el mundo. La pelvis y las
caderas forman un conjunto, y
representan así
el hecho de lanzarme en
la vida. Por lo tanto, las
caderas
representarán también mi nivel de determinación a progresar en la vida. Acepto
¯©
avanzar con alegría y confianza en la vida, sabiendo que todo es experiencia
para ayudarme a descubrir mis riquezas interiores.
Es
en las caderas que se inicia el
movimiento de las piernas, o sea el andar. Las piernas sirven para avanzar
libremente. Puedo retenerme de ir hacía delante. De aquí la indecisión para
avanzar en la vida. Por los problemas de
las caderas, mi cuerpo me indica
cierta rigidez: por lo tanto vivo inflexibilidad frente a una situación o a una
persona. Esto puede proceder de una situación en la cual me he sentido
traicionado por alguien o abandonado y esto me ha afectado tanto que vuelvo a
plantearme mis relaciones con los demás. Además, tengo el gusto de establecer
“nuevas reglas” para protegerme y evitar
estar herido otra vez. Puedo tener una inquietud por el porvenir: por lo tanto,
siento angustia cuando debo tomar una decisión importante porque puedo tener la
sensación que no voy a ninguna parte o que nunca llegaré a nada. Cuando me dueles
mis caderas, mi cuerpo me manda un
mensaje. Me ayuda a desarrollar mi consciencia para que adelante en la vida con
confianza y seguridad y me enseña a ser más flexible en mi modo de tomar
decisiones, asegurándome así un mejor futuro. Cuando hay un dolor, hay alguna
culpabilidad. Así es como un dolor en
las caderas o caderas que no
quieren moverse, pueden indicarme que bloqueo mi placer sexual por temor o
culpabilidad. Incluso puedo vivir impotencia a nivel sexual como en mi
capacidad en aceptarme ¯© tal
como soy, con mis gustos, mis deseos, mis placeres. Estaré perturbado
sexualmente y emotivamente, impidiendo así que mis caderas funcionen normalmente. Esta impotencia también puede
vivirse en el hecho que no me siento capaz o ya no me siento capaz de tomar mi
lugar y de oponerme a alguien o algo. Esta situación me obliga a reflexionar
sobre los límites que me doy. Estoy en equilibrio y ando en la vida con
confianza y serenidad. Agradezco la vida por todo lo que me hace experimentar
en cada instante. Aprendo a vivir en equilibrio con estas experiencias.
CÁLCULOS (en
general) (ver
también: CÁLCULOS / BILIARES / RENALES)
El
cálculo es una concreción pétrea que
se forma por precipitación de ciertos componentes (calcio, colesterol) de la
bilis o de la orina. El cálculo es
la acumulación (o si se quiere la “adición”) de ideas falsas, conceptos
erróneos de la realidad que puede ilustrarse con la expresión “hacer un error
de cálculo”, emociones y sentimientos inhibidos; una concentración de
pensamientos como una masa de energía que se solidifica y se cristaliza al
punto de formar piedras muy duras en el órgano en el cual la causa de la
enfermedad se manifiesta. Debo hacer confianza en la vida y saber que puedo
“contar” con mi poder divino que me permitirá ver los acontecimientos con una
apertura más grande y en total seguridad.
El
cálculo biliar es generalmente uno o
varios depósitos de colesterol o de cal. En el lenguaje popular, se dice a
veces “tener piedras en el hígado”.
Viene de la bilis. Este líquido secretado por el hígado sirve a la digestión de
los alimentos. La bilis pasa por la vesícula biliar y el cálculo formado se vuelve a encontrar en esta misma vesícula (un
solo cálculo gordo o varios pequeños). La bilis es ligeramente amarga y viscosa
y manifiesta la amargura interior,
la pena, la agresividad, la insensibilidad, el rencor, la frustración o el
disgusto que tengo y siento hacía mí – mismo o hacía una o varias personas. Los cálculos representan un dolor más
profundo que los meros síntomas en el nivel del bazo, del hígado o de la
vesícula biliar. Es energía cristalizada, sentimientos y pensamientos muy duros, amargura,
envidia e incluso celos solidificados bajo forma de guijarros,
que estuvieron mantenidos y acumulados a lo largo de los años. Los cálculos pueden estar “ocultos” desde
hace tiempo, pero una repentina emoción y violenta puede hacerlos brotar
“conscientemente”, con dolores intensos. Frecuentemente, estoy decidido a ir
hacía delante, a precipitarme con fuerza, a abrir puertas pero me para algo que
me limita, me ahoga y mis acciones se realizan frecuentemente por miedo.
Entonces, estoy frustrado de la vida, manifiesto actitudes “amargas” e
irritantes con respecto a la gente, no consigo decidirme porque carezco de
valor y mis fuerzas interiores están mal canalizadas. No tengo dominio de mí –
mismo. Es el motivo por el cual tengo cálculos
biliares. ¿Qué es lo que influencia
mi vida? ¿Soy demasiado orgulloso? Por más que los cálculos son la expresión de una vida endurecida, debo aceptar ¯©
liberarme del pasado y tener una actitud y pensamientos
más suaves, una apertura diferente hacía la vida soltando el pasado, los
sentimientos lejanos y las viejas emociones amargas, permitiéndome así el amor
verdadero. El proceso de adaptación ¯© al
nivel del corazón me ayudará a ver más claro en mi vida y a mejor descubrir el
camino que mejorará mi situación.
Los
cálculos renales, también llamados piedras en el riñón, están vinculados
con el riñón, sede del miedo. Es la formación de las piedras o cristales
procedentes de cantidades abundantes de sal
de ácido úrico, residuo hormonal del riñón. El ácido úrico representa
viejas emociones por expulsar. El cálculo
puede formarse en las diferentes partes del sistema urinario. Es una masa de
energía solidificada, creada a partir de pensamientos, miedos, emociones y
sentimientos agresivos sentidos hacía alguien o una situación. Aunque se formen
los cálculos en los riñones, no se
engendran en ellos. El riñón es un filtro de emociones de los residuos del
cuerpo. La abundancia de sales de ácido úrico indica la abundancia de
sentimientos agresivos solidificados porque estuvieron largo tiempo retenidos.
“Vivo frustraciones y sentimientos agresivos en mis relaciones desde tanto
tiempo que mi atención está únicamente fijada en ello. Una persona equilibrada
tiene los “riñones sólidos”, pero diferentes rasgos de carácter pueden causar
los cálculos: soy muy autoritario,
incluso extremadamente, duro para
conmigo mismo y los demás, decido y hago mis elecciones en “reacción”, me
quedo seriamente enganchado al pasado, carezco de voluntad y confianza. Los cálculos renales implican a menudo un
estiramiento interior entre mi voluntad y mis decisiones que llevan a un exceso
de autoritarismo: sabiendo que soy débil y que tengo miedo, “movilizo” todas
las fuerzas disponibles en un mismo lugar para cumplir ciertas tareas, y cuando
el período de estrés ha pasado, esta concentración se endurece para formar los cálculos. Debo empezar por volver a encontrar cierta paz interior si
quiero dejar de tener cálculos.
Debería pensar menos en situaciones conflictivas y en ciertos problemas porque,
siguiendo así, me impido ir hacía delante. Debo resolverlos definitivamente y
ver el futuro con calma y flexibilidad. Es una cuestión de consciencia y
actitud.
Los
golpes de calor (deshidratación)
pueden producirse después de una exposición prolongada al sol, bien sea en la
playa o durante otros deportes exteriores., después de una excesiva calefacción
en invierno o cuando me encuentro en una habitación muy pequeña y mal
ventilada. Puedo encontrarme con una debilidad muscular general, la piel
hirviente y seca, el rostro grisáceo y tener ojeras. En el plano metafísico, el
calor puede asociarse bien al amor cuando se trata de curación porque hay más
energía en circulación, bien a la ira cuando hay fiebre y quemadura. Aquí, el golpe de calor representa culpabilidad
frente al amor, vinculada a un sentimiento de falta de estima de sí. Necesito amar y ser amada y no consigo
encontrar el modo de hacerlo, colmar este vacío interior que está en mí y
neutralizar esta insatisfacción. Todo mi cuerpo me indica la necesidad urgente
de colmar este amor. Busco cómo aumentar esta estima de sí, o cómo integrar una
situación que me afectó en la infancia y que aflora ahora en superficie. Amo la
vida y la vida me lo devuelve multiplicado por cien.
El
cáncer es una de las principales
enfermedades del siglo veinte. Se desarrollan células anormales cancerosas y, al no reaccionar el
sistema inmunitario frente a estas
células, proliferan rápidamente. Los seres humanos frecuentemente tienen
células pre - cancerosas en el organismo pero el sistema inmunitario, es decir
el sistema de defensa natural de nuestro cuerpo, se encarga de ellas antes de
que se vuelvan cancerosas. Es porque dichas células anormales se desarrollan de
modo incontrolado e incesante que pueden
dañar el funcionamiento de un órgano o de un tejido, pudiendo así afectar
partes vitales del organismo. Cuando estas células invaden ciertas partes del
cuerpo, se habla de
cáncer generalizado.
El cáncer está principalmente ligado a
emociones
inhibidas,
profundo resentimiento
y a veces muy viejo, con relación a algo o una situación que me perturba aún
hoy y frente a la cual
nunca me atreví a
expresar mis sentimientos profundos. Aun cuando el
cáncer puede declararse rápidamente después de un divorcio difícil,
una pérdida de empleo la pérdida de un ser querido, etc., habitualmente es el
resultado de varios años de
conflicto interior,
culpabilidad,
heridas,
penas,
rencores,
odio,
confusión y
tensión. Vivo
desesperación,
rechazo de mí.
Lo que sucede al exterior de mí sólo es el reflejo de lo que sucede en el
interior, el ser humano siendo representado por la célula y el medio de vida o
la sociedad, por los tejidos. Con mucha frecuencia, si estoy afectada de
cáncer, soy una persona que ama, servicial, muy atenta y bondadosa para mi
entorno, sumamente sensible, sembrando amor y felicidad alrededor mío. Durante
todo este tiempo, mis emociones personales están rechazadas en lo más hondo de
mí – mismo. Durante todo este tiempo, mis emociones personales están inhibidas
en lo más hondo de mí. Me conforto y me engaño encontrando satisfacción en el
exterior en vez del interior de mí – mismo ya que tengo una
débil estima de mí. Entonces, me cuido
de todo el mundo, dejo de lado
mis
necesidades personales. Ya que parece que la vida ya no me traiga nada,
capítulo y carezco de las ganas de vivir. ¡De qué sirve luchar! Si vivo muchas
emociones fuertes, de odio, culpabilidad,
rechazo, estaré en muy fuerte reacción (igual como la célula); incluso me
sentiré responsable de los problemas y sufrimientos de los demás y querré
auto – destruirme. “Estoy resentida
para con la vida”, “es demasiado injusta”. Juego a la “Víctima” de la Vida y me vuelvo pronto
“Víctima” del cáncer. Suele ser el “odio” hacía alguien o una situación que me
“roerá el interior” y que hará que se auto - destruyan las células. Este odio
está profundamente hundido en el interior de mi ser y frecuentemente no tengo
consciencia de que existe. Está hundido detrás de mi máscara de “buena
persona”. Mi cuerpo se desintegra lentamente porque mi alma se desintegra
también: necesito colmar mis deseos no satisfechos en vez de únicamente
complacer a los demás. Debo concederme alegrías, “pequeños dulces”. Cumulé
resentimiento, conflictos interiores, culpabilidad, auto – rechazo hacía mí
porque siempre actué en función de los demás y no en función de lo que quiero.
La paciencia ejemplar y presente en mí se acompaña frecuentemente de una débil
estima de sí. Evito darme amor y aprecio porque creo que no lo merezco. Mi voluntad
de vivir se vuelve casi nula. Me siento inútil. “¿De qué sirve vivir?” Es mi
modo de acabar con la vida. Me auto – destruyo y es aquí un
suicidio disfrazado. Tengo la sensación
de haber “fallado” mi vida y veo ésta como un fracaso. La parte del cuerpo
afectada me da explicaciones sobre la naturaleza de mi(s) problema(s): esto
indica cuales son los esquemas mentales o actitudes que debo yo adoptar para
hacer que desaparezca la enfermedad. Debo
volver
a tomar contacto con mi “yo “ interior y aceptarme ¯©
tal como soy, con mis cualidades, mis defectos, mis fuerzas y mis
debilidades. Acepto
¯©
dejar caer las viejas actitudes y costumbres morales. La
aceptación ¯© de
mi enfermedad es esencial para que pueda luego “luchar”. ¿Si yo rehuso aceptar
¯© mi
enfermedad, cómo puedo curar?
Abro mi
corazón y tomo consciencia de todo lo que la vida puede traerle y de en qué
medida formo parte de ella. Recibiendo un tratamiento en curación natural,
masaje o cualquier otra técnica con la cual me siento a gusto, tendrá el efecto
de una armonización que me permitirá abrir mi consciencia a todas las
maravillas de la vida y la belleza que me rodean, y fortalecerá así mi sistema
inmunitario.
El
cáncer de la boca puede situarse al
nivel del suelo de la boca, de los labios, de la lengua, de las encías o del
paladar. Al ser la piel la línea de demarcación entre el exterior y mi
interior, la boca, en sí, es la puerta de entrada, el vestíbulo entre lo que
entra (aire, alimento, líquido) y lo que sale de ella (aire, palabras
transportando las emociones). Puede que sea una persona de quien se dice que
“se come a su prójimo). Puedo alimentar sentimientos de destrucción hacía una o
varias personas, lo cual me hace decir: a él, me lo comería! Queriendo decir
que le deseo mal o su muerte en cierto sentido. Por lo tanto tengo gran
necesidad de dejar entrar en mí sentimientos de amor, y expresar sentimientos
de amor hacía la gente que me rodea y hacía mí, diciéndome palabras de amor.
El
cuello del útero (igual como el
útero) representa la feminidad, la matriz original y el hogar materno. Inhibo probablemente ciertas emociones referentes a
mi hogar, mi familia o cualquier situación vinculada a ambos aspectos. Puedo
sentirme culpable, rencoroso u odioso, pero no lo comento. El hogar suele
representar un ideal por alcanzar, bien sea respecto de mi pareja o de mi
familia. Puedo vivir grandes miedos, inseguridad o culpabilidad con la idea que
este hogar no se formará como lo quisiera, o bien que corre el riesgo de
disolverse, lo cual representaría para mí un fracaso. Seguirá una
desvalorización con relación a quien soy y lo que soy capaz de realizar. ¿Tengo
yo miedo de volver a vivir en mi hogar el enjuiciamiento de un fracaso que
puede que tuve en el hogar en el cual crecí? Este tipo de cáncer está profundamente ligado a los principios del hogar
nutricio, a mis actitudes y mis comportamientos con relación a éste. Acepto ¯©
mirar con otra mirada este hogar que es el mío!
El
colón es una parte del intestino
grueso en la cual digiero los alimentos. Es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en América del
Norte a causa del consumo excesivo de carne y cereales refinados, azúcar, etc.
Estos alimentos son difíciles de digerir y de asimilar. Sin embargo, existen
también otras razones: la búsqueda continua de satisfacciones, placeres y
deseos materiales, sumados a los diferentes estados físicos, emocionales y
mentales que puedo vivir cada día (alcance de la excelencia, ansiedad,
angustia, etc.) son las causas principales de un desorden alimentario o
digestivo. Tengo poca alegría interior, estoy más o menos satisfecho de mi vida
tal y como es. Me siento manchado en cuanto a un aspecto de mí – mismo. Me
pongo a comer e inhibo mis emociones: es más fácil y mis necesidades se colman
mucho más rápidamente. Elijo una forma de recompensa que me es accesible muy fácilmente.
Busco cierta satisfacción que me encanta volver a hallar en la alimentación
grasa y pesada. El estrés, el modo de vida y la herencia son probablemente
también factores que predisponen a este tipo de enfermedad. El cáncer del colón puede derivar de causas
similares a las del estreñimiento
pero con un factor emocional más importante y profundo. En el caso del estreñimiento, son las energías o las
emociones más superficiales las que intervienen; en cambio, en el caso del cáncer de colón, hay que buscar la
causa en las energías y emociones situadas más en profundidad. Por esto, mis
intestinos pueden funcionar normalmente o regularmente y puedo sin embargo
desarrollar un cáncer del colón. Mis
intestinos hacen pues lo que pueden para conservarme en buena salud y debo
respetarles preservando su buen estado lo más tiempo posible. Me abro más a las alegrías de la vida y
expreso las emociones que forman
parte de mi vida! Empiezo a practicar
diferentes formas de relajación física e
interior que me ayudarán a tomar el tiempo de vivir una existencia más
equilibrada.
CÁNCER DEL
ESTÓMAGO (ver
también: ESTÓMAGO [dolencias del…])
Si
tengo el cáncer del estómago, debo
tomar consciencia del “trozo” o de la situación que no soy capaz de digerir.
Esta situación “que no pasa”, la vivo de un modo muy intenso y muy
fuerte. “Es abominable todo lo que me
hicieron, todo lo que me hicieron sufrir. Además, no vi nada llegar!” Esto
puede expresar lo que vivo. Es importante que tome consciencia del porqué de
esta situación y cuál lección he de sacar para “dejar pasar la tormenta” y que
se resorbe el cáncer. Sólo puedo
ganar si suelto mi ira y mi rencor y que los sustituyo por la aceptación ¯© y el
perdón.
El
sistema linfático se encuentra en mi
cuerpo en paralelo con mi sistema sanguíneo. Transporta un líquido transparente
y blanquinoso llamado la linfa que sirve a alimentar las células. La linfa
contiene proteínas y linfocitos (glóbulos blancos) y juega un papel importante
en el proceso de inmunidad y de defensa del organismo. El sistema linfático
está vinculado más directamente a mis emociones, a mi lado afectivo. Los ganglios son como pequeños riñones del
sistema linfático y sirven para filtrar la linfa de sus impurezas, un poco como
los riñones para el sistema sanguíneo. Entonces, un cáncer de los ganglios me indica grandes miedos, culpabilidad y
desesperación frente a mis emociones en los planos amoroso y sexual. Incluso si
vivo actualmente una vida amorosa armoniosa, puede que profundas decepciones
vuelvan a la superficie bajo esta forma de cáncer.
Debo aceptar ¯© que
todo puede ordenarse en mi interior con
armonía y amor, trabajando sobre mi niño interior herido.
CÁNCER DEL
INTESTINO (…delgado) (ver
también: CÁNCER DEL COLÓN, INTESTINOS [dolencias en los …])
Este
cáncer se encuentra habitualmente al
nivel del intestino delgado. Cuando
desarrollo esta enfermedad, debo hacerme la pregunta: ¿Qué es lo que no puedo
digerir y que pasa “de través”? Puede ser una palabra que me ha sido dicha y
que me parece mala o puede ser también una acción que hallo injusta y no
aceptable. El trozo es tan gordo de tragar que no sé si voy a conseguir
digerirlo. También puedo vivir un gran temor es decir saber si siempre tendré
“algo de comer en la nevera”. Temo morirme de hambre por falta de víveres. Sea
la que sea la situación, desarrollo una actitud más positiva, sabiendo que la
vida quiere lo mejor para mí y que acepto ¯©
vivir en la abundancia. Aprendo también a perdonar a las personas que pueden
haberme dicho o hecho algo que me parece difícil de digerir. Tomo el tiempo de
expresar a esta persona el cómo me siento para traer la armonía en esta
situación. Elimino el rencor en mi vida y lo sustituyo por la comprensión y la
apertura de la mente.
Aunque
se admita que el cáncer de la lengua
pueda ser favorecido por el tabaquismo o el alcoholismo, procede de un profundo sentimiento de desesperación significando que ya
no tengo el gusto de vivir. Además, puede que no exprese este mal de vivir
o que inhiba así dichas emociones adentro mío.
El alcoholismo y el tabaquismo no son más que las ampliaciones de los
sentimientos que vivo: por el alcoholismo, huyo de mis emociones, por el
tabaquismo, hago pantalla a estas emociones que no quiero ver. Es con la lengua que busco el alimento para poder
mascarlo con mis dientes; por lo tanto si tengo un cáncer de la lengua, debo preguntarme si, en sentido figurado,
tengo la sensación de ser capaz de coger
el “trozo de alimento”. Veo lo que quiero alcanzar como algo vital para mí.
Esto puede ser un trabajo, alimento, una nueva relación, etc. Busco recobrar el
gusto de la vida, aumentar mi estima de mí y aprendo a expresar mis emociones.
Descubriré así todo lo que la vida tiene de hermoso por ofrecerme. Paso a la
acción y voy a buscar lo que necesito porque me lo merezco!
Cuando
un tumor maligno se instala en las paredes de la laringe, esto significa que siento una gran necesidad de expresar
mi pena interior. Tendría necesidad de chillar toda mi pena y tengo miedo de
expresar mi perturbación. ¿Hay alguna persona o situación que me impida
expresarme así? Puede que me diga: “Más
vale callar porque sería inútil que hable!”. Tengo la sensación de que se
me cae encima y quisiera enfadarme pero no me atrevo. No me siento respetado
por lo que soy. Así, tengo que aprender a tomar mi lugar y expresar lo que es
para mí la verdad. Esto me ayudará a comprender mejor el lugar que ocupo en mi
entorno y en el Universo.
Los
pechos representan la feminidad y la maternidad. Este tipo de cáncer suele
indicar ciertas actitudes y pensamientos profundamente arraigados desde la
tierna infancia. Desde los años 60, en ciertos lugares del mundo, la mujer se
afirma más, toma su lugar en la sociedad y quiere ir hacía delante. Entonces
puedo tener dificultad en expresar mis verdaderos sentimientos, en encontrar un
equilibrio entre mi papel de madre y de mujer cumplida. Estos conflictos
interiores profundos me atormentan como mujer que busca el justo equilibrio. Se
ha descubierto que este tipo de cáncer
generalmente viene de un fuerte
sentimiento de culpabilidad interior hacía uno – mismo o hacía uno o varios
de sus hijos: “¿Porqué ha nacido. Qué
hice para tenerlo? Soy bastante buena
madre o mujer para cuidarme de
él? Todas estas preguntas aumentan mi nivel de culpabilidad, llevándome a
rechazarme y aumentando mi temor a que me rechacen los demás. Debo recordarme
que “el amor por mi hijo siempre es presente pero que mis pensamientos son muy
poderosos y que debo vigilarlos”. Si me juzgo con demasiada severidad, toda mi
ira y mi rechazo se amplificarán, y mis emociones estarán “expulsadas” al nivel
de mis pechos, que se vuelven el símbolo de mi “fracaso”. Un cáncer del pecho quiere pues ayudarme a
tomar consciencia de que vivo una situación de conflicto, tanto de cara a mí –
mismo como a alguien más, que está vinculada a un elemento que forma parte de
mi espacio vital, de mi “nido”. Frecuentemente se tratará de mis hijos, mis
“pajarillos”, o de alguien a quien considero como tal (por ejemplo una madre
enferma que siento desprotegida, como “un niño pequeño”). Puedo tener miedo que
mi “nido” (hogar) se derrumba. También puedo tener un gran miedo o un gran
estrés con relación a la supervivencia de uno de mis hijos o de todos ellos. En
un sentido más amplio, el “nido” puede agrupar mi cónyuge, mi hogar, mis
hermanos y hermanas, particularmente si viven bajo el mismo techo. Es pues
frente a la familia, lo que históricamente podría llamarse el clan, que tengo la sensación o el temor de que haya
derrumbamiento, estallido. Los hombres como las mujeres pueden desarrollar este
tipo de cáncer, que es
frecuentemente el conflicto interior masculino en aceptar ¯© su
propia naturaleza femenina. Sucede que algunos hombres manifiestan su lado
femenino y materno casi tanto como las mujeres. Como hombre, nunca seré una
mujer pero, energéticamente, puedo ser tanto o más femenino que ésta. Por esto el cáncer de pecho, en mí que soy un
hombre, está asociado a la estima de mí – mismo y a mi capacidad de expresar
naturalmente mi lado femenino innato. Puede estar vinculado al hecho incluso de
ser un hombre y al deseo inconsciente de ser una mujer. Es un aspecto que
deberé equilibrar en mi vida. El lado izquierdo corresponde al campo afectivo y
el derecho, al campo racional. El cáncer
en el pecho izquierdo designa pues todas las dificultades afectivas y las
emociones inhibidas en mí como mujer y más me vale aceptar ¯© la mujer y la madre en mí, y los sentimientos interiores que vivo con relación a
cada uno de ambos papeles. En el seno
derecho, el cáncer indica la
mujer responsable y lo que se espera
de mí (lo que pretendo hacer con esta mujer “exterior”). Observen que esto se
aplica también a los hombres, aunque el cáncer
del pecho en los hombres sea más escaso. Para mí, como mujer en el universo
físico, el volumen y la forma de mis pechos
pueden tener cierta importancia según las circunstancias. Se observa que si mi
lado masculino es dominante (yang), puedo tener
senos más pequeños y puedo considerarles
frecuentemente como inútiles o sin valor. El cuerpo habla y mis
senos también; soy yo la que he de
decidir la importancia concedida a este
símbolo femenino y sexual. La búsqueda de un equilibrio es importante y el
cuerpo se ajustará energéticamente en consecuencia de las decisiones tomadas
por la mujer (o el hombre) en el porvenir.
Todo
está en la actitud, el amor y la aceptación ¯©
de sí.
CÁNCER DE LOS
PULMONES (ver
también: CIGARRILLO, PULMONES [dolencias de los …])
Al
estar los pulmones directamente vinculados a mi capacidad de vivir, el cáncer de los pulmones me indica mi miedo de morir. En efecto, hay una
situación en mi vida que me roe por dentro y me da la sensación que me muero.
Quizás es después de una separación o de un divorcio, de la muerte de un ser
querido, de la pérdida de un empleo que es muy importante para mí. De hecho,
toda situación que para mí representa, conscientemente o inconscientemente, mi
razón de vivir. Cuando desaparece mi razón de vivir o si tengo miedo de que
desaparezca, esto pone en evidencia que la otra posibilidad que a mí se me
presenta es, en cierto modo, la muerte. Entonces, ¿qué hay de la relación que
se hace entre los fumadores y el cáncer
de los pulmones? Puedo preguntarme si es el humo de cigarrillo que me trae
el cáncer de los pulmones o si es el miedo a morir que me hace fumar
cigarrillos y, en consecuencia, me hace desarrollar el cáncer de los pulmones. Cuando fumo, pongo un velo sobre emociones
que me molestan y que me impiden vivir. Al no resolver el conflicto, éste puede
crecer en mí al punto de hacerme desarrollar un cáncer de los pulmones. Entonces, debo aceptar ¯© la
vida y pensar que con cada inspiración y expiración, es la vida que circula en
mí mediante el aire que respiro. Decido que quiero vivir más allá de mis miedos
y que la vida merece ser vivida, que merezco vivir.
En
los testículos se hace la producción
de los espermatozoides esenciales a la reproducción. Si desarrollo un cáncer de los testículos, debo
comprobar si vivo un sentimiento intenso debido a la pérdida de un hijo, o algo
en mi vida que era para mí tan importante o tan valioso como un hijo. Puedo
haber vivido el fallecimiento de uno de mis hijos, tanto por enfermedad como en
un accidente o después de un aborto. Puede ser también, por ejemplo, uno de mis
hijos que se ha marchado (de un portazo” y que nunca volví a ver. Al haber
salido bruscamente de mi vida, puedo vivir esta situación como la pérdida de un ser querido, como si
hubiera muerto. Otro ejemplo puede estar vinculado también a mí como hombre de
negocios que, a causa de malas inversiones financieras, perdí la empresa “que
había creado” y que consideraba como “ mi bebé”. Sea la que sea la situación
vivida, tomo consciencia de los sentimientos que me habitan; los acepto ¯© para
ayudarme a curar mis heridas, volver a aprender a reír y mirar ahora hacía
delante en vez de rumiar el pasado.
El
cancro se encuentra en un lugar
aislado de la piel o de las mucosas bajo forma de úlcera. Es la señal de una
enfermedad contagiosa en sus principios y que suele ser de origen venérea. Vivo
ira que se refiere a mis relaciones sexuales. El lugar donde el cancro aparece me indica más
precisamente lo que estoy viviendo en esta situación. Así, el cancro puede hallarse en las partes
genitales, en el ano, en el rostro, en las mucosas de la boca. Cuando un cancro bajo forma de úlcera conteniendo
pus, se encuentra en la boca, es que
me impido decir ciertas cosas. Estoy
disgustado, desapruebo ciertas situaciones en mi vida y no me atrevo a hablar
de ello. Guardo ciertas palabras y por lo tanto, éstas fermentan y producen pus. Acepto ¯©
hablar y expresarme por mucho que esté en desacuerdo con la vida y los demás.
Debo hacerlo si quiero mantenerme abierto a la energía activa de la palabra y
de la expresión de sí. Me acepto ¯© en
mi sexualidad y me doy el derecho de descubrir el amor que me ayudará a
desarrollarme.
Hay
varios tipos de cándida. La forma
más frecuente en el ser humano es el cándida
albicano. Aunque pueda encontrarse en el hombre o en la mujer, suele ser
más frecuente en la mujer. Cándida
es una palabra latina que significa blanca.
Es una infección vaginal procedente de la proliferación de hongos bajo forma de
levadura. Se parece a levadura blanca y con costra que se manifiesta después de
un desorden de la flora vaginal. Las bacterias de la vagina controlan
normalmente el cándida pero esta vez, cambia la situación. Esta infección está
naturalmente vinculada a mi compromiso frente a mí – misma o a mi pareja con
relación a mi sexualidad, a situaciones, expresiones y emociones no expresadas
después de ciertos conflictos personales anteriores. Vuelvo a plantear mi
actividad sexual y mi sexualidad, mi apertura a compartir con mi pareja
aspectos más íntimos de mí – misma. La infección corre el riesgo de producirse
si, por ejemplo, tengo una nueva pareja y que mi relación con ella es muy íntima.
Hay probabilidades de que me abra más al amor, al compartir y a la entrega. Es
nuevo para mí y necesito un poco de tiempo para tratar esta reciente situación
aunque se manifiesta el cándida. El cándida puede también proceder del
sentimiento de haber sido rebajado o de ser o sentirse sexualmente abusado por
alguien. Es una especie de protección física y sexual porque la irritación me
impide hacer el amor. ¿Qué es lo que tanto me irrita? Compruebo cual es el
aspecto interior de mi sexualidad que está molestado y encuentro la verdadera
causa de la irritación física e interior. Debo coger mi sitio en la vida
respetándome. Debo ser ahora el candidato que será victorioso y que tomará la
primera plaza. Tomo el tiempo de ver y valorar lo que sucede y acepto ¯© el
amor, la apertura y la paciencia interiores tanto como los de mi pareja.
El
cansancio me da la sensación de
estar sin pilas. Interiormente, estoy vacío. ¿A dónde se fue mi motivación? Mis
inquietudes, mis miedos, mis penas y mis heridas interiores me llevan a luchar
y a resistir. En vez de centrar mi energía para encontrar el punto común de mis
dificultades, la esparzo en demasiadas direcciones a la vez. Desespero incluso
de encontrar una solución. Vivo cierto cansancio frente a la vida, un cansancio interior porque debo
debatirme para seguir adelantando. La depresión incluso es posible. Siento un
sentimiento de incompetencia, de carencia y ausencia de interés. Esto indica
una pérdida de dirección y de intención, una necesidad de reanudar con la
alegría interior y el amor de la vida. Necesito un tiempo de pausa, de descanso
para hacer el balance y recuperar mi energía. Dejo de engancharme al pasado y
acepto ¯©
vivir el instante presente porque cada instante me trae la energía que necesito.
El
síndrome del cansancio crónico o
ENCEFALOMIELITIS fibromialgica puede suceder después de un achaque viral y
puede durar varios años. También puede que esto se produzca porque mi sistema
de defensa natural del cuerpo, mi sistema inmunológico, está debilitado.
También puede que mi psiquismo esté afectado, debido a una depresión, estrés,
falta de motivación, agotamiento por cansancio excesivo, etc. Mentalmente,
estoy agotado y esto se refleja en mi inestabilidad emotiva. Físicamente,
padezco dolores de cabeza y mi fuerza muscular disminuye poco a poco. El menor
esfuerzo me causa un cansancio
intenso. Perdí el gusto de vivir. ¿Dónde están mis sueños y mis ambiciones?
También tengo miedo de la vida y de las responsabilidades. Me siento incapaz de
responder a lo que se espera de mí. De hecho, la enfermedad me permite
retirarme, es mi excusa para no actuar y quizás, un medio de recibir más atención. Así me siento más en seguridad en mi
enfermedad que en mi “enfrentamiento” con la vida. ¿Qué es lo que estaba
viviendo en el momento del achaque viral? ¿Había decidido dejar mi hogar?
¿Acababa de vivir un deceso, una ruptura, un rechazo? Tomo consciencia de que
todo esto está vinculado con el amor, o sea el amor que tengo hacía mí. Acepto ¯©
aprender a amarme más. Soy la persona más importante en mi vida. Aprendiendo a
amarme, hago las cosas para mí y disfruto con cada instante. Formo parte del
universo en donde la reciprocidad es ley. Me amo y así atraigo el amor de los
demás y los amo también. Hago confianza al universo que me ayuda cada día a
adelantar.
El
diccionario define los celos como
“un sentimiento de frustración mezclado de envidia” vinculado al hecho que otra
persona logra o posee lo que me hubiese gustado obtener o poseer. Es el
resultado de una inseguridad interior y de una débil estima de sí y de una
débil confianza en mí que me lleva a dudar de mi capacidad de crear cosas en mi
vida o a tener miedo de perder lo que tengo (en particular a mi cónyuge) Vengo
a desarrollar agresividad y frustración. Tomo consciencia de que mis temores me
llevan a ejercer control sobre una persona o una situación. De hecho, son mis
angustias las que ejercen un control sobre mi vida. Aprendo a tener confianza
en la vida y tomo los medios para curar estas heridas interiores por la
psicoterapia individual o de grupo o por un enfoque energético que me llevara a
conectar más con mi propio poder interior. Entonces me sentiré más libre, más
confiado y podré trasponer esta libertad y esta confianza hacía los demás para
vivir mejor en armonía conmigo – mismo y con la gente que me rodea.
A
veces, la celulitis está
caracterizada por la inflamación del tejido celular cutáneo o subcutáneo. La celulitis suele ser de naturaleza
femenina (aunque es posible en los hombres) y se manifiesta por la retención de
agua y un aumento de la distribución irregular de las toxinas y de las grasas
en las nalgas, piernas, abdomen, nuca, espalda, etc. La celulitis se vincula con las ansiedades, aspectos de mí- mismo que
retengo, emociones reprimidas, pesares
y resentimientos que guardo. Está
vinculada al compromiso de cara a mí – mismo u otra persona. Temo
comprometerme plenamente con la persona que amo y rehúso ir hacía delante.
Este miedo puede tener su origen en un acontecimiento en el cual viví un
abandono. Me niego a contemplar cierta parte de mi juventud, porque con
frecuencia, fui herido y marcado por ciertas experiencias traumatizantes que me
agreden aún hoy y que frenan mi creatividad y mi corazón de niño. La celulitis se vuelve a hallar más en las
mujeres que en los hombres porque yo, como mujer, empiezo muy joven a
preocuparme de mi aspecto, con mi silueta que quiero perfecta según las
normas de la sociedad. El aspecto estético es excesivamente importante.
Compruebo cuáles son los sentimientos que me impiden ir hacía delante y acepto ¯©
integrarlos despacio en mi vida diaria.
Es
la central energética, la unidad central del tratamiento de todas las
informaciones de la maravillosa máquina humana. El cerebro está vinculado con el séptimo chakra (chakra de la corona)
o centro de energía y con la glándula pineal también llamada epífisis del cerebro. Posee dos hemisferios
distintos. El hemisferio derecho, el Yin de los Chinos, representa el lado
femenino (introvertido), la creatividad, la globalidad, la intuición, las
percepciones y el arte; es el hemisferio receptor.
El hemisferio izquierdo, el Yang, es el que da, que “domina”, que es extravertido, agresivo, racional, lógico y
que lo analiza todo. Cada hemisferio controla la mitad opuesta del cuerpo (el
hemisferio derecho controla la mitad izquierda y viceversa). El cruce de los
nervios cervicales hacía el lado opuesto se hace al nivel de los ojos, sede del
chakra o centro de energía del tercer ojo situado en la raíz de la nariz, entre
las cejas. El cerebro es el órgano que representa el centro del universo, la
identificación con toda forma de divinidad.
Los
problemas de mi cerebro me indican
que tengo tendencia a querer comprender
con mi cabeza y mi lado racional todas la situaciones que vivo. Dejo de lado
mis emociones con las cuales temo entrar en contacto intentando convencerme que
no sirven de nada o que pueden ser más nocivas que útiles. Adquirí una gran
rigidez en cuanto a mi modo de pensar y quiero absolutamente tener razón! Es
pues difícil para mí cambiar de opinión y admitir que puedo haberme equivocado.
Por lo tanto tengo ventaja en poner de lado mi aspecto demasiado “adulto”,
serio y racional y a recobrar mi lado “niño” que ama reír, disfrutar y que
irradia por su ingenuidad y su deseo de aprender.
Cuando
el absceso alcanza mi cerebro porque procede de una infección
de mis senos o de mi oreja media, o de cualquier otra parte del cuerpo, esto
indica mi ira frente al asumir mi vida y el miedo que siento de perder el
control de mi autonomía. Entonces debo hacer confianza en el poder divino que
me habita y que me guía hacía soluciones que me ayudan a descubrir mi pleno
potencial.
El
tumor es una proliferación excesiva
de las células anormales en el
cerebro.
El
tumor está conectado con
emociones reprimidas,
pesares profundos,
sufrimientos del pasado. En el
cerebro,
el tumor primitivo
que se desarrolla a
partir de células del cerebro significa que mi central del tratamiento de las
informaciones registra aún ciertas ideas, creencias o esquemas mentales que
ya no tienen su razón de ser! El
tumor resulta de un golpe emocional y
violento vinculado a una situación o una persona a quien
amé mucho o a algo que me hizo sufrir mucho o frente a la cual
mantengo aún hoy odio, rencor, miedos, cólera y frustraciones. Si mi
tumor se sitúa en la parte superior del
cerebro, en medio o en la hipófisis, es frecuentemente debido a un impacto
emocional o bien porque tengo miedo por mi espiritualidad, mi intuición, etc.
Soy testarudo y rechazo cambiar mi modo de ver aquí y ahora, aceptar
¯© mi
vida y todo lo que la acompaña. Soy
rígido
y
fijado en mis pensamientos,
interiormente estoy confuso. Transporto energía mental que ya no corresponde a
mis necesidades más profundas y que es lo opuesto de mis deseos divinos. Mi
cuerpo reacciona fuertemente y brota entonces una producción fuera de control
de ciertas células del
cerebro. Es
un estado crítico y peligroso y debo transformar mi actitud cerrada en una
apertura de corazón si quiero parar este
tumor.
A partir de ahora, acepto
¯© ver
la vida de un modo más abierto y flexible. Está en constante transformación y
evoluciona siempre hacía lo mejor. Mi confianza personal me permitirá alcanzar
este objetivo.
CEREBRO –
ACCIDENTE CEREBRO – VASCULAR (A.C.V.) (ver también: INFARTO [en general], SANGRE / [en general] / ARTERIAS /
CIRCULACIÓN SANGUÍNEA, TENSIÓN ARTERIAL – HIPERTENSIÓN).
Este
tipo de dolencia está vinculado con la circulación sanguínea y los vasos
sanguíneos. Puede manifestarse en varias situaciones que todas están vinculadas
con el amor. Este tipo de accidente
es una reacción muy fuerte, un “no”
categórico a una situación que me niego a vivir. Vivo una resistencia o una amargura interior relacionada con el amor, el proceso de la vida,
los cambios y los acontecimientos (incapacidad, vejez, muerte…). La primera
manifestación de este tipo de dolencia es la alta presión causada por el encogimiento o el estrechamiento de mis
arterias que expresan el amor. La
presión sube porque intento conservar las cosas como son. La arteria afectada se sitúa al nivel del cerebro, sede de los principios
fundamentales de mi existencia. Esta arteria
puede encoger, hacer rupturas y lastimar gravemente el tejido cerebral y la
actividad general del cerebro. Un achaque grave (o un coagulo sanguíneo) puede
causar la muerte o la parálisis. Me duele tanto interiormente que deseo dejar
este universo! Mis dolores interiores y las emociones disimuladas y reprimidas
me impiden expresar todo mi potencial de amor. Todos mis miedos se amplían (la
pérdida de un ser querido, la entrada en una residencia de jubilados, la
soledad y la ausencia de sostén afectivo, lejos de la gente a quien amo, menos
atención y de cuidados, etc.) y mi vida ya no vale la pena ser vivida. Ya no
consigo adaptarme a los cambios futuros porque es demasiado duro para mí. El
amor es el principio fundamental de toda vida. Compruebo los síntomas posibles
de un tal accidente y estoy a la escucha de mi voz interior. Si necesito amor y
atención, lo pido porque es
importante para mí. Acepto ¯© esta
situación accidental o el achaque cardíaco potencial porque me indica que debo
mantenerme abierto al amor divino y que este amor divino cuidará de colmar mis
necesidades. Bajo el efecto de un cuerpo extraño o de un coagulo en una
arteria, o a causa de una pared interna más espesa de una arteria, ésta puede
obstruirse, impidiendo que la sangre nutra una parte del cerebro. Esto se llama un
accidente cerebro – vascular isquémico o infarto cerebral. Un miedo a perder mi autonomía asociado a un
golpe emocional puede hacerme vivir esta situación. La parte del cerebro afectada así como las funciones
que se vinculan a ella (palabra, locomoción, equilibrio, etc. ) me indican bajo
cual aspecto se manifiesta este miedo a mi vida. Puedo tener la sensación de
coger los medios en lo que quiera vivir. En el caso de accidentes cerebro – vasculares hemorrágicos, es una arteria que
estalla, lo cual produce una pérdida de sangre en una parte del cerebro. Puede que viva una tensión tan
grande en mi medio familiar o de trabajo que la tensión acumulada se libera por
este estallido de alegría de vivir (la sangre) que simboliza toda la pena que
vivo en esta situación. Según si el accidente
se vive en la parte derecha del cerebro
(lado intuitivo) o del lado izquierdo (lado racional), podré identificar más el
mensaje que me da mi cuerpo, hacer la paz conmigo mismo y restablecerme más
rápidamente. Visualizo mi cerebro
inmerso en un líquido hecho de luz blanca y dorada para permitir a todas mis
células nerviosas regenerarse o repartir el trabajo de un nuevo modo para que
pueda recobrar la salud más rápidamente.
CEREBRO –
APOPLEJÍA (ver
también: CEREBRO – SÍNCOPE, SANGRE – HEMORRAGIA)
La
apoplejía se produce seguidamente a
la disminución de oxígeno en el cerebro
y trae una pérdida del conocimiento de corta duración, completa y brutal.
Resulta muy frecuentemente de una hemorragia cerebral. La crisis de apoplejía es la manifestación de la
necesidad extrema de resistir a la vida y a los cambios, del rechazo y de la
negación de varios aspectos de mi vida y de mi ser. El vehículo de mi alegría
de vivir, la sangre, ya no consigue irrigar convenientemente una parte del cerebro. Esta parte deja de funcionar y
sigue la parálisis. Si resisto a la vida, estoy de acuerdo con abandonar y
mantenerme cerrado. Prefiero morir: es más fácil y la destrucción es mi única
salvación. ¡Es el fracaso! Esta parálisis me impide expresar plenamente mi
energía vital y mi potencial creativo. Mis actividades están ahora limitadas.
Si quiero hallar la alegría que alimenta mi vida, rápidamente debo abrirme a la
intuición y al amor y expresar más lo que siento. Empiezo sobre todo a tener
más confianza en la vida.
La
conmoción cerebral es la sacudida
del conjunto del cerebro durante un
traumatismo del cráneo, conduciendo a un coma provisional. La conmoción es una forma de huida, un
medio brusco y directo de pararme y observar francamente lo que está sucediendo
en mi vida. La conmoción cerebral
viene a hacerme comprender que inconscientemente, me agarro tanto a mis viejas
ideas o actitudes que chocan con las nuevas que quieren tomar lugar.
Indirectamente estoy llevado a pararme, a hacer un examen de mi vida y ver en
cuales direcciones quiero ahora dirigirme. Vuelvo a mis prioridades. También,
quizás tenga la cabeza “demasiado llena de ideas”, me disperso demasiado,
necesito volver sobre la tierra. Hay bullicio y sigue el impacto. La conmoción sucede después de una herida
en la cabeza o de un accidente que “golpea” la cabeza, el cerebro y lo mental. Mi cuerpo está temporalmente “ido” e
inconsciente. ¿A dónde he llegado en mi vida? ¿Cuál orientación voy a tomar?
¿Va mi mental en todas direcciones al mismo tiempo, sin verdadera orientación?
Probablemente necesito volver a la tierra, a la realidad, para resolver “en la
realidad” y de un modo más apropiado las situaciones que vivo actualmente. Es
posible evitar la conmoción
aceptando ¯©
mantenerme muy abierto a lo que sucede en mi vida.
El
encéfalo está constituido por el cerebro,
el cerebelo y el tronco cerebral. El encéfalo es pues la parte superior de mi
sistema nervioso que controla todo mi organismo. El encéfalo representa pues mi
individualidad en su más alto nivel. Si bien, en general, la cabeza representa
también mi individualidad, el encéfalo representa mi individualidad interior.
Cuando hay una infección inflamatoria ( al nivel ) del encéfalo, llamada encefalitis, esto corresponde a un
sentimiento de ira para con quien soy yo. Digo no a la vida para los cambios
que me brinda. Temo perder mi individualidad, mis adquiridos dentro de lo que
soy. Tengo miedo de perder el control de mí – mismo y de lo que me pueda
suceder. Me siento limitado en la expresión de mí – mismo. Debo abrirme a
nuevas facetas de mí – mismo, tener confianza en la vida. Sustituyo la rigidez
por la flexibilidad, el enmarcado estricto de ciertas partes de mí – mismo por
la apertura para descubrir nuevas facetas de mí. Me doy amor y la comprensión
que necesito y dejo que la paz interior se instale en mí.
La epilepsia está causada por una mala
comunicación entre las células del cerebro.
El influjo nervioso acumulado que resulta crea una sobrecarga y la formación de
ondas de choque que atacan las demás partes de mi cerebro. Las crisis de epilepsia
pueden ser de diferentes intensidades. Así, puedo formar parte de las personas
que simplemente están “en la luna” durante algunos instantes o formar parte de
los que pierden consciencia completamente y sufren convulsiones bastante
fuertes durante cinco a diez minutos. Para vivir tal situación, seguramente me
parece que la vida sólo me aporta rechazo, violencia, ira y desesperación.
Tengo la sensación de siempre tener que luchar. Me siento perseguido. Me siento
culpable de la agresividad que sube en mí y la rechazo. Estoy harto, esto me
exige demasiados esfuerzos. Rechazo esta vida que se esfuerza en hacerme
sufrir. Quiero volverme insensible replegándome sobre mí – mismo.
Frecuentemente es la desesperación o la ira las que me incitan a ello. Al mismo
tiempo, voy a sentirme apaleado por la vida, dejando que ésta traiga cierta
violencia hacía mí. Es extremo el rechazo de mí – mismo y resulta un conflicto de individualidad. Durante la
crisis de epilepsia, mi cuerpo se
pone rígido para protestar contra estas heridas y las convulsiones irrumpen,
tales muy fuertes olas que me permiten dejar salir mi cólera, mi amargura y mi
agresividad largo tiempo reprimidas. No tengo otra alternativa que la de
dejarme ir a los sentimientos intensos que me habitan. Huyo en lo inconsciente
estas situaciones que me hacen tanto sufrir, bien porque tengo miedo, que estoy
molesto o que padezco. El mental no tiene, en ese momento, ningún control. La epilepsia avisa así mi entorno de mi
gran necesidad de amor y atención. La causa profunda de la epilepsia remonta frecuentemente al principio de la infancia y
puede incluso remontar al tiempo del embarazo: siendo niño, culpabilicé mucho:
esto me sigue a lo largo de mi vida y veo ésta como un combate de todos los
días. También se puede tratar de un abuso, sexual u otro, o percibido como tal,
o de un rechazo anterior o vivido en la tierna infancia, tal como una separación. El hecho de sentirme
separado de alguien implica una pérdida de contacto en el plano físico con
éste. La crisis de epilepsia puede proceder por lo tanto
de un modo de obtener o ganarse más atención como de reforzar mi sentimiento de
superioridad. Al indicar la epilepsia
una sobrecarga del circuito nervioso,
esto demuestra que lo que he de tratar en mi vida de cada día es excesivo; se
produce una situación en la que debo elegir. Este sentimiento de estar
sobrecargado puede ser el resultado de sucesos que aumento (exagero) en mi
mente. Esta exageración puede llevar a la arrogancia llevándome a pensar que sé
más que nadie. También puede existir una tendencia a una abstracción demasiado
grande o incluso, una adhesión demasiado grande a los reinos psíquicos. Así
evito tratar con la realidad objetiva. La epilepsia
también puede ser la consecuencia de un miedo atroz que tengo ( por la muerte,
la enfermedad, el miedo de perder a alguien, etc.); Una coloración de
motricidad, como para impedirme adelantar, se suma a mi miedo (por ejemplo; si
debo ir a un entierro (muerte) y que no quiero ir). Tomo consciencia de lo que
sucede en mí y acepto ¯©
concentrar mis esfuerzos ya no exclusivamente sobre lo negativo y darme cuenta
de cuanto amor y salud me brinda también el universo.
En
el plano físico, el
equilibrio se
conserva gracias a la repartición de mi peso sobre mi cuerpo, lo cual me
permite moverme sin inclinarle de un lado o de otro. Las ordenes del
movimiento, en cuanto a ellas, vienen de mi
cerebro: bien de mi sistema visual, de mi sistema propioceptivo
, bien de mi sistema
vestibular de mi oreja interna. Cuando mi
cerebro
se siente
ajetreado y
desbordado por las situaciones o los
acontecimientos. Está estirado en todas direcciones al mismo tiempo y
pierde su equilibrio. La
pérdida de equilibrio o aturdimiento se
asocian frecuentemente con la
hipoglicemia: carezco de dulzura en mi
vida. Esta huida puede ser vinculada a
una situación o a un individuo que me da la sensación de tener una evolución
demasiado rápida para mí. Estos vértigos se producen cuando mi realidad se hace
agotadora, porque entretuve ideas erróneas que han aflorado como consecuencia
de mis esperanzas las cuales no necesariamente estuvieron satisfechas. Entonces
pierdo mi sentimiento de equilibrio y de armonía. Aunque el
aturdimiento pueda proceder de
diferentes causas de orden físico como la
hipoglicemia
(falta de azúcar en la sangre), la
hipotensión
(presión sanguínea baja), una
disminución del ritmo cardíaco, este malestar se vincula a la
huida. En efecto, cuando me siento
estirado, conscientemente o no, busco “aturdirme” para olvidar lo que vivo.
Tomo consciencia de que voy en excesivas direcciones a la vez y me concedo el
tiempo necesario para recuperar mi
equilibrio.
Acepto
¯©
concederme tiempo y dulzura. Tomo el tiempo de saborear lo que es bello y bueno
en mi vida.
Cuando estoy
en este estado, no tengo actividad consciente detectable. Vivo en un estado
comúnmente llamado “vegetativo”. Mi cerebro está afectado después de un
paro circulatorio prolongado o a causa de un traumatismo craneal. Mi cerebro corresponde a mi
individualismo, vivo grandes miedos o culpabilidad, hasta querer
inconscientemente huir la vida. El hecho de que aún esté vivo permite a mis
parientes cercanos amansar progresivamente mi salida de este mundo y expresarme
su amor mientras que yo, puedo empezar a prepararme en la calma para dejar este
mundo por realidades y planos de consciencia superiores.
CEREBRO –
HEMIPLEJÍA (ver
también : CEREBRO / [absceso del…] / ACCIDENTE CEREBRO – VASCULAR [A.C.V.])
La
hemiplejía es una parálisis de una
mitad del cuerpo (izquierda o derecha) causada por una lesión del cerebro. Puede darse después de un gran
golpe, tanto físico como emocional, como por ejemplo el fallecimiento de un ser
querido, lo cual conllevara frecuentemente un estado muy profundo de
desesperación y una sensibilidad altamente afectada. Una explosión de rabia
puede también ser su causa. Mi cuerpo me dice que una parte de mí ya no puede
actuar. ¿Es un sentimiento de impotencia frente a una situación preocupante? El
lado afectado indica si el lado afectivo (lado izquierdo) o mi lado racional
(lado derecho) está implicado. Me doy tiempo para curar mis heridas, sabiendo
que toda experiencia, por difícil que sea, me permite hacerme más fuerte.
CEREBRO –
MENINGITIS (ver también:
INFLAMACIÓN, SISTEMA INMUNITARIO, CABEZA).
La
meningitis es una infección del
líquido cerebral resultando de la inflamación de la membrana que recubre el cerebro y la médula espinal. Indica una
debilidad del sistema inmunitario y una incapacidad en auto - protegerse. La meningitis me señala una debilidad y
una incapacidad en luchar contra presiones exteriores muy fuertes, sobre todo
en el plano intelectual. Es frecuentemente porque tengo dificultad en
protegerme. Siendo hipersensible, vivo todo más intensamente y estoy afectado
más profundamente incluso por cosas que parecen comunes a los demás. Esta
enfermedad me da el mensaje de preservarme de los golpes que vienen del
exterior y de no sentirme culpable de las actuaciones de los demás,
responsabilizándome. O sea, es la rebelión
que ruge, estoy contrariado y el miedo se apodera de mí. El cerebro rige todo el cuerpo y la meningitis implica pues una profunda
debilidad interior que me ataca en lo más hondo de mi ser. La meningitis pone en peligro la central
de mando de mi cuerpo, el cerebro,
debo imperativamente decidir vivir y asumirme, conservar la “cabeza alta” y
hacer brotar en mí esta fuerza interior que me permitirá seguir una vida
enriquecedora y llena de experiencias maravillosas.
La
parálisis cerebral se produce
frecuentemente ya en el momento de nacer y se manifiesta por una anomalía al
nivel del cerebro. El músculo cerebral está paralizado parcialmente o
totalmente, según la naturaleza del traumatismo. Me pregunto frecuentemente
porqué yo, como niño, ya en el nacimiento, padezco ya de esta
parálisis. Puedo suponer una trama
kármica anterior
,
un “pattern” o una experiencia “antes del nacimiento” tan violento, un
traumatismo mental tan intenso que conlleva un cierre total, un paro de
cualquier movimiento hacía delante, impidiendo el progreso. Es aún un estado
irreversible (digo aún porque no se puede predecir la medicina del futuro) y no
puedo liberarme de esto a pesar del amor incondicional y de la atención de la
gente que me rodea. La curación será más sobre el plano espiritual si se
manifiesta.
CEREBRO –
PARKINSON
(enfermedad de…) (ver
también: NERVIOS – TEMBLORES)
La
enfermedad de Parkinson es la
deterioración de los centros nerviosos del cerebro,
especialmente en las regiones controlando los movimientos. Aparecen temblores
que suelen afectar las manos y la cabeza. Cuando tiemblo, es porque siento o
veo un peligro que me amenaza o amenaza a una persona a quien quiero; bien el
temor a perder el control (el cual voy
perdiendo cada vez más!), la inseguridad o la impotencia de progresar en la vida. También puedo haber
vivido un traumatismo: un abuso o dificultades que dejaron huellas y frente a
las cuales vivo los sentimientos siguientes: pena, frustración, culpabilidad,
rabia, depresión que me llevan al agotamiento, al desanimo y que quiero huir en
vez de enfrentarme a ellos y resolverlos. Me auto destruyo lentamente,
produciendo la deterioración de la función nerviosa actual. Una impotencia al
nivel de la motricidad de mis miembros superiores (en particular mis brazos y
mis manos) tiene su origen muy frecuentemente en una situación que vivo en la
cual quería rechazar a una persona, una cosa o un acontecimiento o, al
contrario, la quería retener y me sentí incapaz de ello ( bien físicamente o
moralmente). Si están afectados los miembros inferiores (mis piernas y mis
pies), es con ellos que me hubiese gustado rechazar o volver a traer a mí la
persona, cosa o acontecimiento de referencia. Tengo el placer de huir esta
situación en la cual me siento desbordado y que percibo sin salida. Debo
reasumirme y aprender a controlar MI vida y no la de los demás, haciendo
confianza en la Vida
y decirme que merezco vivir.
Los
tics, definidos como siendo la
ejecución repentina de movimientos repetitivos e involuntarios, demuestran un
desorden de la tensión nerviosa y un desequilibrio al nivel del cerebro. Si tengo un tic o tics,
hay muchas probabilidades de que sea un ser muy emotivo, que reprimo mucha
agresividad y que, de joven, haya percibido la educación recibida como muy
severa y perfeccionista. Así es como
exteriorizo mi inquietud y la amargura que siento muy adentro mío. Si soy un
chico, puede que haya sido afectado por acciones que alguien que representaba
la autoridad para mí me pidió hacer. Esto explicaría el porqué hay 4 veces más
chicos que chicas que padecen tics.
Las muchachas, en general, suelen ser más receptivas frente a la autoridad y
por lo tanto, menos afectadas, - de un modo general – por este aspecto.
Puedo haberme sentido contrariado de cara a ciertos movimientos que me
impidieron hacer siendo más joven (como por ejemplo, si se me prohibía moverme
en la iglesia) y ahora mi cuerpo se mueve, muy a pesar mío, como por reacción,
rebelión contra lo que se me prohibió hacer. Incluso puedo haber tenido la
sensación de “ser cobarde” delante de alguien. Tengo interés en tomar
consciencia de este estado y a expresar claramente mis necesidades.
El
cigarrillo está vinculado a los
pulmones, símbolo de vida, libertad y autonomía, comunicación entre yo y el
universo. Está considerado como una forma de protección, un “velo” que me
permite ocultar ciertas angustias profundas. Creo protegerme por esta pantalla
de humo que me rodea y que me impide ver la verdad. Inconscientemente, el cigarrillo colma también necesidades
pendientes de la infancia, primeras tomas de pecho, calor, amor, afecto de la
madre. Enciendo un cigarrillo sin
pensar en ello, es una costumbre, un gesto automático, una manía que se ha
hecho muy importante para mí. Necesito equilibrar en más o en menos mi
nerviosidad, mi excitabilidad nerviosa. Quiero encontrar “la paz de mi madre”,
la seguridad de ésta. Si fumo, es porque
huyo una situación demasiado desagradable, mi familia, mi vida. Este humo
hace que mis decisiones estén aún más nebulosas. El cigarrillo aumenta el ritmo cardíaco y actúa a título de
estimulante. ¿Cuáles son las decisiones que no consigo tomar y que me hacen la
vida sosa? Identifico mis necesidades auténticas. Acepto ¯©
comunicar más y de un modo más fácil. Si quiero dejar de fumar, sería bueno que
hallara la causa emocional a la cual está vinculada esta costumbre, lo cual
facilitará mucho el cese. Entonces veré más claramente lo que realmente quiero
en la vida y mis necesidades estarán colmadas en armonía con mi ser auténtico.
La claudicación se caracteriza por una
irregularidad en el andar. La causa puede ser muscular, neurológica, vinculada
a la parálisis o a la rigidez de un pie, de una rodilla o de una cadera. Es
verdad que en mi vida, todo no “funciona” tal y como quisiera. Quiero adelantar
pero miedos me impiden adelantar de modo armonioso. Identificando estos miedos,
podré poner más armonía en mi vida, lo cual me ayudará a recobrar más
regularidad en mi andar.
Claustrofobia viene de la palabra
latina “ claustro” que significa “encerrado”. Es pues el miedo irracional de
estar ahogado o cogido en una situación o en un lugar cerrado (ascensor, avión,
cueva y túnel) en donde no tengo ningún control sobre lo que acontece. Por este
motivo, sufro de claustrofobia, la
angustia de vivir en lugares “cerrados”, solo
o con otras personas. Esto puede proceder del momento de mi nacimiento,
cuando debía pasar por el “túnel” del cuello uterino. Pude captar el miedo de
mi madre en ese momento. Así, el miedo puede proceder del momento en que me
hallaba en ese lugar cerrado y seguro que era el útero de mi madre y que las
contracciones me obligaron a dejar, lo cual hizo nacer en mí un gran miedo a lo
desconocido, a lo que puede suceder. Así, encontrarme en un lugar cerrado puede
recordarme este gran miedo que grabé en mí. Tengo la sensación de estar preso y cerrado en una situación en la cual estoy totalmente in poder.
¿Qué debo hacer? Comprobar primero si este miedo no vendría de un cualquier
pensamiento, una fijación mental cuyo origen se vuelve a los primeros períodos
de mi vida. La mayoría del tiempo, esta fobia procede de un “temor sexual” que
se habría dado ya en la infancia. Esto no necesariamente significa que tuvieron
lugar contactos o abusos sexuales sino más bien que el temor fue grabado en la
memoria emocional y que me sentí cogido o que tuve miedo de sentirme cogido en
esta situación de carácter sexual. Acepto ¯©
pasar a la acción y liberarme de ésta por el medio que mejor me convenga.
Frecuentemente, una psicoterapia podrá ser oportuna para cambiar la memoria
emocional y llevarme a vivir con más libertad interior.
La
clavícula es un hueso largo en forma
de “S” alargado que encuentro al
nivel del hombro y vinculado al esternón, arriba y en el centro de la caja
torácica. Al estar directamente unida al hombro la clavícula, un dolor en la clavícula significa mi ira contra las
responsabilidades que me dan y frente a las cuales puedo vivir un sentimiento
de sumisión y obligación. Frecuentemente, una fractura en la clavícula sucede después de una caída
en el hombro e indica que vivo una fuerte presión por mis responsabilidades. La
emoción engendrada puede llevarme a pensar que voy a “romperme” bajo el peso de
mis responsabilidades. Miro las situaciones con objetividad y empiezo a
comprender que la vida no puede darme más responsabilidades de las que puedo
tomar. Hago confianza y me esfuerzo en hallar las soluciones u otro punto de
vista que me ayudará a mejor tomar la vida.
Si,
de modo compulsivo, estoy llevado a cometer robos sin razones utilitarias,
entonces padezco cleptomanía. Vivo
una tensión que procede de un vacío interior aliado a un sentimiento de
culpabilidad. Entonces, para mí, el fin justifica los medios y es como si me
presentase el reto de poder apropiarme de lo prohibido. Esto me alivia, aun
cuando el remordimiento pueda manifestarse a mí luego. Puede que
inconscientemente, espere que se me vaya a pillar “la mano en el bolso” porque
es para mí un modo de atraer la atención. El hecho de hacer un gesto prohibido
puede ser para mí un modo de demostrar mi revuelta frente a la autoridad y de
“escupir” ésta. La autoridad que no acepté ¯©
de joven era o bien la de mi padre, o la de mi madre o de la persona que se
encargaba de mi educación. Puedo recorrer a la psicoterapia para poder identificar este vacío interior o esta rebelión frente a
la autoridad y poder volver a poner amor en la situación. Viviré así una paz
interior más grande y “los demás también se sentirán mejor”.
Los
codos representan la libertad de
movimiento, la flexibilidad, la facilidad para cambiar de dirección en las
nuevas situaciones o las experiencias de vida. Es la articulación adaptable y
flexible del brazo que permite la creatividad y la expresión graciosa de mis
gestos cotidianos. Un dolor o rigidez en el codo significa una carencia de flexibilidad, el miedo a sentirme
“cogido” o arrinconado en una situación desagradable. Los codos siendo vinculados a la acción, puedo ser rígido y juzgar a la
gente que tienen un modo de hacer diferente del mío y que pueden volver a
plantear mis propias costumbres. Resisto a una nueva dirección por tomar,
bloqueando inconscientemente la energía del corazón que va hasta esta
articulación. Dos codos en buena
salud permiten apretar alguien entre los brazos. Puedo poner más energía a
hacer todo lo que quiero. Entonces encuentro fácil aceptar ¯© la
vida y sus numerosos cambios. Me abandono más fácilmente y tomo cuidado de mí
como lo merezco. Aun cuando tengo a veces miedo de soltarme o siento que
alguien me “da con el codo”, debo
“apretar los codos” para protegerme.
Quedo abierto al amor, lo cual me ayuda a vivir más fácilmente las experiencias
cotidianas sin agresividad, con flexibilidad y apertura mental.
Más
conocida bajo el nombre de tennis elbow
en medicina deportiva, la epicondilitis
es una inflamación al nivel de la articulación del codo. Mis codos me dan
la flexibilidad necesaria en los cambios de dirección. En el caso de una
inflamación, debo tomar consciencia del porqué o a qué opongo resistencia.
Puede que esté desarrollando frustración después de acontecimientos repetitivos
que se presentan en mi vida y tenga la sensación que debo constantemente amortiguar los golpes. Acepto ¯©
luego soltar mis viejas ideas y mis viejos patterns para tomar la mejor
dirección para mi evolución. Acepto ¯©
también dejar circular el amor en los sucesos que se me presentan.
Según
la clasificación hecha en Occidente, se cuentan 33 vértebras empezando por arriba, o sea:
7 cervicales
, más bien delgadas,
12 dorsales
, más bien gruesas,
5 sagradas
, soldadas, formando un
triángulo hacía abajo,
4 coxígeas, soldadas y
atrofiadas.
La
columna vertebral, tal el pilar de
una construcción, representa el apoyo, la protección y la resistencia. Por lo
tanto, la columna vertebral me sostiene
y me protege en todas las situaciones de mi vida. Es mi pilar físico e interior.
Sin ella, me derrumbo. La columna
vertebral simboliza también mi energía más fundamental y más espiritual.
Representa mi flexibilidad y mi resistencia frente a los diferentes sucesos de
mi vida. Las desviaciones de la columna
vertebral (escoliosis, lordosis, etc.) están vinculadas a la parte profunda
de todo mi sistema energético. Durante un bloqueo, dolores físicos aparecen.
Sentimientos de impotencia, un peso demasiado pesado que llevar, una necesidad
afectiva o emocional insatisfecha, etc., hacen que me sienta atacado en mi
solidez y en mi resistencia. Tengo la sensación que soy el pilar en el seno de
mi familia, de mi trabajo y con relación a cualquier situación u organización
en la cual estoy implicada. ¿Qué sucedería a los demás si no estuviera aquí?
¿Se derrumbaría todo? La columna
vertebral está vinculada a todos los diferentes aspectos de mi ser por el
esqueleto, a través del sistema nervioso central y por la distribución
sanguínea central. Cada pensamiento, sentimiento, situación, respuesta y
sensación está grabado en la columna
vertebral como en las partes pertinentes implicadas correspondientes del
cuerpo. Miro la región afectada e identifico la causa del bloqueo. Poco importa
la razón, acepto ¯©
mantenerme abierto a la causa y la
integración es más armoniosa. Vuelvo a edificar la nueva persona que quiero
ser.
Una
desviación de la columna vertebral
simboliza principalmente una resistencia a vivir plenamente mi vida. El
modo en que me porto en la vida, mi dificultad en dejar la vida sostenerme y
dejar ir las viejas ideas se manifestarán por una desviación de la columna vertebral que se inclinará de lado, hacía
delante, o hacía atrás… Decido asumirme y mantenerme “derecho” frente a la
vida, con confianza y determinación.
La
lordosis es una curvatura fisiológica de la columna vertebral que se ahueca hacía delante. Tengo dificultad en
sujetarme de pie porque tengo vergüenza
de lo que soy, no me quiero. Frecuentemente vivo la sumisión frente a mi
padre o a lo que representa la autoridad para mí, porque me infra - valoro
frente a él, me siento inferior a él. Me siento aplastado por los demás, tengo
muy poca confianza en mí y soy incapaz de expresar mis ideas y mis opiniones.
Estoy hirviendo interiormente y esta ira me corroe. Debo aprender a amarme. Acepto ¯©
tomar mi lugar porque cada cual
tiene un papel por jugar en el universo. Aprendo a expresar mis ideas y mis opiniones libremente y me siento mejor
conmigo mismo.
La
escoliosis es una desviación lateral
de la columna vertebral. Cuando ésta
me afecta, tengo la sensación de llevar en mis hombros una carga muy pesada.
Como que esto sobrepasa cualquier esperanza de realización, vivo impotencia y
desesperación. Mis responsabilidades me dan miedo, estoy indeciso en mi
orientación. La energía se bloquea y la escoliosis
es su manifestación física. Esto se presenta frecuentemente en la adolescencia:
como que estoy a la búsqueda de una identidad, demasiado viejo para ser un niño
y demasiado joven para ser un adulto, la vida y las responsabilidades parecen
enormes. Tendré tendencia a compararme a mis hermanos, hermanas, primos y
primas. Ya que tengo frecuentemente la impresión que son mejores que yo, me
desvalorizaré y esto se expresará por una escoliosis.
La escoliosis está pues vinculada a
un deseo de huir una situación o alguien. Compruebo lo que sucede en mi vida
que me impide sentirme bien. Acepto ¯©
vivir en presente, es decir un día a la vez. Tomo consciencia de estar en
la escuela de la vida y de vivir en armonía con lo que me rodea. Encuentro la
alegría y, cada día, comprendo que tengo la fuerza y la capacidad de responder
al reto!
Vinculado
a la columna vertebral (el soporte
de mi cuerpo), el disco desplazado
revela que no me siento apoyado. No me siento a la altura, carezco de confianza
en mí – mismo. Tomo consciencia de que cada vez que busqué una respuesta o un
apoyo, encontré la confirmación de lo
que sabía o sentía ya. Acepto ¯©
escuchar mi voz interior que siempre está aquí para apoyarme y guiarme. Aprendo a hacerme confianza y descubro
toda la fuerza que está en mí y la felicidad que esto me aporta de tenerme en
pie, libre, sin temores. Estoy soportado en todo lo que emprendo.
El
coma en la mayoría de casos se
produce después de un accidente.
Sucede muy a menudo que, justo antes de encontrarme en el coma, haya visto la muerte llegar, como si “me hubiese llegado mi
última hora”. En vez de estar consciente al 100% de este momento, el coma se produce justo antes. La
“consciencia” se desconecta. Frecuentemente, cuando me despierto después de un
coma, mi memoria borró los momentos de traumatismos intensos que se vivieron.
Lo que produce un accidente es una culpabilidad vinculada a la huida de cara a
una persona o una situación. Si tengo dificultad en "dealar" con esta
culpabilidad, me refugio en un coma.
El coma viene del griego “kôma" que significa "sueño profundo". Este estado está
vinculado al deseo intenso de huir de una persona o una situación. Me duele tanto interiormente que me repliego sobre mí, porque vivo mucha desesperación, soledad o
frustración. Quiero hacerme insensible a las dificultades de la vida. Me
protejo por este sueño profundo. Me hace insensible a lo que sucede alrededor
mío. Prefiero vivir este estado de inconsciencia total, hasta que mi vida pueda
ser más agradable. Tengo una decisión por tomar: vivir o marcharme. Es la misma
decisión por tomar que en un coma
diabético que está causado por un exceso de glucosa (azúcar sanguíneo) en
la sangre y más particularmente en el cerebro. Mi tristeza es tan grande que
tengo ganas de huir de este mundo en el cual vivo. Aunque el coma pueda durar
largos períodos (semanas y años), es muy importante para mis familiares que me
demuestren amor, afecto y que me digan que la decisión de marcharme o quedarme
me pertenece. Cuando estoy en el coma,
mi cerebro puede estar activo a tal punto que puedo oír a la gente que habla o
sentir su presencia y las sensaciones que emanan de ella aunque yo,
actualmente, no puedo moverme ni expresarme. Sucede que el miedo de la muerte
me retenga aquí en la inconsciencia. Es pues necesario que me den confianza y
me digan que puedo marchar en total seguridad si tal es mi deseo. Si puedo ver
las energías de una persona en el coma,
puedo observar que hay un corte importante de los lazos energéticos, según la
profundidad del coma. Sería pues
adecuado que se me haga tratamientos energéticos para regularizar la situación.
Las
comezones vaginales están vinculadas
a la sexualidad y al principio femenino. Si tengo picor, algo me preocupa en lo que a mis relaciones sexuales se
refiere, mi pareja me hace perder la paciencia. Igual como lo haría para el
caso de irritaciones ordinarias, me pregunto lo que me irrita, me pica y me
molesta. Cuando aparecen los picores,
encuentro la causa y aprendo a comunicar, a dialogar con el corazón abierto
para expresar lo que siento.
La
compulsión es un trastorno del comportamiento caracterizado por una gana
irresistible de cumplir ciertos actos, a la cual el sujeto no puede resistir
sin angustia. Esta compulsión puede hallarse en la sexualidad, el alimento, la
bebida, las compras, el exceso de limpieza, etc. La compulsión nerviosa se
refiere a un aspecto de mi personalidad que considero negativo, que me disgusta
al punto que rechazo verlo. Lo inhibo en lo más hondo de mí. Tanto y mientras
me rehuse en verlo y aceptarlo ¯©, la
vida me lleva a vivir cuantas más situaciones en que debo afrontar este aspecto
de mi personalidad. Cuando vivo compulsión nerviosa, miro lo que me molestó,
acepto ¯©
enfrentarme con ello en vez de huir. Acepto
¯© ser
un humano con fuerzas, debilidades, cualidades y defectos. Tomo consciencia
que soy mi juez más severo, me
perdono y aprendo a amarme. El hecho
de aceptar ¯© tal
como soy me permitirá desarrollarme armoniosamente y ya no tendré más que
desahogarme a través de la compulsión.
La
congestión es el sistema de defensa
del cuerpo instalado para responder a agresiones repetidas contra cierta parte
de mi cuerpo. Diferentes partes pueden estar congestionadas. El hígado: representa la crítica
inhibida, la irritación interior que acumulo porque no consigo expresarla
verbalmente. Puedo vivir disgusto, amargura o decepción. La nariz (senos): ¿cuál es la situación o la persona que no puedo
sentir y que me provoca ira? Los
pulmones: me siento ahogado por mis relaciones familiares, bien sean mis
padres, mi cónyuge, mis hijos, etc. Son mis intercambios familiares tan armoniosos como lo deseo? ¿Me preocupo
demasiado? El cerebro: me siento
superado, ya no sé cómo actuar frente a ciertas personas o situaciones. Mi
cerebro ya no funciona con tanta claridad y rapidez como antes. Se aconseja
apartarse de la bebida o de las drogas. Poco importa el lugar del cuerpo
afectado, resulta una frustración, irritación y rabia frente a los demás y a mí
- mismo. Tomo el tiempo de comprobar lo que me molesta actualmente en mi vida y
asumo la responsabilidad. Acepto ¯©
tomar el lugar que me corresponde, mi
lugar. Realizo la importancia de expresar lo que siento y lo hago sin
atacar a los demás. Ya que expreso mis
sentimientos, no acumulo ni frustración, ni odio. Cuando estoy abierto y
receptivo, los demás lo son. Me siento otra vez en armonía conmigo mismo y con
los que me rodean.
El
corazón está vinculado al cuarto
chakra o centro de energía. Representa el amor (mis emociones, mi capacidad de
amar), la alegría, la vitalidad y la seguridad. La energía del corazón irradia en todo el cuerpo,
sobre todo entre el cuello y el plexo solar. El corazón es un tipo de bomba energética que hace circular la vida
(la sangre) a través del cuerpo entero. Esta circulación sanguínea distribuye
la energía vital necesaria a la felicidad, al equilibrio, a la alegría de vivir
y a la paz interior. Es pues esencial que manifieste el amor dirigiendo la
energía del corazón hacía las más bellas energías espirituales disponibles.
Cuanta más atención presto al amor, la compasión y el perdón, más mi corazón
trabajará en la alegría, la paz y la alegría. Mi corazón será afectivamente
estable y protegido de cualquier decepción. Un corazón de ritmo suave y
armonioso indica una persona interiormente calmada. Mi ritmo cardíaco varía
cuando estoy desequilibrado, perturbado en amor o sensible a mis emociones.
Acepto ¯©
abrirme al amor, entrego cualquier reproche al cuidado del universo, dejo de
criticarme al punto de ponerme enfermo y sobre todo acepto ¯©
perdonarme. Es perdonándome como puedo aceptar ¯©
mejor el amor de los demás.
El
corazón representa el amor y problemas de palpitaciones son para mí
como una señal de alarma, una llamada de socorro en lo que al amor se refiere.
Un miedo profundo a perder o no tener el amor que necesito tanto hace que mis problemas de palpitaciones sean como un
grito de socorro con relación al amor. En el caso de que los ventrículos del corazón se contraigan de modo anárquico
e ineficaz, se trata entonces de fibrillación
ventricular. Este estado puede proceder
de un trastorno cardíaco, de una electrocución, de un momento de pánico en el
caso del feto (al nacer). Si este estado no está solucionado rápidamente, es la
muerte repentina. Esto denota una decisión importante que debo tomar en mi vida
con relación al amor y que es vital. Empiezo a darme todo el amor que necesito
para sustituir mis inquietudes por más seguridad interior y hago confianza a la
vida. La taquicardia se caracteriza
por la contracción rítmica irregular del corazón.
Sus latidos se aceleran a más de 90 pulsaciones por minuto, y este estado es
debido frecuentemente a emociones fuertes. Una situación angustiosa, un
esfuerzo físico o mental y el miedo provocan un desequilibrio afectando
momentáneamente mi corazón que me
lanza un S.O.S.. En cuanto a la bradicardia,
es un disminución del ritmo de los latidos cardíacos. La acumulación de penas
profundas podrá traerme esta dolencia, como si mi corazón ya no pudiera sufrir más y decidiera dejar de latir. En una
u otra de estas situaciones, tomo consciencia que el amor está en juego.
Respiro calmamente y profundamente, estoy a la escucha de mi corazón.
Cuando
oigo hablar de alguien que tuvo un infarto,
en el lenguaje popular, esto significa habitualmente que la persona tuvo un infarto del miocardio. También esto se
llama “crisis cardíaca” o “achaque cardíaco”. El órgano más frecuentemente
afectado por un infarto es el corazón, el centro del amor en el
interior de mí, el núcleo de mis emociones. El achaque cardíaco es para el
cuerpo un modo desesperado de enseñarme que voy demasiado lejos, que presto
demasiada atención a los aspectos materiales, externos y anodinos de mi vida,
mi estatuto social, en vez de volver a lo esencial de mi vida que es la alegría
de vivir del corazón en familia, de
expresar el amor, de amarse a sí – mismo, de saborear cada momento con
intensidad. Estoy tan atado a todo lo que forma parte de mi “territorio” (mi
mujer, mi trabajo, mis amigos, mi casa, etc.) que si tengo
la sensación de haber perdido o que estoy a punto de perder algo o a alguien en
el interior de mi territorio, puedo resistir a lo que sucede y haré una crisis cardíaca. Quisiera “con todo mi corazón” seguir siendo el jefe, el
dueño a bordo. Los achaques cardíacos también están vinculados a mis propios
sentimientos y a lo que vivo con relación a éstos. ¿Hasta donde soy yo capaz de
sentir el amor y de expresarlo a los demás? Hasta qué punto soy yo capaz de
amarme y aceptarme ¯© tal
como soy? ¿Me obligo yo a ser “alguna otra persona” y hacer demasiado para
probar a los demás lo que soy y lo que valgo? Es mi ira, mi frustración, mi
agresividad que, demasiado tiempo contenidas, ya no pueden más y explotan? El
descubrimiento de los aspectos más importantes y significativos de la vida no
se reduce a la cantidad de dinero ganado o al éxito que tengo. El corazón puede estar asociado a la
compasión y al amor pero también puede asociarse a su opuesto que es la
hostilidad, el odio y el rechazo. El achaque cardíaco se produce generalmente
en un período de la vida en que, bien es demasiado fuerte la competición, bien
vivo una presión financiera aliada a la falta de cariño creciente de la familia
y de mis seres queridos cercanos. Es la separación entre mis sentimientos, mi
implicación, mis relaciones y el Universo así como sus ritmos naturales que
atrofian mi corazón. Pienso rechazar
a los demás pero en el fondo, me rechazo a mí – mismo. Necesito ir con la corriente y tomar el tiempo de aceptar
¯© todo
lo que la vida debe darme y comprender, para volver a hallar la paz interior y
sentir en todo mi cuerpo la ternura, la dulzura, el amor que me habitan y que
sólo piden nutrir mi corazón y
conservarlo en buena salud.
La
pericarditis es una infección del pericardio, membrana que rodea el corazón. Sirviendo a proteger el corazón, habrá pericarditis si siento que mi corazón
va a estar atacado, tanto en sentido literal como figurado. En vez de
manifestar ira, conservo la calma y pido a estar protegido en todo momento,
sabiendo que todo lo que sucede es para lo mejor.
El
corazón simboliza el amor, la paz y
la alegría de vivir; por lo tanto, los problemas
cardíacos proceden frecuentemente de una carencia de amor, de una tristeza,
emociones inhibidas que volverán en superficie incluso después de varios años.
Mi corazón está endurecido por las
heridas anteriores. Creo sinceramente que la vida es difícil, estresante y que
es una lucha de todos los instantes. Me siento frecuentemente en posición de
supervivencia, en un estado en que pienso que sólo mi esfuerzo aportará algunos
dividendos. Estoy inquieto, sobreexcitado, angustiado o demasiado frágil para
conservar mi equilibrio emocional. Ahogo inconsciente mi niño interior y le impido
expresar toda esta maravillosa alegría de vivir. El corazón está asociado a la
glándula del timo; ésta que es responsable de la producción de las células –T
del sistema inmunitario se debilita y resiste cada vez menos a las invasiones
si vivo mucha ira, odio, frustración o rechazo de mí – mismo. El corazón
necesita amor y paz. La vida está hecha para ser tomada con la actitud de un
niño: apertura, alegría, curiosidad y entusiasmo. Incluso si tengo necesidades
afectivas por colmar, intento quedar en un equilibrio armonioso, con una
apertura del corazón suficiente como para apreciar cada gesto de mi existencia.
Acepto ¯©
amarme más, quedarme abierto al amor por mí y los demás. Me divierto, me relajo, tomo el tiempo de
ser. Dejo de “tomarme en serio”. Me siento libre de amar sin obligación,
sabiendo que soy feliz a pesar de todo. Existen varias expresiones para
describir el corazón y sus diferentes estados: ser “sin corazón”, “tener corazón”,
“escuchar su corazón”. Si alguien me hace la observación del tipo “no tienes corazón”, compruebo este mensaje que la vida me envía. Quizás
es el signo de que tendría que cambiar algo. ¿Vivo un desequilibrio? ¿Tengo
palpitaciones? ¿Estoy perturbado en el plano emocional? Poco importa la
respuesta, no espero a estar enfermo para comprender y aceptar ¯© los
cambios en mi vida. Me mantengo despierto, abro mi corazón a todo lo que es bueno para mí.
Una trombosis coronaria es la formación de
un coagulo en una arteria coronaria (al nivel del corazón). Este bloqueo de la circulación de la sangre puede llevar
a un infarto del miocardio. Este coagulo afecta el órgano principal que
representa el amor, o sea el corazón.
Debo comprobar lo que en mi vida me impide amar libremente. Esto puede ser un
enfado, un resentimiento violento que pude tener frente a alguien a quien amo.
En qué me siento yo atacado en mi amor – propio? Recibí una noticia que parecía
quitarme mi razón de vivir, lo que me permitía manifestar mi amor? Hago la paz
conmigo mismo y con los demás. Para arreglar esta situación, tomo consciencia
de las fuerzas de amor que me habitan, me abandono y descubro que el Universo
me aporta el sostén que necesito.
El
corte indica un desorden emocional,
un profundo dolor mental que se manifiesta en lo físico. Me hace tomar
consciencia de una llaga interior. Es un aviso, un signo de que debo volver a
evaluar la dirección en la cual voy. Quiero ir demasiado de prisa y hacer
demasiado rápidamente. Es el signo de un conflicto interior profundo. Empujo
mis límites algo demasiado lejos! Miro el lugar en el cual me corto y la
actividad que estaba haciendo en ese momento; esto me permite identificar el
aspecto que debo integrar. Por ejemplo, un corte
en las manos indica quizás que me siento culpable de expresar mi creatividad en
las situaciones diarias, o bien que estoy irritado porque hago una cosa que no
me gusta; me doy prisa y me hago culpable.
Acepto ¯© lo
que debo comprender, asumo mis elecciones y hago el cambio que se impone.
La
palabra crónica viene de “chronos”
que significa “tiempo. La enfermedad
crónica puede tardar meses o años en
instalarse. Para una enfermedad, el término crónico sugiere algo permanente, irreversible y que en el límite,
sólo puede corregirse. Desarrollo una enfermedad
crónica cuando rehúso evolucionar por temor a lo que me reserva el
porvenir. Cualquier sea la enfermedad
crónica que me atraje, puedo preguntarme lo que me daba la
sensación de no poder cambiarse. ¿En cuál aspecto de mi vida tengo yo la
sensación de decirme: “De todos modos, no se puede hacer nada, o no se puede
cambiar nada”? ¿Cuáles son los regalos que me aporta la enfermedad bajo forma
de atención por parte de mi entorno, de la confirmación de mi resignación a
cambiar mi punto de vista sobre la vida, etc.? La solución fácil para mí es sin
duda no hacer nada porque parece que lo único que quede por hacer es bajar los
brazos. El reto que tengo que resolver es asumirme, abrir mi consciencia a la
idea de que todo es posible. Puedo documentarme sobre resultados obtenidos por
personas que tenían enfermedades
crónicas y se han curado. ¿Qué tipo de enfoque utilizaron? A veces, cuando
los medios convencionales no dieron resultados, puedo investigar terapias
alternativas, energéticas u otras, con
discernimiento, por saber cuál podría ayudarme. Saliendo con la idea de que
todo es posible, podré mejor hallar soluciones que, si bien no me curan
totalmente de mi enfermedad, me ayudarán a mejorar mi salud física, mental y
emocional.
El
cuello es la parte del cuerpo que
soporta la cabeza. Este nexo entre el cuerpo y la mente es también el puente
que permite a la vida manifestarse, es la expresión viva, el que autoriza el
movimiento más fundamental. Representa la flexibilidad,
la adaptabilidad y la dirección anticipada. Es multi - direccional y amplia mi visión exterior del
universo. Lo puedo ver todo alrededor mío y, gracias a la flexibilidad de mi cuello, puedo mirar una situación bajo
todos los ángulos (delante, atrás…). Mi punto de vista se vuelve más objetivo.
Un cuello en buena salud me permite
tomar las mejores decisiones. Todo lo que da la vida pasa por el cuello: el aire, el agua, los
alimentos, las circulaciones sanguínea y nerviosa. Une la cabeza con el cuerpo
y permite la libre expresión de sí, la palabra viva (voz) y el amor. El cuello separa pues lo abstracto de lo
concreto, lo material de lo espiritual. Es importante mantener mi cuello en buena salud porque me permite
ver lo que me rodea con una menta abierta, dejando de lado cualquier forma
de obstinación y estrechez mental (cuello rígido). Ya que la garganta se
sitúa en el nivel del cuello, si
tengo dificultad en tragar mis emociones, si las “reprimo”, esto puede crear
una tensión en el nivel de mi cuello
en donde se halla el centro de energía de la comunicación. Al corresponder el cuello a la concepción, también
representa mi sentimiento de pertenencia, mi derecho de estar en esta tierra,
dándome así un sentimiento de seguridad y de plenitud.
CUELLO – TORTICULIS
(ver también: COLUMNA VERTEBRAL
– PARTE SUPERIOR DE LA ESPALDA,
NUCA […RÍGIDA])
El
torticulis demuestra, entre otras
cosas, que vivo inseguridad. Tengo
resistencias en ver todas las facetas de situaciones que estoy viviendo.
Mis músculos del cuello se contraen,
mi cuello se pone rígido y no
consigo girar la cabeza. Mi inflexibilidad me impide apreciar la ayuda que
desean traerme y que ayudaría a hacer evolucionar las cosas que me parecen
difíciles. Prefiero mantener la cabeza derecha y asociar mi mal a un
“enfriamiento”. Tengo interés en tomar consciencia de que esta frialdad más
bien afectó mi corazón, provocando así un bloqueo de energía. Puedo también
intentar huir de una situación
incómoda que me pide afirmarme y tomar posición. También es importante que me
pare para constatar en cuál dirección rechazo mirar o cuál es la cosa que me
obstino en mirar, decir o hacer y que me “beneficia”… Si aceptase abrirme a un
nuevo modo de ver las cosas o a nuevas ideas, mi vida sería quizás muy mejorada
y mi torticolis desaparecería.
¿Quizás haya una persona, una cosa o una situación que quisiera y que, al
mismo tiempo, no quisiera mirar a causa de mi timidez, mi vergüenza o mi
sentido moral que es muy fuerte? Si la rigidez impide que mi cabeza gire de
izquierda a derecha, puedo preguntarme si sé a quién o a qué me niego a decir
“no”. Si al contrario, tengo dificultad para decir sí con mi cabeza, es quizás
porque rechazo de entrada nuevas ideas. Mi cuerpo me dice de aceptar ¯© ver
y apreciar el instante presente y reconocer todas las nuevas cosas que forman
parte de mi vida.
CUSHING
(síndrome de…) (ver
también: SUPRARRENALES [dolencias de las cápsulas])
Consecuencia
de una sobreproducción de una hormona de las glándula suprarrenales, el síndrome de Cushing se manifiesta por
un desorden mental y físico, un desequilibrio que trae el sentimiento de estar invadido por los
demás, por el hecho que he perdido progresivamente todo contacto con mi propio
poder. Se vive un sentimiento de impotencia. Así, por reacción tengo tendencia
a querer aplastar conscientemente o no a la gente alrededor mío. Cuando estas
glándulas funcionan de modo anormal, veo aparecer una serie de síntomas
conocidos bajo la denominación de síndrome
de Cushing. Me doy cuenta que ciertas partes del cuerpo se van
transformando: el rostro, el cuello, el tronco y constato también que los
miembros inferiores adelgazan. Vivo un desequilibrio físico y mental. Me siento
impotente, ya no tengo consciencia del poder que me habita. Estoy en estado de
supervivencia y es importante para mí que vuelva a tomar contacto con la
realidad haciendo gestos que me ayudarán. Uso este poder para mejorar mi
calidad de vida. Aprendo a hacerme confianza, acepto ¯© tomar mi lugar y vivir en función de lo que siento y de
lo que soy.
Es
un pequeño tumor inflamatorio (nódulo rojo, blando) situado habitualmente en el
borde interior del párpado. Al estar generalmente vinculado un tumor a un
impacto emocional, se produce cuando vivo una emoción intensa delante de lo que
veo o vi. Puedo comprobar de cuál párpado o cual ojo está afectado: el ojo
izquierdo corresponde al campo afectivo y el ojo derecho representa lo racional
y las responsabilidades. Me mantengo abierto a lo que veo y estoy mucho más
centrado sobre mí – mismo.
Al chuparme el pulgar, deseo así volver a crear la sensación de
bienestar que sentía cuando estaba en el vientre de mi madre. También ocurre
que el pulgar esté sustituido por el dedo medio (mayor), el cual representa la
sensibilidad. El calor y la humedad de mi boca me procuran la seguridad, la sensación
de estar al albergue del mundo exterior. Debo reforzar mi sentimiento de
seguridad interior, cuidando de mí y dándome placer.
Los
dedos son la prolongación de mis
manos y el instrumento sirviendo a la manifestación de mis acciones en mi vida
de cada día. Representan la acción en el
momento presente, los detalles de la vida diaria. Por el
tacto, puedo amar, acariciar, reñir, construir y crear. Mis dedos son la manifestación
concreta de mis pensamientos, mis sentimientos. Una herida en el dedo me indica que intento quizás hacer
demasiado, que voy demasiado lejos o demasiado de prisa. Llevo mi atención en
demasiadas cosas al mismo tiempo y mis energías están dispersas. Me preocupo
demasiado de las cosas por hacer. Poco importa la naturaleza de la herida
(corte, rasguño, verruga, etc.) me preocupo con mis acciones presentes.
Habitualmente, el nivel de la herida y el tipo de tejido implicado (la piel o
los huesos) son importantes. Por ejemplo, un corte hasta el hueso implica una
herida más profunda que un simple rasguño. Compruebo el/los dedo/s implicado/s y la respuesta a mis
preguntas estará más clara. A partir de ahora, tomo el tiempo de hacer una cosa
a la vez porque acepto ¯© mi
dimensión humana y corto mi
impaciencia que me incita a adelantar demasiado rápidamente.
El
pulgar está vinculado a la presión, la que me coloco en los
hombros tanto como la que exijo de los demás! Es un dedo poderoso que simboliza la fuerza, mi necesidad de poder y que
sirve a empujar, juzgar, apresurar así como apreciar las acciones de los demás
(pulgar arriba o abajo) tanto como
mis propias intervenciones. Cuando enseño el pulgar hacía arriba teniendo la mano cerrada, doy mi aprobación; el
pulgar hacía abajo, mi desacuerdo o
mi rechazo. El pulgar esta vinculado
a mi intelecto, a mis intercambios
inter - personales y a mi sensibilidad. El pulgar
determina pues el tipo de contactos que tengo con los demás y yo – mismo. Un
niño se chupa el pulgar en las
situaciones en que se siente inseguro, por lo tanto el pulgar representa la seguridad y la protección. Todas las heridas
en el pulgar se vinculan a un exceso
de esfuerzo mental, un cúmulo excesivo de ideas y de preocupaciones y una tendencia a ser pesimista. ¿Son sanos mis
intercambios con los demás? ¿Empujo
demasiado los demás o me siento empujado por una vida acelerada? El pulgar simboliza también la vida y la
supervivencia, la gana de vivir su vida y no de morir (si conservo mi pulgar en el interior de una mano
cerrada, soy una persona introvertida que quizás tiene ganas de morir o que
siente la necesidad de replegarse sobre sí para protegerse del mundo exterior).
A partir de ahora, lo hago todo para estar en paz conmigo mismo. Observo los
signos vinculados con mi pulgar y me
mantengo vigilante cuando algo me sucede. Dejo subir la tristeza que me habita.
Acepto ¯© la
vida y las situaciones sin hacer demasiado drama porque sé que el universo
cuida de mí!
El
índice representa el ego bajo todos estos aspectos: autoridad, orgullo, suficiencia… En mis
comportamientos no verbales, cuando activo mi índice apuntándolo con
frecuencia, esto indica un rechazo de
autoridad, bien sea de los padres u otra. Intento expresar la autoridad de
modo “reactivo” es decir en reacción con las diferentes formas de autoridad
presentes. Mi miedo de la autoridad puede incluso causarme trastornos de
digestión. Tengo miedo de estar cogido en la trampa, de no estar reconocido en
mi justo valor. Tengo miedo de la autoridad y no acepto ¯© que sea presente en mi vida. Quiero hacer valer mi
criterio a toda costa! Cuando uso mi índice
para imponer mis ideas de un modo bastante autoritario, es mi modo de afirmar
mi “poder personal”. Tomo consciencia que a menudo, son mis llantos los que me
hacen actuar de esta manera. Tengo una gran sensibilidad emocional y necesito
sentirme en seguridad en la vida. Comprendo que tener razón por un todo o una
nada, no es lo que cuenta. Conservo mis energías para cosas importantes. ¿Es
realmente la autoridad que me molesta? Quizás se trate de un sentimiento de
impotencia o de inseguridad que remonta a mi infancia frente a la autoridad de
los padres. A partir de ahora acepto ¯©
las formas de autoridad que me molestan sabiendo que existen para hacerme
evolucionar positivamente.
El
dedo mayor, el dedo más largo de la mano, representa
la creatividad, la sexualidad y la ira. En suma, simboliza muchas cosas y
debo prestarle una atención particular. Una herida a este dedo significa que mi
vida sexual no va como lo deseo o que me inclino demasiado fácilmente frente al
destino. Vivo una pena o una tensión vinculada con la insatisfacción, y la ira
se instala paulatinamente. Esta reacción me impide realizar mis deseos concretos.
Mi lado creativo está restringido por una falta de confianza. De ahora en
adelante, identifico el aspecto de mi sexualidad o de mi creatividad que está
en causa. Acepto ¯©
expresar mis necesidades en vez de dejar subir la ira. Comprendo que únicamente mis miedos (el orgullo) me impiden
expresarme.
Anular, de la palabra “anillo”, es el símbolo de la unión y representa mis
lazos afectivos. Cualquier herida a este dedo
procede de una pena o de una
dificultad en mis relaciones afectivas; puede ser frente a mi marido, mi mujer,
mis hijos y, en ciertos casos, incluso frente a mis padres. Esta herida es la
manifestación externa de una herida interior de la cual no he hablado
probablemente con nadie. Me es difícil hacer la unión conmigo mismo, vivir con
esta pena interior que me pesa. Quizás tengo tendencia a exagerar la situación.
¿Qué es lo que me molesta? Acepto ¯©
desprenderme para ver mejor la situación. ¿Qué es lo que me impide expresarme?
¿Quizás me imagino la reacción del otro? Aprendo a comprobar y comprendo que
entre imaginar y saber, hay una gran diferencia. Comprobar me permite tener
relaciones mucho más armoniosas y me enseña también a dialogar.
El
auricular está directamente
vinculado con el corazón. Representa
la familia así como todos los
aspectos familiares de mi vida, en particular el amor y la armonía familiar.
Cuando me hago una herida en este dedo, esto indica que vivo emociones frente a
mi familia que debería exteriorizar, una falta de armonía en el interior de mi
pareja o una simple carencia de amor de sí. Cualquier daño al dedo pequeño (rasguño, quemadura, etc.)
denota seguramente una emotividad demasiado grande. Tengo seguramente la
desgraciada costumbre de preocuparme por pequeñeces (dedo pequeño) y mi
emotividad predomina. Me vuelvo pretencioso y esto me desequilibra y me impide
comprender a la gente y los acontecimientos de mi vida. Acepto ¯©
mirar los acontecimientos y las situaciones con la simplicidad de un niño.
Desdramatizando y revelando apertura mental, aprendo a afirmarme y a comunicar.
Voy hacía delante más alegremente. Necesito mucho más calma interior. En vez de
jugar un papel y vivir en un mundo en que las apariencias importan más que el
“ser”, tengo ventaja en volver a las cosas simples y a ser yo – mismo.
El
artritis simboliza la crítica, el
auto- castigo, la reprobación, una carencia profunda de amor. Así pues, los dedos (es decir los detalles de la vida
cotidiana) artríticos indican el sentimiento de estar mal amado y de ser
víctima de acontecimientos en mi vida de cada día. Doy el poder a los demás.
Acepto ¯©
amarme y perdonarme porque, si no me quiero, cómo pueden amarme los demás?
La
cutícula es una capa muy fina de
piel, una especie de película que se forma en la base de la uña. Cuanto más
gruesa es la cutícula y más
rápidamente crece, más tendencia tengo a ser duro hacía mí. Me critico constantemente por
futilidades porque soy perfeccionista. Acepto ¯©
ver que soy un ser humano en evolución y que siempre hago mi posible. Dejo de
juzgarme tan severamente y me acepto ¯©
tal como soy para poder seguir
adelantando armoniosamente.
Los
dedos de los pies representan los
detalles del porvenir. Si vivo inseguridad frente a esto, tengo rampas y si vivo culpabilidad, puedo
darme golpes al dedo, cortarme (si hay pérdida de alegría) o herirme más severamente (dedo roto,
quebrado). Si tengo un juanete, que
es una deformación del dedo gordo,
hay un conflicto a un nivel muy profundo. Esta parte del pie corresponde al
período de algunas semanas después de la concepción e indica una debilidad en
el compromiso de estar realmente aquí ( en vida). El juanete aparece generalmente en el momento de vivir una relación
con una pareja o uno de los padres que encuentro muy dominante. Al dejar al
otro que tome las decisiones, huyo mi responsabilidad frente a mis propias
decisiones. La expresión “cuídate de tus asuntos” expresa bien el hecho que
encuentro que personas de mi entorno se cuidan de mis cosas y que esto no les
incumbe, a menos de que sea yo quien me cuide de los asuntos de los demás. El juanete puede desaparecer si me asumo,
asumo mis responsabilidades, permitiéndome así vivir plenamente mi vida. Los dedos de los pies son la parte de mi
cuerpo que va primero hacía delante, dedos
hacía abajo pueden indicar una inseguridad en ir hacía delante, un deseo de
“agarrarse al suelo” para evitar adelantar.
Tengo pues tendencia a quedarme en el mismo lugar. Me impido “entrar en
la vida”. Los dedos hacía arriba indican el intento de escaparme de la vida, de
elevarme hacía las realidades más abstractas que terrestres. Los dedos
como ganchos indican una gran confusión en la dirección por tomar y
una ausencia de libertad y de claridad interiores, lo cual me lleva a querer
huir. El dedo en martillo me indica
un estrés y una repugnancia a ir hacía delante. También esto puede ser el miedo
de un modo de ser abstracto y poco estructurado. Para conocer el significado
metafísico de cada uno de mis dedos,
puedo referirme al significado de cada uno de mis dedos, empezando por el
pulgar para el dedo gordo, para
acabar con el dedo pequeño, el
auricular, para el dedo pequeño del pie. Basta con transponer el significado de
los dedos de la mano, que son los detalles de la vida cotidiana al de
los dedos de los pies que son los detalles del porvenir.
Una
infra – alimentación o un consumo excesivo puede conllevar la delgadez o transformarse en obesidad. La nerviosidad, la ansiedad,
el consumo de medicamentos, los grandes miedos o muy grandes alegrías son
factores que hacen que un individuo se engorde o que otro adelgace. La persona delgada generalmente es emotiva, con
una gran sensibilidad y no siempre sabe cómo expresar sus sentimientos porque
habiendo sido herida ya, quiere protegerse para no tener que sufrir más. Esta
misma sensibilidad se encuentra en una persona con un exceso de peso, creándose ésta una protección y una barrera por su
físico más imponente. La gente anoréxica
rechaza vivir, prefiere morir que aceptar ¯©
el amor.
Una
dependencia está vinculada a un
profundo vacío interior, a una
tentativa exterior de querer colmar principalmente una carencia de amor de sí o
una carencia afectiva vinculada a uno de mis padres. Mediante la dependencia (alcohol, droga, alimento,
cigarrillo, deporte, sexo), quiero colmar este vacío, esta desesperación y esta
tristeza. Mi vida está privada de sentido, no satisface mis deseos más
profundos. Me siento en rebeldía contra el mundo exterior y tengo dificultad en
preservar mi ego. No consigo amarme tal como soy y esta incapacidad temporal se
manifiesta por ira y rencor frente al universo. La dependencia es pues un tipo de sustituto que me ayuda a vivir
temporalmente en un mundo sin problema. El alcohol me trae cierta éxtasis y un
letargo frente a lo que vivo, las drogas “no prescritas” (cocaína, haschich,
heroína, LSD, PCP, marijuana, etc.) me dirigen hacía nuevas sensaciones con el
deseo de alcanzar cumbres desconocidas de la consciencia. Cualquier dependencia conlleva pues reacciones
del cuerpo humano más o menos conocidas. Estas formas de abuso son
fundamentalmente negativas y diversos tipos de miedos incontrolados (neurosis)
pueden surgir si la dependencia es
fuerte (por ejemplo: drogas). Finalmente, una dependencia puede manifestarse a través de cierta tendencia (por
ejemplo: sexual) que es difícilmente controlable. El primer paso importante por
hacer es tomar consciencia de mi situación. Esto requiere mucho amor y valor
para afrontar o romper esta esclavitud que desordena mi vida. Acepto ¯©
estar abierto a lo desconocido, a la vía que me llevara a mis objetivos de
Realización de sí. El amor incondicional es el principio de mi curación.
Pregunto a los demás, busco, compruebo, hago los primeros pasos. Busco cuál
método de curación natural puede ayudarme a centrarme, a armonizarme y a
aumentar mis fuerzas interiores afín de permitirme integrar con amor las
diferentes carencias vividas durante mi juventud. Las responsabilidades ya no
me asustan y vuelvo a tomar contacto con el ser divino que soy.
El
calcio es un mineral correspondiente
a la energía más “rígida” del cuerpo humano, es decir el hueso. El calcio está pues conectado a la energía
mental, a la estructura mental de mi ser. El depósito se forma cuando la energía se fija y se “cristaliza”
(parecida a las piedras del hígado) en un lugar dado conllevando dolor e
inflamación. ¿Porqué es así? Porque los depósitos
de calcio proceden generalmente de pensamientos inmutables, de la carencia de flexibilidad con relación a la
autoridad que rehuso aceptar ¯©.
Considero que doblarme a esta exigencia suplementaria en mi vida me impide ser
totalmente libre. Un modo de cambiar estos depósitos
de calcio en amor es practicar la apertura mental y poner el acento en la comunicación. Acepto ¯© que,
estando abierto a los demás, sufro menos autoridad y vivo mucho más el
compartir. Así, me vuelvo autónomo, libre y adquiero la sabiduría!
La
depresión implica una profunda tristeza interior, una
acumulación de emociones inhibidas provocando un conflicto entre el cuerpo y la
mente. Esta enfermedad está conectada con un suceso señalado de mi vida. La depresión se traduce por desvalorización y culpabilidad que me corroen por dentro. Si soy depresivo, me siento miserable, menos que nada. Vivo en el pasado
constantemente y tengo dificultad en salir de él. El presente y el porvenir no
existen. Es importante efectuar un cambio ahora en mi modo de ver las cosas
porque ya no es como antes. La depresión
frecuentemente es una etapa decisiva en mi vida (por ejemplo: la adolescencia)
porque me obliga a volver a cuestionarme. Quiero a toda costa tener una vida
diferente. Estoy trastornado entre mis ideales (mis sueños) y lo real (lo que
sucede), entre lo que soy y lo que quiero ser. Es un desequilibrio interior
(quizás químico y hormonal) y mi individualidad es irreconocible. Me siento
limitado en mi espacio y voy perdiendo despacio el sabor de vivir, la esencia
de mi existencia. Me siento inútil. En otras palabras, la depresión tiene en su origen una situación que vivo frente a mi
territorio, es decir lo que pertenece a mi espacio vital, sean personas (mis
padres, mis hijos, mis amigos, etc.) animales (mi perro, mis peces, etc.) o
cosas ( mi trabajo, mi casa, mis muebles, etc.). El conflicto que vivo puede
estar vinculado a un elemento de mi territorio que tengo miedo de perder: a una pelea que tiene lugar en mi territorio y que me molesta (por
ejemplo: las peleas entre hermanos y hermanas). He aquí expresiones que revelan
cómo me puedo sentir: “Me ahogas!”, “Me chupas el aire!”; “Aire!”. A veces
también, siento dificultad en delimitar o marcar mi espacio, mi territorio:
¿Qué es lo que me pertenece en exclusividad y qué es lo que pertenece a los
demás? Las personas depresivas
frecuentemente son permeables a su entorno. Siento todo lo que sucede alrededor
de mí y esto incrementa mi sensibilidad, de aquí un sentimiento de limitación y
la impresión de estar invadido por mi entorno. Así, abandono porque
encuentro la carga demasiado pesada, ya no tengo el gusto de vivir y me siento
culpable de ser lo que soy. Incluso puedo tener tendencia a la auto –
destrucción. También puedo tener “necesidad de atención” para ayudarme a
valorizarme; la depresión se vuelve
en este momento, un medio inconsciente para “manipular” mi entorno. La risa ya
no forma parte de mi vida. Poco importa la razón, compruebo ya ahora la causa o
las causas subyacentes a mi estado depresivo.
¿Viví yo una presión de joven? ¿Cuáles son los acontecimientos señalados
vividos en mi infancia que hacen que mi vida parezca tan insignificante? ¿Es la
pérdida de un ser amado, mi razón de vivir o la dirección de mi vida que ya no
consigo ver? Huir la realidad y mis responsabilidades no sirve de nada (por
ejemplo: suicidio) por más que esto parezca ser el camino más fácil. Es
importante constatar las responsabilidades de mi vida porque necesitaré otra
cosa que antidepresivos para hacer desaparecer la depresión: debo ir a la causa. A partir de ahora, comprendo que soy
un ser único. Tengo valores interiores excepcionales. Puedo retomar el control
de mí – mismo y de mi vida. Tengo elección de “soltar” o de “luchar”. Tengo
todo lo necesario para cambiar mi destino. Responsabilizándole, adquiero más
libertad y mis esfuerzos están recompensados.
El
desmayo es una pérdida de consciencia temporal de duración variable, yendo de un
corto instante a media - hora. Si tengo una pérdida de conocimiento total, brutal y de corta duración, se habla
de síncope. Si la pérdida de
conocimiento dura un período más largo de tiempo, se trata de un coma. En cualquier caso, una pérdida de conocimiento me permite huir la realidad. Me niego
momentáneamente porque estoy tan cansado que mi resistencia es nula. Soy
incapaz de enfrentarme con las situaciones de mi vida. Alterno entre estados de
miedo, angustia, desánimo e impotencia.
Frecuentemente, tengo miedo de perder el poder y de no “estar a la altura” de
algunas personas o algunas situaciones. Cuando me agarro, bloqueo todas las
energías y las fuerzas que están en mí. Tomo consciencia que debo cesar de
agarrarme al pasado y a mis viejas ideas. Dejo que la vida siga su curso.
Acepto ¯©
confiar en el universo ya que todo está aquí para mi evolución.
El
diafragma es la gran pared muscular que
separa la parte superior (pulmones, corazón) de la parte inferior (hígado,
estómago, intestinos, etc.) de mi ser. Representa la respiración, la capacidad de abandonarme totalmente
respirando profundamente. Necesito estar “relajado” para poder respirar bien la
vida. El diafragma es eficaz cuando
me abandono a la vida. Si aparecen algunas tensiones, es porque me reprimo, me inhibo o bloqueo energías liberadoras que son
benéficas para mí. Puedo vivir algunas situaciones que me impiden expresar
libremente mis sentimientos y mis pensamientos más profundos. Quizás mi modo de
vida me impide ser realmente lo que soy, lo cual me lleva a respirar de un modo
superficial y limitado. El diafragma
está vinculado al período de los primeros movimientos del feto, donde descubro
que algo más existe además de mí. Por lo tanto, una vez adulto, esta área se
bloquea cuando los intercambios entre mi mundo interior y mi mundo exterior me
provocan conflictos, por ejemplo si hago muchas cosas que son vacías o
superficiales, sin profundidad. Debo tomar consciencia de que la vida me trae
mucho bien. A partir de ahora, no necesito reprimirme inútilmente. El diafragma es un músculo de gran
importancia que, cuando respiro plenamente, me permite entrar en contacto con
mi yo interior y volver a conectar con la energía del universo. Ya ahora, veo
mi vida de un modo muy diferente. Expreso libremente, aquí y ahora, mis
pensamientos, mis sentimientos, mis emociones profundas…
Los
dientes simbolizan las decisiones, la puerta sólida de entrada
que me permite morder con “todos mis dientes” en la vida! Realidad interior y
exterior pasan por mis dientes que
son uno de los medios para expresarme enteramente en este universo. El diente es uno de los órganos anexos muy
duros que representa la energía fundamental de mi ser. La capacidad interior de
acoger las nuevas ideas, el amor y el alimento interior se manifiesta por los dientes sanos y duros. Los dientes son, en parte, el espejo del
ser. Cuando el alimento pasa a través de mi boca, ésta transmite también
sentimientos que pueden afectar mis dientes
a más o menos largo término. Así, dientes
alterados (por ejemplo: con carie) indican una débil afirmación de sí, una
realidad inaceptable para mí y el miedo a coger mi lugar en el universo con las
responsabilidades que esto implica. Aunque tenga dificultad en tomar ciertas
decisiones benéficas para mí, debo quedarme abierto a los medios disponibles
que me permiten superar las situaciones más delicadas. Los dientes representan también mi voluntad de ir hacía delante, de
hacer bien las cosas, mi capacidad en dar vida a mis pensamientos y a mis
emociones. Un conflicto profundo, culpabilidad conectada con una situación
emocional transportada con las palabras, o cualquier desarreglo interior pueden
manifestarse por una reacción en los dientes
e incluso en las encías. Puedo pues “apretar los dientes” para defenderme de una agresión exterior en una situación
que me hace fuertemente reaccionar. Cierro la puerta, resistiendo a lo que
quiere entrar en mí o, al contrario, a lo que necesita salir de mí. Los incisivos (los dientes de delante) se
relacionan con el hecho de no hacer tal acción, etc. Los caninos se vinculan más con el hecho de poder ejercer cierta autoridad
sobre las decisiones que he de tomar. Pueden estar afectados cuando me siento
“estirado” frente a una decisión que he de tomar. Las premuelas me indican mi grado de acuerdo con mis decisiones. En
cuanto a las muelas, representan mi
grado de felicidad frente a las decisiones que se tomaron o que debo aún tomar.
El esmalte del diente estará
afectado cuando tengo la sensación de que no tengo el derecho de “morder” en
una situación y la dentina estará
afectada cuando pienso no poder ser capaz de “morder” en una situación, dudando
de mí – mismo, de mis capacidades. Acepto ¯©
quedar abierto al amor, sin tener miedo de perder la gratitud de los demás. Me
amo tal como soy, con todas mis cualidades. Debo cuidar de mis dientes, “visten” mi personalidad. Los dientes no tienen máscara! Me mantengo
yo – mismo, sin juzgarme y quedando abierto a las críticas exteriores.
Transformo mis pensamientos en amor auténtico y mis dientes se mantienen en buena salud!
Los
problemas dentales están vinculados
con las decisiones, especialmente
cuando me duelen los dientes. Aplazo la
toma de decisiones, porque las consecuencias de estas elecciones me
asustan, me hacen perder seguridad. Se asocia a la responsabilidad personal, a
mi capacidad de tomar decisiones, sin tener miedo de lo que sucederá después.
Si tengo un dolor de muelas, puede
ser que me sienta dolido porque me
culpo de no conseguir comunicar lo que quiero. Tengo el gusto de “enseñar los
dientes” para coger mi sitio y mostrar que existo. Quiero que me escuchen, que
me respeten. Tomo consciencia que comunicando mis necesidades y mis deseos, los
dolores de muelas ya no tendrán
razón de existir. Cuando se trata de sarro
en los dientes, es una forma de agresión interior, una reacción que no ha sido
resuelta y vuelve a aflorar. Esto me puede llevar a endurecerme en mis
posiciones frente a las decisiones que he de tomar o que tomé. Mis
comportamientos pueden cambiar. Sabiendo que no es benéfico para mí estar a
disposición de mi imaginación, desarrollo más bien el lado creativo de las
circunstancias. Intento encontrar un medio de estructurar mejor mi pensamiento
y mis ideas; así, me será más fácil tomar iniciativas juiciosas vinculadas a lo
que vivo actualmente. Acepto ¯© ser
consciente de lo que sucede en mi vida, comprender la esencia de la
determinación que rige mi universo. Compruebo el lado afectado por los problemas dentales y aporto la solución
que conviene. Si está arriba, pienso en la intuición y en el instinto; y si
está abajo, se trata de una decisión del campo racional y lógico, algo querido
físicamente.
Este
absceso se halla en los tejidos que
cubren la raíz dental; esto demuestra mi ira frente a una decisión que he de
tomar. La infección está situada en la cavidad central del diente, esto indica la contrariedad que vivo en relación con una
decisión que me roe por dentro (“dient –ro”). Entonces es tiempo que tome la
decisión con todo el amor y la armonía posible teniendo en cuenta valores más
elevados que gobiernan mi vida, en el respeto de mí – mismo y de los demás.
La
carie dental es la manifestación de
un dolor interior extremo. Algo me roe hasta lo más hondo de mi
ser. No consigo expresar este mal que me corroe y la inflamación hace su aparición.
El diente empieza a ablandarse y
generalmente es doloroso, debido a la sensibilidad nerviosa presente en el
nivel del diente. La estructura del diente es la más rígida del cuerpo
humano. La carie dental se refiere
al aspecto “mental”. Es odio o rencor frente a alguien? Puede ser que
“enseñe los dientes” cuando me
siento atacado. ¿Cuál es la verdadera causa de mi dolor? La razón primera
aumentará Mis probabilidades de invertir este proceso de destrucción. También
puedo haber vivido una situación en que tenía el gusto de “morder” a alguien en
situación de autodefensa y que no lo hice porque “un niño bien educado no hace
este tipo de cosas”. Frecuentemente tenía caries de niño, porque tengo un “diente”
contra una persona. También es posible que viva un conflicto familiar o que
asuma difícilmente lo que recibo de mi entorno y que deba filtrar este
conflicto con mis dientes por el
proceso de masticación. Porque mis dientes
me permiten filtrar y discriminar lo que entra en el interior de mi cuerpo y
por el mismo hecho, en mi Universo en general.
Dejo de buscar la causa física (alimentación, azúcar, etc.) Mejor dejo
que mis pensamientos evolucionen y cambio mi manera de ver las situaciones de
mi vida. Tomo la vida con “un grano de sal” y permitiré así a mis “dientes del juicio” desarrollarse y
fortalecerse. Será mucho más provechoso para mi!
La
prótesis dental me da la ilusión de
una fuerte vitalidad. En efecto, similar a los dientes verdaderos, da la sensación de ser verdadera, de ser
sincera como dientes de verdad! Es totalmente falso! Ya que deseo una respuesta
clara, voy al fondo de las cosas. ¿Soy yo capaz de vivir mis experiencias con
valor y sinceridad, igual como con mis verdaderos dientes? ¿Estoy decidido a
ser lo que soy realmente, a afirmarme, a “morder” en la vida? Dejo de vivir en
función de los demás. Acepto ¯© ser yo – mismo y, afirmándome, encuentro la
satisfacción y la felicidad.
DIENTES (chirrido
de…) (ver también: AUTORITARISMO,
MÁNDIBULAS [dolores de…]
Los
dientes representan las decisiones y
cierta forma de agresividad. El chirrido
de dientes es pues una ira
inconsciente que aflora en la superficie, una rabia reprimida que se expresa frecuentemente de noche. Estoy muy
nervioso interiormente, me retengo y no digo o no hago ciertas cosas. Como que
no consigo tomar decisiones claras y precisas, el chirrido de dientes es la expresión física de mi tristeza y de mi
agresividad reprimida. Como una puerta mal engrasada, el chirrido de dientes me indica mi miedo
a abrirme para tomar decisiones y el ruido expresa una forma de gemido
interior. Acepto ¯©
tomar consciencia de este estado sin inhibirlo y expresarlo como lo vivo
actualmente. Acepto ¯© mi
sensibilidad y las emociones que afloran y comprendo que mis incertidumbres me
llevan a vivir mucha más tensión interior que el hecho de tomar las iniciativas
que se imponen. Cuando tomo una decisión, me libero y me siento más
desarrollado.
El
juicio, es una gran cualidad. Tengo la alegría de manifestarlo en esta vida. Me
permite abrirme al universo y me procura bases
sólidas en todo lo que emprendo. Así, un diente del juicio que no quiere salir, “coger su sitio”, significa
en el plano mental que rechazo aún tomar todo el espacio que me pertenece. Debo
hacerlo conscientemente para desarrollar todas las cualidades divinas
esenciales a mi evolución. Acepto ¯©
dejar la naturaleza seguir su curso y abrir mi consciencia para crecer y ver
los cambios en mi! Me darán beneficios!
La
difteria se caracteriza por la
formación de membranas en la laringe y la faringe (garganta) provocando
hinchazón. Tengo dificultad en tragar. Ya que la garganta me permite hablar,
comunicar e intercambiar, esto me indica que me reprimo cuando hay intercambios con los demás. No consigo expresar
lo que siento, inhibo mis emociones
y mis necesidades. Tengo miedo al rechazo
e imagino la reacción de los demás.
Comprendo que es esencial que haga conocer mis necesidades y mis sentimientos
en vez de ahogarles. Debo cambiar. Debo aceptarme ¯© tal como soy y aprender a amarme. Si me amo y si me
respeto, los demás me amarán y me respetarán a su vez.
No
estoy satisfecho de lo que sucede en mi vida. Sin embargo podría estarlo, pero
siempre hay un “pero…”. Quizás soy demasiado perfeccionista. Reprimo presión,
tengo un deseo de venganza no expresado verbalmente. El disgusto frecuentemente se ve en la expresión del rostro. Debo
buscar la causa de este disgusto
para así permitirme aportar cambios positivos tomando los medios apropiados
para llegar a ello. Entonces seré el
primero en gozar de más alegría en mi vida, lo cual se reflejará en mi entorno.
Una
dolencia no es una enfermedad sino
más bien una incomodidad que siento y cuya intensidad puede variar. El modo de
descifrar la dolencia es el mismo
que para una enfermedad. Sin embargo, los síntomas clínicos son más difusos y
pueden ir desde la indisposición hasta el desmayo. Igual como para la
enfermedad, la dolencia procede de
un conflicto o de un traumatismo consciente o inconsciente. La dolencia puede ser pasajera pero puede
indicar un conflicto interior por resolver antes de que el mensaje sea mandado
más fuertemente bajo forma de enfermedad.
Cualquier
sea el dolor, está vinculado a un
desequilibrio de orden emocional o mental, a
un sentimiento profundo de culpabilidad o de pena. Es una forma de angustia
interna y, al sentirme culpable de haber hecho algo, de haber hablado o incluso
de haber tenido pensamientos “malsanos” o “negativos”, me castigo manifestando inconscientemente un dolor de intensidad
variable. La pregunta por plantear es: ¿Soy realmente culpable? ¿Y de qué? El dolor vivido actualmente sólo disimula
la causa verdadera: la culpabilidad. Mis pensamientos son muy poderosos y debo
mantenerme abierto para identificar bien estas culpabilidades. No debo
evitarlas, sino afrontarlas, porque son miedos que deberé integrar pronto o
tarde. El dolor en los huesos indica
que la situación me afecta en lo más hondo de mi ser, mientras que en los
músculos, es más un dolor de nivel
mental. El dolor me “conecta”
instantáneamente y me obliga a
sentir lo que sucede en mi cuerpo. En un sentido, es positivo porque me permite “conectarme” conmigo mismo, como
alma y de volverme consciente. Cuando el dolor
es crónico, esto significa simplemente que, desde la aparición del dolor, no me he encarado con la
verdadera causa de este dolor.
Cuanto más tardo en tomar consciencia de él, más vuelve regularmente el dolor hasta hacerse “crónico”. Es
importante que acepte ¯©
comprobar el origen de mi dolor y que
me mantenga abierto para resolver la verdadera causa de mi dolor. El lugar donde está ubicado el dolor me da indicaciones sobre la auténtica causa de éste.
Para
el niño como para el adulto, el mal de
vientre demuestra un sentimiento de abandono, de soledad. Es el rehuso de
comunicar, el temor a no estar escuchado. Puedo arreglarme para hablarme de
modo a darme seguridad y coger más confianza en mí. Acepto ¯©,
además, comunicar con mi entorno dejando circular el amor hacía los demás.
Verdadera
plaga de la humanidad, las drogas
constituyen una de las peores huidas del ser humano para su supervivencia.
Extraídas de plantas o de sustancias fabricadas sintéticamente, las drogas llamadas “blandas” (marihuana,
haschich, etc.) o ”duras” (PCP, cocaína, heroína, etc.) frecuentemente están
utilizadas por uno o varios de los motivos siguientes: desesperación,
vergüenza, suma huida, miedo a lo desconocido y de las responsabilidades. La droga es mi refugio, me protejo contra mí mismo. Si rehuso
vivir y ser responsable, mis debilidades interiores corren el riesgo de
llevarme hacía las drogas. Tengo miedo de enfrentarme a la realidad y de deber
hacer esfuerzos. Mi voluntad se adormece y tengo cada vez menos tendencia a tomar decisiones. Me dejo vivir …Diversas drogas conllevan frecuentemente grandes
dependencias que sólo reflejan mis “propias dependencias” interiores:
delincuencia, padre(s) ausente(s), introversión, neurosis, compulsividad
emocional o sexual que intento inhibir dopando mi mental. La sensación de estar
separado, incluso “arrancado” o bien de un ser querido (padre, hermano,
hermana, animal, etc.) o de un lugar o de una situación que me daba mucha
felicidad puede llevarme a vivir un vacío interior que quiero huir por la droga. Estas drogas que son estimulantes me permiten “flotar”, alcanzar ciertas
cumbres y vivir una experiencia que me da la ilusión de estar por fin “feliz”
escapándome. Ya no puedo prescindir de ellas y mi dependencia se acentúa y
se agrava con el tiempo. El primer paso es la toma de consciencia, franca
y sin máscara: ¿porqué recurro a estas
sustancias? Me vuelvo consciente de que siempre existe una razón. Poco importa
la naturaleza de ésta, acepto ¯©
descubrir la auténtica razón. Me acepto ¯©
tal como soy y aprendo a expresar mis
necesidades. Dejar de consumir me pide mucho valor, pero la búsqueda de la paz interior es mi
motivación. Llegar a ser yo – mismo en cualquier circunstancia me permite
alcanzar y vivir la verdadera paz interior y sentirme en mi lugar en este gran
universo.
Haschich – Marijuana: a la
búsqueda de un mundo sin problemas, huida.
Anfetamina, cocaína:
estimula la productividad: búsqueda del éxito, del amor, del reconocimiento.
LSD, mescalina, hongos
mágicos, heroína: búsqueda de sensaciones y expansión de la consciencia.
Opio: trae gozo, pereza y
da una falsa apariencia de paz interior.
La duda está directamente relacionada con
lo mental.. Es un estado obsesivo que me impide “conectarme” claramente en lo
físico. La duda puede resultar de planteamientos del tipo: ¿lo he hecho o
no? Me hago preguntas muy pragmáticas o al contrario bajo forma metafísica,
llevando sobre el valor de la vida, de la religión, del deber, de la verdad,
etc.… Cuestiono constantemente mis decisiones, me pregunto si hice la buena elección
frente a las situaciones de mi vida. La duda puede perturbar y envenenar mi
existencia. El mejor remedio es empezar a escuchar mi voz interior y hacer más
confianza a la vida. Dando seguridad a mi yo interior, acepto ¯©
quedar libre de las ataduras mentales que frenan mi evolución espiritual.
Cuando se trata de mis relaciones con
las personas de mi entorno, en vez de envenenarme la existencia con la duda, aprendo a comprobar mis necesidades, mis impresiones, mis
intuiciones cerca de dichas personas.
El
edema es un hinchazón causado por
una retención de agua. Causa un abotargamiento y es muy frecuente en los
tobillos y los pies. Puede encontrarse también en otras articulaciones o
tejidos conjuntivos. Los líquidos en el cuerpo representan mis emociones, puede
que retenga o reprima mis sentimientos interiores. También puedo negar mis
impulsos o sentir limitaciones y barreras para con cosas que deseo, que me
traen desánimo y disgusto. También puede que quiera retener a alguien o a algo,
o bien de mi pasado o del presente y me agarro a él o ello como a un
salvavidas. Sino, me voy a ahogar en mi pena, en mi decepción, en mi amargura
frente a los acontecimientos. La función de la parte del cuerpo afectada por el
edema añade otras informaciones. Al
nivel de piernas y pies, puedo vivir un muy gran deseo de ir en una dirección
diferente, pero me siento emocionalmente cogido en la dirección en la cual voy
y me siento incapaz de afirmarme y de liberarme de ella. Cuando se forma el edema después de un golpe, una herida o
que una parte de mi cuerpo intenta reconstituirse, esto se llama el edema de curación. En ciertos casos, mi
cuerpo trae entonces este líquido como para disminuir la fricción y ayudar al
entorno inmediato de la parte afectada a reconstituirse. El edema trae la necesidad de reconocer y
descubrir la expresión de mis emociones embotelladas
y encerradas. Aprendo también a soltar para permitirme adelantar y realizar
cambios positivos en mi vida.
Cuando soy egocéntrico, tengo tendencia a relacionar todo lo que me rodea
conmigo. Me considero entonces como el centro del mundo. A la diferencia de la
persona egoísta, podré pensar en los demás y ayudarles si esto es conforme a mi
propio interés. Si vivo de este modo, es que necesito equilibrar mi inseguridad
interior para impedirme vivir sumisión. Debo tomar consciencia que más allá de
mí, hay los demás. Conservando el lugar que me pertenece en la vida, puedo
considerar el punto de vista de los demás.
Si
bien el embarazo suele ser alegre y
enriquecedor, también puede provocar temor por sus inquietudes secretas, sus
dudas, sus miedos y sus angustias, especialmente cuando es la primera vez.
Estos sentimientos no expresados hallarán una manera de salir si, como futura
madre, no soy capaz de expresarles verbalmente. A veces puedo tener la
sensación de que los retos por aceptar son tan grandes con relación a lo que
soy capaz de tomar que inconscientemente puedo rechazar al niño. He aquí
algunos ejemplos de dolencias que pueda vivir durante el embarazo: ardores de estómago me indican una
dificultad en tragar la realidad de lo que sucede; el estreñimiento revela mi miedo a soltar, que intento guardar las
cosas como son ahora aunque sepa que la llegada de un niño conlleva cambios
mayores en mi vida; un nervio ciático
doloroso manifiesta mi miedo a ir hacía delante, en la nueva dirección que
me trae la vida, una diabetes
gestacional es la consecuencia de la tristeza que vivo durante este
período. También puede que esté descontenta, que tenga miedo de vivir rechazo
al ver cómo cambia mi cuerpo y que desee que cese el hecho de estar “gorda o
embarazada”. Aprendo a tener confianza y acepto ¯©
que tengo todos los instrumentos necesarios para poder vivir esta maravillosa
experiencia en la alegría y la armonía.
Cuando
se prolonga un embarazo más allá del
período habitual, como madre, puede que desee inconscientemente seguir llevando
a este hijo lo más tiempo posible, apreciando este estado en que siento a mi
hijo en seguridad y en el cual el vínculo entre madre e hijo es tan fuerte.
Quiero guardarlo “protegido de la intemperie” de la vida de cada día. Puede que
tenga miedo de estas responsabilidades nuevas que me esperan con este nuevo
hijo que va a nacer. Estaré a la altura de la situación? ¿Esto cambiará algo en
mi vida de pareja? ¿Seré buena madre? Mis inquietudes de cara a este nacimiento
pueden hacerme retrasar la llegada del hijo. Puede también que mi hijo se
sienta tan bien en este entorno tranquilizador que quiera quedarse en él el
tiempo máximo posible. Entonces puedo entrar en contacto con su aspecto divino,
confortarlo, asegurarle que haré todo lo que me es posible hacer para cuidarme
de él, que seguiré amándole y que tengo prisa de tenerle en mis brazos. Debo
desapegarme de mi hijo y convencerme de que tiene todos los instrumentos
necesarios para afrontar los retos que encuentre. Necesita únicamente mi amor y
afecto.
EMBARAZO –
ECLAMPSIA (ver
también: CEREBRO – EPILEPSIA, TENSION ARTERIA – HIPERTENSIÓN [demasiado alta])
Al
final del embarazo, puede ocurrir
una eclampsia que es una afección
grave caracterizada por convulsiones asociadas a una hipertensión arterial.
Suele producirse en la mujer que vive su primer embarazo. Es similar a una crisis de epilepsia, caracterizándose
por una pérdida de consciencia, una rigidez de los miembros seguida de convulsiones.
La eclampsia me alcanza si soy una
mujer que, por inseguridad o culpabilidad, rechaza el embarazo o todo lo que puede representar la llegada del hijo.
También puedo vivir rencor para con mi cónyuge porque lo hago culpable y
responsable del embarazo. En otros
casos, puedo ser yo quien, como madre que al tener dificultad en aceptar ¯© dar
inminentemente a luz a mi hijo, voy a rechazarme, sintiéndome incapaz de asumir
mis nuevas responsabilidades. Aprendo a mirar la llegada de mi hijo con una
actitud positiva sabiendo que tengo todo lo necesario para ayudarle a caminar.
Un
embarazo ectópico se desarrolla
afuera de la cavidad uterina. En este caso, puede que como madre, viva una
angustia frente al parto y que me inhiba de procrear. Debo aprender a dejar
fluir el proceso normal de la vida y a dejar que la energía circule libremente
en el interior de mí para que los elementos de la vida tomen el lugar que les
pertenece según el plano divino.
Puedo
vivir en mi cuerpo físico los mismos estados que una persona embarazada incluso
si no lo estoy; esto se llama entonces embarazo
nervioso. Un embarazo nervioso
manifiesta una incertidumbre, una inseguridad de cara a mis responsabilidades
frente a mis deseos. Puede que desee tener un hijo pero no sé si me siento a la
altura, si tengo la sensación de poder asumir y cubrir todas las necesidades
del niño. Quizás no… Si el embarazo
nervioso se manifiesta en una mujer soltera, también debo considerar si vivo
dificultades para con mi sexualidad. Quizás tenga el gusto de tener un hijo,
pero no tengo el gusto de tener una relación afectiva con otra persona. También
puedo tener miedo de todas las responsabilidades que implica el hecho de tener
un cónyuge a pesar de que desee tener uno. Aunque el embarazo nervioso se manifiesta sobre todo en la mujer, puede
suceder que este fenómeno se produzca en un hombre. Puedo preguntarme cómo esto
puede ser. Debo acordarme que, sea yo hombre o mujer, poseo ambas facetas en mi
interior, el lado YIN (mujer) y el lado YANG (hombre). Aunque sea un hombre,
puedo desarrollar mi instinto materno y ciertos miedos que le están vinculados
y así, desarrollar los síntomas de un embarazo
nervioso por empatía o simbiosis energética. Compruebo entonces cuáles son
los temores que vive actualmente mi hijo interior. Así podré tranquilizarlo,
darle el amor y la atención que necesita para que todo vuelva al orden.
La
emotividad o más bien la hiperemotividad, hace que todas mis
emociones estén a flor de piel. Un nada me trastorna. Cuando estoy en este
estado, me siento paralizado, mi vista se turba e incluso puedo llegar a perder
el equilibrio. Vivo inseguridad, miedo y ansiedad y tengo tendencia en
dramatizarlo todo. También tengo tendencia a estar menos en la acción, a menos
de realizar tareas, realizar muy pocos proyectos porque me paraliza el miedo.
Me vuelvo emocionalmente y físicamente frágil. Entonces tengo el reflejo de
aislarme del mundo para protegerme. Los síntomas físicos vinculados a la hiperemotividad son: aceleración del
ritmo cardíaco, garganta apretada, digestión difícil (hasta tener úlceras de
estómago), estreñimiento, diarrea y rigideces musculares. Teniendo miedo de lo
desconocido, voy pues a tomar costumbres para disminuir la angustia vinculada a
este desconocido. De donde viene esta agitación? Puede ser el resultado de un
traumatismo (afectivo o material) etc. Acepto ¯©
volver a tomar el contacto con mi propia esencia, considerar mi emotividad como un modo de comunicación
con los demás. La meditación, la relajación o cualquier técnica que me lleve a
calmarme puede ayudarme a volver a tomar contacto con mi ser interior y a
volver a equilibrar mis emociones. De este modo, vuelvo a descubrir mis
verdaderas necesidades y aprendo a hacerme confianza porque sé que todo me
viene de modo perfecto para mi evolución.
Las
encías sirven de soporte a los
dientes, a la solidez de éstos y su estado depende mucho del estado de las encías. Un dolor en las encías puede estar vinculado o bien a
una decisión que hubiese tenido que tomar hace ya mucho tiempo y que aplazo a
más tarde, teniendo miedo de las consecuencias que esta decisión puede tener en
mi vida; o bien se trata de una decisión que ya he tomado pero que no ejecuto.
Estoy en un estado pasivo de miedo, inseguridad, incertidumbre frente a mi
porvenir. Si, además sangran mis encías,
tengo una pérdida de alegría con relación a estas decisiones frente a las
cuales me siento estirado, atormentado. Unas encías sensibles manifiestan mi gran sensibilidad emocional y mi
vulnerabilidad porque necesito mucho amor y tengo la sensación de no recibirlo
o bien tengo miedo de perderlo. Necesito afirmarme y tener más confianza en mí
porque las encías soportan los
dientes y que éstas se refieren a las decisiones. Aprendo a hacerme confianza
en las decisiones que tomo y hago confianza también a la vida que me trae todo
lo que necesito. Así me vuelvo más yo – mismo y aprendo a afirmarme libremente.
Una
infección en las encías indica que
vivo miedo; esto puede ser de cara a mí – mismo para con una decisión que tome
y que me sabe mal haber tomado o una decisión tomada que vuelvo a plantear; o
incluso puede tratarse de mi indecisión ( a tomar una decisión). Este miedo
también puede referirse a otra persona (por ejemplo, mi jefe o mi cónyuge)
cuyas decisiones pueden afectarme directamente y frente a las cuales no tengo
control ninguno. Vivo frustración y disgusto, esto pudiendo llevar a
confrontaciones que quizás son inútiles. Aprendo a canalizar este miedo, a
expresarlo para evitar que mis encías
se inflamen. La gingivitis suele
implicar una hemorragia en la encía que me indica una tristeza o una pérdida de
alegría por el hecho de no ser capaz de expresarme, bien porque no me lo
permiten o bien porque yo – mismo me impido decir ciertas cosas: puedo tener la
sensación de que lo que digo no tiene importancia y que no se me escuchará.
Como que las encías son las bases en
que descansan mis dientes, puedo vivir también ira, tristeza, teniendo la
sensación de que mis bases se caen y me dejan un sentimiento de impotencia
frente a los acontecimientos de la vida o frente a los demás. Puedo tomar un
momento de silencio conmigo mismo para rehacer mis fuerzas. Tomo consciencia de
que cada suceso de mi vida está aquí para hacerme crecer y que todo cambio
importante es necesario para que pueda alcanzar los objetivos que me he fijado.
Las
encías que sangran demuestran una
inseguridad, una duda frente a una decisión que tomar en mi vida. ¿Estoy
acertado en dudar o sentir pesar? Tomo la responsabilidad y acepto ¯© los
cambios que se producen en mi vida en total serenidad. Me hago confianza porque
sé que las elecciones que hago están aquí para hacerme crecer más, para
permitirme proseguir mi evolución.
La
endometriosis es la formación de
fragmentos de mucosas en el exterior de la pared uterina. Se vincula con el
rechazo inconsciente de la maternidad. ¿Me hacen temer mis aspiraciones y mi
vida de pareja que un niño lo cambie todo en mi vida? Dudo de mis capacidades
de ser una buena madre. También puede suceder que no acepte ¯© el
mundo en el cual vivo. ¿Si no acepto ¯©
este mundo, cómo puedo traer al mundo a otro ser? Sin embargo, incluso antes de
nacer, elegí venir a este mundo. Tomo consciencia de la relación entre mis
temores, mis dudas, mi incertidumbre y la situación que vivo y acepto ¯©
expresar abiertamente lo que siento.
Cuando
está afectada la salud de un ser vivo, hace frente a la enfermedad. Sin embargo, la enfermedad
implica una causa, síntomas, signos clínicos, una evolución, un tratamiento. Es
un signo que me manda mi cuerpo para informarme de un conflicto o de un
traumatismo que vivo para conmigo y/o mi entorno. Descifrar el mensaje me
ayudará a recobrar la salud más rápidamente.
La
enfermedad de Bechterews es el
resultado de una rigidez y de una carencia de flexibilidad en mi modo de
pensar. Pongo mi ego de lado, tomando éste demasiado sitio. Debo aceptar, en
cuanto al amor, ser más flexible (conmigo mismo), hacer confianza en las
situaciones de la vida.
ENFERMEDAD DE
CROHN (ver:
INTESTINOS – CROHN [enfermedad de…])
La
rubéola, el sarampión, las viruelas, la tos ferina, las paperas, la
escarlatina, la varicela, en breve todas las enfermedades propias a la infancia suelen coincidir con períodos de
evolución del niño. Estas enfermedades frecuentemente suceden durante las
dificultades escolares o cuando vive el niño un conflicto con los padres y
cuando está ansioso frente a una situación. Puede ser un tiempo de reposo que
exige el cuerpo. Dando al niño ternura, amor, atención, esto le permitirá
fortalecerse para adelantar en la vida con más confianza.
ENFERMEDAD EN EL
NIÑO (ver también: ENFERMEDADES DE LA INFANCIA)
De
modo general, se refiere a dolencias o enfermedades
descritas en este diccionario. Así, si soy este niño que vive un dolencia o una
enfermedad, hay probabilidad de que
la expresión de la enfermedad
manifieste la dolencia interior de uno o de otro de mis padres. Puede que mis
padres no desarrollen ninguna enfermedad pero mi gran sensibilidad me conecta a
la realidad interior de mis padres. Entonces, estoy en resonancia con el niño
interior de mis padres. La enfermedad que tengo actualmente sólo pone en
evidencia la toma de consciencia que tengo que hacer también. Mis padres no son culpables de lo que vivo.
En
el sentido médico del término, las enfermedades
hereditarias se transmiten por los genes procedentes de células
reproductoras de uno o de ambos padres. De hecho, si quiero hablar de herencia, se trata en general de los
pensamientos, emociones o conflictos interiores de los padres o abuelos que no
fueron arreglados. Por ejemplo, si digo que la diabetes es hereditaria en mi familia porque mi abuelo era diabético, mi padre
era diabético y que soy diabético, es
sobre todo porque mi abuelo vivía una tristeza
profunda (la tristeza profunda es la causa metafísica de la diabetes) que
mi padre vivía una tristeza profunda y que yo, vivo tristeza profunda.
Entonces, en vez de pensar que mi enfermedad es hereditaria y que no puedo cambiar nada, podré empezar a buscar
cómo cambiar mis pensamientos, mis emociones o resolver el conflicto interior
que me llevó a vivir esta enfermedad. Guardando en mente que la enfermedad debe
favorecer una toma de consciencia personal, sé sin embargo que la razón
metafísica de mi enfermedad en lo que a mis pensamientos y mis emociones se
refiere, se vuelve a hallar en uno u otro de mis padres o en ambos, aunque
ellos no forzosamente hayan desarrollado la enfermedad.
Incurable significa “que no puede
curarse por ningún tipo de medicina”. Debo preguntarme si me conviene esto de
tener una enfermedad llamada incurable. ¿De qué puede servirme?
¿Debo yo fiarme de una etiqueta “incurable”
que significa que ya no hay nada que hacer para remediarlo? Debo interiorizarme
para encontrar la causa profunda de este mal: el miedo, la ira, los celos…
pueden ser su causa. Debo aceptar ¯© que
el amor fluye libremente en mí, porque sólo el amor puede curarlo todo.
Vengo
en la tierra para proseguir una evolución. Tengo experiencias por hacer y vivir
para llegar a una transformación interior. Si llego al mundo con una lisiadura,
es que hay “cosas” que no fueron resueltas en otras vidas (para los que creen
en ello). Tomar consciencia de ello y aceptar ¯©
vivir la experiencia son los primeros pasos hacia una curación, tanto física
como emocional. En ese momento, todo es posible, porque la transformación interior
lleva a la curación física.
La
palabra psicosomática indica la
relación que puede haber entre la mente (psico) y el cuerpo (soma);
Originalmente, se pensaba que la mente tenía una influencia en el cuerpo e,
inversamente, que el cuerpo tenía una influencia sobre la mente. Sin embargo,
esta influencia que se atribuye al cuerpo sobre el espíritu poco a poco fue
archivada, de modo que el término psicosomático,
en el lenguaje médico, significa sobre todo la relación de la mente con el
cuerpo. Además, cuando me dicen que mi enfermedad
es psicosomática, es un poco como si
tuviera una enfermedad imaginaria y que esto sólo ocurriera en mi cabeza. Desde
el punto de vista metafísico, todas las enfermedades tienen su origen más allá
de lo físico y por lo tanto, podría decir que todas son psicosomáticas. Debo tratar mi cuerpo con todo mi saber, utilizando el conocimiento
de los profesionales de la salud, y a la vez buscando la causa real que hizo
que se manifestara la dolencia o la
enfermedad. El subconsciente tiene un poder enorme de regeneración de los
tejidos o la capacidad de producir efectos físicos según la interpretación que
hace. He aquí algunos ejemplos. Se encuentra a una persona muerta en el
departamento frigorífico de un tren, y ella se había encerrado allí
accidentalmente. La autopsia reveló que la persona había muerto helada, cuando
el sistema de refrigeración estaba parado, lo que ignoraba probablemente la
víctima. Las personas andan descalzas sobre brasas y no desarrollan ni
quemaduras ni ampollas de agua en los pies, el subconsciente no habiendo
registrado ningún peligro por sugestión, etc. TODAS LAS ENFERMEDADES APARECEN DESPUÉS DE UN CONFLICTO, DE UN IMPACTO
EMOCIONAL, DE UN TRAUMATISMO CONSCIENTE O INCONSCIENTE. El cerebro activa
entonces un mecanismo de supervivencia biológica según el conflicto o el
traumatismo vivido. Luego, se trata de descifrar el mensaje para modificar el
programa que el cerebro manda para restablecer la salud. Al saber esto,
debo sin embargo seguir cuidando mi cuerpo físico para traer éste a un estado
representando mejor la salud.
El enfriado se produce cuando mi mental se vuelve rígido. Me siento
cuestionado y amenazado. El enfriado
me da la excusa para estar solo. Tomo consciencia de que me vuelvo rígido
frente a los acontecimientos de mi vida. ¿Cuál es la razón por la cual me
siento amenazado? Compruebo lo que causó esta tensión (persona o
acontecimiento) y comprendo que son mis miedos, mis temores y mi necesidad de
complacer a los demás. Necesito sentirme amado y apreciado. Acepto ¯©
soltar y no juzgarme. Actúo con más flexibilidad de cara a mí; los demás sólo
son el reflejo de mí – mismo. En la vida, todo lo que me llega está aquí para
aprenderme a superarme y hacerme crecer.
El
ensimismamiento puede ser una
maravillosa manera de pararme, tomar tiempo para mí, descubrir mis necesidades.
También esto puede llamarse introspección. Sin embargo, si este período se
prolonga y que en vez de ser un momento de crecimiento o de conocimiento de sí,
se vuelve una ocasión de cerrarme al mundo, de “remover” ideas negativas,
compadecerme de mi destino y jugar a la víctima, corro el riesgo de vivir un
profundo malestar, tanto psicológico como físico. Me quedo abierto frente al
Universo mientras me respeto en mis necesidades afín de vivir en la alegría y
la armonía.
Al
envejecer, sucede que mi cuerpo
pierda su flexibilidad. Ando más difícilmente, mi destreza se deteriora. Qué
quiere decirme mi cuerpo? Es probable que sienta pesar por los elementos de mi
pasado, que crea que ya no tengo mi lugar en este mundo, que es tiempo para mí
de pararme. Creo también que la vida era mejor antes. Rehuso ver las bellas
cosas de hoy. Mis pensamientos están orientados hacía el ayer y critico el
presente. Esta rigidez en mi modo de pensar está transmitida a todo mi ser. Acepto
¯©
abrirme a los cambios y pienso que tengo aún por aprender y dar. Así, mi estado
mejora cada día más.
El
envenenamiento o intoxicación se
produce cuando una sustancia tóxica se
introduce en mi cuerpo: sigue un conjunto de trastornos físicos. Cuando hay envenenamiento, debo mirar quién o qué es lo que envenena mi
existencia. No es tanto el alimento como la naturaleza de mis propios
pensamientos. Por cierto, todas las personas que han cogido el mismo alimento
no padecerán de envenenamiento. Tomo
consciencia de la situación o de la persona que me molesta a este punto. Busco
hacía quién o qué estoy atraído y cuáles son los pensamientos envenenados que entretengo frente a esta persona o a
esta situación. ¿Qué es lo que envenena mi existencia? ¿Qué debo comprender de
esta situación? Acepto ¯©
traerla a su más sencilla expresión y la resumo en una palabra: pena,
frustración, celos, etc. Ya que todo lo que no acepto ¯© vuelve en mi vida y esto, cada vez más fuerte hasta que
lo acepte ¯©,
tengo interés en abrirme aquí y ahora
y a aceptar ¯© con
mi corazón esta situación. Entonces, comprendo que esta persona o esta
situación está aquí para ayudarme a superarme y adelantar.
Una
epidemia es la propagación de una
enfermedad contagiosa. Lo más frecuentemente, se refiere a una enfermedad
infecciosa. Puede ser fácil para mí pensar que si contraigo la enfermedad al
mismo tiempo que varias otras personas, no es a causa de las emociones que vivo
sino porque “la epidemia no se
olvida de nadie”. De hecho, la diferencia entre el hecho que contraigo la
enfermedad, sólo o con otros, es sencillamente porque somos varios viviendo
situaciones similares. Del mismo modo, puedo vivir inseguridad personal y
colectiva referente a la política, la economía, el entorno, igual como puedo
vivir una ira personal igual como otras personas. La naturaleza de la
enfermedad me indicará el aspecto de mi vida del cual he de tomar consciencia.
Así vuelvo a dar el amor a la parte mía que lo reclama para encontrar más paz y
armonía en mi vida.
La eructación es la emisión ruidosa por
la boca de gas procedente del estómago. Aunque, en nuestras costumbres, esto se
considere como muy poco educado, los orientales ven en ello la señal de aprecio
y agradecimiento por una buena comida. La eructación
está vinculada con mi voluntad de ir demasiado de prisa. De este modo, también
evito enfrentarme con mis miedos. La tensión sube por el hecho de tener que
digerir nuevas ideas y siento la necesidad de liberarme de esta tensión.
Aprendo a ir más despacio y a tomarme el tiempo necesario para mis comidas.
Tomo consciencia que al ir demasiado de prisa, paso al lado de mil cosas bellas
que hacen la vida agradable. Acepto ¯©
tomar el tiempo de vivir, ya no voy escaso de aliento para el ritmo acelerado
de la vida y me siento mejor.
La
esclerosis es una inflamación que
endurece el tejido conjuntivo, el cual es necesario y presente en el cuerpo
entero. Una persona afectada de esclerosis
tiene su sistema inmunitario atacado, porque hay deterioro del tejido
conjuntivo. Es importante tomar consciencia de que si estoy afectado por esta
enfermedad, me ataco a mí – mismo, lo cual puede hacer que la esclerosis se
extienda a la mayoría de mis órganos. Esta inflamación provoca una especie de
energía ardiente que hace brotar la
rabia largo tiempo reprimida. Endureciéndose los tejidos, esto sugiere el
endurecimiento de mis pensamientos, actitudes, creando así un desequilibrio en
el plano energético. Todo mi cuerpo o cualquiera de sus partes puede estar
afectada por la esclerosis. Es pues importante tomar consciencia de lo que vivo
interiormente. Cerrándome al amor, esto puede indicar que me siento indigno de
este amor, que me siento culpable y que tengo vergüenza de vivir. Acepto ¯©
abrirme al amor, reconozco mi valor divino, lo soy todo, lo puedo todo.
La
esclerosis en placas se define como
una inflamación de las envolturas que rodean las vías nerviosas del cerebro y
de la médula espinal. Todo el cuerpo está afectado y este estado se puede dar
en diferentes momentos de la vida. Es como si mi cuerpo estuviera cogido en una trampa, colocado en una
jaula y cada vez más limitado en el encadenamiento de sus movimientos. Si estoy
afectado de esclerosis en placas,
generalmente estoy afectado por grandes sufrimientos que me hacen ver la vida
con desanimo. Una profunda rebelión anima todo mi ser. Me siento obligado a
deber hacerlo todo por mí – mismo. Siendo muy perfeccionista, rehúso
equivocarme y acepto difícilmente ayuda. El pensamiento del fracaso me
aterroriza. Temo estar olvidado, estar “placado”
ahí. Tengo mucho miedo que me “abandonen”.
También puede que tenga miedo de caerme, tanto en sentido propio como figurado,
y temer que esta caída cause la muerte. Todos estos miedos que implican un
desplazamiento vertical y que pueden llevarme a creer que mi vida está en
peligro, pueden activar la esclerosis en
placas. Puede ser la caída de una escalera, el riesgo de caer en un
precipicio, la pérdida abrupta de altitud en un avión, algo que me cae sobre la
cabeza, etc. Muy a menudo, me juzgo o puedo juzgar a los demás muy severamente,
lo cual conlleva un gran sentimiento de desprecio, desvalorización y
disminución de mi persona. Cuando me siento disminuido, tengo la sensación de
que me aplasta la vida. Así, es primero por mis piernas que manifestará la
enfermedad sus primeros signos y que podré tener la sensación de aplastar. Mi
defensa contra todos estos miedos que me habitan será querer controlarlo todo, querer que todo suceda como quiero. La crítica, que frecuentemente se dirige
hacía mí, envenena mi vida. Creo que el sufrimiento forma parte de mi suerte de
todos los días y que no me merezco el descanso. Mis esfuerzos para superarme
son constantes y, a pesar de todo, siempre insuficientes. Mi cuerpo cansado rehúsa
así proseguir esta lucha del más fuerte y quiere hacerme comprender que puede
también tener necesidad de los demás y que debo aprender a tener confianza. La
inflamación implica una rabia ardiente
y muy emocional, pudiendo afectar toda mi existencia. Puedo preguntarme: “deseo
realmente ser libre?” Inconscientemente, puede que de este modo me estoy
vengando de alguien que no me había manifestado bastante amor! Esta forma de
jaula, en la cual se halla mi cuerpo, me protege quizás de deber admitir mis
auténticos sentimientos! La represión emocional puede llevarme a una incapacidad
de ir hacía delante en mis emociones, conllevando así una confusión muscular y
mental. Mi cuerpo me dice de soltar, liberarme de mis cadenas. La clave se
halla en el interior mío. Acepto ¯©
hacer confianza a mi guía interior y reconozco en cada cual la presencia de
este guía, que lleva a cada persona a actuar lo mejor que sabe. Entonces
manifestaré más flexibilidad y comprensión.
El
escrúpulo se halla en una persona
que vive preocupación frente a su consciencia. Tener dolor del alma o quemarse
la sangre. Elijo vivir en armonía, acepto ¯©
digerir las nuevas ideas, recupero mi entusiasmo.
El
esófago es el paso para los
alimentos para que éstos estén digeridos. Si tengo emociones o ideas que “pasan
mal”, el esófago se crispa y el paso
es más difícil, pudiendo incluso provocar irritación, ésta manifestando mi
irritación interior frente a algo o a alguien que me cuesta tolerar. Mis aprensiones,
mi angustia, mi pena harán que se contraiga mi esófago, pudiendo ir incluso hasta obstruir totalmente el paso. Al
ser el esófago el paso entre mi boca
que representa la entrada de nuevas ideas y mi estómago, las ideas que debo
digerir, si siento una fuerte ira u odio
para algo en mi vida “que no pasa”, puede que desarrolle un cáncer del esófago. Debo soltar cualquier amargura
y ver cada experiencia de mi vida como una ocasión de crecer para que me nutran
las alegrías de la vida.
La
espalda representa el sostén y el soporte de la vida. Es el
lugar que me protege si me siento impotente frente a una persona o una
situación (doy la espalda) en caso
de necesidad. Si mi peso es excesivo, si carezco de “respaldo” o si no me
siento bastante “respaldado” (afectivamente, monetariamente, etc.), mi espalda
reaccionará en consecuencia y ciertos dolores (agujetas) pueden manifestarse.
Puedo tener la espalda ancha y ser capaz de recibir o bien inclinarme
humildemente, inclinarme por respeto o aceptación ¯©. Poco importa el motivo, un dolor de espalda indica que
quiero quizás salvarme de algo colocándolo detrás mío, porque es con mi espalda
que olvido las experiencias que me causaron confusión o pena. Pongo todo lo que
no deseo ver o dejar ver a los demás, jugando así a la avestruz. Estoy
profundamente herido, incapaz actualmente de expresar estas emociones
bloqueadas. Rechazo ver lo que me conviene! Acepto ¯© liberar ahora las energías retenidas en los lugares
que me duelen! Una espalda flexible pero
fuerte indica cierta flexibilidad mental y una gran apertura mental
contrariamente a las rigideces dorsales que significan orgullo, poder y
negación a ceder. Sentado bien cómodamente, puedo tener la sensación de estar
protegido, en total seguridad. Sin embargo, aun cuando mi espalda sirva para
soportar estas cosas indeseables y jugar a la “avestruz”, acepto ¯© ver
lo que me molesta y expresarlo. Actuando de este modo, me libero del peso que
llevaba. La postura adoptada da
indicaciones sobre lo que vivo y sobre mi modo de transigir con las situaciones
de mi vida: si estoy en reacción frente a la autoridad, si quiero tener razón
frente a alguien o frente a algo, voy a “tensar la espalda” por orgullo. Si, al contrario, vivo sumisión, si tengo
miedo, si me siento débil, voy a “curvar la espalda” y cuantas más grandes sean mis preocupaciones, más “me
dolerá la espalda”. Ciertas personas
integran más las dificultades de la vida en la escritura, el diálogo o el
intercambio. Elijo el medio que mejor me conviene y dejo que la vida fluya en
mí para aprender a expresarme más y afirmarme cuando lo necesito. Acepto ¯© que
la vida me sostenga en cada instante y “levanto los hombros”, sabiendo que
tengo la fuerza necesaria para realizar todos mis proyectos.
ESPALDA (dolores
de…) PARTE SUPERIOR DE LA ESPALDA (7 vértebras
cervicales)
La
parte superior de la espalda
corresponde a la región del corazón y al centro energético cardíaco. Los dolores de espalda se refieren a los
primeras fases de la concepción, a las necesidades de base y a la estructura
más fundamental del ser. Las 7 vértebras cervicales están particularmente
referidas en este sector. Las vértebras cervicales se refieren a la
comunicación y a mi grado de apertura frente a la vida. Mi ingenuidad puede
hacerme vulnerable a este nivel. Si tengo la sensación que se me quiere juzgar,
criticarme o herirme, podré estar afectado en este plano y tendré tendencia a
encerrarme como una ostra. Las cervicales
C1, C2, y C3 están particularmente
afectadas si me desvalorizo al nivel de mis capacidades intelectuales y las cervicales inferiores reaccionarán a la
injusticia que puedo tener la sensación de vivir en mi vida o a la que veo
alrededor mío y que me repugna. Además,
cada vértebra me da las informaciones adicionales sobre la fuente de mi
malestar.
C1 = primera vértebra cervical que se llama el ATLAS y que lleva el número C1,
sirve de soporte a la cabeza. Es un pilar que mantiene la cabeza en equilibrio
Si me preocupo demasiado (= me rompo la cabeza”) frente a una situación o a una
persona, mi cabeza se hace más pesada hasta darme dolores de cabeza y C1 podrá tener dificultad en soportar
la carga. Si manifiesto estrechez mental, si rehuso mirar todas las facetas de
una situación, si soy rígido en mi modo de pensar, C1 reaccionará dejando sus actividades, dejando de poder pivotar.
Estará paralizada por mi miedo, mi desesperación frente a la vida, mi
negatividad, mi dificultad en expresar mis emociones. Un mal estado de C1 se acompaña generalmente de dolores
que afectan la cabeza, el cerebro y el sistema nervioso, etc. Debo aprender a
escuchar mi interior, a guardar mi mente abierta, a traer más calma en mi vida
para disminuir mi actividad cerebral, permitiéndome así ver la realidad bajo un
día nuevo, con más confianza.
C2 = La segunda vértebra cervical trabaja en estrecha colaboración
con C1. Se la llama AXIS. Es el pivote que permite a C1 moverse. C2 está conectada con los principales órganos de los sentidos, es
decir los ojos, la nariz, las orejas, la boca (lengua). Por esto estarán
afectados éstos cuando C2 tenga un
malestar. Si soy rígido en mi modo de percibir la vida, si rehuso soltar mis
viejas ideas para dejar sitio a lo nuevo, si me preocupo siempre por el día
siguiente, C2 corre el gran riesgo
de volverse también rígida. Frecuentemente, mis lágrimas son secas porque
reprimo mis emociones y que mis penas, mis decepciones, mis pesares quedan
hundidos dentro mío. El “lubricante” (mis lágrimas de pena o de alegría) siendo
carente, C1 no se articulará sobre C2 tan fácilmente. Habrá irritación,
calentamiento, igual como en mi vida cotidiana. Esto se produce particularmente
en el caso de la depresión, de una emotividad excesiva (si por ejemplo, hay un
conflicto familiar), de ira, de revuelta y todo esto siendo generalmente causado
por el miedo de ir hacía delante, de cambiar, de tomar sus responsabilidades;
del enjuiciamiento de los demás y de sí – mismo, por la no – estima de sí que
puede llevar a un deseo de auto – destrucción (suicidio). Debo aprender a tomar
contacto con mis emociones y a asumirlas, a tomar mi lugar expresando lo que
vivo para que el flujo de energía empiece a circular en mi cuerpo y que C2 pueda volver a funcionar en armonía
con C1 y que todo “bañe en aceite”!
C3 = la Tercera
vértebra cervical C3 es una eterna solitaria. A causa de su posición, no
puedo contar con nadie o trabajar en cooperación con otras vértebras. Si mi C3 no se encuentra bien, yo también
puedo tener la sensación de que debo despabilarme solo. También puedo
replegarme sobre mí – mismo, vivir “en mi burbuja” y evitar toda forma de
comunicación (tanto oral como sexual) con mi entorno. “¿Para qué perder mi
tiempo? De todos modos, nunca se me hace caso y nunca se entienden mis ideas o
mis estados de ánimo!” Entonces se produce la rebelión, el desanimo, porque mi
sensibilidad está afectada en lo más hondo de mí. Incluso puede apoderarse de
mí la angustia. El desgaste del tiempo hace su labor y mis sueños y mis deseos
más queridos se desvanecen poco a poco. Me vuelvo irritable, amargo con una persona
o una situación que no consigo digerir. La soledad puede tanto ser benéfica
para recuperarme, hacer balance, ver claro en mi vida, como puede ser un medio
de huir mis emociones, la realidad hacía la cual vivo mucha incomprensión. La
elección me incumbe! Tomo nota de que una dolencia en C3 puede conllevar daños en mi rostro (piel, huesos o nervios) así
como en las orejas y los dientes.
C4, C5, C6 = las vértebras cuarta, quinta y sexta cervicales C4, C5, C6
se ubican al nivel de la tiroides y están en estrecha relación con ésta. Ésta
juega un papel mayor en el lenguaje, la voz, (cuerdas vocales) y cualquier
desarmonía en lo que a comunicación se refiere – tanto cuando me expreso yo
como cuando otras personas me comunican – hará que reaccionen C4, C5 y C6. Puede que me haya ofuscado
con lo que haya oído, causando indignación e ira. C4, C5 y C6 reaccionan aún más fuerte si además no expreso mis
opiniones, mis frustraciones. Mi porcentaje de agresividad corre el riesgo de
incrementarse, lo cual cierra los canales de comunicación al nivel de estas 3 vértebras cervicales. Trago mal lo que a mí se me presenta.
Tengo tendencia a rumiar ciertos acontecimientos para un largo período de
tiempo. Frecuentemente aparecen dolencias y dolores que afectan todo mi sistema
de comunicación verbal: boca, lengua, cuerdas vocales, faringe, etc. y todas
las partes de mi cuerpo que se sitúan entre el nivel de mi boca y de mis
hombros pueden estar afectadas. Tengo ventaja en aceptar ¯© que
cada experiencia es una oportunidad de crecer y que hay una lección por sacar
de todo. Debo dejar fluir en vez de obstinarme y de estar enfadado con la vida.
Sino, mi cabeza se pone a “hervir” y me siento sobrecargado por todas las
tareas que realizar y que me parece no poder llegar a realizar. Necesito
expresarme, o bien por la palabra, la escritura, la música, la pintura, o
cualquier otra forma de expresión que me permitirá “volverme a conectar” con mi
creatividad, mi belleza interior. Todos mis sentidos entonces estarán
estimulados, activados, lo cual activará mi tiroides y permitirá que C4, C5 y C6 funcionen normalmente. Los
dolores sentidos en esta región podrán así desaparecer.
C7, la última vértebra cervical C7 está influenciada altamente por
todo mi lado moral, mis creencias y mi lado espiritual también. Si vivo en
armonía con las leyes de la naturaleza, si escucho los mensajes que mi cuerpo
me manda y la vida en general, C7 va
a funcionar mejor. Al contrario, si vivo ira, si estoy cerrado a las opiniones
y a los modos de ver de las personas con quienes me relaciono, si me elevo y me
enfrento con otras ideologías diferentes de la mía sin una mente abierta, C7 reaccionará fuertemente y podrá
afectar mis manos, codos y brazos que podrán inflamarse o tener dificultades en
moverse. El funcionamiento de mi
tiroides estará afectado. Del mismo modo, remordimientos de consciencia con
relación a una palabra dicha, un acto hecho o un pensamiento mandado hacía una
persona también van a afectar C7. Si
vivo emociones intensas en mi vida, si estoy decepcionado, si tengo miedo de
estar rechazado, si me escondo debajo de mi concha para evitar estar herido
“otra vez”, C7 podrá estar afectada.
Debo aprender a discernir lo que es bueno para mí y lo que no lo es. Debo
respetar los puntos de vista de cada persona incluso si son diferentes de los
míos. Abriendo mis brazos a los demás es como voy a aprender mejor y podré
realizar mejor las elecciones que me permitirán sentirme más libre.
La
parte central de la espalda
representa la gran región torácica del cuerpo comprendida entre el corazón y
las vértebras lumbares. Es una región de
culpabilidad
emocional y afectiva. Las
12
vértebras dorsales se relacionan
principalmente con esta región:
D1 = la primera vértebra dorsal D1 puede reaccionar fuertemente
cuando voy hasta mis límites bien sea en mi trabajo, bien sea en el deporte, en
suma, en todas las situaciones en que voy hasta el final de mis fuerzas
mentales, físicas o emocionales. No aprecia tampoco un “dopaje” que sea bajo
forma de alcohol o de droga, la que sea. Su sensibilidad en ese momento estará
a flor de piel. Me construyo entonces medios de auto - protección para
protegerme de mi entorno y evitar estar herido. Esto puede manifestarse sobre
todo en mis gestos o en mis palabras: por ejemplo, tiendo a apartar a los demás
por mi frialdad o por palabras hirientes. Esto puede incluso manifestarse por
una toma de peso importante, éste siendo mi protección natural y física, porque
quiero inconscientemente “ocupar más sitio” y dejar menos a los demás. También
esto puede esconder timidez actual y con la cual tengo dificultad para
transigir. Se pondrá aún más en evidencia si temo perder el amor de la gente.
Debo vigilar y evitar acurrucarme sobre mí – mismo rumiando negatividad
constantemente, siendo siempre fijado en las mismas ideas y frustraciones. Un mal estado de D1 puede traer dolencias en cualquier
parte de mi cuerpo situada entre mis codos y la punta de mis dedos así como
dificultades respiratorias (tos, asma, etc.)
D2 = la segunda vértebra dorsal D2 reaccionará fácilmente cuando mi
emotividad esté afectada. Si cumulo y ahogo mis emociones, entonces D2 me mandará un mensaje y aparecerá el
“dolor de espalda”. Si tengo la
sensación de que no tengo mi lugar en la vida y en la sociedad, que la vida es
“injusta” y que me siento víctima de los acontecimientos, D2 estará afectada. Puedo ser particularmente sensible a todo lo
que toca a mi familia, y vivo situaciones de conflicto o desarmonía de un modo
intenso. Puedo haber almacenado viejos rencores. También puedo remover
constantemente experiencias pasadas, recuerdos, queriendo fijar mi realidad en
acontecimientos pasados en vez de mirar el porvenir con confianza y viviendo
intensamente el momento presente. Puedo
contemplar una nueva situación que me trae un miedo a lo desconocido.
¿Voy a tener demasiadas responsabilidades? ¿Voy a estar sostenido o deberé
despabilarme solo? ¿Cómo van a reaccionar la gente alrededor mío? Si dudo de
mí, de mis capacidades, podré reaccionar jugando el papel de los “duros de
roer” volviéndome muy autoritario; tendré así la sensación de controlar la
situación, sabiendo muy bien que tiemblo de miedo, yendo incluso hasta tener
angustia. También puedo volverme irritable frente a una persona o un suceso y
reacciono por saltos de humor. Una D2
en mal estado suele estar acompañada de malestar y dolores en el corazón y los
órganos que se vinculan a ellos, así como a los pulmones. Aprendo a pedir y a
hacer confianza en mi capacidad de aceptar nuevos retos. Suelto mi pasado y me
giro hacía el futuro sabiendo que ahora soy capaz de tomar mi lugar en armonía
con mi entorno. Puedo también leer la sección referente al corazón para tener
otras pistas.
D3 = la tercera vértebra dorsal D3 está esencialmente relacionada
con los pulmones y el pecho. Puedo ir a
consultar lo referente a estos dos temas para ver cuáles son las causas que
pueden afectarles y tendré una pista para saber porqué D3 me manda también mensajes. Además, todo lo que puedo percibir
por mis sentidos y que no me conviene del todo hará reaccionar D3. Ya que soy muy sensible a mi
entorno, me he confeccionado un sistema con el cual sé lo que está bien y lo
que está mal, lo que es aceptable ¯© o
no. Puedo estar fijado y rígido en mi modo de pensar o ver las cosas. Tengo
tendencia a juzgar cualquier persona o situación que no entre en mi definición
de “correcto”. Puedo reaccionar fuertemente frente a lo que considero ser una
“injusticia”. Incluso puedo volverme colérico, incluso violento mientras no
esté de acuerdo con lo que veo, percibo u oigo.
También puedo construirme un “escenario” en mi cabeza, disfrazando la
realidad, frecuentemente a causa de mi miedo a ver la realidad de frente y
también porque la realidad que me rodea me deprime. Entonces, tengo menos gusto
de vivir, ya no tengo el sentimiento de estar en seguridad. Puede invadirme la
tristeza. Ya no tengo el gusto de luchar. La depresión se va apoderando de mí
progresivamente, y querré cortarme de este mundo que sólo me trae pena,
frustración, ansiedad. Debo aprender a ver la vida bajo un nuevo día. Aceptar ¯© que
no pueda vivir en un mundo perfecto pero que cualquier situación es perfecta
porque cada situación me permite sacar una lección.
D4 = la cuarta vértebra dorsal D4 se refiere a los placeres, a los
deseos, a las tentaciones frecuentemente insatisfechos. A veces mis esperas son
desmesuradas, carecen incluso de realismo y me vuelvo irritable, colérico
porque “mis deseos” no están realizados. Estoy enfadado con la vida, mi
entorno. En el fondo de mí, siento un vacío tan grande, generalmente afectivo,
que tengo tendencias depresivas y el único modo que conozca de equilibrar este
estado de ser y traer algo “picante” en mi vida será crear un estado de
excitación, bien sea naturalmente o artificialmente. Puedo practicar deportes
de emociones fuertes (paracaidismo, alpinismo, etc.) o puedo tomar drogas para
ponerme en un estado de éxtasis y de bienestar temporal. Me refugio así en un
mundo imaginario, protegido de todos. Sin embargo, no estoy al albergue de las
emociones que he inhibido y de las cuales he intentado escapar. En apariencia
puedo ser muy libre, pero en realidad, estoy encarcelado en mi ira, mis penas,
mis frustraciones, y por mi miedo a estar asfixiado por el amor de los demás,
porque nunca supe reconocerlo y aceptarlo ¯©.
Entonces, tengo tendencia a rechazar a los demás. Me opongo, me mantengo
distante y alimento esta cuneta con mi mal humor, mi actitud depresiva. Es
importante que reconozca y que acepte ¯©
mis emociones para poder integrarlas y permitirme vivir plenamente mi vida.
Cuando D4 está afectada, también
puede seguir una dificultad con la vesícula biliar.
D5 = la quinta vértebra dorsal D5 está tocada cuando me vuelvo a encontrar en una situación en que
tengo la sensación de perder el control. Me siento entonces desestabilizado.
Incluso puedo hallarme en un estado de pánico. Esto se produce en particular en
el plano afectivo con relación a mi cónyuge, un miembro de mi familia, un amigo
cercano, etc. Este control se esconde a veces bajo una apariencia de “querer
ayudar a alguien”, “guiarlo”, “ayudarle en sus dificultades”, pero en el fondo
de mí, ejerzo un control para con esta persona, estando en posición de “fuerza”
incluso inconscientemente. Si las cosas
no suceden como lo deseo, puedo volverme frustrado, crítico, impaciente e
incluso colérico, y D5 reaccionará
violentamente. Quiero darme una imagen de “duro de roer” que tiene la “espalda
ancha” y que “es capaz de cargar”. Pero, en el fondo, sé que me cargo demasiado
los hombros, lo cual me lleva a estar inseguro, angustiado, en rebelión contra
mi entorno que hago responsable de mi malestar. Tengo grandes ambiciones, lo
cual me hace a veces apartarme de mis valores profundos y actuar en contradicción
con éstas. Entonces, me echo en relaciones artificiales con la gente, viviendo
decepción tras decepción, porque el amor verdadero, sencillo, no es bastante
presente. Es importante que esté a la escucha de mi interior, que tome contacto
con mi esencia, con mis verdaderos valores para que vuelva la calma en mi vida
y que vea claro en los acontecimientos, desarrollándome y siendo capaz de vivir
el amor verdadero. Se debe observar que el mal estado de D5 frecuentemente está acompañado de diversos malestares afectando
mi hígado y mi circulación sanguínea.
D6 = la sexta vértebra dorsal D6, va a reaccionar cuando me critico
y que me juzgo severamente. Puedo haber estado educado en un entorno muy
estricto en el cual los valores y las líneas de conducta debían seguirse al pie
de la letra. Habiendo crecido en este clima autoritario y no permisivo, ahora
puedo tener “casos de consciencia” en los cuales quisiera darme gusto, coger
tiempo para mí pero juzgo que esto no es “correcto” y “ que no me lo merezco”.
Me creo preocupaciones inútilmente porque no dejo de analizar cada uno de mis
gestos, cada una de mis palabras, cada uno de mis pensamientos, para estar
seguro de que “estoy correcto”. Me corroe la culpabilidad por dentro. La
angustia está muy presente y me auto – castigo cortándome del mundo. Tengo
dificultad en aceptarme ¯©. Me
siento víctima de la vida, impotente frente a los acontecimientos. Juzgo
severamente éstos sin querer aceptar ¯©
que están aquí para hacerme crecer, pero viéndoles preferentemente como castigos,
injusticias. Vivo entonces en la frustración y la incomprensión, el
resentimiento, envidioso y celoso de los demás. Por esto una D6 en mal estado se suele acompañar de
malestar al nivel del estómago. Tengo necesidad de estar más flexible y
permisivo para conmigo y aprendo a ver positivo en cada acontecimiento,
sabiendo que cada experiencia me lleva a conocerme más y a volverme mejor.
D7 = la séptima vértebra dorsal D7 es una trabajadora de trabajos
forzados. Si en mi vida, me empujo al límite en las cosas que debo hacer, sin
escuchar mi cuerpo cuando necesita descansar o relajarse, D7 va a echar un grito de socorro. Es posible que así quiera
olvidar o huir a alguien o una situación cualquiera. Puede que quiera olvidar
mis problemas financieros, afectivos, etc. Parándome, es muy posible que
afloren el desánimo y la insatisfacción frente a mi vida, cosa que no quiero.
Acumulo mucha ira y agresividad: todo ruge adentro mío porque “la vida no tiene
nada bueno para ofrecerme”. Me obstino, incluso me bloqueo sobre ciertas ideas
que me obsesionan. Debo aprender a apreciar lo que tengo y lo que soy y ver
toda la abundancia que es presente en mi vida. Tengo el derecho de tomar tiempo
para mí, tengo el derecho de vivir emociones en vez de dejarlas hervir adentro
mío. Me concedo el derecho de vivir mi pena, mi decepción, mis miedos porque es
así como podré aceptarlos ¯© y
cambiarlos en positivo. Puedo hacer mi limpieza interior a medida y dejar que D7 funcione normalmente. Es así como
los males que acompañan frecuentemente una D7
en mal estado y que tocan frecuentemente el páncreas y el duodeno podrán
también irse.
D8 y D9 = las octava y novena vértebra dorsal D8 & D9 que hallo
a la altura del diafragma y que están estrechamente vinculadas, se parecen en
todo. Por esto, se tratan juntas. Se afectan principalmente cuando vivo
inseguridad debido a un miedo que tengo de perder el control en una situación o
con una persona. Me siento más seguro de mí cuando dirijo perfectamente todos
los aspectos de mi vida, cuando orquesto perfectamente cualquier situación para
saber exactamente qué debo esperar. Me escondo en mi burbuja de cristal, sin hacerme preguntas ni hacer esfuerzos para
cambiar lo que sea en mi vida. Vivo todas mis emociones “para dentro”. Pero
este “supuesto equilibrio” está trastornado, D8 y D9 asustadas reaccionan fuertemente, acurrucándose de miedo.
La desesperación puede tener lugar y tengo el mal de vivir. Tengo dificultad en
ver la luz al final del túnel. Puedo sentir desprecio por la vida y me dirijo
hacía un abismo que sólo puedo vencer haciendo confianza en la vida y dejando
ir el control que ejerzo. Porque es
soltando cuando gano el dominio de mi vida. Tomo nota que una D8 lastimada puede acompañarse de
dolores del diafragma y el bazo (incluyendo los trastornos de la sangre)
mientras que D9 en mal estado estará
acompañada de alergia o de un mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales
o de urticaria.
D10 = Cuando la décima
vértebra dorsal D10 está afectada, esto suele reflejar una profunda
inseguridad frente a la cual me siento sin armas, sin recursos. Mi confianza
está en su nivel más bajo y necesito “un pequeño tónico” para ayudarme a darme
más valor y a olvidar mis preocupaciones. Frecuentemente, esto puede ser un
consumo más grande de alcohol o de droga que de costumbre que me dará “un
pequeño estímulo”. Sin embargo, cuando vuelvo a mi estado normal, las
inseguridades aún están presentes y mi vida se oscurece porque sólo veo el lado
negativo de las cosas. Lo veo todo en negro, rechazando la vida, compadeciéndome
de mi - mismo. Estoy preocupado por pequeñeces y me enfado sin ser capaz de
manifestarlo sin embargo, lo cual afecta mi sensibilidad que vuelve a flor de
piel y que hace que me irrito por futilidades. Una D10 en mal estado se acompaña frecuentemente de dolores en los
riñones, reconocidos como la sede del miedo. Aprendo a hacerme confianza y
aprendo a ver la belleza alrededor mío y la que existe dentro mío. Tengo el
valor de pedir ayuda.
D11 = las anomalías en la onceava vértebra dorsal D11 se hallan
también cuando mi sistema nervioso tiene dificultad en funcionar. Mi gran sensibilidad a todos los niveles hace
que D11 se desforme porque también
desformo la realidad para sufrir menos. La cambio a voluntad para que sea como
quiero. Me “corto” voluntariamente de mi entorno. Pero esto sólo puede durar
cierto tiempo y debo pronto o tarde enfrentar la realidad. En ese momento, una
tensión interior se habrá instalado, y tendré dificultad en transigir con ella.
Esto puede volverse tan insoportable que incluso puedo tener ideas de suicidio
ya que vivo en la incomprensión y que tengo miedo del porvenir porque me siento
impotente en cambiar las cosas en mi vida. Me considero “víctima”, herido en
mis sentimientos. Rumio lo negativo y hago pocos esfuerzos para sacarme de esta
situación. Debo aprender a moverme e ir hacía delante en vez de estancarme en
un estado de ser comatoso y complacerme en la pasividad. Las dolencias en la D11 se acompañan frecuentemente de
dolores en los riñones así como de enfermedades de piel (eczema, acné, etc.)
Empiezo a creer también que es posible cambiar cosas en mi vida pero que debo
estar listo para invertir esfuerzos y pedir ayuda.
D12 = la doceava vértebra dorsal D12 está afectada sobre todo
cuando vivo en un lugar cerrado. Tengo tendencia a criticar, juzgar, saltar
fácilmente a conclusiones, no porque haya comprobado sino solamente porque mis
observaciones pueden darme falsas impresiones y que las interpreto a mi modo.
Esto me lleva a vivir mucha ira que me “roe interiormente”. Mi mental es muy
activo. Mi sensibilidad está “a flor de piel”. Me construyo castillos de
arena. Me invento todo tipo de
escenarios. Ya que tengo dificultad en transigir con mi entorno, vivo mucha
inseguridad. Puedo entretener ideas mórbidas, ya incapaz de absorber lo que sea
de lo que veo, siento o percibo y envidiando lo que tienen los demás. Una
afección en el nivel de la D12 se acompaña frecuentemente de males intestinales, dolores en las
articulaciones, una circulación linfática deficiente y así a veces afecciones
en las trompas de Falopio. Aprendo a comunicar, a ir a comprobar con las
personas relacionadas para eliminar la duda y la inseguridad que me habitan.
Así veo más claro en mi vida y se establecen en mí la calma.
Tanto es así que los dolores en medio de la espalda son la señal clara
de una relación difícil con la vida y las situaciones de mi existencia. Esta
región de la espalda corresponde
también al movimiento de exteriorización de la energía de vivir que fluye por
mí. Esto significa que en período de madurez interior (cuando adquiero
experiencia), varias cualidades divinas tales como la confianza, el amor, el
desapego (es decir el libre albedrío) sobre todo en el plano afectivo) están
puestas a prueba. Mis dolores de espalda
e incluso la espalda curvada pueden
significar diversas cosas: culpabilidad en unas situaciones en que no me he de sentir culpable, amargura o una débil confianza en mí vinculada a una vida que siento muy pesada
por llevar. Puedo tener la sensación de que “están siempre pegados a mi espalda”. Si tengo dolor de espalda, esto denota un gran sentimiento de impotencia, frente a una situación
presente difícil de tratar y en la cual necesitaría ayuda. La desesperación
puede aparecer porque no me siento
bastante apoyado en el plano afectivo y padezco también inseguridad. Tengo
tendencia a retener mis emociones y vivo mucho en el pasado. Me quedo vinculado
a dicho pasado. Me siento inestable y ansioso. El objetivo por alcanzar reside
en una expresión más activa de la energía divina. Necesito ser transparente en
todo, conmigo mismo y los demás, dejando de transportar sentimientos de un
pasado cojo para dar paso a un aquí y
abajo tranquilo y sereno. Necesito ayuda y ánimo, conectarme con mi ser
interior que vela sin cesar sobre mí. Mi cuerpo me da señales importantes. No
hay vergüenza ninguna en pedir ayuda. Al contrario, es un signo de inteligencia
ya que esta ayuda me permite ir hacía delante. Veo importancia en mi propia
identidad y soy prudente con mi ego y mis miedos. Aprendo a comunicar con mi
ser interior por la meditación y la contemplación; con él hallaré muchas
soluciones y respuestas. Estar conectado con mi ser interior, es elegir vivir
mejor las situaciones de la vida.
Frecuentemente confundida con los
riñones y comúnmente asociada al dolor
de riñones, esta área se sitúa entre la cintura y el coxis. Es una parte
del sistema de sostenimiento.
Dolores en esta región manifiestan la presencia de inseguridades materiales (trabajo, dinero, bienes) y afectivas. “Tengo miedo de carecer de…!” “Nunca lo conseguiré!”,
“ Nunca conseguiré realizar esto!” expresan bien los sentimientos interiores
vividos. Estoy tan preocupado por
todo lo material que siento tristeza porque hay un vacío y este vacío me duele.
Incluso puedo fundar mi valor personal en el número de bienes materiales que
poseo. Vivo una gran dualidad, porque deseo tener tanto la “calidad” como la “cantidad”, tanto
en lo que a relaciones interpersonales se refiere como a lo que poseo. Tengo
tendencia a tomar demasiadas cosas sobre mis hombros y tengo tendencia a
dispersar mis energías. Intento hacerlo todo para ser amado y me entretengo con
la opinión que tienen de mí los demás.
También puede tratarse de una inquietud frente a una u otras personas.
Estoy preocupado por ellas y quizás tengo tendencia en “coger los problemas de
los demás sobre la espalda” y querer salvarlos. Mi impotencia frente a ciertas situaciones de mi vida me vuelve amargo y rehuso someterme, pero tengo miedo.
Este sentimiento de impotencia que
puede llevarme hasta la rebelión,
podrá conducirme a un “lumbago” o un
“dolor de cintura”. No me siento sostenido en mis necesidades de base y mis
necesidades afectivas. Tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la
novedad que se presentan a mí porque me gusta sentirme en seguridad en mi
rutina y mis viejas costumbres. Esto revela frecuentemente que soy inflexible y rígido y que quisiera ser sostenido a mi modo. Si acepto ¯© que
los demás puedan ayudarme a su modo, voy a descubrir y tomar consciencia de que
tengo el apoyo que necesito. Así me vuelvo más autónomo y responsable. Si se
trata de un pinzamiento de los discos
lumbares, pongo probablemente demasiado presión sobre mí – mismo en hacer
cosas para que me amen. Ya que se revela necesario un período de reposo,
aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y volver a definir mis
prioridades. Al no sentirme sostenido,
me vuelvo rígido (tieso) hacía los demás. ¿Tiendo a culpar a los demás de mis
dificultades? ¿Me tomo el tiempo de expresar mis necesidades? Acepto ¯© que
me único sostén viene de mí – mismo. Volviendo a tomar contacto con mi ser
interior, establezco un equilibrio en mis necesidades y reúno todas las fuerzas
del universo que están en mí. Estas fuerzas me dan confianza en mí y en la vida
porque sé que me traen todo lo que necesito: físico, emotivo, espiritual. Estoy
sostenido en todo momento! Las 5
vértebras lumbares se sitúan en esta área.
L1 = la primera vértebra lumbar L1 está afectada cuando vivo un
sentimiento de impotencia frente a alguien o a algo que no me conviene y que
tengo la sensación de no poder cambiar, que he de soportar. Entonces, me vuelvo
inerte, sin vida, gasto mucha energía con cosas frecuentemente menores pero las
aumento tanto que toman entonces proporciones catastróficas, lo cual puede
incluso hacer aparecer un sentimiento de desesperación. Puedo vivir inseguridad
frente a aspectos de mi vida, pero no tiene realmente razón de ser. Quiero
controlarlo todo, pero esto no es humanamente posible. Puedo también vivir
conflictos interiores entre lo que quiero hacer y que no me permito. Esto hace subir en mí
frustración, agresividad e ira. Estos sentimientos endurecen mi corazón si no me
libero y amargan mi vida. Una vértebra L1
en mal estado puede traer enfermedades relacionadas con las funciones de
digestión (intestino y colón) o eliminación (estreñimiento, disentería, etc.).
Tomo consciencia del poder que tengo para cambiar el curso de mi vida, y sólo
la mía! Vuelvo a establecer mis prioridades para canalizar bien mis energías.
L2 = El estado de la segunda
vértebra lumbar L2 depende mucho de mi flexibilidad frente a mí – mismo y a
los demás. La soledad y la amargura generalmente causadas por una timidez
pronunciada son también factores importantes que pueden afectar L2. Soy preso de mis emociones: al no
saber como vivirlas y expresarlas, y al ser éstas a veces vivas y explosivas,
pongo máscaras para protegerme y evitar que se pueda ver lo que sucede en mi
interior. Mi malestar puede hacerse tan grande que quiero “adormecer” mi mal
con bebida, drogas, trabajo, etc. y L2
hará entonces una llamada de socorro. Tengo tendencia a ver las cosas en
negativo y a vivir en un estado depresivo que veo muy poco porque estoy en un
papel de víctima que no me obliga a pasar a la acción o a cambiar cosas en mi
vida. Igual como L1, un sentimiento
de impotencia y también mucha tristeza afectarán L2. Soy bastante amargo frente a la vida porque estaría
supuestamente disfrutando de los placeres de la vida pero, frecuentemente, no
me autorizo a ello a causa de mis obligaciones o por deber, para mostrar el
buen ejemplo. Debo aprender que no he de ser perfecto. A veces puedo sentirme
incapaz o impotente frente a una situación. No he de culparme por ello o estar
enfadado; solo he de ser auténtico conmigo mismo y los demás y expresar
simplemente mis penas, mis alegrías, mis dudas, mis incomprensiones, mis
frustraciones para estar más abierto frente a los demás y para que L2 recupere vida también. Se debe recalcar
que una vértebra L2 en malas
condiciones puede conllevar enfermedades del abdomen, la apéndice o las piernas
en donde podría ver aparecer varices.
L3 = la tercera vértebra lumbar L3 se ve sobre todo afectada cuando
vivo situaciones familiares tensas o tormentosas. Me impido decir o hacer cosas
para no herir y no molestar a los demás. Pero al hacer esto, me hago daño a mí
mismo. Juego el papel de “buen chico” o “buena chica” manifestando una gran
flexibilidad. Pero me vuelvo “bonachón” lo cual me causa frustración, sobre
todo si debo poner mis deseos de lado. Y quizás, también, me ponga de lado, particularmente a causa de
mi gran sensibilidad, sin saber mucho como dichas emociones estarán recibidas.
Me vuelvo “paralizado”, incluso impotente, en mis emociones, en mi cuerpo, en
mis pensamientos, lo cual impide que se manifieste mi creatividad y todo lo vinculado a ella, en particular la
comunicación y la sexualidad que se quedan “rígidas” y “frígidas”. Para superar
el desánimo, debo tender los brazos hacía los demás y atreverme a expresar mis
emociones para que mi pleno potencial creativo se despierte y se manifieste. La
mala condición de L3 puede conllevar
dolencias en los órganos genitales, en el útero (en la mujer), en la vejiga o
en las rodillas, tales como la artritis, la inflamación o dolores.
L4 = Cuando la cuarta
vértebra lumbar L4 se rebela, es frecuentemente porque tengo dificultad en
transigir con la realidad de todos los días. Puedo complacerme en un mundo
imaginario y esto puede llevarme a vivir en la pasividad, estando un poco
cansado de ver lo que ocurre alrededor mío. Se instala cierta dejadez. “¿Porqué
preocuparse de todos modos?” Sufro los acontecimientos y no los creo, lo cual
me puede dejar un sabor amargo. Igual como L4,
necesito protegerme cerrándome porque puedo fácilmente dejarme distraer o
influenciar por lo que me rodea, sobre todo por lo que la gente pueda decir de
mí, y mi sensibilidad puede estar altamente afectada. También me rompo la
cabeza exageradamente y mi discernimiento está a veces erróneo o carente porque
mi mental es muy rígido, lo cual me impide tener una visión global de una
situación y en consecuencia soluciones o posibles vías frente a ella. Entonces
quiero controlar en vez de escuchar mi voz interior. Debo aprender a escuchar
ésta para recuperar el dominio de mi vida. Recupero mi poder de crear mi vía
como quiero y recupero el gusto de realizar grandes cosas! Se debe observar que
una vértebra L4 en mal estado puede
conllevar dolores en la región de mi nervio ciático y de la próstata en el
hombre.
L5 = Puedo preguntarme lo que sucede en mi vida cuando la quinta vértebra lumbar L5 está
afectada. ¿Tendría por casualidad una actitud de desprecio o de pereza frente a
una persona o una situación? Puedo vivir un poco de celos, disgusto,
frustración, pero sin embargo ya tengo mucho, la vida me ha mimado y tengo
dificultad en reconocerlo. Mi vida está
teñida de lujuria (en todos los niveles) y debo aprender a apreciar lo que
tengo, y a cultivar mis relaciones interpersonales: tengo dificultad sobre todo
en el plano afectivo a ser auténtico y a sentirme bien porque en el fondo de
mí, vivo una gran inseguridad y tengo dificultad en expresar lo que vivo. Por
lo tanto, tendré tendencia a ser algo depresivo ya que pasaré frecuentemente de
un cónyuge a otro sin saber demasiado porqué sucede esto, sintiéndome
“correcto” dentro de lo que estoy viviendo. Inventaré toda clase de guiones y
mi atención siempre estará centrada en los pequeños detalles anodinos, lo cual
me impedirá adelantar y pasar a otra cosa. Cierta amargura puede ensombrecer mi
vida e impedirme disfrutar de ésta. Aprendo a saborear cada instante que pasa y
a apreciar toda la abundancia que forma parte de mi vida. Un mal estado de L5 puede ocasionarme dolores en las piernas,
desde las rodillas hasta los dedos de los pies.
La parte inferior de la espalda también forma parte del sistema del
centro del movimiento. Si tengo
dificultad en transigir con la sociedad, tanto desde el punto de vista de las
orientaciones por tomar como del sostén que espero de ella, puedo vivir frustración o resentimiento. No quiero “dealer” con ciertas personas o ciertas
situaciones. Mis relaciones personales
con mi entorno padecen de ello.
También puedo tener dificultad en aceptar ¯©
que voy sumando años. “Me hago viejo” y debo amansar lentamente la noción de mortalidad. Finalmente, la parte inferior de la espalda está muy
estrechamente vinculada a los dos centros de energía inferiores, el coxis y el
segundo centro de energía que está vinculado más específicamente a la
sexualidad. Si vivo conflictos interiores o exteriores para con ésta, si he
reprimido mi energía sexual, puede manifestarse un dolor de espalda. Las 4
vértebras sagradas y las 5 vértebras
del coxis están relacionadas con esta región. Cuando las vértebras sagradas están afectadas,
puedo tener la sensación de que no tengo columna y que necesito a otra persona
para sostenerme. Estoy constantemente “probado” por la vida para ver cuál es mi
nivel de integridad y de honradez. Tengo un enorme potencial pero ¿estoy listo
para realizar los esfuerzos necesarios para cumplir mis objetivos? Las
vértebras inferiores son las siguientes:
S1, S2, S3 = Ya que las 3 primeras vértebras sagradas están
soldadas juntas, se tratarán juntas. Constituyen un todo. Reaccionan con la
rigidez que manifiesto, con mi estrechez mental en relación a ciertas
situaciones o ciertas personas, a mi mente cerrada que rehusa oír lo que los
demás han de decir. Quiero tener el control para sentirme fuerte y en seguridad
y, si lo pierdo, voy a estar enfadado, furioso y puedo tener ganas de “pegar
una paliza” a alguien por estar tan
frustrado y lleno de amargura. Todos estos sentimientos generalmente tienen su
origen en mis relaciones afectivas que no siempre van como lo deseo. La
comunicación tanto verbal como sexual, es deficiente, por no decir inexistente,
y estoy constantemente volviendo a plantear este tema. Tengo la sensación de
tener que nadar a contra corriente y me siento en un callejón sin salida. Tengo
interés en parar un momento y ver claro en mi vida, a reflexionar sobre lo que
quiero y edificar una base sólida.
S4, S5 = Todos los deseos tienen su
origen en las
vértebras sagradas cuarta
y quinta. Si soy capaz de administrarlas bien, si tomo el tiempo de
descansar y hacer las cosas que me gustan,
S4
y S5 funcionarán bien. Sin embargo, si vivo culpabilidad, tratándome de
perezoso y confrontándome a mis deberes y mi moralidad, juzgando mi conducta
“no correcta”,
S4 y S5 pueden
reaccionar fuertemente. Tengo el derecho de hacer cosas para mí y a veces
evadirme pero debo evitar que esto se vuelva un medio de huida, evitando que me
enfrente con mis responsabilidades. En ese momento, la pereza puede no estar
benéfica: me mantiene en un estado pasivo de cansancio que me impide ir hacía
delante. Por esto, en casos extremos, también estarán afectados mis pies. El
único modo de curar el
sacro
quebrado o roto, es la inmovilidad física y el tiempo. El
sacro está vinculado al segundo centro energético que se sitúa al
nivel de la primera vértebra lumbar. Un desequilibrio de este centro energético
puede aparecer en las dolencias físicas siguientes: referente a los órganos
genitales, puede haber infertilidad, frigidez o herpes; en cuanto a los
riñones: cistitis, cálculos; en lo referente a la digestión y la eliminación:
incontinencia, diarrea, estreñimiento, colitis, etc. Las desviaciones de la
columna vertebral (escoliosis) nacen generalmente a este nivel y conllevan con
ellas dolores de espalda. El segundo chakra o centro energético, influencia mis
relaciones con mi entorno y un malfuncionamiento de éste, que afecta mi
sacro, será el signo de mi estrés, mis
angustias, mis miedos y mi tendencia depresiva que debo aprender a administrar.
En cuanto al coxis, está vinculado al primer chakra, o centro de energía, sede
de la supervivencia. Representa el fundamento de mi sexualidad, la realización
adecuada de mis
necesidades de base
(sexualidad, alimento, protección, techo, amor
, etc.). El
coxis está formado de
cinco vértebras coxigianas que están
soldadas juntas. Representa mi dependencia frente a la vida o a alguien más.
Hay muchas probabilidades de que mi cuerpo me diga que tengo que pararme cuando
me duelo el coxis. Es mi inseguridad la que se manifiesta en relación con mis
necesidades de base, de supervivencia, en particular el hecho de tener un
techo, alimento, vestidos, etc. El alimento aquí se refiere a las necesidades físicas como
emocionales y sexuales. Cualquier persona necesita amor en su vida. También necesita comunicación mediante
relaciones sexuales con uno o su pareja. Estas necesidades generalmente se
niegan y reprimen, sobre todo a causa de mis principios morales y religiosos,
lo cual me lleva a estar insatisfecha. Puedo sentirme entonces impotente en
todos los sentidos del término y hay una ira incubando dentro mío. Quiero huir
cualquier situación que hace daño a mi sensibilidad y frente a la cual puedo
vivir culpabilidad. Debo poner mi orgullo de lado, es decir mis miedos. Debo
confiar en la vida y sobre todo hacer confianza en mi capacidad por expresarme
y asumirme. Cuando siento dificultades vinculadas con este aspecto de mí –
mismo, compruebo interiormente hasta qué punto estoy (quiero ser) dependiente
de una persona que, conscientemente o no, satisface ciertas necesidades de mi
vida. Soy capaz de cumplir mis propias acciones, de ser autónomo. Es posible
que las personas con las cuales me
vinculo
sean mucho más dependientes afectivamente que yo y que tengan necesidad de este
tipo de relación. Acepto
¯© ver
hasta qué punto hago muestra de independencia y vigor en mi vida. Debo soltar
cualquier sentimiento de
inquietud
frente a mis necesidades de base y tomar consciencia
ahora de las fuerzas que me habitan y afirmar que soy la persona
mejor colocada para garantizar mi propia supervivencia. Al estar vinculado el
coxis con el primer chakra, un
desequilibrio al nivel de este centro de energía puede conllevar desordenes
físicos, los más corrientes tocando el ano o el recto (hemorroides,
irritaciones), la vejiga (trastornos urinarios, incontinencia), la próstata.
También se puede encontrar dolores en la base de la columna vertebral, una toma
o pérdida de peso considerable (obesidad, anorexia) y una mala circulación
sanguínea al nivel de las piernas (flebitis), manos y pies. Estos males me dan
una indicación que tengo necesidad de volver a equilibrar este centro de
energía.
La
fractura de una vértebra es
generalmente el resultado de una rebelión interior, una reacción de inflexibilidad mental vinculada a la
autoridad. Veo la vida con tal estrechez mental que me atraigo esta fractura.
Mis pensamientos son demasiado rígidos,
rehuso doblarme a ciertas ideas nuevas que me apartan del amor y que me aportan
dolor. Soy intransigente y frecuentemente muy orgulloso y tendría ventaja en
desarrollar más humildad. La espalda
es mi sostén y mi soporte; el verla herida es incómodo. Acepto ¯© mis
actitudes presentes sabiendo que puedo modificarlas desde ahora. Es hermoso
vivir la vida con su flujo de cambios y es importante respetar esto. Me
mantengo abierto a la vida porque sé que es buena para mí. Me dejo llevar por
el flujo de la vida.
Uno
o varios músculos se contraen de
modo involuntario y no rítmico; entonces tengo un espasmo. Los espasmos
forman como un nudo. Me crispo, quiero retener el amor, tengo miedo de perder a
esta persona a quien amo tanto. Estos espasmos
crean en mí un sentimiento de inquietud, impotencia. Este nudo de dolor que no
consigo controlar procede de una multitud de disgustos o cosas irritantes que
dan un sabor amargo a mi vida. Hace vivir en mí emociones, culpabilidad
vinculada a mi sexualidad. Reconozco que los nudos ahogan y que, para conservar
el amor alrededor mío, acepto ¯©
desapegarme.
La
esterilidad se define como la
inaptitud a reproducirse. La esterilidad
puede indicar un rechazo, una resistencia inconsciente a la idea de tener un
hijo. También puede que desee un niño únicamente para colmar las esperas de las
personas que me rodean pero que, para mis adentros, no lo deseo realmente. Teniendo
miedo de dar a luz o de ser incapaz de cumplir con mi papel de madre o padre (miedo
de la responsabilidad, problemas financieros…) o no deseando hacer vivir a mi
hijo, los sufrimientos que viví, provoco la esterilidad. Puedo así sentir el temor de volver a vivir a
través de mi embarazo, los recuerdos de los momentos en que me llevaba mi madre
y que pudieron afectarme. Debo comprender que el deseo de tener un hijo puede
ser muy grande pero el miedo también, que sea consciente o no; es la diferencia
que puede pesar en la balanza para que el proceso de embarazo se active o no.
Debería comprobar si pude vivir experiencias en el pasado, que sea hombre o
mujer, que pudieran haberme hecho vivir ciertos bloqueos sexuales. Un trabajo
en psicoterapia o energético puede estar adecuado en este caso. También puede
suceder que no tenga que vivir esta experiencia de ser padre. Por lo tanto es
muy importante que me pregunte sobre la naturaleza de mi deseo de tener un hijo
y que haga confianza a mi yo interior en mi decisión de dar la vida o no.
El
estómago recibe el alimento y lo
digiere para colmar las diferentes necesidades de mi cuerpo en vitaminas, en
proteínas, etc. Alimento mi cerebro del mismo modo por las situaciones y los
acontecimientos de mi vida. Cada estómago
tiene su propio funcionamiento. Por más que la forma general sea la misma, la
digestión puede ser diferente de una persona a la otra. Así, la forma de mi
estómago está en relación con mi personalidad. Mi estómago refleja el modo en que absorbo e integro mi realidad y mi capacidad en digerir las nuevas ideas o las
nuevas situaciones. Puede compararse a un barómetro indicando mi grado de
apertura y mi modo de reaccionar en la vida. Los problemas de estómago aparecen cuando mi realidad
cotidiana está en conflicto con mis deseos y mis necesidades. Estos conflictos
se vuelven a encontrar habitualmente al nivel de mis relaciones familiares,
amicales o al nivel de mis relaciones de trabajo.
Conozco
el trabajo efectuado por mi estómago
y sé que representa mi modo de digerir,
absorber e integrar los acontecimientos y las situaciones de mi vida. Los estirones en el estómago están vinculados con frecuencia a una necesidad de amor,
de “alimento emocional” y de alimentos. El alimento representa el afecto, la
seguridad, el premio y la supervivencia. Si vivo un vacío cualquiera en mi
vida, querré colmarlo con el alimento, en particular en los momentos de
separación, muerte, pérdida o escasez de dinero. El alimento también puede
ayudarme artificialmente a “liberarme” de las tensiones materiales o
financieras. Siento como una carencia
indispensable para mi supervivencia. La fermentación,
por su parte, procede del hecho que no quiero enfrentar ciertas emociones que
vivo con relación a personas o situaciones. Pongo estas emociones de lado, pero
éstas siempre son presentes, se acumulan, “fermentan”, bajo el efecto de mi
actitud “ácida”. Rumio constantemente ciertas situaciones que viví y que “no
digiero”. Por lo tanto tengo tendencia a “rumiar” situaciones pasadas y a vivir
las mismas actitudes y las mismas emociones negativas. Éstas me quedan pues en
el estómago. Es muy difícil para mi estómago digerir emociones no vividas.
Al estar mi realidad en conflicto con mis sueños y mis necesidades, esto me
lleva a vivir diversas emociones. No expreso mis contrariedades, estoy
irritado. La ira y la agresividad rugen en mí, pero las
reprimo. Ya está! La úlcera y los ardores de estómago están aquí. Tengo
grandes miedos, mi digestión se hace
laboriosa porque mi estómago es nervioso y frágil. ¿Cuál es la situación de mi vida “que no
digiero”? Vivo gran inquietud, sobre todo debido a mi débil confianza en mí, lo
cual hace difícil la aceptación ¯© de
mis emociones. Los dolores de estómago
se producirán cuando vivo una contrariedad en el campo de mis finanzas
personales o de mi vida profesional. Ciertas situaciones son tan repugnantes y
asquerosas que mi estómago rechaza
digerirlas. Reacciono frente a mi realidad de un modo negativo y “ácido” y
padezco indigestiones y nauseas. La digestión es muy lenta si el estómago está tenso y rígido, evitando
que cambios se produzcan en mi vida. Tomo consciencia que debo revelar más
apertura en la vida y acepto ¯© que
las situaciones y los acontecimientos están aquí para hacerme crecer. La
aceptación ¯©
permite transformarlos en experiencias y la presión o la tensión desaparece.
Como
lo indica su nombre, el
ardor de
estómago es señal de que algo, una situación, un suceso, una persona me
quema, me
acidifica, me
enfurece.
La situación me parece irritante, injusta y vivo interiormente impotencia.
Cuando tal situación me sucede, puedo preguntarme: “¿qué es lo que me quema o
me pone furioso? ¿Qué es lo que a mí no me gusta y que
no consigo digerir”? También es muy
posible que me enganche a esta ira de un
modo inconsciente, porque tengo miedo de afirmarme, de soltarme y expresar mis
necesidades, mis deseos y mis intenciones al nivel del corazón. Soy único en todo
y los demás son diferentes de mí en todo. Debo pues quedarme abierto y atento a
mis propias necesidades y aceptar
¯© la
entera responsabilidad de mis actos, por más que la gente sea diferente de mí.
El hecho de volver a reprimir, inhibir una emoción (ira, pena, rabia) aumenta
la acidez de los gases gástricos y, al mismo tiempo, me impide tragar cualquier
cosa (porque los ardores manifiestan un tipo de
presión interna en el área del
estómago).
Debo ver el nexo entre mis auténticos sentimientos y los
ardores de estómago. Conservo la calma y observo mi modo de ser,
mis reacciones frente a las situaciones que vivo así como mi actitud frente a
los acontecimientos cotidianos. Centrando mi atención en mi convicción que la
vida es buena y que mis necesidades todas se colman en el momento adecuado, mi
estima personal aumenta y mis próximas cóleras serán menos intensas. Tomo el
tiempo de apreciar cada momento de mi vida y mi
estómago se lleva mejor!
La
gastritis es una inflamación aguda o
crónica de la mucosa del estómago,
lugar donde empieza el proceso de digestión. Si hay inflamación, hay irritación
e ira frente a algo o a alguien a quien no digiero: ciertas cosas no pasan como
quisiera, o puede ser una o personas que no actúan como lo deseo. Puedo tener
el sentimiento de haber sido engañado y de estar cogido en una situación. Estoy
irritado por algo que absorbió mi sistema de digestión y la realidad “digerida”
me molesta en alto grado. Aprendo a aceptar ¯©
las situaciones y a los demás tales como son, sabiendo que el único poder que
tengo es el poder sobre mí – mismo.
El
estornudo está causado por la
excitación o el cosquilleo de las paredes interiores de las ventanas de la
nariz lo cual provoca la expulsión brusca y simultanea de aire por la nariz y
por la boca. Estornudar significa que algo o alguien me molesta. Miro lo que
estoy haciendo y quien está conmigo. ¿Qué es lo que me indispone, la situación
o la persona? ¿Estoy criticando a alguien o criticándome a mí – mismo?
Inconscientemente, siento la necesidad de extirparme de cierta situación,
apartarme de una persona. ¿Qué es lo que quiero expulsar de mi vida? ¿De quién
o de qué quiero yo deshacerme? Identifico la causa y acepto ¯©
tomar el lugar que me corresponde y actuar de modo a restablecer la armonía,
bien explicándome con la persona referida o rectificando la situación.
Cualquier
situación que crea una demanda más grande a mi organismo me lleva a vivir estrés. El estrés puede ser psicológico (la presión de mi entorno), físico
(una fuerte demanda para mi cuerpo vinculada al trabajo, al deporte, al calor,
al frío, etc.) químico o bioquímico (toma de medicamentos, quimioterapia,
cambio hormonal). El estrés en sí es
de hecho menos importante que mi reacción frente a éste. Puede ser positivo,
estimulante y creativo tanto como amenazador para mi cuerpo. Según mi reacción
frente a las situaciones, sucesos, sentimientos y dificultades, el efecto
estresante será benéfico o nocivo para mí. Es importante constatar que incluso
un acontecimiento feliz puede llevarme a vivir un estrés importante. Así, puedo ganar un millón de dólares a la
lotería, lo cual puede tener como consecuencia el hacerme vivir una depresión
porque tendré la sensación de tener tantas cosas que cambiar en mi vida que
tendré miedo de no poder hacerlo. ¿Voy a conservar mi empleo junto a la gente
que aprecio? Se mantendrán mis amigos como son en su trato conmigo? Deberé
mudarme? ¿Seré capaz de adaptarme a todos estos cambios? Necesito mirar en mi
interior y preguntarme mis reacciones, mis motivos y mis actitudes en vez de
echar la culpa a las situaciones exteriores. Aprendo a relajarme y a considerar
los beneficios del estrés.
La
eutanasia no es una enfermedad sino
un acto por el cual queremos ahorrar sufrimientos juzgados intolerables para
una persona incurable. Puede que viva un malestar moral si he de decidir para
la otra persona si se debe poner fin a sus días. Es importante que me quede
conectado con mi convicción que la vida existe después de lo que se llama la
muerte, si esto forma parte de mis creencias. Si no es el caso, puedo
preguntarme si la persona que está frente a mí realmente manifiesta la vida.
Tomo consciencia de que esto forma parte de una elección individual. Puedo
informar a mis personas cercanas verbalmente o por escrito de la decisión que
podrían tener que tomar por mí en el caso de que no esté consciente para poder
tomar tal decisión en el futuro.
El
exhibicionismo se refiere a la
exhibición de órganos genitales. El exhibicionismo se vincula directamente con
la educación que recibí y el modo en que vivo mi sexualidad. En efecto, si me enseñaron que la sexualidad era
bestial, sucia y envilecedora, seguramente intenté reprimirla y, si no lo hice,
actúo en función de lo que aprendí. Siento así la necesidad de liberarme de
esta coacción que vivo para con la sexualidad. El hecho de darme al exhibicionismo es para mí un modo de
rehusar mis propios límites para hacerme aceptar ¯©.
Tomo consciencia de que el ser humano ha sido creado con necesidades sexuales.
Acepto ¯© que
la sexualidad es algo bello y sano a través de lo cual puedo desarrollarme. La
sexualidad forma parte también de mi evolución en el plano físico.
La
eyaculación precoz o eyaculación
prematura puede estar vinculada a mis primeras experiencias sexuales. Cuando me
masturbo, me siento culpable porque
lo siento como siendo “malo” o “prohibido”. Me doy prisa por lo tanto en
alcanzar la eyaculación. El placer de lo prohibido siempre ha tenido una
atracción muy fuerte e, incluso de modo inconsciente, intento volverlo a vivir.
También puede que me imponga presiones y nerviosidad en mi deseo de resultado
óptimo. Quiero probarme a mí y a mi pareja “lo que soy capaz de hacer”, con
resultados opuestos y frecuentemente inesperados. Debo relajarme y volver a
aprender el placer sexual vinculado a la masturbación en un clima libre de
coacciones y culpabilidad. Solo o con mi pareja, vuelvo a descubrir el gozo de
la masturbación retrasando cada vez más el momento de la eyaculación. Esto se vuelve un juego en el cual encuentro mucho
placer. Así puedo emprender una psicoterapia que me ayudará a disminuir esta
culpabilidad que pude vivir en mi infancia y que hará disminuir mi ansiedad en
querer ser el mejor desarrollando más confianza en mí.
Que
yo sea hombre o mujer, el cerebro derecho y el lado izquierdo del cuerpo
representan el principio femenino
(el yin), sede de la creatividad, dones artísticos, compasión, receptividad, emociones e intuición, y se refiere a mi
naturaleza interior. Se manifiesta también
por la ternura, la sensibilidad, la dulzura, la armonía, la belleza, la
pureza. Me vincula a mi naturaleza femenina y a la de los demás. Las
principales dificultades sentidas se vinculan a la expresión de los
sentimientos. ¿Me siento bien cuando animo a alguien? Soy capaz de decir “te quiero”, “tengo pena”? No me siento a mis anchas cuando soy el o la que
recibe, en particular cuando se trata de amor. Lo quiera o no, el principio femenino forma parte de
mí. La actitud que desarrollé frente a mi naturaleza femenina tiene un nexo
directo con las relaciones que entretuve con las mujeres de mi vida: madre,
hija, amiga, esposa, etc. El modo en que voy a expresar mi feminidad (sea la
facilidad o la dificultad) dependerá en gran parte del modelo de los padres y
de mi identificación con uno u otro de los padres.
Los
dolores femeninos me indican que
siento dificultades en aceptar
¯© ser
mujer. Ni siquiera sé como expresar mi feminidad. Tengo miedo de someterme. Sin
embargo, crecí en el entorno de mujeres que debían ser “fuertes”, tomar
decisiones, etc. De hecho, llevaban los pantalones
. ¿Viví en un entorno en
que las mujeres estaban sometidas y habían abdicado su propia personalidad?
Tomo consciencia que debido a la educación que recibí, desarrollé mucho más mi
lado masculino o bien me comprometí a
ser lo contrario de la sumisión y ser yo – misma asumiendo mi lado masculino en
detrimento de mi feminidad. Acepto
¯© ser
mujer porque como mujer, soy entera y expreso mis sentimientos. Puedo ser
fuerte y saber dar dulzura, amor, comprensión, etc. Cada mujer tiene su modo
bien propio de expresar su feminidad, debo yo elegir la mía. Comprenderé a qué
punto soy feliz de ser mujer.
Con
gran frecuencia, los fibromas aparecen en el útero, sede de la maternidad, de mi feminidad y de mi sexualidad,
por lo tanto de todo lo que se refiere a mi hogar, mi familia y con relación a
los cuales puedo haber vivido un golpe emocional (herida o abusos pasados).
¿Quizás me haya sentido herida por mi pareja y no supe expresarme para
restablecer la armonía? ¿Me habitan sentimientos de culpabilidad, vergüenza o
confusión interior reprimidos desde hace mucho tiempo y formaron esta masa de
tejidos blandos? Esta última puede proceder de un golpe emocional ligado a mis
primeras experiencias sexuales o a un paro de embarazo que me hubiese
perturbado. Soy consciente que los tejidos blandos representan los
“patterns” mentales inconscientes. Hay
pues acumulación de estos “patterns” mentales y actitudes negativas que ahora
han cogido una forma sólida. Es tiempo para mí de comunicar con mi cónyuge o
con cualquier otro miembro de mi familia y expresar lo que siento. En cuanto a
la vergüenza, culpabilidad y confusión, acepto ¯©
el haber actuado como mejor sabía y según mi evolución de ese momento. Me
perdono y me libero de esta carga. Me siento mucho más ligera y cada día que
pasa me hace comprender que me acepto ¯©
y que soy cada vez más feliz como mujer.
Cuando
la temperatura de mi cuerpo se eleva a más de 37°C, tengo fiebre. La fiebre es
sintomática de emociones que me queman.
Estas emociones se transforman en ira contra
mí y los demás, o contra un suceso. Invade mi cuerpo entero. ¿Porqué necesito
yo ir hasta este extremo? Es mi modo de compensar para hacer reposo y recibir
más amor y atención? ¿Necesito este tiempo de paro para ajustarme a una
realidad que cambia muy rápidamente? Generalmente, se trata de una emoción
“quemadora” que surge o bien de la vida que se vuelve de trato “demasiado
caliente” para tratar (“dealer”) y que toma la forma de una ira intensa, de una
indignación, de una decepción, de inquietudes. Si soy un niño, la fiebre repentina puede relacionarse con
conflictos interiores, rabia, o una
herida reprimida. Yo, como niño, no tengo la capacidad de comprender
mentalmente mis emociones, las expreso pues por mi cuerpo. Sea lo que sea, debo
identificar la causa de esta fiebre
y encuentro una acumulación de irritación y de ira, que brota a menudo cuando
“rumio” las desgracias pasadas. Tomo consciencia de mis necesidades y acepto ¯©
aprender a comunicar para expresar lo que siento. De ahora en adelante, ya no
acumulo: sé que la solución es el diálogo.
FIEBRE (botones
de…) (ver también: HERPES / […en
general] / […bucal]
La
aparición de granos de fiebre está
en relación directa con mis tomas de consciencia. No hago muchas preguntas
frente a mí – mismo y a mi vida en general. Estoy en conflicto entre mi
identidad propia y mis relaciones con los demás. El único modo que encontró mi
cuerpo para exteriorizar mi conflicto emocional y liberarme de él, son estos granos acompañados de fiebre. ¿Qué es lo que me impide ser
yo? ¡Mi temor al rechazo! Cuando esto sucede, debo hallar la razón por la cual
no estoy en armonía conmigo mismo. Tomo consciencia de mi necesidad de ser yo –
mismo en cualquier circunstancia. Acepto ¯©
también de expresarme porque mi entorno no puede adivinar lo que me preocupa.
Al aceptar ¯© a
los demás tales como son, me atraigo la comprensión. Volviendo a ser yo –
mismo, la armonía recobra su lugar en mi vida.
La
fístula es la formación de un canal
que conecta directamente y anormalmente dos vísceras (fístula interna) o una víscera con la piel (fístula externa). Para que se forme tal canal, debe haber un bloqueo
importante a este nivel que perdura desde hace cierto tiempo.
Inconscientemente, estaba tan ansioso, me retuve y bloqueé la vía de evacuación
normal. ¿Qué es lo que se esconde detrás de mi ansiedad? Tengo miedo de estar
rechazado o abandonado, de estar ridiculizado o de engañarme. Tengo reticencias
a soltarme. Tomo consciencia que, detrás de cualquier emoción, hay orgullo y
cuanto más orgullo haya, más es grande mi miedo. Necesito volver a centrarme en
el tiempo presente y a estar a la escucha de mi intuición. La vida es una
escuela en la cual aprendo. Si bloqueo mi aprendizaje, también bloqueo mi
evolución.
La
frente está situada al nivel del
cerebro y, ya que forma parte de mi cabeza, representa mi individualidad y el
modo en que me enfrento con mi vida y con los acontecimientos, racionalmente
más que emotivamente. Puedo decir que la forma de mi frente y sus características particulares me indican el modo en que
me enfrento con mis
responsabilidades. Mi apertura mental está revelada por el ancho de mi frente: más estrecha es ésta, más
rígido soy y más siento miedo o culpabilidad frente a mis propias ideas y mis
propia opiniones que son diferentes de las de los demás y que me cuesta asumir
plenamente, sabiendo que corro el riesgo de molestar a mi entorno. Mi
integridad personal es muy importante y es primordial que me respete en lo que
soy, quedando abierto a las opiniones de los demás, y sabiendo que tengo el
derecho de tener una opinión diferente.
La
frigidez consiste en una
insatisfacción sexual en la mujer durante las relaciones sexuales.
Generalmente, hay un traumatismo profundo o un conflicto interior. El miedo
está en el centro de este estado: miedo de mis impulsos sexuales y del placer
que podrían hacerme parecer “indecente”, miedo de abandonarme y de perder el
control. Tengo miedo de “perder algo” “sometiéndome a la sexualidad. En
realidad, se trata del miedo a afrontar lo que escondo en el interior mío.
Cuando está presente este miedo, frecuentemente creo que soy fea y sin valor.
Tengo vergüenza y me culpabilizo profundamente. Esto frecuentemente resulta de
un abuso sexual vivido en la infancia, o del acondicionamiento de los padres
diciendo que “el sexo es malo” o de la creencia que “amor y sexo no van
juntos”. Estas percepciones estando escondidas en el inconsciente, deseo
retirarme de toda participación, rechazar la sexualidad sin saber porqué de un
modo consciente. La educación que recibí tiene un gran impacto sobre mi frigidez. ¿Estaba considerada la
sexualidad envilecedora y representativa de los instintos más bajos del ser
humano? ¿Oí hablar de resignación y sumisión frente a las relaciones
sexuales, con el sobreentendido de que
no había ningún placer? ¿Abusaron de mí sexualmente en mi infancia? Si es así,
rechazo inconscientemente mi sexualidad y siento dificultad en dejarme tocar
sin sentir miedo y asco. Tomo consciencia de que no hay nada indecente en la
sexualidad. Al contrario, cuando está expresada entre parejas consintientes que
viven una relación de aceptación ¯© y de
profundo amor, es bella y sana. Acepto ¯©
abrirme a mi pareja, expresarle mis miedos, mis temores. Acepto ¯©
decirle mis necesidades. Comprendo que la sexualidad forma parte de mi
dimensión física y que es una fuente de desarrollo para mi evolución.
Soy
una persona friolera si temo el frío
o si tengo una gran sensibilidad al frío. Esta friolencia frecuentemente aparece después de un suceso en que viví
una separación con una persona, un animal o incluso un objeto (un animal de
peluche por ejemplo) que apreciaba mucho y que sé que nunca jamás volveré a
tener. Vivo un gran vacío, un gran frío
porque perdí el amor, la atención, el contacto físico con el objeto de la
separación. Sobre todo cuando soy niño, creo o me enseñaron que cuando alguien
se va (muere), se va al cielo. Pero hace
frío en el cielo! Y me pongo a ser
friolero porque, si estoy en contacto con el frío, lo estoy también con la persona fallecida! Así, tomo
consciencia que necesito más “calor en mi vida”, o si se quiere, más amor, o
reconciliarme con lo que me separó de lo que representaba para mí el amor. Es
importante tomar consciencia del suceso que “activó” la friolencia y aceptar realmente ¯©
la marcha de la persona (objeto, animal) de la cual estuve separado para hacer
la paz conmigo mismo y con la situación.
GANGLIO
(…linfático) (ver
también: ADENITIS, ADENOPATIA, CÁNCER DE LOS GANGLIOS […del sistema linfático])
Un
ganglio es un pequeño cuerpo de
forma redonda situado en el trayecto de un vaso linfático o de un nervio. Si
tengo dificultad en enfrentarme a una situación y que en vez de hablar de ello
y de pedir ayuda, guardo todo para mí, guardo
secreto mi desanimo y mi desesperación, tengo ganas de dejarlo todo, la nostalgia frente a mi vida se va a
manifestar al cabo de cierto tiempo por uno o varios ganglios. Mi estima de mí disminuyó y mi miedo del futuro me hará
vivir angustia. Vivo en la defensiva. Puede que tenga también dificultades de
comunicación con los demás y que esto me afecte emocionalmente o me cause
miedos en mis relaciones con los demás. Es importante ver en cuál parte del
cuerpo aparecen los ganglios porque
esto me da una pista sobre el motivo de esta manifestación. Por ejemplo, si me
preocupo con relación al algo que quiero expresar pero que guardo en mi
interior, hay probabilidades de que uno o varios ganglios aparezcan en la región de la garganta. Si hay cosas que no
quiero oír, entonces los ganglios
cerca de mis orejas pueden molestar mi audición. Tengo interés en comunicar mis
necesidades a todos los niveles para que desaparezca mi desesperación y que
deje sitio a la esperanza y a la alegría de vivir.
La garganta contiene cuerdas vocales (la
laringe) y la faringe. Me permite expresar quien soy y me permite también
intercambiar con personas que me rodean. La garganta está vinculada al centro de energía de la laringe también
llamado chakra de la garganta (quinto chakra), centro de la creatividad, de la
verdad y de la afirmación. Trabaja también en estrecha colaboración con el
centro de energía sagrado o segundo chakra, el centro de la energía sexual, la
sexualidad siendo un modo de comunicar con otra persona. Este centro de energía
es importante para la afirmación del yo. También se dice: “El pensamiento crea,
el verbo manifiesta.” Así, por la palabra, hago que mis pensamientos se
materialicen en el mundo físico. Entonces, aunque pensamientos negativos puedan
tener repercusiones en mi salud, palabras negativas podrán tenerlas aún más.
Esto es verdad para el lado positivo también. Por lo tanto tengo ventaja en
hablar de modo positivo, respetando así mi templo de carne que alberga mi parte
divina. Cuanto más exprese la verdad por esta vía de comunicación, más podré
intercambiar con mi entorno.
Con
mi garganta, trago la realidad, ahí
en donde tomo la vida por la respiración, el agua y el alimento. También es
aquí donde libero mis sentimientos del corazón hasta la voz. Es el puente en
doble dirección entre la cabeza y el cuerpo, el espíritu y el físico. Si me duele la garganta, puedo
culpabilizarme por haber dicho ciertas palabras, o pensar que hubiese debido
expresar algo. Es como si me auto - castigase por el dolor. Quizás ha llegado
el momento de decir lo que estoy viviendo para liberarme de ello. También mi garganta puede inflamarse si inhibo la
rabia y que esta emoción me suba a la garganta.
Si no digo realmente lo que quiero decir o que existe un conflicto en mi
expresión de mí- mismo, entonces mi garganta
siente este rechazo. Al ser la garganta
la expresión de la afirmación de mí - mismo, si tengo dificultad en afirmarme,
puedo querer compensar esto volviéndome autoritario hacía mí – mismo y hacía
los demás, lo cual limita mi energía en este plano. La infección en la garganta por la bacteria estreptococo es una de las
formas de infección más frecuentes. Esto implica la irritación y retención de energía. La garganta representando también la
concepción, la aceptación ¯© de
la vida, si tengo dificultades al nivel de la garganta, puedo vivir un profundo conflicto en la aceptación ¯© de
mi existencia. Teniendo dificultad para tragar, puedo preguntarme cuál persona
o cuál situación tengo dificultad en tragar, o cuál realidad me siento obligado
a tragar aun cuando esto no me convenga (quizás sea esto por ejemplo algo que
esté en contra de mis principios). Entonces puedo intentar cortarme de la
realidad física, queriendo quizás huir la obligación de afirmar quien soy, mis
necesidades y por el mismo hecho, la de aportar cambios en mi vida. El chakra
de la garganta y el chakra sexual
están conectados muy directamente. Los dos tienen relación con la creatividad:
el chakra de la garganta se refiere
a la creatividad de mis pensamientos mientras que el chakra sexual se refiere a
la creatividad en la materia. Así, ambos centros de energía tienen relación con
la comunicación: por mi voz, comunico mis pensamientos y por mi sexualidad,
comunico físicamente mis sentimientos. Así, si tengo problemas de garganta, es bueno que me pregunte lo
que he de expresar sobre mí – mismo y debo investigar si vivo frustración en
cuanto a mi sexualidad. Debo aprender que la felicidad y la libertad vienen de mi capacidad a expresarme en la Verdad, acercándome así
cada vez más a mi esencia divina.
Tener carraspera en la garganta manifiesta muy a pesar mío que
deseo expresar algo pero que lo guardo adentro mío. ¿Tengo miedo que se rían de
mí, que me critiquen, que me rechacen, de estar incomprendido? Seguramente este
miedo se relaciona con “mi sensibilidad” conscientemente o inconscientemente.
Debo hacerme confianza y decir las cosas tales como son, siguiendo auténtico
conmigo mismo; adquiriré así el respeto de los demás y de mí – mismo.
Tengo
la garganta apretada cuando vivo
ansiedad. Entonces me siento “cogido a la garganta”.
Puedo sentirme inseguro pero debo hacer confianza a la vida. Aprendo a
expresarme libremente y a superar mis miedos.
La
faringitis es mucho más conocida
bajo la expresión dolor de garganta.
Todas las emociones, los sentimientos o las energías que bloquean mi garganta se deben de entrar por la
nariz o la boca. O también, vienen de las profundidades de mi ser interior y
bloquean al nivel de la garganta. Frecuentemente son emociones o situaciones que vuelvo a tragar y que
tengo dificultad en aceptar ¯©. Por
lo tanto, siento (nariz) que algo va mal o que no absorbo (boca) una o varias
energías que se presentan a mí. A veces, son las mismas emociones que se han
ampliado después de un resfriado. Estas
emociones me afectan más profundamente, más cerca de mi interior que un simple
resfriado. He de analizar este sentimiento que se engancha y bloquea al nivel
de la garganta para poder aceptarlo ¯© y
dejarlo ir.
La
laringe es la parte de las vías
aéreas superiores situada entre la traquea y la faringe. Una afección al nivel
de la laringe se produce
generalmente después de un suceso en el cual tuve “el soplo cortado”. Tenía
tanto miedo “que ningún sonido podía salir de mi boca”. Estuve pillado por
sorpresa y frecuentemente, me siento en peligro, al punto que tengo la
sensación que mi vida está en peligro. Es importante que recuerde y vuelva a
vivir en pensamiento este suceso que probablemente sucedió justo antes de que
mi laringe esté afectada por la
enfermedad. Así podré eliminar el traumatismo que se quedó “enganchado” en mi laringe y le permitirá curar.
GARGANTA –
LARINGITIS (ver
también: ANEXO III, ENRONQUECIMIENTO, INFLAMACIÓN)
La
laringitis es una inflamación de la
laringe, acompañada de tos y ronquera. Esta infección está causada por la
dificultad en expresarme por temor al ridículo, frecuentemente frente a la
autoridad. Esto puede vincularse con el hecho de vivir rechazo por parte de los
demás y si me afirmo, estar incomprendido por ellos. Reprimo rebelión, me siento ahogado. Cuando me callo en vez de
expresarme por vergüenza, por temor o por culpabilidad, estos sentimientos que
escondo por el silencio causan un bloqueo de energía que se traduce por una
laringitis. Una gran resistencia entonces puede manifestarse cuando las
emociones intentan luego expresarse. La laringe está inflamada y existe un alto
nivel de energía emocional vinculada a la voz y a la expresión de sí. Mi
creatividad intenta encontrar su propia afirmación: quiere ser libre de hablar
y “vocalizar” hábilmente sus emociones. Debo aprender a decir las cosas, a expresar
mis sentimientos, lo cual permitirá a esta energía circular libremente. Si, en
mi personalidad presente, tengo dificultad en expresarme diciendo las cosas,
entonces puedo expresarme escribiéndolas. Al estar la laringe vinculada
al centro de energía de la garganta
que es la comunicación, puedo comunicar mis sentimientos escribiéndolos,
incluso si conservo estos escritos para mí. Esto permitirá una mejor
comunicación conmigo – mismo.
Cuando
me engancho o que quiero retener a una persona o una situación, es como si
conservara cosas indeseables y no benéficas para mí y que se manifestaran bajo
forma de gases. Tengo miedo y me
engancho porque estoy ansioso y tengo la sensación de que voy a perder algo o a
alguien importante, tanto en los planos afectivo, intelectual, material como
espiritual. También quiero esforzarme en “tragar” (en sentido figurado) una
situación, a una persona o una emoción que va al encuentro de mis principios y
de mi consciencia. Consecuencia de esto: me hincho. Aprendo a hacer confianza y
a soltar sabiendo que siempre tengo lo que necesito.
GASTRO – ENTERITIS
(ver: INTESTINOS – GASTRO –
ENTERITIS)
GAY (ver: HOMOSEXUALIDAD)
Los
órganos genitales diferencian a los
hombres de las mujeres. Están vinculados al
principio masculino
y al
principio femenino
en cada uno de nosotros. También están vinculados a la sede de la energía
sexual, gonadas y chakra de base
. Si vivo dificultades en
lo que a mi sexualidad se refiere, mis
órganos
genitales suelen estar afectados.
Las
dificultades que siento con mis órganos
genitales me manifiestan un miedo,
o una culpabilidad, vergüenza,
desconfianza, pesares, ira, con
relación a mi sexualidad, lo cual corre el riesgo de traducirse con enfermedades venéreas, frigidez, impotencia, etc. Esta área está vinculada a mis gonadas (los
testículos en el hombre, los ovarios en la mujer) y la energía sexual vinculada
a la sexualidad es muy poderosa ya que tiene por primer objetivo perpetuar la
especie. Sin embargo, puede que use esta energía con malas intenciones. La
noción de placer vinculada a la sexualidad me pone en contacto con una de mis
necesidades fundamentales, el placer, y me conecta con mi niño interior herido.
Así, mi sexualidad puede llevarme a poner en evidencia estos miedos, estas
heridas, estos rechazos que forman parte de mí. Puedo no aceptarme ¯© en
el cuerpo (sexo) que soy, puede que viva un conflicto interior entre mis deseos
físicos y los de orden religioso o espiritual; si me da miedo decir “no” y si
tengo relaciones sexuales para evitar estar rechazado, miedo a perder el amor
de una persona, sólo con un objetivo egoísta, etc., todas estas situaciones
pueden llevarme a tener dificultades a este nivel. Existe una confusión o un
conflicto interior, una dificultad en la comunicación y el compartir. Siempre
me siento respetado, considerado y tengo dificultad en dar confianza a la
gente. Además, si mis padres deseaban a una hija y que soy un niño o viceversa,
o bien que a mí – mismo, me hubiese gustado más
ser del otro sexo, esto me puede conducir a vivir problemas genitales porque rechazo una parte de mi sexualidad y
puede que me sienta culpable de ser quien soy. Debo quitar toda culpabilidad
para que mi sexualidad se vuelva la expresión de mis cualidades amantes y de la
atención que llevo a los demás. Es importante que el amor sea presente en mis
experiencias sexuales y también cada vez que me mire en un espejo para
aceptarme ¯© cada
vez más tal como soy.
Las
glándulas son órganos secretadores
cuyo producto está excretado al exterior por un canal. Por ejemplo, las glándulas endocrinas (tiroides,
suprarrenales, etc.) secretan su
producto en la sangre. Al ser cada una de ellas vinculada a un centro de
energía (chakra), un mal funcionamiento de mis glándulas endocrinas manifiesta un desequilibrio o una desarmonía
de mis centros de energía. Las glándulas,
las que sean, inyectan productos en mi cuerpo que se aparentan a carburantes
necesitados por éste para funcionar, para poner en acción a otros órganos.
Un
mal funcionamiento de una o de las glándulas
me indica que tengo dificultad en encontrar una motivación, un “carburante”,
para arrancar un nuevo proyecto o pasar a la acción frente a una situación
(tengo tendencia a aplazar a más tarde). Esto puede situarse también en el
plano racional, en el cual vivo confusión y porque tengo dificultad en ver con
claridad lo que debo hacer. Esto manifiesta cierta inseguridad interior.
Aprendo a hacerme confianza porque poseo todas las cualidades necesarias para
ir hacía delante y pasar a la acción.
La
glándula pituitaria es una glándula
endocrina situada debajo del cerebro, por debajo del hipotálamo y que, secretando las estimulinas que actúan sobre otras
glándulas endocrinas, juega un papel
mayor en la regulación de las secreciones hormonales. Actúa pues como gran maestra con relación a las demás
glándulas del cuerpo. Juega un papel de jefe de orquesta. Su buen
funcionamiento ayuda al equilibrio de mis facetas racional e intuitiva. Si se
manifiesta un desequilibrio, o si se “sobrecalienta” mi lado racional sin que
deje lugar a mis aspectos intuitivo, creativo y emocional, también mi lado intuitivo, mis dones
psíquicas se “sobrecalientan” a su vez, porque quiero ir demasiado de prisa,
tomando clases, leyendo todo tipo de libros, ensayando todo tipo de técnicas,
etc., y creo un desequilibrio porque mi cuerpo físico no puede soportar todos
los cambios interiores que se producen. Ya que la glándula pituitaria controla el buen funcionamiento de mi
organismo, me aseguro que mi cuerpo y mi mente están en equilibrio evitando los
excesos y me aseguro el dominio de mis pensamientos y de mis emociones. Si mi
hipófisis está afectada por un tumor, puedo vivir un sentimiento profundo de
impotencia, teniendo la impresión de no ser capaz de alcanzar los objetivos que
me había fijado. En sentido figurado, es como si me alargase el brazo cuanto
más para alcanzar la manzana que está en el árbol, pero no lo consigo. El
obstáculo puede ser físico o emocional. Tengo la sensación de ser “demasiado
pequeño” (en sentido literal o figurado) para alcanzar el objetivo y puedo
tener miedo de los medios que deba utilizar para conseguir mis propósitos.
¿Cómo puedo alzarme hasta la cumbre? Tomo consciencia de que los objetivos que
me he fijado quizás son demasiado altos. Aprendo a ser comprensivo y paciente
hacía mí – mismo, sabiendo que hago siempre mi posible y que quiero lo que está
mejor para mí y para los demás. Siendo verdadero, siempre estaré orgulloso de
mí, cualesquiera sean mis realizaciones.
Un
mal funcionamiento de mis glándulas
salivares, las cuales producen muy poca o demasiada saliva, me indica que
vivo una inseguridad frente al hecho de hallar el alimento necesario a mi
supervivencia. Quizás no tenga dinero para comprarme alimentos o puede que
tenga alimentos pero que no sepa cómo emplearlos. Por lo tanto, hay alimento
disponible pero no puedo comprarlo, no tengo acceso a él. Se me “hará la boca
agua” y viviré un sentimiento de carencia. Acepto ¯© esta situación tomando consciencia que yo también tengo
el derecho de alimentarme bien y que la vida me procura todo lo que necesito.
La
gota es una enfermedad metabólica
caracterizada por la acumulación de ácido úrico en el organismo y que se
traduce por afecciones articulares particularmente en el dedo gordo del pie y a
veces por una litiasis renal (cálculos renales). Afecta también frecuentemente
las manos, muñecas, dedos, rodillas, tobillos y a veces, los codos. La
acumulación de ácido úrico significa que retengo emociones negativas que
deberían normalmente estar soltadas en la orina. Así, me fijo en actitudes y
“patterns” mentales que hacen que mi facultad de movimiento se vuelva un acto
doloroso y torpe. Mi cuerpo se vuelve rígido como mis pensamientos y mi actitud
frente a mí – mismo y los demás. Puedo manifestar mucha impaciencia cuando las
cosas no suceden como quiero. Necesito dominar,
controlar totalmente mi vida, lo cual a veces puede resultar difícil. Por
lo tanto, la gota se presenta en alguien muy ambicioso y rígido o, al
contrario, en una persona que no tiene objetivo, ningún entusiasmo para el
futuro. Tengo ambiciones muy limitadas y no se me tiene que pedir demasiado.
Sino, “es la gota que hace que el
vaso se derrama”! Entonces, se apodera de mí la desesperación. La gota se presenta frecuentemente en
hombres de edad madura y por lo tanto quizás deba aprender a dejar que los
demás sean como son, en vez de dominar; hacer confianza a la vida en vez de
controlar; ser más flexible hacía mí – mismo o los demás en lugar de ser
rígido. Ya no tengo que vivir ningún conflicto interior entre los placeres de
la vida y los deberes: me veo “obligado” a estar inactivo y a apreciar un
“descanso bien merecido”! Necesito dejar entrar más amor dentro de mí para
equilibrar y liberar las emociones negativas, dolorosas, hirientes y de ira,
para recuperar movimiento, libertad, bienestar.
Si
soy una persona que sufre de gordura,
soy alguien hipersensible y que necesita protegerse. Esta necesidad de
protegerme se halla principalmente al nivel del segundo chakra, el de la
sexualidad y del tercer chakra, el de las emociones. Los hombres parecen tener
necesidad de protegerse más en ese plano. Aprendo a tener confianza en mí –
mismo y en la vida, para permitir que desaparezca esta grasa protectora.
Expreso mis emociones libremente y aprendo a amarme tal como soy.
Se
trata de un estado vinculado con un virus que causa fiebre, escalofríos,
dolores de cabeza, dolores musculares, estornudos, problemas respiratorios,
etc. La gripe que afecta mi cuerpo
más violentamente que un resfriado puede obligarme a guardar cama durante
cierto período de tiempo. Al ser la gripe
una enfermedad infecciosa y que ésta se relaciona con la ira, puedo preguntarme
a quien tomo tirria u ojeriza, expresión que significa contra quién estoy yo
enfadado? Los síntomas que se manifiestan muy particularmente me indican lo que
vivo actualmente: la fiebre está vinculada a la ira, los estornudos con la
crítica, al hecho de querer sacarse a alguien de encima o una situación, etc.
Frecuentemente se trata de una situación conflictual en el plano familiar: se
dijo algo o se vivió una situación que “no puedo tragar” porque normas o
límites estuvieron transgredidos. Hay pues una pelea en la cual tuve la
sensación que mi espacio vital estaba violado o que corría el riesgo de perder
algo o a alguien que me pertenecía. Muchos casos de gripe se pueden atribuir a creencias arraigadas en la sociedad, el
miedo también, como por ejemplo: “Tuve tanto frío hoy, estoy seguro que voy a
pillar la gripe!”. He de preguntarme
porqué tengo la gripe. ¿Necesito
reposo? Me obligo a guardar cama para no enfrentarme a mis responsabilidades en
el trabajo o la familia, etc.? La gripe
también puede nacer después de una situación en la cual viví una gran
decepción, un gran disgusto o frustración que me lleva a querer dejar de sentir
lo que sucede alrededor mío (nariz congestionada) y que conlleva también una
respiración más difícil. Tengo interés en expresar mis emociones y dejar correr
mis lágrimas para descongestionar todo mi cuerpo y que se restablezca la
armonía.
Las
hemorroides son varices,
dilataciones ensanchadas de las venas, una especie de ampolla. Están situadas
en la región del ano y del recto. Visto que las hemorroides pueden producirse en los casos de estreñimiento, presión alta,
embarazo, voy a comprobar en estas
enfermedades si vivo una o situaciones que se vinculan a ellas. Cuando hay dolor, esto se relaciona con estrés;
cuando hay hemorragia, se relaciona
con una pérdida de alegría. Las hemorroides
me indican una tensión y un deseo interior de forzar la eliminación, como si
intentase de hacer salir algo muy fuertemente; al mismo tiempo, la acción de
retener se manifiesta. El conflicto entre empujar y retener crea un
desequilibrio. Las venas permiten suponer una situación indicando un conflicto
emocional entre la acción de rechazar y de repulsar y la acción de querer
retener y bloquear la emoción en el interior suyo. Por ejemplo, este conflicto
puede brotar en los niños que se sienten emocionalmente abusados por sus padres
(que quieren rechazarles) y que a pesar de todo los quieren y quieren que se
queden con ellos reteniéndoles. Otras causas se relacionan con las hemorroides: un sentimiento intenso de
culpabilidad o una vieja tensión mal o no expresada, que frecuentemente
prefiero guardar para mí y que vivo frente a una persona o una situación que
“me parte el trasero”.
El
cuerpo me avisa con esta señal. Algo en mi vida necesita estar “aclarado”.
Seguramente vivo estrés, sobrecarga de presión con relación a la cual me siento
culpable. Quizás tengo plazos que respetar y tengo mucha dificultad en soltar,
hacer confianza y puedo sentirme
obligado a cumplir mis obligaciones y mis responsabilidades incluso si lo que
quiero, es hablar y expresar mis necesidades para rectificar o ajustar algunas
situaciones. Además, llevo este peso solo porque el orgullo que vivo me
incitará a no pedir ayuda a nadie. También puede que viva un sentimiento de
sumisión con relación a una persona o a una situación en que me siento
disminuido, como si fuera una nulidad. Cuando hallo la causa metafísica de mi
dolencia, tomo consciencia y acepto ¯© esta
situación temporal que me ayudará a hallar la ayuda para liberarme. Mis
pensamientos y mis acciones están sostenidos por el amor. Todo se armoniza en
mí y las hemorroides desaparecen.
La
hernia es una hinchazón de tejidos
blandos o un órgano saliente a través de la pared muscular, ahí donde existe un
punto débil que permite esta salida. Puede tratarse de un tumor formado por una
víscera que ha salido, a través de un orificio natural o accidental, fuera de
la cavidad que lo contiene normalmente. La hernia
está provocada por una presión del tejido blando debajo del músculo en el
momento en que está débil e infra –
utilizado. Las hernias pueden
variar de lugar. Son más frecuentes a la largo de la pared abdominal (hernia de la pared abdominal). En el
diafragma, se llama hernia
diafragmática. El lugar indica la naturaleza y su mensaje. Por ejemplo, las de
los bebés suelen estar vinculadas con una mala cicatrización del cordón
umbilical después de su corte. Esta hinchazón puede expresar mi rechazo como
bebé de dejar el tierno nido materno o mi rehuso de nacer. En el adulto, puede
representar un gran deseo no expresado de romper con una situación o una
persona que me es desagradable y con la cual me siento comprometido. Esto puede
referirse a una ruptura de mi pareja provocada por mí o mi cónyuge y que tengo
dificultad en aceptar ¯©. ¿Me
parece pesada la vida que llevo? También puede expresar un auto - castigo
porque me culpo, sintiéndome impotente o incapaz de realizar ciertas cosas.
Vivo así mucha frustración frente a mí – mismo. Por el control de mi coacción,
alcanzo un nivel en el cual todo explota o más bien “implota” dentro mío. Visto
que no he liberado exteriormente mi desamparo, debe hallar un modo de salir. La
pared abdominal protege mis órganos internos y los mantiene en su lugar. Por
consiguiente, la hernia en el músculo
puede estar vinculada al deseo de guardar mi universo en su lugar sin permitir
la liberación de la agresividad o expresiones más fuertes. ¿ Me permite
liberarlas? Puedo sentirme culpable de estar en este estado y me siento
empujado y forzado a ir demasiado lejos, o intento cumplir mi objetivo de un
modo excesivo. Hay un “impulso mental” (estrés) que intenta brotar. Quiero
salir de un estado o de una situación que no es agradable y en el cual me
siento obligado a quedarme. Se trata de cierta forma de auto – castigo. Ha
llegado el momento de una nueva salida. Necesito expresar mi creatividad.
Ahora, me permito ser yo – mismo exteriorizándome más libremente. Vivo más amor
hacía mí y los demás porque sé “Quien Soy”.
Un
disco es una estructura redonda y llana situada entre cada par de vértebras de
la columna vertebral y rodeada de una sustancia similar a la jalea (algo como
una gelatina) que sirve para amortiguar. En una hernia discal, la presión viniendo de una o varias vértebras
comprime esta masa gelatinosa y la hace salir, reduciendo el efecto
amortiguador y creando dolor en los nervios vecinos. En una hernia discal, además de lo que
significa una hernia, hay una
soltura anormal de los líquidos, implicando, desde un punto de vista
metafísico, las emociones. Hay también dolor en los nervios, implicando la
energía mental y la culpabilidad. Todo esto indica un profundo conflicto
afectando todos los aspectos de mi ser. En la situación de la hernia discal, la palabra clave aquí es
presión. Puedo sentirla al nivel de
mis responsabilidades familiares, financieras, de mi trabajo, etc. Es como si
ejerciera una presión sobre mí – mismo sobrepasando mis límites, tomándome por
alguna otra persona. Esta presión puede venir de mí, de los demás o de algún
otro sitio. Tengo la sensación de estar solo en la vida y de no tener ningún
apoyo, dudando en confesarlo a los demás y, sobre todo, a mí – mismo. Lo cual me da la sensación de estar preso e
indeciso. Es importante que me refiera a la parte afectada de la espina dorsal
para comprender mejor lo que me pasa. Ahora me siento sostenido por la vida. Me
libero de cualquier culpabilidad o presión; Me amo tal como soy. Hago lo mejor
que sé y dejo el resto a Dios.
El
herpes, tipo de erupción cutánea
agrupada de vesículas inflamatorias se llama comúnmente fuegos fieros. Este virus infecta una cantidad innumerable de gente
y además, se queda en el cuerpo para siempre. Incluso aparece después de varios
años de “sueño”. El virus herpes simplex (HSV) puede
básicamente brotar bajo forma de úlceras afectando sobre todo la boca, los
labios o las partes genitales. Varias causas están vinculadas con el herpes:
-
Esto puede ser frustración porque no pude
realizar ciertos deseos y me siento algo “impotente”, “incapaz”.
-
Quiero apartar a alguien para no dejarme
besar; o bien porque lo juzgo o bien
porque quiero castigarlo.
-
Puedo estar enfadado conmigo por haber dicho
palabras ofensivas.
-
Puede que haga un juicio severo contra una
persona del sexo opuesto y generalizándolo a todo el conjunto (Ex: los hombres
todos son…”).
Son modos de
mantenerme a distancia de los demás porque las regiones en las cuales se
desarrolla el herpes son
habitualmente los labios y las partes genitales, lugares básicos para la comunicación
personal, verbal o afectiva con las demás personas. Las úlceras pueden
indicarme que vivo una pena emocional y mental (porque están implicados el
tejido blando y los fluidos), que vivo un tipo de erupción o un gran dolor
interior. Ya que beso con los labios a las personas amadas (cónyuge, hijos,
padres, etc.), el herpes bucal me indica que puede que viva una situación en la
cual hay una separación de una persona que solía besar. El contacto al nivel de
la piel de los labios ha sido quitado por algún motivo y se manifiesta el
herpes. En la nariz (más escasamente), el herpes me indica que puedo vivir
rabia vinculada con el hecho que se piensa, en mi entorno, que “meto la nariz
por todas partes”. Las erupciones parecen estrechamente vinculadas al estrés y
a las situaciones conflictuales, especialmente cuando hago algo con desgana o
cuando voy a la inversa de mis sentimientos interiores (ex.: cuando tengo una
experiencia sexual con una persona con la cual no quiero estar). Así pues, el herpes puede darme el mensaje que vivo
una pena, un cansancio frente a la vida, una falta de amor – propio. Este virus
plantea todo los temas de vergüenza, culpabilidad, compromiso y negación de sí
frecuentemente vinculados con la sexualidad (observando la parte del cuerpo afectada,
podré hallar la causa). Ceso de juzgarme y de juzgar a los demás con severidad.
Aprendo a abrirme a los demás. Me hago más confianza en mis relaciones íntimas.
Me amo más y vuelve el sol en mi vida. Estoy orgulloso de ser quien soy.
El
herpes vaginal, según la creencia
popular, procede de la culpabilidad sexual y del deseo inconsciente de auto –
castigarse. El herpes genital puede
aparecer si hay ausencia de contacto sexual. Puede que tuviera un cónyuge y nos
separamos. O bien podemos estar separados físicamente por ejemplo si uno de los
dos se ha marchado de viaje de negocios por cierto período de tiempo.
Careciendo de contacto físico con la piel de mis órganos sexuales y viviendo
difícilmente esta “separación”, manifestaré mi malestar con un herpes vaginal.
También puede que mi frustración sea viva en lo que a mis relaciones sexuales
se refiere, bien porque no son satisfactorias o al contrario, son plenamente satisfactorias
y me hacen recordar algo doloroso. O sea, puedo preguntarme porqué he estado
tantos años viviendo insatisfacción cuando hoy, esto funciona tan bien, porqué
no he conocido esto antes? En la educación religiosa popular, se iba hasta
pretender que esto era querido por Dios para castigarnos. El sentimiento de
vergüenza me lleva incluso a querer negar, a no aceptar ¯© mis órganos genitales. Las partes genitales fueron las
cabezas de turco de muchas religiones. Amo mi cuerpo y me alegro de mi sexualidad.
Dios me hizo a su imagen. Estoy asombrado de la belleza que soy.
HÍGADO (dolores de
…) (ver también: CÁLCULOS
BILIARES, ICTERICIA)
Los
dolores de hígado proceden de mi
propia actitud. Mis frustraciones acumuladas, mis odios, mis celos, mi
agresividad contenida son factores activadores de los problemas del hígado. Estos
sentimientos esconden miedos que no pueden expresarse de otro modo. Tengo
tendencia a criticar y juzgar a los demás con facilidad. Me
quejo constantemente. Resisto a alguien o a algo. Vivo mucho disgusto. Acepto ¯©
difícilmente tales como son. La alegría
de vivir es frecuentemente inexistente porque tengo envidia de los demás, lo
cual me perturba y me pone triste. Sin embargo, hasta qué punto estoy listo
para hacer esfuerzos, tanto en el plano material como en mi caminar espiritual?
Aún no he comprendido que lo que yo
reprocho al otro sólo es el reflejo de mí – mismo. Sólo es mi espejo. Me
quejo constantemente y pido a los demás que cambien. ¿Dónde está mi buena voluntad?
¿cuál es el esfuerzo por mi parte? También carezco de alegría de vivir,
simplicidad. Podré desarrollar un cáncer de hígado si todas las emociones que
me son nefastas me “agobian” desde un buen tiempo. Frecuentemente, resulta de
un conflicto con relación a la familia o al dinero, especialmente cuando tengo
miedo de carecer de algo. Es tiempo que tome consciencia que debo aceptarme ¯© tal
como soy y aprender a amarme más. Ser capaz de amor y comprensión hacía mí abre
la vía a mi comprensión y al amor de los demás. Recobro la alegría de vivir.
El
hígado está relacionado con la
crítica y un absceso del hígado indica
una gran insatisfacción en mi vida, que puede proceder del hecho que los
acontecimientos no se desarrollan como quiero, que me preocupo demasiado para
ciertas situaciones o que la alegría y el amor que alimentan mi vida son
insuficientes. Éste es un mensaje que me da la vida para desarrollar mi
flexibilidad y mi apertura y hacer que yo busque el amor y la comprensión que
necesito para descubrir más este amor que está en mí.
El
hígado metaboliza los alimentos,
elimina los excesos de proteínas, grasa y azúcar y purifica la sangre de sus
impurezas. Es esencial a la vida. Es conocido como la “sede de la ira y de la
crítica”. El hígado también está
vinculado con mi comportamiento y representa la facilidad de adaptación a los
acontecimientos y a las circunstancias de la vida. Las emociones negativas que
siento (pena, odio, celos, envidia, agresividad) traban el buen funcionamiento
del hígado. Mi hígado tiene la
capacidad de acumular estrés y tensión interior. Es también en mi hígado donde
se depositan mis pensamientos y mis sentimientos amargos e irritantes que no
han sido expresados o resueltos. Por esto, cuando limpio mi hígado por medios
fisiológicos, (por la fitoterapia o de otro modo) o energéticos, entonces me
siento más calmado y en mejor contacto conmigo mismo. Los desórdenes del hígado pueden incluso llevarme a vivir la depresión,
ésta siendo percibida como decepción frente a mí – mismo. Puedo vivir en ese
momento tristeza, cansancio, una dejadez general. Cuando mi hígado está sucio,
afecta los niveles espirituales e interiores de mi consciencia. Puedo perder mi
vía y la dirección que debo tomar. El hígado da la vida y también puede
alimentar mi miedo a esta misma vida. Debo yo actuar para que me de la vida.
La
cirrosis es una enfermedad
inflamatoria del hígado causada,
entre otras cosas, por el consumo abusivo de alcohol. La CIRROSIS
se encuentra en el que se siente empujado por la vida, por acontecimientos o
ciertas situaciones que le obligan a avanzar. Sintiéndome empujado contra mi
voluntad, resisto y me agarro a mis opiniones. Vivo con rencor y agresividad.
Esta enfermedad es el reflejo de mi ira, mi resentimiento frente a la vida y a
lo que me sucede. Estoy lleno de una agresividad interior latente y me culpo
constantemente porque tengo la convicción de haber “equivocado” mi vida. Paso
mi tiempo culpándome y criticando a los demás. Me endurezco tanto que ya no
consigo ver la luz al final del túnel. Para ayudarme a reanudar con la vida,
acepto ¯©
vivir el instante presente y ver todo lo bueno que me está sucediendo “ahora”.
Abro mi corazón y presto atención a cada gesto, en cada acción aquí y ahora y
aprendo a no ser tampoco un juez severo. Siendo más tolerante conmigo mismo, lo
seré también hacía los demás, lo cual me traerá mucho más armonía y felicidad
en mi vida. Compruebo mis intenciones verdaderas, me mantengo abierto al amor y
me perdono en lo que soy.
HÍGADO – HEPATITIS
(ver también: ALCOHOLISMO,
INFECCIÓN, INFLAMACIÓN)
La
hepatitis es una infección del hígado causada o bien por un virus, por
bacterias, por el alcohol o por medicamentos, y afecta totalmente el cuerpo.
Los síntomas son la debilidad, la ictericia, la pérdida de apetito, las
nauseas, la fiebre y el malestar abdominal. El hígado es el “dador de vida”, limpiando la sangre de sus venenos y
excesos, y conservando nuestro estado emocional (la sangre) en un justo
equilibrio. El hígado es el lugar en
donde puedo acumular emociones intoxicantes y excesivo odio. Es la sede de la
ira. Las palabras o enfermedades acabando por “itis”, como hepatitis, indican irritación, ira.
La hepatitis puede estar
vinculada con mis relaciones personales o con una situación difícil. Este
conjunto de emociones negativas trae debilidad y desesperación y causa ira,
culpabilidad y conflictos de prioridades. Cuando “me quemo la sangre” por nada,
esto me lleva a vivir mucha ira, rencor, rabia e incluso odio que puede llevar
a la violencia contra uno – mismo, o contra los demás. La hepatitis viral A tiene su origen en un rencor que puedo tener
frente al mismo alimento o frente a un problema de connotación alimenticia. La hepatitis viral B manifiesta un rencor
vivido con algo o alguien que me ha sido
impuesto. Es como si hubiese estado proyectado dentro de una situación que
rechazaba. Por ejemplo, me pueden haber obligado a participar a un concurso de
danza. La hepatitis viral C se
produce después de un gran rencor en relación con lo desconocido. Por ejemplo,¿
Quienes son mis padres? ¿Dónde nací? Puedo sentir mucha resistencia frente a
nuevas situaciones en mi vida que me llevan a aportar cambios. Puedo desear
engancharme a mis prejuicios y a mis ideas preconcebidas. Aprovecho el tiempo
de reposo que debo tomar para hacer el balance sobre mi vida. Me libero de los
prejuicios, iras que entretenía en mí.
La
hinchazón aparece generalmente
cuando vivo una resistencia emocional y que reprimo mis emociones. Acumulo
emociones porque vivo impotencia o que no sé como expresarlas para evitar herir
a alguien o sencillamente recibir yo mismo una herida. La hinchazón también puede ser un medio de protección y puedo
preguntarme: ¿Porqué siento yo la necesidad de protegerme? Y frente a quién o a
qué”? Aprendo a expresar lo que vivo para liberarme y así hacer desaparecer
estas hinchazones.
La
hinchazón del abdomen me permite
tomar consciencia de que vivo una frustración para con mi cónyuge, mis hijos o
mi familia. Probablemente me siento limitado en el plano afectivo o en la
expresión de mis sentimientos hacía personas de mi entorno. Si tomo el tiempo,
me doy cuenta que cambiando mi modo de ver las cosas y teniendo una actitud más
positiva, tomo consciencia de toda la abundancia que está en mi vida, tanto en
los planos afectivo, intelectual, emotivo, material, etc.
La
hinchazón y el abotargamiento proceden del hecho que mis riñones no funcionan
bien. Limitación es la palabra
clave. Retengo todo lo que quiero para mí porque me siento bloqueado, limitado. Incluso mi mecanismo de pensamientos está
“fijado”. Tomo tanto en consideración los sentimientos de los demás que hago
abstracción de los míos. Tengo miedo de expresar lo que siento. Me siento sin poder y vivo melancolía, tristeza y
un gran cansancio. Pienso que estoy
destinado a fracasar, lo cual me impide ir hacía delante. Desarrollé un
complejo de inferioridad y tengo mucho miedo. Puedo tener el sentimiento que la
vida es muy injusta, viviendo un gran vacío interior y mucha melancolía. No
puedo actuar para mí, demuestro pues mucha autoridad hacía los demás e intento
tomar decisiones por ellos. Ya que escondo a todo el mundo lo que me molesta;
tomo consciencia que me es urgente expresar mis necesidades. Acepto ¯©
aprender a comunicar mis necesidades y comprendo que es posible hacerlo sin que
la otra persona se sienta atacada. Autorizándome a ser yo – mismo, recupero la
alegría de vivir y en consecuencia, un renuevo de energía. Mi comprensión hacía
los demás se hace más grande porque me expreso y me comprendo mejor yo – mismo.
HINCHAZÓN de
vientre (ver
también: ESTÓMAGO / [en general] / [dolores de…], GAS)
Las
hinchazones de vientre se deben a
una hinchazón de aire o de agua al
nivel del estómago y de la barriga. Se vinculan a una frustración afectiva, al
sentimiento de estar insatisfecho en el plano afectivo. Digo sentimiento porque es una creación de
mi mental, la impresión cerebral que mi estómago siempre quiere más, que quiero
aún más atención y afecto. No consigo realmente ver lo que la vida me da que
sea tan bien. Verifico sinceramente en qué punto estoy realmente colmado
afectivamente. Siempre es cuestión de percepción interior. Ahora estoy
consciente que la vida me da exactamente lo que necesito en el momento
presente. Acepto ¯©
“ser” una persona sonriente, vivir y ver los lados bellos de la vida y quedarme
abierto…
La
hiperactividad se vuelve a encontrar
frecuentemente en los niños cuyas actividades son intensas y constantes. Está
bien hacer la distinción entre un comportamiento dinámico e hiperactivo. Si soy un niño hiperactivo, tengo un
comportamiento turbulento y molesto, incluso extraño. Es el modo habitual que tengo de ignorar las
situaciones y las circunstancias alrededor mío volviéndome tan implicado en lo
que hago que no debo poner la atención en “mi” realidad inmediata, quizás
porque esta realidad no es alentadora ni
me sostiene. Es un modo de rebelarme contra las circunstancias y los
sentimientos que no se expresan sino que son más sentidos (como los miedos
hacía los padres y las inhibiciones). Sabemos que la hiperactividad está causada por los aditivos artificiales: el
exceso de azúcar, los colorantes y el “fastfood”.
El alimento de este tipo suele ser el símbolo del padre que intenta colmar el
amor del cual pueda yo carecer. Por ejemplo: me da chocolate cuando más
necesitaría un abrazo. Cuando soy un niño
hiperactivo, suele ser porque necesito estar más centrado en mi yo interior
y mi corazón. Como padre o madre, antes de poner a mi hijo bajo medicación, más
valdría intentar tratamientos que actúan en el plano energético como por
ejemplo la relajación, la acupuntura, la homeopatía, etc. Puede ser que el niño
sea hiperactivo porque está en
resonancia o si se quiere, en contacto interior con lo que se llama nuestro
niño interno (el niño interno del padre) el cual vive una gran tensión o una
gran inseguridad. ¿Si nosotros – mismos como padres, no estamos energéticamente
centrados, cómo pedir a nuestra hijo que lo esté? Convendría mejor que me asuma
primero, para mí – mismo y el bienestar de mi hijo.
La
hiperventilación consiste en una
inspiración rápida y una expiración corta, trayendo un excedente de oxigeno en
el organismo. Las causas pueden ser la
acidosis, la ansiedad, la fiebre, un ejercicio físico intenso. Padezco hiperventilación porque no acepto ¯© el
cambio. Por lo tanto, siento un sentimiento de inquietud frente a lo nuevo y
dudo en hacer confianza a la situación actual; rehuso abandonarme. Mi cuerpo me
da un mensaje y tomo consciencia de él. Respiro normalmente, me suelto, me
abandono. Mi vida se transforma, me alegro. Me libero de todos mis temores.
Respiro con alegría en la vida.
El
hipo está provocado por
contracciones espasmódicas repentinas e involuntarias del diafragma. Puedo
vivir una rebelión interior, una culpabilidad, un auto –enjuiciamiento. Esto
perturba mi organismo. ¿Siempre el hipo?
Puede ser frecuente y duradero. Es una experiencia muy incómoda y desagradable
para la persona que lo tiene. ¿Hay algo que me incomoda y me desagrada en lo
que estoy viviendo o en lo que quisiera vivir pero que no se manifiesta, y que
me causa frustración? ¿Hay ruidos, pensamientos que no puedo parar? ¿Está el hipo programado “Ejemplo: cada vez que
bebo una bebida gaseosa, tengo hipo”?
Tomo la vida con más calma. Aprendo a saborear y a apreciar plenamente mi vida.
Acepto ¯© que
todo está en su lugar, en el plano divino, que todo está “O.K.” y desaparecerá
el hipo.
Soy hipocondríaco si me preocupo de modo excesivo
de mi salud. Puede volverse para mí una obsesión el pensar que podría estar
enfermo. Vivo una profunda inseguridad frente a esta pérdida de control que
podría representar la llegada de la enfermedad. No acepto ¯©
padecer por la enfermedad porque sé en el fondo de mí que ya padezco en mi ser
interior. Este temor puede volverse tan grande que puedo abstraerme de la
realidad y tener alucinaciones. Necesito volver a tomar el contacto conmigo
mismo. Utilizando un enfoque energético o de psicoterapia, esto me ayudará a
tener más confianza en mí y en mi capacidad divina de apertura que puedo
manifestar frente a la vida.
Soy
histérico cuando vivo una neurosis y
que expreso mi conflicto psíquico de modo corporal, que sea bajo la forma de
una crisis de nervios, convulsiones, pérdidas de consciencia, etc. Cuando hago
una crisis de histeria, pierdo el contacto con la realidad, me refugio en lo
imaginario y puedo tener tendencia a expresar mi conflicto interior en
público. Vivo una profunda
insatisfacción personal en cuanto a mi sexualidad, lo cual me lleva a jugar el
juego de la seducción, a mantener a la gente a distancia o incluso a tener una
frialdad aparente para protegerme de mi gran sensibilidad. Cuando vivo tal
estado, se pone de manifiesto el dolor y la pena interior que pueda sentir.
Tengo necesidad de curar mi herida interior para que pueda recobrar un mayor
equilibrio, una mayor armonía y una paz interior más grande, para acallar mis
tormentos. Pido ser guiado para elegir el enfoque terapéutico que me permitirá
alcanzar este estado de mejor estar.
HODGKIN
(enfermedad de…) (ver
también: CÁNCER de los GANGLIOS […del sistema linfático], SANGRE – LEUCOPENIA)
La
enfermedad de Hodgkin es una
afección cancerosa tocando esencialmente los ganglios linfáticos así como el
bazo y el hígado. Se manifiesta por una pérdida de fuerzas causada por una
disminución de los glóbulos blancos. Se relaciona fuertemente con una gran culpabilidad que estoy viviendo.
Tiene otras causas importantes.
-
No me juzgo lo
bastante bueno, la estima de mí está en su punto más bajo yendo incluso
hasta rechazar que me hagan cumplidos.
-
Temo estar desaprobado.
-
Puedo vivir un gran desanimo, una pérdida del
sabor de vivir (la sangre significa la alegría), una pérdida de mis defensas
(glóbulos blancos).
-
Me siento en una carrera frenética; siento la
necesidad de demostrar a los demás o a mí – mismo que soy alguien y que puedo
cumplir grandes cosas.
-
Puedo alimentar sentimientos de odio, rencor
contra alguien o contra una situación.
Mi gran alegría, es amarme por lo
que soy. Me hago confianza y voy a mi ritmo. Mi cuerpo se regenera porque me
conecto con La Fuente que está en
mí.
Los
hombros representan mi capacidad de
llevar una carga. Mis
hombros llevan mis
alegrías, mis penas, mis responsabilidades y mis inseguridades. Como
cualquier otra persona, no estoy exento de llevar una carga. Si me hago
responsable de la felicidad y del bien estar de los demás, entonces aumento el
peso que llevo y me duelen los
hombros.
Tengo la sensación de tener “demasiado por hacer” y de nunca ser capaz de
realizarlo todo. Puede también que tenga
la sensación de que me impiden actuar, bien a causa de opiniones diferentes o
porque simplemente no quieren asistirme y apoyarme en mis proyectos. También me
duelen los
hombros cuando vivo
grandes inseguridades afectivas (
hombro
izquierdo) o materiales (
hombro derecha) o que me sienta aplastado por el
peso de mis responsabilidades., tanto afectivas como materiales. Tengo tanto
miedo al mañana que me olvido vivir hoy. Las dificultades que encuentro, la
responsabilidad de deber crear, hacer, perfeccionar, todo esto puede
“aplastarme”. Puedo querer probarme que, a pesar de todo, puedo enfrentarme con
las situaciones echando los
hombros
hacía atrás, poniendo el pecho más en evidencia, pero la realidad es que mi
espalda es débil y distorsionada por el miedo. Si la parte afectada de mi
hombro se refiere a los huesos
(fractura, ruptura), esto se relacionará más con mis responsabilidades
fundamentales. Si la parte afectada de mi
hombro
es muscular, esto se relacionará más con mis pensamientos y emociones. Aprendo
también a dejar circular la energía de mi corazón hasta los
hombros y después, en mis brazos, lo
cual evitará la rigidez y el dolor, porque mis
hombros representan la acción y también el movimiento, desde la
concepción hasta la materia. Pasan a través de ellos mis deseos interiores de
expresarme, crear y ejecutar porque nacieron al nivel de mi corazón. La energía
emocional debe dirigirse hasta en mis brazos y mis manos para realizar dichos
deseos. Si me freno en decir o hacer cosas, si me “encasillo”
en vez de hundirme en la
vida, si llevo máscaras para tapar mis miedos y mis aprensiones, mis
hombros estarán tensos y más rígidos.
Si el hueso de mi
hombro va hasta
quebrarse o romperse, existe en mi vida un conflicto que es muy profundo y que
toca la esencia de lo que soy. La tensión o cualquier otro malestar que sienta
en la área de los hombros me da una indicación según se trate del hombro
derecho o izquierdo. Si mi
hombro
derecho está afectado, se trata de mi lado masculino activo: puedo vivir un
conflicto o una tensión con relación a mi trabajo, a mi modo de actuar frente a
la autoridad. Es el lado “recio y controlador” que gana; en cambio si es mi
hombro izquierdo el que está afectado,
la tensión que pueda vivir está relacionada con el aspecto femenino de mi vida,
es decir creativo y receptivo, a mi habilidad por expresar mis sentimientos.
Tomo consciencia de lo que me aplasta, acepto
¯©
que soy responsable de MÍ y dejo que los demás se cuiden de ocuparse de su
propia felicidad. Aprendo a delegar. Un
hombro
helado significa que se vuelve frío y doloroso y que está molestado en su
completa utilización. Me vuelvo frío e indiferente con relación a lo que hago
(justo para hacerlo?) o puedo realmente hacerlo? Existe una profunda tensión
que me indica que quiero realmente hacer algo diferente de lo que hago
actualmente. También acepto
¯©
aprender a vivir el instante presente, lo cual me permite aliviar el peso que
llevo en mis
hombros. Hago confianza
al universo que atiende mis necesidades cotidianas.
Los
hombros encorvados dan comúnmente
lugar a expresiones como Joroba de
Bisonte o Jorobado. Además de todo lo que se refiere al dolor de hombro, los hombros encorvados simbolizan que dejo de luchar frente a la vida y
su peso. Ya no puedo llevarlo todo solo y creo que es sin esperanza. Además de
llevar todos mis numerosos problemas, tengo la sensación también de tener que
llevar el peso de la gente que me rodea. “Su destino está entre mis manos!”.
Arrastro mucha culpabilidad frente a mi pasado. Si además mis hombros están crispados, hay un constante estado de tensión interior en mí. Estoy
constantemente al acecho, listo para resolver cualquier situación imprevista,
tomando así la responsabilidad de la felicidad de los demás. Acepto ¯© que es tiempo que cuida de mí y que deje que
los demás se cuiden de su felicidad. Este tipo de desviación pronunciada de mi columna vertebral también puede
indicarme una obligación a la humildad.
Poco importa la razón anterior de mi estado, debo aprender a desarrollar la
humildad porque este bloqueo energético procede de grandes iras pasadas que aún
me afectan hoy y que se acompañan de mucha irritación frente a ciertas personas
o ciertas situaciones. Soy responsable al 100% de lo que me sucede,
acepto ¯© mi
elección, conscientemente o no, y soy responsable. Es probablemente el reto más
grande de mi vida. Estoy a la escucha de mi voz interior, me guía en lo que
debo hacer para ser más feliz. Un masaje o un tratamiento energético puede
ayudarme a centrarme en el tiempo presente y a tomar contacto con mi yo
superior para reconocer mis propias necesidades.
Hay
una exclusión al Amor? Es una enfermedad la homosexualidad? Algunos intentan
probar que la homosexualidad podría estar inscrita en nuestro patrimonio
genético. La homosexualidad es un lenguaje de amor que está cada vez más
aceptado ¯© por
nuestra sociedad contemporánea. Puede ser una etapa en la búsqueda de mi
identidad o una elección de vida para mi evolución o para hacer evolucionar a
la sociedad. ¿Cuántos padres se han superado en su amor para incluir a su hijo gay (nombre dado a la homosexualidad masculina) o lesbiana (nombre dado a la homosexualidad femenina). El lado
femenino (YIN o intuitivo) y el lado masculino (YANG o racional). Puede que al
no aceptar mi identidad ¯©,
intente volver a encontrar en una persona del mismo sexo el lado que rechacé.
Puede también que busque a un padre, una madre. Cualquier sea mi elección de
orientación sexual, es importante que lo haga en armonía con mi ser. Si elijo
la homosexualidad porque rechazo a
las personas del otro sexo por un motivo u otro, volveré a vivir situaciones
similares a las que hubiese tenido que vivir con personas del otro sexo, porque
tengo que hacer estas tomas de consciencia. Cuando mi elección de orientación
sexual es clara para mí, sea yo homosexual o heterosexual, no debería sentirme
amenazado por los que tienen una orientación diferente de la mía. Si estoy en
reacción con los que tienen una orientación diferente de la mía, entonces debo
preguntarme seriamente de qué tengo miedo en esta situación. ¿De qué necesito
protegerme estando en contra? Tendría yo miedo de tener un aspecto mío que es
homosexual y de confesármelo? Debo tomar consciencia que la importancia debe
estar puesta en el amor que dos personas tienen entre sí y que este amor debe
ser verdadero poco importa su orientación sexual. Puedo pedir a mi guía
interior que me ayude a comprender al nivel del corazón, de aceptarme ¯© tal
como soy y aceptar ¯© a
los demás tales como son.
El
hormigueo es una sensación de picor
en la superficie del cuerpo que se produce habitualmente de modo espontáneo
después de una compresión mecánica de un nervio o de un vaso sanguíneo. El
lugar en el cual se produce el hormigueo
en mi cuerpo me indica la contrariedad o la irritación temporal que puede que
esté viviendo frente a un aspecto de mi vida. Tomo consciencia de ello y dejo
circular la energía libremente.
Los
huesos son el armazón sólido del
cuerpo, los pilares. En el mismo interior del hueso existe la médula, el núcleo más hondo de mi ser,
ahí en donde nacen las células inmunes que poseen la habilidad de protegerme.
Los huesos se refieren a mi
estructura, el armazón fundamental en el cual está construido mi ser entero.
Por lo tanto, se refieren también a la estructura de las leyes y principios
fundamentales con los cuales debo transigir cada día y que están aplicados por
la autoridad (policía, maestros, padres, etc. ) para permitirme tener cierto
apoyo y para que reine el orden.
Dolencias
o enfermedades de los huesos reflejan, incluido el cáncer de los huesos, una rebelión frente a esta autoridad a la
cual resisto y frente a la cual incluso puedo ir hasta rebelarme, sintiéndome
incapaz o impotente para actuar frente a cierta situación dictada, sometida a
ciertas leyes o principios existentes. Puedo preguntarme si me siento
profundamente trastornado o perturbado con relación a mis creencias básicas, a
mis convicciones íntimas. Si una dolencia o una enfermedad afecta mis huesos, debo preguntarme frente a cual
faceta o aspecto de mi persona me
desvalorizo. Si miro y analizo cuál parte del esqueleto está afectada,
tendré una buena indicación en cuanto al aspecto de mi existencia que está tocada.
Si
tengo un cáncer de los huesos, vivo
un conflicto muy profundo en el cual tengo la impresión que no valgo nada, que
soy menos que nada. Tengo la sensación de no tener ningún valor y estoy tan
lleno de emociones que guardo para mis adentros las que me mojan hasta los huesos. Puede que viva una situación en que mis
estructuras y mis principios están fundamentalmente quebrantados, o puestos en
entredicho. Esta situación puede haberme pillado por sorpresa y me siento alcanzado hasta el hueso. Debo aprender
a reconocer mis cualidades. Haciéndome más abierto y flexible podré más
fácilmente transigir con lo inesperado y lo “no – convencional”. Aprendiendo a
expresar lo que vivo, las emociones que vivo frecuentemente muy intensamente,
podré curar y mis huesos podrán regenerarse.
Es
una forma de cáncer de los huesos
que es más susceptible de sucederme entre los 10 y los 15 años, aunque sea
escaso. Este cáncer afecta los huesos de mis piernas, esto significa
un gran miedo de andar por la vida. Temo no tener todo lo necesario para
“afrontar” el futuro. Mi cuerpo grita de dolor delante de la inseguridad que me
habita. Me parece que no tengo la talla para insertarme en el mundo de los
adultos. Aprendo a confiar en la vida sabiendo que ésta me aportará las
ocasiones que necesito para vivir en sociedad.
La
acromegalia se caracteriza por un
crecimiento exagerado de los huesos de las extremidades y del rostro. La
hormona de crecimiento se secretará pues en cantidad mucha más grande que lo normal. Si estoy en esta situación, me
pregunto cuál es la situación en que me he sentido más pequeño para alcanzar o
realizar un proyecto. “Dónde me sentí demasiado pequeño, demasiado diminuto y
demasiado débil para poder tomar mi lugar y hacerme respetar? La respuesta de
mi cuerpo fue el crecer desmesuradamente para ayudarme a tomar más fácilmente
mi lugar. Le doy las gracias!
HUESO – FRACTURA
(…ósea) (ver
también: ESPALDA – FRACTURA DE LAS VÉRTEBRAS)
Los huesos representan la estructura de las
leyes y principios del mundo en el cual vivo. Cuando hay fractura, ésta es la indicación de que
vivo actualmente un conflicto interior profundo.
Puede estar en relación con rebelión
o reacciones frente a la autoridad (
de la cual quiero cortarme). Esta fractura
me señala que no puedo seguir así y que se impone un cambio. La localización de
la fractura me informa en cuanto a
la naturaleza de este conflicto. Si la fractura
tuvo lugar en un accidente, hay que ver cuál es la culpabilidad que vivo con
relación a esta situación. Los huesos
representan también el sostén, la estabilidad y una fractura puede ser un aviso de que he de separarme de mi pasado,
dejarlo ir con flexibilidad para evitar un estrés inútil y pasar a otra etapa
de mi evolución. Me condicionan mis normas hacía mí – mismo o la sociedad al
punto de que exija cierta perfección e incluso sea rígido? ¿Presté más atención
en las actividades físicas en detrimento de los aspectos espirituales de mi
vida? Para recobrar esta libertad interior, tomo consciencia de lo que me
molesta. Acepto ¯©
amarme suficientemente para expresar lo que siento. Encontrando otra vez mi
libertad interior, recobro la libertad de mis movimientos.
Los
huesos pueden desformarse a causa de
la presión que me impongo o que tengo la sensación de tener que soportar. Soy
más rígido mentalmente. Tengo que aprender a ser más flexible con relación a mis
principios de vida. Mi apertura mental me permitirá apreciar diferentes facetas
de la vida y descubrir que el amor es presente bajo diversos aspectos.
La
palabra dislocación (dis- locación)
significa una “pérdida de locación), como si estuviese fuera de circuito o en
una vía totalmente contraria a lo que está sucediendo. Una dislocación está vinculada a un profundo sentimiento de
desequilibrio. Al nivel de la articulación, el hueso se desplaza y “sale”
totalmente del sitio de ésta. La dislocación
me revela hasta qué punto no estoy o no me siento en la buena dirección. El
hueso está vinculado al núcleo de mi ser, a la energía fundamental, la dislocación indica un profundo cambio
en la energía más profunda de mi ser. ¿Aún tengo mi lugar en el universo? ¿Qué
es lo que me molesta al punto de sentirme tan confuso? Compruebo y acepto ¯©
hacer la(s) toma(s) de consciencia que se imponen, lo cual me permitirá
superarme y ver algo nuevo en mi vida. La dislocación
es lo bastante dolorosa como para que tome consciencia de que debo cambiar para
no volver a vivirla.
La
osteomielitis es una infección del
hueso y de la médula del hueso que suele afectar una parte situada cerca de una
articulación y se produce generalmente en los niños o los adolescentes. La osteomielitis se encuentra sobre todo
en los huesos largos tales como la tibia, el fémur, el húmero. Las
articulaciones dan movimiento y expresión a la energía contenida en mis huesos.
Una infección implica una irritación que crea una debilidad interior. Vivo ira
y frustración frente a la autoridad y frente al modo en que la vida está
estructurada y ‘regimentada”. También puedo tener la impresión de no estar
bastante sostenido y soportado. Pero, debo aprender a hacer confianza, a soltar
y a aceptar ¯© que
el Universo me soporta. La infección sólo quiere evidenciar ciertos conflictos
que vivo actualmente. Si la osteomielitis
viene de una herida anterior, es posible que las causas originales de esta
herida no hayan sido aún tratadas.
La
osteoporosis implica una pérdida de
la trama proteica de los huesos que se vuelven porosos. Implica una pérdida en
la intención del deseo de “ser”, una pérdida de interés y de motivación de
estar “aquí” en el nivel más profundo de sí. Vivo desanimo. Estoy cansado de
siempre tener que luchar contra la autoridad o contra las leyes del ser humano.
La osteoporosis aparece normalmente
en la mujer después de la menopausia. Al estar afectados los huesos, es decir mis estructuras y creencias
de base, puedo preguntarme cuáles son las creencias a las cuales me engancho y
que quizás debería cambiar ya que ahora, ya no puedo tener hijos. Aún puedo ser
“útil” y “productiva” no en lo que a procreación se refiere sino a otros
niveles, tanto personal como social o profesional y esto se revela igualmente
valorizador y enriquecedor. Debo pues superar esta tendencia a desvalorizarme, pensando que soy inútil, “bueno
para nada”. He de confiar en la vida y hallarme nuevas fuentes de motivación.
La
ictericia está causada:
-
por un exceso de bilirrubina, sub – producto del
hígado que descompone las viejas células sanguíneas rojas.
-
Por el exceso de bilis que entra en el flujo
sanguíneo.
El resultado es una coloración
amarilla de la piel y de la “parte blanca del ojo”. Esto se relaciona con la
limpieza del sistema sanguíneo, y tengo dificultad en “limpiar” mis emociones.
Siento emociones amargas muy intensas de envidia, disgusto, frustración, hasta
el punto de “tener una ictericia de esta situación” y me “vuelvo amarillo”.
Vivo mucho rencor. Me vuelvo tan cortante y excesivo en mis ideas y mis
opiniones que me agarro a ellas, creando un desequilibrio en mi interior. Debo
aprender a abrirme a la gente que me rodea porque tengo mucho que aprender de
ellos.
La
impaciencia denota un estrés
interior, una inseguridad o una tensión que me hace tambalear y afecta mi
sistema nervioso. Me vuelvo más irritable, más expeditivo en lo que he de decir
o hacer. Necesito tomar algunos momentos para relajarme y para encontrar la
fuente de mi irritación.
Como
hombre, si soy incapaz de obtener o mantener una erección durante una relación
amorosa, entonces padezco impotencia.
Esto me lleva seguramente a vivir insatisfacción en mis relaciones sexuales. En
el nivel médico, aunque la impotencia
pueda ser orgánica, es decir proceder
de una causa física o proceder de un aspecto psicológico, debo considerar desde el punto de vista metafísico que
la causa procede de un factor psicológico o metafísico (más allá de lo físico),
incluso inconsciente. La impotencia
frecuentemente está vinculada al miedo de abandonarse a una mujer y también de perder el
control frente a sí – mismo o frente a la otra persona. Siendo hombre,
frecuentemente tengo muchas responsabilidades y puedo vivir mucha tensión y
estrés en el trabajo, y la sociedad en general me pide que tenga excelentes
resultados. Transponiendo esta petición en mi sexualidad, puedo sentir una
presión sexual que me empuja a optimizar y crea una gran tensión interior que
me “hace perder mis medios”. Al no atreverme a hablar de ello con mi pareja, me
pongo a vivir mucha culpabilidad, confusión hasta tener miedo de perder a la
otra persona. Una gran angustia sentida durante mis relaciones amorosas puede
provocar este bloqueo que me hace vivir impotencia. Esta angustia puede
proceder del hecho que, durante una relación sexual, estoy más en contacto con
mi aspecto afectivo. Como hombre, no estoy acostumbrado a maniobrar con mis
emociones. Estoy en contacto más consciente con mi hijo interior herido que
puede vivir inseguridad, miedo, rechazo, incomprensión. Así que si en mis
relaciones amorosas anteriores tuve la sensación de vivir fracasos que me
parecieron desvalorizantes, entonces podré no sentirme “a la altura” de la
situación durante una próxima relación sexual. Mi inseguridad, mi sentimiento
de incapacidad y fracaso, de odio de mí, de culpabilidad o de negligencia puede
llevarme también a vivir
impotencia.
Puedo vivir la marcha de mi mujer como una separación tanto en el plano
emocional como físico. Como que el contacto sexual ya no es posible, mis
órganos sexuales pierden su sensibilidad. También la impotencia puede tener su
origen en un suceso pasado que me marcó: pueden haber abusado de mí físicamente
o psicológicamente en la tierna infancia; puedo guardar rencor frente a una
relación afectiva anterior, teniendo la sensación de que he sido víctima de una
traición. También la
impotencia es
un modo de tener poder sobre el otro reteniendo sexualmente a una pareja que
abusa o pide demasiado. Puedo tener la sensación de que mi territorio (mis
posesiones, mi entorno inmediato, lo con lo cual me identifico) está en
peligro. Puedo tener una pérdida de interés para las mujeres en general, lo
cual se transpondrá en el plano físico si perdura el desinterés. Finalmente, si
identifico mi pareja con mi madre, si ésta ocupa un lugar demasiado importante
en mi vida, sometiéndome a ella y teniendo miedo de disgustarle, sintiéndome
impotente en hacerla feliz y
complacerla, esto podrá transformarse en
impotencia
sexual. El complejo de Edipo
no se ha vivido bien
probablemente. Debo volver a definir mi lugar, tomar contacto con mis emociones
y soltar el control para que circule la energía libremente en todo mi cuerpo,
en vez de quedarse en mi cabeza para traer una relajación física y mental.
Si
la incontinencia es fecal – incapacidad en retener las heces – o urinaria – pérdidas involuntarias de la orina – ambas situaciones
se refieren al control. Puede que la vida quiera enseñarme a ser más flexible y
a soltar a la gente y las situaciones. La pérdida de control, bien de mis heces
como de mi orina, me obliga a hacer una toma de consciencia en este sentido.
Debo dejar de lado mis pensamientos rígidos que sólo son una protección que me impongo para protegerme
de mi sensibilidad ahí donde no puedo controlar la situación. En este caso de incontinencia fecal, puedo preguntarme
cuál es la persona o la situación que “me joroba”. Puede que esté en fuerte
reacción frente a la autoridad y el hecho de deber sufrir esta autoridad me
lleva a vivir esta situación de incontinencia.
Para mí, la autoridad puede ser la propia vida que me lleva a realizar cambios
que no quiero hacer. Puedo ir a ver en mi infancia quien representaba la
autoridad para mí y si estuve en reacción contra ella. En el caso de incontinencia urinaria, esta liberación
incontrolable e inconsciente de emociones negativas que representa la orina
puede ser un medio de recibir más atención y afecto. La causa subyacente de
esto puede ser un sentimiento de rechazo, de no tener ningún mérito, de
inseguridad, de tener miedo del futuro. La orina representa emociones negativas
normalmente soltadas cuando ya no son necesarias o deseadas. Esta liberación
frecuentemente nocturna indica un conflicto a un nivel más profundo y del cual
ni siquiera tengo consciencia. Siendo incapaz de “controlar” la pérdida de
orina o de heces, soy incapaz de controlar lo que sucede en mi vida, en
particular las emociones, y esto me da miedo. Es importante que estos miedos e
inseguridades interiores se expresen. También puedo dejar ir demasiado
fácilmente cosas o personas que amo, sin tener el valor o la fuerza de ir a
buscar lo que quiero. Teniendo muchas esperas
frente a la vida, estoy decepcionado y me “dejo ir”, esto puede ser
tanto con relación a mi cuerpo como a mi mente. Un gran miedo o nerviosidad
puede también causar la incontinencia,
sobre todo en los niños. Tomo consciencia que es imposible controlar todo lo
que sucede en mi vida. Aprendo a hacer confianza y aprendo a amar lo nuevo y lo
inesperado.
El
estómago es el lugar por el cual mi cuerpo físico asimila el alimento. Si tengo
una indigestión, mi cuerpo expulsa
este alimento y estoy afectado por nauseas, vómitos o dolores abdominales. Es
lo mismo para la realidad, los pensamientos, los sentimientos, las emociones
que vivo y que van también a causar una indigestión
si tengo dificultad en transigir con éstas. Hay un desorden, una desarmonía en
el interior mío. ¿Cuál es la situación o la persona que me resulta difícil
digerir? ¿Qué es lo que sucede en mi vida y que ya no quiero soportar, porque
“todo esto a la vez, es excesivo”? Incluso puedo llegar a estar en rebelión
contra esta situación o contra esta persona que critico severamente. Esto puede
también ser algo que he visto u oído que me era desagradable y que “no pasa
bien”. La ansiedad, la inseguridad me pondrán “el estómago al revés” y al no
poder realizarse normalmente la digestión, voy a echar físicamente el alimento
como echo las nuevas ideas o situaciones que vivo. Aprendo a poner el amor en
la o las situaciones porque tengo una toma de consciencia por hacer. El amor es
el ingrediente que me ayudará a digerir y a dejar pasar las situaciones en mi
vida, en armonía con mi ser.
De
modo general, un infarto es la
muerte de una parte de los tejidos de un órgano, también llamada necrosis, originada por la obstrucción
de la arteria que traía la sangre en esta área. Aunque áreas como el intestino,
el bazo, los huesos y las venas puedan estar afectadas, las áreas más expuestas
son el cerebro, los pulmones y el miocardio que es una envoltura del corazón.
Al estar interrumpida bruscamente la circulación sanguínea por un coagulo o un
depósito de lípidos (una especie de grasa) en una arteria, esto implica que la
alegría ya no circula en esta área, trayendo incluso la muerte de los tejidos. Según
la área afectada, puedo preguntarme lo que ha llevado mi corazón a decirme:
“¡basta, ya no puedo más, una parte mía se está muriendo!”. Debo comprobar
cuáles son las necesidades que pude desatender y de qué modo podría volver a
poner las cosas en orden en mi vida para ayudarme a vivir plenamente
experiencias llenas de alegría y satisfacción.
INFECCIONES (en
general) (ver
también: ANEXO III, DOLOR, FIEBRE, INFLAMACIÓN, SISTEMA INMUNITARIO)
La
infección se define por el desarrollo localizado o generalizado de un germen
patógeno
en el organismo, bien sean bacterias, virus, hongos o parásitos. Esta situación
se produce cuando el sistema inmunitario no consigue combatir este germen
invasor. En mi vida, este germen puede estar vinculado a una situación o a una
persona con quien vivo un conflicto, generalmente interior y que no expresé a
nadie. Al no haberse resuelto, éste brotará bajo forma de infección. El hecho
de vivir irritación o un trastorno
debilita mi sistema inmunitario que no puede impedir que se manifieste una
invasión. Debo preguntarme: “¿Qué es lo que me irrita o me afecta tan
profundamente? Puedo vivir un desorden o un traumatismo emocional, una crisis
familiar o en el entorno profesional, o vinculado al hecho que vivo demasiado estrés con la vida. Debo aceptar
¯© los
cambios en curso, dejando de lado la gran ira que pueda vivir. La significación
de esta ira será tanto más importante si la infección está acompañada de dolor
o fiebre. Es importante observar cuál parte de mi cuerpo está afectada. Se
trata por ejemplo de una infección de mis órganos sexuales, vivo una situación
conflictual que me irrita y me hace vivir mucha ira frente a mi sexualidad o al
modo en que percibo ésta. La infección subsistirá mientras no he arreglado la
situación, y puedo tardar en hallar una solución porque tengo miedo de las
consecuencias y de los cambios que esto traerá en mi vida. La infección se
produce generalmente después de un debilitamiento de mi sistema inmunitario, lo
cual implica que es el amor de mí lo que está en juego. Debo preguntarme cuáles
son las actitudes, pensamientos que debo cambiar o las acciones que debo tomar
para poner más amor en mi vida. Sé que la gente feliz tiene un sistema
inmunitario fuerte, entonces tomo los medios para que crezca el amor en mí y
que así, el amor sea mi escudo, mi protección.
Una
inflamación es una reacción local
del organismo contra un agente patógeno, caracterizada por el color rojo, el
calor, el dolor y la tumefacción (hinchazón). Es la expresión corporal de una inflamación interior. Estoy encendido y rabioso por algo o alguien,
y esto se expresa por mi cuerpo. Debo preguntarme cuál aspecto de mi vida me
está volviendo “rojo de ira”, “hirviendo”, y finalmente me llevará a vivir culpabilidad,
si ésta aún no es la causa de la inflamación.
Es importante mirar cuál parte del cuerpo está afectada para tener una
información suplementaria sobre la causa de la inflamación. Es importante ir a comprobar si se ha vivido una
dificultad sexual en el pasado, reprimida y no resuelta, o bien si viví un
sentimiento de pérdida que no acepté ¯©
y hacía el cual vivo mucha irritabilidad. Entonces será posible tomar
consciencia de esta situación y tener una comprensión nueva y positiva de ésta.
La inquietud se manifiesta por agitación,
angustia, aprensión. Mi inquietud
puede tener su fuente en mi infancia principalmente si viví inseguridad física
o social, o si tuve la sensación de
carecer de algo en el plano afectivo, de mi educación o si me sentí abandonado en cierto momento. Esta inquietud puede reaparecer a la edad
adulta cuando vivo una situación similar a la que viví en mi infancia y cuando
“reactiva” este sentimiento. Debo aprender a confiar en la vida. Debo aprender
también a hacerme confianza. Debo estar más fuerte que mis angustias para
controlarlas en vez que sean ellas las que me controlen y alimenten mi
sentimiento de impotencia frente a la vida.
Si
me expongo demasiado tiempo al sol, corro el riesgo de tener una insolación que se traducirá por una
quemadura de la piel y un acaloramiento que es una subida de mi temperatura en
mis centros nerviosos. Bien por accidente (me dormí al sol), bien por un
cálculo erróneo del tiempo de exposición, o por cualquier otra razón, vivo
probablemente una culpabilidad para hacer que la vida me “castigue de este
modo”. Si estoy de vacaciones, puedo preguntarme si pienso merecer realmente
dichas vacaciones. La piel está en relación con lo que vivo interiormente y lo
que vivo exteriormente. Puede que viva frustración vinculada con el hecho de
tomar consciencia de que mi vida, exteriormente, no es siempre lo que quisiera
que sea interiormente. La intensidad de la quemadura del sol o del acaloramiento
me indica la importancia de cierta forma de desesperación que albergo. Necesito
aumentar mi estima de mí, reconocer quien soy, apreciarme en mi justo valor.
Pido a la vida que me enseñe y me ayude a apreciar las cosas bellas que me da.
Así irradiaré más y ya no tendré necesidad de que “el sol me pique” para
recordarme que tome mi lugar en la vida.
La
incapacidad de dormir corresponde a
un profundo miedo a abandonarse y soltarse. Vivo inseguridad y quiero tener el
control sobre todo lo que sucede en mi vida. Sin embargo, cuando duermo, mis
“facultades mentales” duermen también y soy más vulnerable, porque mis sentidos
son más alertas y abiertos a lo desconocido. Por esto, guardando mi mental
ocupado con todo tipo de ideas, todo tipo de situaciones incluso ficticias e
inventadas por mí, impido que me gane el sueño. Mi vida está coloreada con la
tensión, la ansiedad, la culpabilidad y a veces, incluso, cierta paranoia. Esto
puede resultar de un sentimiento de que mi ego o mi supervivencia ya han sido
amenazados en cierto modo, lo cual es comprensible si experimenté ciertos
traumatismos profundos, tales como un robo, una violación, etc. Hay
probabilidades de que sienta una nerviosidad extrema y que tenga dificultad en
colocarme y tomar decisiones. Es también como si muriese cada vez que me duermo
y esto despierta temores a lo desconocido de la noche en particular. El insomnio puede estar fuertemente
relacionado con la culpabilidad
consciente o inconsciente. Por un motivo u otro, puedo tener la sensación que
“no me merezco descansar”. Quizás porque me siento culpable de no tener éxito
en la vida, no hacer todo lo necesario para mis hijos, etc. También puedo
haberme programado pensando que “dormir es una pérdida de tiempo”. La glándula
del timo está estrechamente vinculada al sueño y, a la vez con la energía del
corazón. El insomnio puede estar
vinculado a mi aptitud a amarme, a hacer confianza al amor y por el mismo
hecho, a la vida. Aprendo a relajarme y a soltar el control para dejar que el
sueño recupere su lugar en mi vida.
INTESTINOS
(dolores de los…) (ver
también: CÁNCER DEL COLÓN / DEL INTESTINO, INTESTINOS / COLITIS /
ESTREıNIMIENTO / DIARREA, INDIGESTIÓN)
El
intestino es el centro de absorción
e integración del alimento y de los alimentos como el de los pensamientos, los
sentimientos y de mi realidad actual. Todo lo que me causa tristeza, temor,
confusión, rebelión, vergüenza o cualquier otro pensamiento o sentimiento
discordantes puede encontrar una liberación y crear problemas intestinales. La
digestión se hace a este nivel, por lo tanto si tengo contrariedades y que me
siento víctima de un “golpe bajo”, de una “mala jugada”, o que tengo la
sensación que alguien me ha hecho “una mala pasada”, tendré malestar en los
intestinos porque no digeriré sencillamente! Estaré particularmente afectado si
se trata de un miembro de mi familia que es el “cerdo”. Al poder digerir esta
situación, se manifestará por un problema al nivel de mis intestinos. Si está afectado mi intestino delgado, puedo tener tendencia a juzgar las situaciones
que se presentan a mí teniendo opiniones muy marcadas con relación a mis
nociones de “bien” y “mal”. También tendré tendencia a tener la sensación de
carecer de muchas cosas en mi vida. Los intestinos
(en particular el intestino gordo)
también están vinculados con mi habilidad a dejarme ir, a sentirme
suficientemente en seguridad interiormente para ser espontáneo. Mis intestinos simbolizan el hecho de dejar
circular los acontecimientos en mi vida. Puedo tener una necesidad muy fuerte
de retener y controlar lo que me sucede. Me agarro a ciertas cosas, a personas
o situaciones, incluso hasta vivir celos y posesividad y mis intestinos están congestionados por
todo lo que retengo y que ya no es útil, pudiendo causar, entre otras cosas, el
estreñimiento. Aprendo a ser autónomo y a decirme que tengo todos los recursos
necesarios en el interior de mí para crear lo que quiero. La única persona
sobre quien puedo tener control, soy yo – mismo!
El
cólico es una contracción o
contracciones resultantes de una gran
tensión interior, una situación que me hace perder seguridad y que me pone tan nervioso que aparecen la
congestión intestinal, los dolores del estómago, de los canales glandulares y
de las vías urinarias. Dudo de mis capacidades, carezco de confianza en mí,
tengo miedo de no estar a la altura, ignoro cómo hacer para resolver un
problema. Un ejemplo típico que se refiere a los cólicos del recién nacido, es el mío cuando, como madre, tengo
miedo de no cuidar bien de mi bebé correctamente, de no hacer suficientemente.
El bebé siente interiormente mi ansiedad y se vuelve, a su vez, inquieto (el
niño que sufre de cólico debe estar
rodeado de calma, paciencia y amor). Acepto ¯©
que en la vida, todo suceda para lo mejor. Por lo tanto, suelto, hago todo mi posible con amor. Lo que veía como problemas e
inseguridades se vuelve sencillamente experiencias que me ayudan a proseguir mi
evolución y a crecer. Ejercicios de respiración, relajación y meditación pueden
ayudarme a tomar contacto con mi ser interior, a realizar todas las fuerzas que
están en mí y hacer desaparecer mi impaciencia frente a una persona o una
situación que me irrita.
La
colitis (itis = ira) es una
inflamación a veces ulcerosa del colón, el intestino gordo. El papel del colón
puede compararse a mi modo de comportarme, de tratar con mi propio universo.
Cuando soy incapaz de ser yo – mismo frente a la autoridad y frente a mis
relaciones personales (cónyuge, padres, profesores, jefes, etc.) controlo mis
gestos y mis acciones porque temo la reacción de la persona de quien puedo
recibir la aprobación y el amor. Las colitis
frecuentemente se presentan en los niños que temen las reacciones de sus padres
que manifiestan mucha severidad y que son muy exigentes hacía ellos. Necesito tanto afecto, amor y valorización que
quiero complacer a toda costa
(incluso hasta ahogar mi personalidad y mis necesidades fundamentales). No soy
yo – mismo y no me atrevo a expresar mis emociones; las inhibo. Reprimo varias
veces cosas que encuentro indigestas. Esta dependencia
afectiva me lleva a vivir ira que me roe interiormente, frustración y
humillación. Si vivo estos sentimientos en sumo grado, brotará una úlcera. Mis reacciones emocionales me
advirtieron que debía cambiar mi actitud pero no he comprendido. Ahora es la
señal física. ¿Cómo actuar? Acepto ¯© que
venga la felicidad de lo que siento en el interior. Aprendo a amarme, a ser yo – mismo y tomo mi lugar. Adquiero independencia y autonomía y comprendo que
soy cada vez más feliz y que actúo ahora en conformidad con mi propia
naturaleza.
El
estreñimiento toma lugar en el
interior del intestino cuando los
movimientos musculares que permiten la eliminación se hacen en ralentí, lo cual
provoca un atascamiento de residuos. Estos residuos sólo son la manifestación
física de mis ideas negativas, mis preocupaciones, mi ira, celos que me
entorpecen. El estreñimiento
generalmente está asociado a una dieta pobre en fibras alimentarias. Esto es la
indicación de una gran voluntad de controlar
los acontecimientos de mi vida y que resulta de una inseguridad interior. Soy
una persona muy trastornada que necesita
la aprobación de los demás. Por mi inseguridad, incluso llego a ser
mezquino. Las situaciones favoreciendo el estreñimiento
pueden producirse cuando experimento una situación financiera difícil, cuando
tengo relaciones conflictuales o cuando salgo de viaje, porque es cuando soy
más vulnerable a sentirme inquieto y “sin anclaje”. Me agarro a mis viejas ideas y a mis bienes personales. Lo que ya
conozco me permite cierto control y me da
una ilusión de seguridad. Tengo tanto miedo a estar juzgado que rechazo mi
espontaneidad, me impido adelantar. Rechazo también mis “problemas” y mis
emociones pasadas, por miedo a que vuelvan a aflorar y a que tenga que
enfrentarme a ellas. ¿Cuándo me autoricé a tomar mi lugar y a ser yo – mismo?
¿Cuál es la última vez que me sentí libre y lleno de entusiasmo? ¿Qué es lo que
me detiene? Debo absolutamente abandonar
todo lo que ya no me conviene, soltar.
Acepto ¯©,
aquí y ahora, liberarme del pasado, ir hacía delante y vivir una vida más
excitante. Me siento más relajado y hago confianza en la vida.
La
ileitis se define como una
inflamación de la última parte del intestino
delgado, el íleon, caracterizada por fuertes dolores. En el caso de
enfermedades bacterianas o virales, puede tomar el aspecto de una crisis de
apendicitis. Las infecciones consecutivas al SIDA, y a la tuberculosis pueden
provocar una inflamación del ileón pero los casos crónicos agudos se refieren a
la enfermedad de Crohn. Puede
tratarse de una forma de auto – castigo después de un sentimiento intenso de
culpabilidad. Esto se refiere a mi estima personal; no me siento “a la altura”,
me siento “no correcto”, “no sirvo para
nada”, “soy menos que nada”. Me desprecio tanto que vengo a pensar que nadie me
quiere y que quieren que siento inferior. Estos sentimientos se añadirán a una
situación en la cual vivo una carencia, bien al nivel material o afectivo.
Tengo la sensación de que el objeto de esta carencia me ha sido usurpado de un
modo despreciable, repugnante. A esto puede sumarse el miedo a morir. Entonces,
ruge la rebelión muy profundamente adentro mío. Esto sólo permite aumentar mi
temor a ser rechazado por los demás. Al tener la sensación de no valer nada,
esta enfermedad me puede ayudar a recibir la atención que necesito y que no
tengo la sensación de recibir. Mi estima personal es baja y soy demasiado
abierto energéticamente, al nivel del abdomen, y recibo cualquier cosa
incluido lo negativo de mi entorno y que me puede afectar. Me rechazo al punto
que es como si, energéticamente, mi abdomen se volviera una basura y como si
permitiera que la gente de mi entorno vertiera en mí su energía negativa.
Me dejo invadir porque no ocupo suficientemente mi lugar y rechazo las
situaciones, lo cual me hace vivir diarreas. Estoy en profunda investigación de
mi identidad personal o espiritual y la gravedad de la enfermedad me indica
hasta qué punto esto toca a un aspecto de mi vida que es fundamental, incluso
esencial. Los medios que podría tomar para aumentar mi estima personal y
permitir hallar verdaderamente mi identidad, el lugar que ocupo en mi familia o
en la sociedad, me ayudarían a recobrar la calma y la armonía en mi vida. El
hecho de encontrar verdaderamente el lugar que me corresponde me dará una
protección natural frente a mi entorno. La vida es bella, yo también tengo
derecho a vivir!
La
diarrea se manifiesta por un
desplazamiento tan rápido del alimento desde el estómago hasta el intestino que no tiene tiempo de estar
totalmente asimilado. Generalmente este
estado está causado por el miedo o el deseo de evitar o huir una situación o
una realidad totalmente desagradable o
nueva para mí. Llega un caudal de ideas nuevas y no tengo tiempo de
integrarlas. Me siento cogido en la trampa por algo nuevo para mí y esto pone
mi sensibilidad interior al revés! Me rechazo,
me culpo a mí – mismo y estoy desesperado! Tengo una imagen muy fea de mí en el
momento presente. Me culpabilizo. Estoy vencida por estos acontecimientos.
Verdaderamente, necesito algo diferente. No es el alimento sino mis
pensamientos los que ya no valen. Si
constantemente transporto la idea del rechazo o de los sentimientos de rechazo
(el miedo de sentirse rechazado o el deseo de rechazar a los demás) o una
situación en la cual me siento cogido, hay muchas probabilidades de que tenga diarrea. Si no escucho la vida y sus
señales (igual como viven ciertas personas), también puede manifestarse también
la diarrea. Acepto ¯©
tomar el tiempo de ver, sentir y escuchar mi corazón para ver lo que ocurre en
mi vida. Así, integro y asimilo las situaciones de mi existencia. Cuando freno
realmente, realizo como iba pasando directo (igual como los alimentos) sin
tomar el tiempo de ver las bondades y las bellezas de la vida. Mi cuerpo me
advierte que debo hacer confianza a la vida, que estoy soportado, que nadie me
abandona.
NOTA: Algunos viajeros en visita
en los países pobres del Tercer Mundo tienen diarrea. El descubrimiento de una inmensa pobreza y de la miseria
abre el corazón y molesta inconscientemente lo mental como el organismo físico.
Frecuentemente es una reacción inconsciente.
La
diverticulitis (itis = ira) es la
inflamación de pequeñas cavidades (diverticulos) de las paredes del colón (el
intestino gordo). Esta dolencia se vincula a ira reprimida en mi vida cotidiana.
Actualmente vivo una situación en la cual me siento preso y de la cual no puedo
ver la salida; esto me causa tensión y presión. Me siento pillado en una
trampa. Esto me causa mucho dolor y pena. El primer paso hacía la solución es
la aceptación ¯©. ¿Cómo
puedo arreglar una cosa cuya existencia me niego a aceptar? Acepto ¯© la
situación como siendo una realidad y me mantengo abierto al canal divino que me
aporta el amor necesario para integrar esta experiencia. Por mi aceptación ¯© y mi
apertura, diversas soluciones me están ofrecidas porque ya no estoy cegado por
la ira.
INTESTINOS –
GASTRO – ENTERITIS (ver
también: ESTÓMAGO / [DOLORES DE…], GASTRITIS, INTESTINOS – DIARREA, NAUSEAS)
La
gastro – enteritis es una
inflamación aguda de las mucosas gástricas
e intestinales caracterizada por vómitos y una diarrea de origen
infeccioso. Puede que se pueda determinar la “causa externa” y vincularla a la
ingestión de agua o alimentos contaminados. Sin embargo, hay que ver la “causa
interior” que me ha hecho vivir este suceso. Aquí, lo irritante es mucho más
importante que en un caso de gastritis, porque esto afecta no sólo el punto en
donde entran los alimentos sino también el punto de salida del proceso de
integración, lo cual indica que estoy tan irritado y tan frustrado por lo que
me sucede que no puedo absorber lo que sea. Por lo tanto quiero rechazar una
situación o a una persona – cuando no es la vida misma – y estoy “rojo de ira”,
lo cual me lleva a vivir la diarrea y el vómito. Tengo dificultad en aceptar ¯© los
acontecimientos. Puedo retener ciertos esquemas de pensamiento mentales ahora
hechos inútiles. Una persona o una situación me es indigesta y se vuelve contra
mí encendiéndome emocionalmente. Me invade la desesperación y mi sensibilidad
es altamente perturbada. Debo abrirme a una nueva realidad, a nuevas ideas y a
volver a aprender a tener confianza en los demás y en la vida, siendo capaz de
manifestar mi disgusto en vez de dejarlo rugir en mi interior y crearme males
de todo tipo.
El
recto es el segmento terminal del
intestino gordo que sigue al colón sigmoíde y llega al orificio anal. Si algo o
alguien en mi vida me preocupa y juzgo esto “de mala fama” o “cerdo”, quiero
expulsar esta cosa o a esta persona de mis pensamientos o de mi vida. Si no lo
consigo, dolores o hemorragias aparecerán en el recto. La situación vivida implica muy generalmente a uno o varios
miembros de la familia. Aprendo a quedarme abierto y a intentar comprender el
porqué de la situación que me molesta. Veo que, incluso si yo tengo la
sensación de que alguien actuó mal, esta persona tenía probablemente buenas
razones de actuar de este modo en que lo hizo y que sus motivos estaban bien
fundados. Esta situación implica frecuentemente que me pregunte cuál es el
lugar que me corresponde, a dónde voy en la vida. Mi orientación sexual podrá
estar otra vez planteada. Hay un gran replanteamiento para saber quién soy,
cuál dirección debo tomar. Puedo sentirme muy solo y abandonado. Aprendo a
reconocer mis cualidades y creo que poco importan las decisiones tomadas, lo
que resulte siempre será para lo mejor.
La
tenia es un gusano parasitario que
se encuentra en el intestino y que puede tener algunos milímetros o varios
metros de largo. También llamado gusano
solitario, la tænia se
desarrolla en una persona que tiene la sensación que se le imponen ideas o
modos de pensar contrarios a las suyas. Me siento triste e incomprendido,
abusado y sucio. Puedo tener la sensación que “parásitos” merodean alrededor
mío. Como que tengo dificultad en afirmarme y a decir que no. Me dejo “robar”
mi energía. Las preocupaciones, las penas que tengo dificultad en soltar van a
favorecer también la aparición de la tænia.
Este gusto amargo hace difícil mi digestión. Mis pulmones dejan pasar una
energía corrompida y se instalan gusanos parásitos, conllevando irritación y
nerviosidad. Para curar mi interior, cuido mis ideas, dejo lugar al placer y a
la alegría. Tomo el lugar que me corresponde en la vida.
La ira (cólera) es la exaltación del estado afectivo y un modo de
exteriorización brutal de éste, traduciéndose por una excitación tanto física
como verbal, progresivamente creciente, yendo hasta gritos, ruptura de objetos,
agresividad, temblores, etc. La ira
es un grito de alarma espontáneo, la manifestación de una rebelión interior, un violento disgusto acompañado de
agresividad. Antes de los dos años, es
un simple medio de reaccionar o exteriorizar una dolencia interior (frío,
hambre, etc.) pero luego, es sobre todo un medio de oposición y de reacción a
las prohibiciones, pudiendo volverse un medio de chantaje afectivo y de
dominación. Estas emociones que me invaden se manifiestan generalmente al nivel
de mi hígado, por la aparición de toxinas que pueden engendrar una crisis de hígado. Los pensamientos
enloquecen, se atropellan, crecen tanto que ya no veo claro. Sube mi
presión y me vuelvo rojo de ira. ¿Qué es lo que me molesta tanto y me hace
explotar? Si estoy iracundo, es
importante que busque la razón que provoca este estado. Puedo vivir un
sentimiento de debilidad, injusticia, frustración, incomprensión, impotencia,
etc. que puede ser exagerado o crecido por mi gran emotividad y mi
impulsividad. Cuando lo identifico, comprendo que el conflicto se repite
inconscientemente y que incluso puede proceder de situaciones que no he
resuelto aún desde la infancia, y entonces, la integración será más rápida.
Acepto ¯©
abrirme al amor que puedo manifestar aquí y ahora. Me mantengo atento y vigilo todas las señales indicando una ira eventual y no me sublevo
inútilmente.
ITIS (enfermedades en…) (ver: ANEXO III)
Por los labios, puedo comprender la apertura o la estrechez mental, lo
que quiero o lo que no quiero decir. Puedo percibir tensión, inquietudes, penas
o temores a través de los labios
agrietados o secos. Pueden ser carnosas si tengo alegría, placer, amor en el
corazón, o más bien delgadas cuando estoy más reprimido e incluso rígido frente
a mis deseos y los placeres de la vida. En una mujer, los labios de la vagina
sufren las mismas repercusiones causadas por los mismos trastornos salvo que es
más probable que cualquier malestar o enfermedad vinculada a éstas se refiera a
la expresión de su sexualidad y de su feminidad. El labio inferior representa mi lado masculino, racional, la razón, y
el labio superior representa mi lado femenino, receptivo, emocional. Es
importante que exprese mis sentimientos, tanto los negativos cuando estoy
disgustado (en caso contrario, pueden hincharse mis labios) como los positivos
tales como cumplidos, mi afecto, mi aprecio, etc. Porque es con mis labios que
puedo dar un beso y demostrar mi amor a la gente a quien amo.
Tengo
los labios secos cuando siento un
gran cansancio, cuando me siento solo o cuando tengo preocupaciones. Se va mi
alegría de vivir y siento poco placer en mis intercambios con los demás. Esta
pérdida de alegría será cuanto más grande si, además, mis labios van hasta sangrar.
Me permito aumentar mi comunicación con los demás y “abrazar la vida” con más
amor.
Cojo
ladillas normalmente, por contacto venéreo. Me siento culpable, me siento sucio
por haber tenido relaciones sexuales fuera de los marcos permitidos en nuestra
sociedad o bien puedo tener la sensación que sólo tienen por objetivo colmar
mis necesidades personales sin que esté comprometido con la otra persona.
Acepto ¯© que
toda situación vivida es una experiencia y aprendo a reconocer mis necesidades
y lo que es bueno para mí.
Siento
lasitud cuando mi cuerpo está
cansado. Tengo ganas de abandonar. El fastidio y el desánimo se apoderan de mi
cerebro. Frecuentemente, mi sangre se empobrece, la alegría de vivir ya estando
carente. Quiero recuperar el gusto de vivir haciendo las cosas que amo,
haciéndome placer. Esto me ayudará a “alentarme”.
La
lengua es un órgano muscular al cual
está vinculado el gusto. Si quiero expresar un pensamiento verbalmente,
necesito mi lengua. Si me “muerdo la
lengua”, debo preguntarme si me
culpo por lo que acabo de decir., si vivo culpabilidad. Tengo la lengua dormida o hinchada cuando quiero
saborear más la vida, o que tengo “disgusto” frente a una persona, una cosa o
una situación. Aprendo a “saborear” todas las alegrías que se ofrecen a mí.
La
lepra es una enfermedad infecciosa
crónica que afecta la piel, las mucosas, los nervios. La persona afectada por
ella se siente sucia, impura, no se estima a la altura. Se auto - destruye. Si
tengo la lepra, tengo la sensación
que no tengo lo necesario para asumir mi vida, mis responsabilidades. ¿De todos
modos, me merezco vivir? Tengo tendencia a hacerme frecuentemente esta pregunta
y a dejarme ir, sintiéndome incapaz de cambiar nada en mi vida. Acepto ¯© de
ahora en adelante alimentarme con pensamientos de amor y armonía para rehacerme
una nueva piel que reflejará mejor el ser divino que soy.
La
leucorrea también se llama pérdidas
blancas o pérdidas vaginales. Es una infección vaginal que demuestra o bien un
rechazo de tener relaciones sexuales, o bien culpabilidad o agresividad hacía
mi pareja, o bien el hecho de no tener ninguna. Suele ser causada por la
sensación que tengo de ser impotente frente a mi cónyuge, y al tener la
sensación de no tener ninguna influencia sobre él, esta enfermedad se vuelve
como un instrumento de manipulación que me hará sentir que controlo la
situación y por lo tanto mi cónyuge, porque soy YO quien decide si puedo tener
relaciones sexuales o no. Debo tomar mi lugar, reconocer mi verdadero valor y
convencerme que soy la persona que puede
tener el control sobre mí y sobre mi vida.
La linfa contiene glóbulos blancos,
proteínas y lípidos (formas de grasa). Lucha contra las infecciones y rechaza
lo que es malo para el cuerpo. Las glándulas hinchadas o los nudos linfáticos
bloqueados pueden implicar un bloqueo emocional o una negación de las
emociones, dejándome así sin protección y vulnerable a todos los tóxicos
invasores o dañinos de ciertos sentimientos. Me dice que vigile mis
pensamientos, que administre bien mis emociones y que acepte ¯© que
circule la alegría libremente en mí. Debo volver a lo esencial y poner mi
atención en los verdaderos valores de la vida en vez de lo material y las cosas
que, en mi opinión, me faltan.
El
linfatismo se caracteriza por una
palidez anémica, una blandura de los tejidos y una piel fina. En otras
palabras, no hacerse violencia, no hacer nada, demostrar una dejadez, una
carencia de audacia y vitalidad, no encontrar ninguna motivación en la vida. Es
una señal que debo volver a asumirme, moverme, poner cosas en marcha para hacer
circular la energía y salir de este letargo que le lleva a actuar cada vez
menos y a hundirme cada vez más en la negatividad.
Una
lisiadura es una debilidad, una
ausencia, una alteración o la pérdida de una función. La persona presa de una lisiadura congénita tendrá grandes retos
que aceptar en su vida. Es importante examinar cuál es la parte del cuerpo que
está afectada. Esto será una indicación del reto particular que se dio la
persona. Esta lisiadura también
puede resultar de situaciones conflictuales no resueltas que vivían mis padres
cuando era feto o antes, o de mis abuelos o bisabuelos, y que vuelvo a vivir
para integrarlas y aprender la lección de vida referida.
La
locura, también llamada alienación
mental o psicosis, se produce cuando ya no puedo más y que rechazo el mundo en
el cual vivo. Me siento agredido y perseguido de todas partes, sobre todo por
mi propia familia. Para mí, la vida sólo es sufrimiento. Me encierro en mi
propio universo en el cual me siento muy bien. Nada me puede alcanzar. Es mi
modo de cortarme definitivamente de mi familia y del mundo exterior. Es la
huida y la evasión. Puedo liberarme de esta locura recibiendo el amor y la comprensión; si pienso que me está
alcanzando la locura, debo asumirme,
aceptar ¯© que
todo lo que me sucede tiene una razón de ser y que esto me permite volverme más
responsable, más libre, más dueño de mi vida. Puedo así transigir más
fácilmente con las nuevas situaciones que se ofrecen a mí.
La
luxación se refiere al
desplazamiento de las dos extremidades óseas de una articulación. Puede ser el
hombro, el codo, los dedos, la rodilla, las vértebras, la cadera.
Frecuentemente, una luxación se
produce después de un golpe, un impacto, un movimiento forzado. Conozco la
expresión que dice: “la rodilla se me ha desencajado” o “el hombro se me
ha desencajado”. Según el lugar donde se hizo la luxación, debo preguntarme cuál miedo o golpe emocional me da la
sensación de estar cogido “como si me pusieran en una caja”. Así, mi cuerpo
reaccionó a la inversa, asumiendo el contragolpe emocional. Tomo consciencia de
la libertad que tengo en el interior mío y dejo entrar luz interior en todas
las situaciones que parecen limitarme, para que pueda desarrollar más armonía
hacía la vida.
Las
lagrimas son un derrame de los ojos, una liberación de las emociones. Vinculado
con la alegría, el amor, el miedo, la decepción, el hecho de llorar me libera de un exceso de
sentimientos, pensamientos muy fuertes. Puede también que mis ojos hayan sido
fascinados al ver una escena que era insoportable, horrorosa, pero me sentía
empujado a mirarla como para coger cada detalle. Puedo llorar también porque me
siento incapaz de comunicar lo que siento. Mis llantos son una evacuación de tristeza, decepción. Por lo tanto
tengo una reacción que hace bajar la presión. También puedo usar mis lagrimas
para atraer la atención, la simpatía afín de que se cuiden de mí. Los conductos lacrimales bloqueados me
indican que hay una resistencia en cuanto a mi libre expresión, vinculada
quizás a esta creencia que llorar,
“sólo es cosa de bebés”. Mis lagrimas, al salir de mis ojos, me traen con ellas
cosas que me impiden ver, quizás por miedo a no poder ver cómo se realizan. Debo dejarlas salir libremente, lo cual me
libera de emociones trastornadoras, conllevando la curación y la recuperación
de energía vital.
MALARIA o
PALUDISMO (ver
también: COMA, FIEBRE, SANGRE (males de…])
La
malaria se manifiesta con fiebres
fuertes. Es crítica o represión contra alguien o contra una situación,
generalmente de cara a una situación en que me sentí separado de algo o de
alguien a quien amo. El rencor y el resentimiento se han amparado de mí y mi
mental se divierte “rumiando” estos sentimientos nefastos para mí. Para
liberarme de esta fiebre, debo interiorizarme para dejar salir esta tensión,
arreglar esta situación.
MAL DE LAS
MONTAÑAS (ver
también: APETITO [pérdida de…], HINCHAZÓN DE VIENTRE, OREJAS – ZUMBIDOS DE
OÍDOS, NAUSEAS, CABEZA [dolores de…], VÉRTIGOS)
Cuando
voy en altitud, puede producirse un conjunto de trastornos que proceden del
hecho que el oxígeno está ahí más escaso.
Cuando subo así, cambio de nivel de consciencia, lo cual puede provocar
un impacto para mí. Los trastornos que vivo sólo son el reflejo de mis
angustias y de mis heridas interiores conscientes o inconscientes. Es cierto
que cuanto más en forma esté mi cuerpo físico, más me será fácil soportar,
hasta en lo físico, estos cambios de consciencia interior. Debo aprender a
conservar la calma y a confiar en mí y en la vida así como desarrollar más este
sentimiento de libertad que me habita.
MAL DE LOS
TRANSPORTES (ver
también: ANSIEDAD, MAREO, NAUSEAS, VÉRTIGOS)
Vivo
inseguridad, incomodidad. Esto molesta mis costumbres establecidas y puedo
tener la sensación de perder el control de lo que sucede en mi vida. Me asusta
lo desconocido. Debo tener confianza en el futuro, debo aceptar ¯©
vivir nuevas experiencias, sabiendo que saldré crecido de éstas.
La
maldad es un deseo enfermizo, odio
expresado con el fin de hacer daño, bien sea en palabra como en acción. Así
quiero probarme que soy “correcto” y que “tengo razón. Esto puede proceder de
grandes heridas, lo cual me lleva a volver mi resentimiento y mi frustración
hacía los demás. Estoy enfadado con la vida o con personas por el sufrimiento
que vivo, quiero vengarme, pensando hallar en ello alguna satisfacción. Es un
modo para mí de hacer salir mi agresividad para ir a buscar más paz interior.
Cuando puedo identificar tal comportamiento en mí, puedo pedir ayuda para estar
mejor conmigo mismo. Porque aunque expreso mi irritabilidad por maldad, me doy bien cuenta que esto
sólo calma mi sufrimiento temporalmente. Así podré desarrollar actitudes de
apertura y de bondad hacía la gente que me rodea y vivir una paz interior más
grande.
Cuando
vivo males diversos más o menos
definidos, esto es frecuentemente el signo de una necesidad de amor. Necesito
estar confortado, apretado en unos brazos en los cuales podré sentirme
comprendido, aceptado ¯© tal
como soy. Hago confianza en la vida y voy a buscar este amor que necesito a
través de las situaciones de la vida, los animales y las personas que están
listas para prodigarme este amor.
Las
mandíbulas son huesos esenciales
para comer, para empezar el proceso de digestión y asimilación de lo que tomo,
bien sea el alimento o la realidad que me rodea. Los problemas de mandíbula
pueden producirse cuando aprieto los dientes porque reprimo cosas e inhibo toda
la energía relacionada con la ira, obstinación, la testarudez y quizás entonces
una gana inconsciente de vengarme de alguien o de algo. Cuando chirrían mis dientes, vivo inseguridad.
También pueden estar descalcificándose o ablandándose mis mandíbulas. Me revelan cómo yo también puedo ser “blando” en
algunas situaciones, en particular cuando tengo la sensación de que se ríen de
mí y que no se prestaba atención a lo que decía. Sigue una gran desvalorización
de mí – mismo. También puedo sentirme dominado, siendo impotente en expresarme,
bien a causa de mi timidez o de mis miedos. También puede que me esté prohibido
hablar, lo cual interpreto como “lo que he de decir debe ser muy poco
interesante!!!”. Cuando se bloquean mis
mandíbulas, estoy en la incapacidad de expresarme, de controlar lo que me
rodea, reprimo mis emociones. Debo relajarme, dejar la energía fluir
libremente.
Las
manías son costumbres que esconden
angustia y ansiedad. Este estado de agitación trae una sobreexcitación en los
movimientos y un humor exaltado. Es un modo de buscar la paz y la calma. Puede
ser una forma de huida ya que me obligo a evolucionar siempre en el mismo
marco, impidiéndome así explorar nuevas avenidas, para sentirme siempre en seguridad
y dueño de la situación. Debo determinar cuál es la fuente de esta ansiedad a
fin de encontrar más calma interior y más armonía. Así veré la vida con más paz
y serenidad. Mis gestos y mis actitudes estarán más de acuerdo con mi sabiduría
interior.
Las
manos representan mi capacidad para
coger, dar o recibir. Son la íntima expresión de mí en el Universo y el poder
de tocar es tan grande que me siento impotente cuando están lastimadas mis manos. Tienen un carácter único: igual
como mis huellas digitales, representan mi pasado, mi presente y mi porvenir.
Entre las manos tengo las
situaciones de mi vida diaria y el estado de mis manos manifiesta en qué medida capto mi realidad, cómo expreso el
amor tanto como el odio (bajo forma del puño). Si tengo las manos frías, me retiro emocionalmente
de una situación o de una relación en la cual estoy implicado. También puedo
rechazar cuidar de mis necesidades básicas y de complacerme. Las manos húmedas me indican una cantidad
excesiva de angustia y nerviosidad. Estoy desbordado por mis emociones,
sintiéndome quizás demasiado implicado o demasiado activo en cierta situación
de mi vida cotidiana. Si tengo dolor
o rampas, es que me niego a ser
flexible frente a las situaciones presentes. Debo preguntarme lo que me molesta
o lo que no quiero realizar. Puedo tener un sentimiento de incapacidad o vivir
un gran miedo al fracaso. Esto me lleva a querer “controlarlo” todo con mis manos, a querer poseerlo todo por el
caso en que algo o alguien se me “escurriese entre los dedos”. Si, además, mis manos sangran (ex: manos secas, eczema,
etc.) seguramente hay una situación en mi vida, un sueño, un proyecto que tengo
la sensación de no poder realizar y esto me lleva a vivir tristeza. Entonces,
la alegría de vivir se va. Si se paralizan mis manos, puedo sentirme
“paralizado” en lo que se refiere a los medios por tomar para realizar cierta
tarea o cierta acción y vivo impotencia con relación a esto. También, la
parálisis de las manos puede
producirse después de una actividad mental muy intensa en la cual me siento
sobreexcitado, contrariado y en que la presión hierve adentro mío. Quizás
incluso, tengo el gusto de “torcer el cuello” a alguien con mis manos. Si me hiero las manos, quizás resista al tacto, evitando cierta intimidad,
bien sea el tacto que puedo dar o recibir de otra persona. Este temor a entrar
en contacto puede vincularse a un suceso presente particular que me recuerda un
abuso vivido en el pasado. Aprendo a soltar y a “tender las manos hacía el cielo”, tomando
consciencia de que el único poder que tengo es sobre mí – mismo y no sobre los
demás.
La
desviación de Dupuytren es una
afección de la mano caracterizada por una flexión de ciertos dedos hacía la
palma, sobre todo el anular y el auricular y, esto, de modo permanente. Esta
enfermedad denota una “crispación” en mis actitudes, dejando traslucir cierto
cierre frente a mi cónyuge o a mis hijos. Tengo interés en hacerme más flexible
y abierto expresando mejor mis estados de ánimo.
El
mareo es la sensación de no tener el
control de la situación, de dejarse llevar por los acontecimientos de la vida,
la sensación de perderlo todo. Al no tener “los dos pies en el suelo”, vivo
cierta inseguridad que coge proporciones aún más grandes cuando tengo
aprensiones de cara al futuro y frente a todo lo que es desconocido. Esto se
manifiesta por nauseas. Debo preguntarme lo que no digiero o lo que tengo ganas
de echar, que no acepté ¯©.
También sucede frecuentemente que cualquier mal de los transportes (barco,
avión, auto, tren, etc.) esté vinculado a mi miedo (consciente o inconsciente)
de la muerte.
El
principio masculino está
representado por el lado derecho del cuerpo y el lado izquierdo del cerebro.
También se llama el lado YANG en medicina China o el lado racional en
Occidente. Las cualidades dominantes son el valor, la potencia, la lógica. Es
el lado racional, autónomo, materialista del ser. Representa también el aspecto
intelectual, el lado activo de mi persona que toma las ideas e intuiciones de
mi lado femenino y que las pone en práctica. Cada ser humano, tanto hombre como mujer, posee un lado masculino
(YANG) y un lado femenino (YIN). Al haber desarrollado mi lado masculino analizando y queriendo
“volverme igual como mi padre”, hay muchas probabilidades de que tengamos ambos
puntos muy similares en cuanto a las cualidades y las características nombradas
en el principio. Debo recordarme que cuando puedo equilibrar mi lado masculino y mi lado femenino es
cuando puedo alcanzar mi plena realización.
La
mastoiditis es la inflamación que se
produce en la base del hueso temporal, llamado mastoides, justo detrás de las
orejas. La mastoiditis puede
producirse cuando me niego a escuchar. Me preocupa lo que acabo de oír en
cuanto a alguien o algo que me molesta. Vivo pena, y cuando soy niño, puedo no
comprender lo que se dice, lo cual me provoca inseguridad. Mi temor me hace
desear dejar de oír lo que se dice. “Estoy en paz. La armonía y la alegría circulan
en mí. GRACIAS!”.
La
palabra medicina viene de
enfermedad. Por lo tanto, aunque exista una medicina preventiva y predictiva, la medicina se cuida más de las enfermedades, traumatismos, lisiaduras
y modos para remediarlos Cuando un médico puedo dar un diagnóstico sobre una
enfermedad que tengo, entonces le es más fácil elegir el tipo de tratamiento
que puede ser aplicado. Este siglo permitió que la medicina hiciera saltos gigantescos con importantes descubrimientos
en química y biología, con ayuda de nuevas tecnologías. La medicina, en muchos casos, se reveló muy eficaz ahí donde se podía
llegar a hacer un diagnóstico. Sin embargo, cuando mi dolencia o mi enfermedad
no puede identificarse, sucede que la medicina
es impotente para ayudarme. Entonces puedo investigar las causas de esta
dolencia o de esta enfermedad con ayuda de la iridología, la psico –
quinesiología, lecturas energéticas u otras formas de investigaciones
relevantes de personas responsables con una ética profesional reconocida.
La
médula espinal es la parte del
sistema nervioso central contenida en el canal raquídeo, en el interior de la
columna vertebral. Sigue el bulbo raquídeo y se termina al nivel de la segunda
vértebra lumbar. Ya que transmite los datos del cerebro a las partes del cuerpo
referidas, una dolencia a este nivel me indica que puedo tener dificultad en
poner en práctica en el mundo físico, mis pensamientos y toda mi creatividad.
Tengo tanta necesidad de calcular y planificarlo todo a la perfección, sin
jamás equivocarme, que la espontaneidad no tiene su lugar en mi vida. Ya que la
médula espinal trabaja de este modo,
mi rigidez demasiado grande conllevará dolencias y disfuncionamientos. Aprendo
a escucharme, a hacer las cosas por intuición sabiendo que siempre hago para lo
mejor y que el error no existe: todo es experiencia para ayudarme a crecer.
La
melancolía es un estado de tristeza
profunda. Me siento culpable, vivo un estado depresivo grave y tengo dificultad
en soportar este dolor moral. Mis desplazamientos, incluso físicos, están
afectados. Me enfrento a una insatisfacción, a una contrariedad, a una pena que
me llevan a una carencia de alegría. Esta tristeza me lleva a sentirme “turbado
en mis emociones” que se vuelven cada vez más oscuras. Tengo la sensación de ir
dando vueltas sin llegar a nada. “Afirmo que la alegría vive en todo mi ser”.
Me fijo objetivos realizables que me ayudarán a hallar mejor esta energía que
mora en mí, borrará la tristeza y dejará sitio para más alegría y satisfacción.
La memoria tiene la facultad de almacenar
ideas, emociones y traer al consciente lo que uno quiere recordar. Puedo,
después de un impacto emocional, ocultar en mi memoria miedos, temores, pena. Es el subconsciente que niega el
recuerdo al consciente. Para mí es un modo incluso inconsciente de huir una
forma de realidad que hallaría difícil de vivir. Acepto ¯© tomar plenamente la responsabilidad de mi vida, tomando
consciencia de que cada situación está aquí para ayudarme a conocerme mejor y a
sentirme más libre.
En
el otoño de la vida, el cuerpo de la mujer cambia y debo aceptarlo ¯©. Es
un período altamente emocional que alcanza particularmente mis sentimientos
vinculados al hecho de estar aún amable y deseable y sobre todo amada y
deseada. Hago el balance de mi vida y puedo tener pesares por no haber hecho
esto o ello, tener la sensación de no haber aprovechado plenamente la vida. En
la primera mitad de mi vida, generalmente llamada “período activo”, estoy en la
acción, “hago”, procreo, construyo. Es mi lado racional, activo organizador,
también conocido como mi lado masculino, o “Yang”, que predomina. Pero, ahora,
me siento disminuida y puedo querer seguir todas mis “tareas” domésticas y mis
tareas sociales en vez de dejar brotar mi feminidad, mi dulzura, mi creatividad
que pertenecen al lado femenino, Yin. Los acaloramientos que experimento en la
menopausia manifiestan un conflicto interior y mi lado femenino se hace
“ahogar” por estos síntomas que provoca mi lado masculino. La única manera
eficaz de hacerlos desaparecer consiste en recuperar la mujer útil,
experimentada y llena de sabiduría porque mi testarudez a no seguir la
corriente de la vida podrá transformarse en dolor de cabeza o migraña. Aunque
no sea procreadora, debo hallar mi dirección espiritual. Necesito encontrar la Mujer
en mí. Es un poco como en la jubilación: ahora tengo tiempo de trabajar con
total libertad, elaborar planes, otros retos. Descubro un nuevo sentido a las
palabras “Libertad” e “Individualidad”, permitiéndome renacer a una nueva vida. Mi atención está ahora llevada sobre mí y
sobre mi cónyuge en vez de estar únicamente llevada sobre los hijos (en muchos
casos) y la familia. Descubro una nueva razón de vivir. Es un poco como un
empezar de nuevo, puedo hacer cosas que me gustan y que elegí. El temor a
envejecer puede hacerse más presente y real. Incluso inconscientemente, puedo
hacer reaparecer menstruaciones para ayudarme a volver al pasado y a
“engancharme” a una juventud física ya desaparecida. Es pues importante que
acepte ¯© y que
haga el luto de mi juventud para vivir plenamente el momento presente. Acepto ¯© las
transformaciones que se producen, tanto en mi cuerpo como en mi vida interior,
espiritual así como mi vida social y familiar. Vivo en la simplicidad. Saboreo
cada momento y tengo el poder de crear mi vida, merced a todas las experiencias
que viví hasta ahora y que hacen que posee una sabiduría y un tesoro
extraordinarios.
Las
menstruaciones son el flujo, por la
vagina, de sangre procedente de la mucosa uterina. Se producen periódicamente
en una mujer no embarazada, entre la pubertad y la menopausia. Los dolores
menstruales pueden estar vinculados a culpabilidad e ira. Estos sentimientos
pueden hallar su fuente en una experiencia en la cual estuve abusada
sexualmente, sobre todo antes de la pubertad. Si tengo la sensación también que
mis padres están decepcionados por haber dado a luz una niña, podré hacerlo
todo para tener el aspecto de un niño y así ser amada de mis padres.
Inconscientemente puede que retrase o haga parar mis menstruaciones. Rehusó mi
feminidad y puede que también mi sexualidad, creyendo que es sucio o pecado
porque es la pérdida de sangre (vinculada a la pérdida de alegría) que indica
generalmente si estoy embarazada o no. Esta decepción de no estar embarazada
procede de la memoria inclusa, la de la
especie, que quiere que esté hecha para la procreación que garantiza su
supervivencia. Así, las pérdidas de sangres, relacionadas desde una perspectiva
metafísica con la pérdida de alegría, me indican, en cierta medida, mi pena,
incluso inconsciente, de no haber estado embarazada, vinculada a mi
programación genética para la preservación de la especie. Si mis pérdidas
“salen de mi normalidad” es decir que disminuyen, pudiendo incluso ir hasta
parar menstruaciones, o si al contrario, aumentan, debo entonces comprobar uno
u otro de los aspectos mencionados anteriormente que pueda vivir en mi vida y
que explicaría este cambio. Cuanto más acepte ¯©
que se trata sencillamente de una respuesta de mi cuerpo a una programación,
más este período se desarrollará en armonía. Debo aceptar ¯© que
siendo mujer, he de vivir en armonía con este cuerpo que funciona según ciclos.
La
amenorrea es la ausencia o supresión de las reglas en la mujer, comúnmente llamadas
menstruaciones. La amenorrea, que se produce cuando la
mujer está en edad de tener sus reglas, puede estar vinculada al rechazo de la
feminidad o a los inconvenientes de
ser una mujer; a culpabilidad pudiendo proceder de las palabras y acciones de
la pareja sexual; a sentimientos vividos durante ciertas reglas. La mujer vive
cierto temor, una dolencia o culpabilidad. Para remediar a esto, se programa
mentalmente y hace cesar sus reglas, rechazando la vida, decidiendo cesar de
procrear. Rehúso quizás vivir lo que mi madre ya vivió con relación a mi padre
y rehúso servir inconscientemente de genética (instrumento de reproducción) en
mi actual relación, porque recuerdo el dolor que sentía al ver a mi madre
triste en su relación amorosa. Rehúso vivir esta experiencia. La mujer tiene un
gran interés en aceptar ¯© al
nivel del corazón a su pareja y hacerle confianza, sobre todo si el hombre está
muy abierto a la mujer a quien ama.
Las
menorragias son el aumento anormal
de la abundancia y de la duración de las reglas pudiendo ser causada por la
presencia de un fibroma uterino. Están vinculadas a la no – aceptación ¯© de
tener hijos o a grandes pérdidas de alegría frente al hecho de que no quiero
procrear, bien porque soy estéril o porque uso un medio contraceptivo para
evitar estar embarazada.
Se
observa el síndrome premenstrual
durante el período que precede las menstruaciones.
Se traduce por nerviosidad, dolores de espalda, de cabeza o de vientre. Esto se
debe a un desequilibrio hormonal. Es el proceso de rechazo y de culpabilidad
que empieza a aflorar. El período menstrual es para la mujer el recuerdo de que
está viviendo en un universo dominado por los hombres. Esto indica pues cómo el
síndrome premenstrual trae
situaciones que me incitan a preguntarme sobre mi percepción como mujer en mi
relación con mi feminidad, sobre todo si quiero tener éxito en una carrera
profesional. Puedo estar turbada, confusa y me dejo influenciar por los
estereotipos impuestos por la sociedad. Me amo y me acepto ¯© tal
como soy y dejo sitio a la evolución.
El
miedo es un temor o aprensión que
siento frente a un peligro real o
imaginario. Cuando tengo miedo,
mi corazón late en desorden, me vuelvo tenso. El miedo toma lugar en mi
interior cuando me siento inquieto, poco seguro de mí, desanimado, que estoy muy emotivo, etc. El objeto de mi miedo puede ser el miedo al fracaso,
abandono, rechazo, el miedo de estar herido, etc.; se vuelve tan real a mis
ojos, que todo mi cuerpo reacciona a éste y en particular los riñones. Mi miedo sólo aumenta las probabilidades
de que suceda todo lo que temo. El miedo a la enfermedad misma puede ser un
factor determinante para la aparición de ésta. Es importante que tome
consciencia aquí que son mis miedos los que controlan mi vida y no la gente o
las situaciones. Entre los seis miedos fundamentales, hay: (1) el miedo a
morir, (2) el miedo a la enfermedad (3) el miedo a la pobreza, (4) el miedo a
perder el amor de un ser querido, (5) el miedo a la vejez, (6) el miedo a la
crítica. Decido pues ahora sustituir el miedo
por la confianza. Pido estar siempre guiado y protegido en las acciones que
debo tomar o en las palabras que debo decir, para el bienestar de todos.
La
muerte no es una enfermedad sino un
estado. Sucede cuando cesan las funciones vitales de mi cuerpo tales como
latidos del corazón, respiración, actividades cerebrales: mi cuerpo ya no podrá
reanudar sus funciones a menos que se puedan usar medios mecánicos u otros para
reactivar algunas funciones. En el caso de enfermedades graves como algunos
cánceres, el SIDA, las enfermedades incurables, etc., sucede a veces que cure
justo antes del momento llamado la muerte.
En efecto, cuando integro en mi corazón y en el amor la toma de consciencia que
debo hacer, puede que esté liberado de todo sufrimiento físico y moral. Si la
enfermedad ha progresado mucho, puede que mi cerebro me desconecte después de
que esté hecha la toma de consciencia. Por esto es tan importante que entienda
en mi corazón y que acepte ¯© el
motivo que hizo que viva esta enfermedad. Cuanto más acepte ¯© lo
que me enseña la vida, más podré marchar en armonía, en la luz y
en el amor. Mis parientes cercanos tienen un papel importante que jugar en este
proceso de curación aceptando
¯© al
nivel del corazón mi marcha para que pueda seguir mi camino en total libertad.
Cuanto más integre situaciones antes de dejar mi cuerpo físico, más habré
adelantado el trabajo que me quedará por hacer después de mi marcha. Ya que
sigue la vida (para los que creen en ello!) prefiero que se hable de mí
diciendo que me “marché”, que “dejé mi cuerpo físico”, que “pasé a los demás
mundos”. El uso de estas expresiones me parece más real que decir que he
“muerto”.
El
muguete es una enfermedad contagiosa
debida a una levadura, y caracterizada por la presencia de placas de un blanco
cremoso causado por las mucosas bucales y faríngeas, es decir en la boca y en
la garganta. Esta enfermedad es muy frecuente en los niños. Aparece después de
gritos y llantos incesantes de mi niño que desea tener caricias, contactos
físicos con nosotros, sus padres. Si me pongo en el lugar del niño, un bebé en
particular, me recuerdo que necesito contacto con mi madre o mi padre para
sentirme en seguridad y fuera de peligro porque sé que soy vulnerable. El único
modo que tengo para atraer la atención de mis padres, para que me cojan en sus
brazos, es chillar y llorar. Es el único modo de que me sacien con calor
humano. Ya que mis padres pueden interpretar erróneamente mis gritos y pensar
que tengo hambre, sed, frío, etc., no voy a conseguir lo que necesito. Y mi
laringe, órgano esencial de la fonación, siendo incapaz de cumplir mi necesidad
de contacto físico, activará el muguete.
Para mis padres, han de cogerme en sus brazos lo más frecuentemente posible,
acariciarme, para que desaparezca el muguete.
Cuando aparece en mí el muguete, el
adulto, puede que esto se produzca después de una infección de mis pulmones, de
mis vías respiratorias. Entonces, mis necesidades son las mismas que las del
niño mencionadas anteriormente, sólo que se trata de mi niño interior quien
requiere atención y sentir seguridad. Mi parte adulta puede reconfortar este
niño que está en mí y tranquilizarle. La armonía se instalará mejor, lo cual
permitirá que se recupere la salud.
Las
muñecas son las articulaciones, los
pivotes que permiten la movilidad y la flexibilidad de mis manos y que me
vinculan a mis ante – brazos. Una rigidez en las muñecas me impide pues tomar con armonía o elegir todo lo que la
vida me presenta. Hay pues una obstrucción, un bloqueo o una negación frente a
las acciones que debería hacer. Las actividades que pedían habilidad están
afectadas. El dolor en las muñecas puede representar energía
reprimida referente a algo que debe hacerse pero que retengo y no hago. La fractura o la torcedura me indica un profundo conflicto de expresión frente a la
vida y cómo ésta se sirve de mí para hacer su obra. Debo inmovilizarme y no
mover las manos. Debo reflexionar sobre estos dolores de modo a tomar
consciencia del hecho que necesito liberar estas energías con amor y confianza,
porque su libre circulación me permitirá actuar de modo constructivo a través
de estas acciones.
Los
músculos están controlados por la
fuerza mental; es la vida, la potencia y la fuerza de nuestros huesos. Es el
reflejo de lo que somos, creemos y pensamos transformarnos en la vida. Los músculos representan el esfuerzo por
dar y el trabajo por hacer para seguir adelante. Los músculos, que corresponden
a mi energía mental, son necesarios para mover, pasar a la acción. Cuando hay enfermedades musculares, debo referirme
a las partes de mi cuerpo afectadas para determinar la causa que se expresa.
Voy a consultar con cuales situaciones mentales, cuáles “patterns” o cuáles
comportamientos se relaciona dicha parte del cuerpo.
La
distrofia muscular es una enfermedad
en la cual los músculos se debilitan
y degeneran a veces rápidamente. Está vinculada a un deseo tan grande de controlar situaciones y gente que pierdo todo
control. Tengo el sentimiento que, para mí, todo está perdido de antemano y que
mi cuerpo está tan cansado por este estrés que se abandona y auto - destruye
progresivamente. No soy bastante bueno o bien no me creo capaz de estar a la altura. Mi vida es “fea”, ya no me
interesa. Tengo realmente miedo de que mi vida no sea un éxito y ya no hago
esfuerzos. Por consiguiente, mis músculos,
que representan la acción, se vuelven enfermos y es ahora mi propio miedo que
toma el control y me dejo controlar por la sociedad. La distrofia muscular es una enfermedad grave y frecuentemente
incurable, pero su estado se puede estabilizar si pongo los esfuerzos
necesarios. Acepto ¯©
soltar, mantenerme abierto y afrontar
mis propios miedos aquí y ahora! Cuando me enfrento a mis temores y los
identifico, ya no necesito dirigirlo todo. Acepto ¯© ir hacía delante, liberarme de la necesidad de
controlar que, de hecho, sólo es la proyección de mis miedos.
La
fibromatosis procede de tumores
fibrosos (fibroma) o del aumento de las fibras en un tejido (fibrosis) que trae
rigidez al nivel de mis músculos y de mis tejidos fibrosos, lo cual provoca un
dolor intenso. Los tejidos blandos se refieren a mi modo de pensar. Los dolores
que siento me advierten que vivo mucho estrés y tensión, de aquí un cansancio
mental intenso. Me hacen realizar que carezco
de flexibilidad, que soy rígido y
angustiado sobre todo en lo que a mis pensamientos y actitudes se refiere.
Debido a mis propios conflictos interiores, impido que la energía circule
libremente en mis músculos. Tomo consciencia de estas tensiones: ¿de dónde
vienen? Es un cansancio mental vinculado a lo que hago, a mi modo de ser y de
expresarme? La parte de mi cuerpo afectada me ayuda a hallar la causa. Puede
que deba cambiar de dirección. Acepto ¯©
estar abierto y sentiré como desaparecen los nudos de tensión. Estoy aquí para
evolucionar. El hecho de ponerme rígido me causa todos estos dolores. Vivo el
instante y aprendo a hacer confianza.
La
fibrosis quística es la formación de masas de tejidos blandos en mis músculos y
mis tejidos fibrosos. Mi modo de pensar rígido y mis “patterns” mentales hacen
que rehusé adelantar en la vida. Me enganché a tantas ideas viejas que no seguí
la corriente de la vida. Los dolores que siento me paralizan. Estoy desanimado,
nada funciona en mi vida. Puedo tener la sensación de siempre haberme frenado
en hacer o decir cosas, teniendo miedo
de las consecuencias. Por esto mis piernas y mis brazos frecuentemente están
afectados porque esto simboliza mi miedo a coger las situaciones de la vida
(brazos) y mi miedo a progresar en la vida (piernas). Me quejo, me compadezco sobre
mi destino y quisiera que los demás hagan lo mismo. Acepto ¯©
abrirme más a la vida y dejo ir mis ideas viejas. De este modo, tomo un nuevo
desarrollo en la vida y el lugar que me está dado en el universo.
La miastenia es una afección crónica
neurológica caracterizada por una fatigabilidad, es decir un debilitamiento
muscular. Incluso si es raro que viva tal enfermedad, cuando esto sucede, es
que estoy desanimado, carezco de motivación y estoy “cansado de la vida”. Tengo
la sensación de que jamás podré hacer lo que quiero o que jamás podré realizar
mis sueños. Tomo consciencia de lo que me desanima al punto de dejarme perecer.
Cuando lo haya encontrado. Si no hallo la causa exacta de mi conflicto, puedo a
pesar de todo buscar las fuentes de motivación que me llevarán eventualmente a
hallar la solución a mi conflicto.
El
término general de miopatía se
refiere a todas las afecciones que tocan las fibras musculares. Desde el
enfoque metafísico, los músculos están estrechamente vinculados con lo mental,
con mi modo de pensar. Me desvalorizo constantemente. Quiero impedir que una
situación progrese, quiero parar cualquier movimiento de cara a alguien o a
algo que forma parte de mi vida en este momento; por esto mis músculos que me
permiten hacer movimientos y desplazarme, se van a deteriorar. Es mirando la
parte afectada de mi cuerpo y lo que esto me impide hacer como tendré una buena
indicación de la naturaleza de los pensamientos que debo cambiar. Reconozco sin
embargo que esto siempre se produce para ayudarme a crecer, a ampliar mi campo
de consciencia, para permitirme vivir con más amor, libertad, sabiduría.
La
miositis es una inflamación de los músculos que provoca una debilidad y
una rigidez muscular, los músculos
siendo vinculados con el esfuerzo. Procede del estrés frente a esfuerzos que
debo hacer, que sea frente a un trabajo físico, intelectual o emocional que no
necesariamente tengo el gusto de hacer, porque esto me pide mucha energía, pero
frente a lo cual me siento “pillado”. Tengo la sensación de que estoy obligado
a hacerlo y realmente no tengo el gusto de hacer el esfuerzo, sintiendo muy
poca motivación. Tomo mi tiempo, pido ayuda o me doy más tiempo para realizar
mis tareas para hacer reposar mis músculos
y rehacer mis energías.
Una
persona afectada por el tetanos verá
en primer lugar como los músculos de su
mandíbula se contraen de forma muy dolorosa. Luego, son los músculos respiratorios
y cardíacos que estarán afectados. Esto demuestra una gran irritación interior
provocada por pensamientos nocivos para mi bienestar. En vez de expresarlos,
los reprimo y los ahogo en mí. Acepto ¯©
de dejar que el amor me purifique, dejo lugar a la armonización.
El
trismus se caracteriza por el
apretar involuntario de las mandíbulas, el cual se debe a la contracción de los
músculos. Generalmente es el primer
signo que me indica que estoy afectado por el tétanos. Esta situación puede
producirse cuando siento agresividad. Al rehusar expresar mis sentimientos,
tengo la sensación de guardar el control. Rehúso abrirme por temor a estar
juzgado, rechazado, incomprendido. Al cerrarme, también cierro la puerta al
amor. Tengo interés en hacer confianza, en expresar claramente mis deseos y en
dejar lugar al amor.
MUSLOS (en
general) (ver
también: PIERNAS / [en general] / [dolencias de …])
El
muslo es un músculo que representa
el movimiento y la fuerza de ir hacía delante. Muslos fuertes y potentes indican una persona bien arraigada en el
suelo, con grandes reservas energéticas utilizables para su autoridad y su evolución espiritual. Estas “reservas”
naturales indican también el estado mental. Así, al quedarme inactiva demasiado
tiempo, corro el riesgo de acumular reservas inútiles. Esto denota que tengo
miedo de perder mi sitio, que encuentro injustas
varias situaciones de juventud vividas principalmente con mis padres, que no acepté ¯©
y frente a las cuales alimento mucho resentimiento
interior. Para mí, carecer de algo
puede ser espantoso! Por lo tanto hago “reservas”. Sigo transportando en mis
muslos estos pensamientos inconscientes y a transportar todo este material
excedente. Vivo cólera, resentimiento y frustración porque tengo la sensación
de trabajar sin mucho éxito. Teniendo muslos
gordos, bien llenos (y muy apretados entre las piernas), bloqueo
inconscientemente la energía en este lugar y mi sexualidad corre el riesgo de
cambiar porque la energía se mantiene “estancada” al nivel de la pelvis. Puede
que haya una barrera de resistencias mentales que me impida expresar plenamente
o encontrar mi dirección. Es tiempo de liberarme y dejar pasar esta energía de
amor que sólo desea expresarse. Dejo fluir esta energía hacía bajo, hacía mis muslos y mis piernas que la necesitan
más, lo cual me ayudará a arraigarme a la tierra, a estar mejor “groundado” y
así, traerá un equilibrio mucho mejor
entre mis facetas espiritual y física. Esto ayudará a expulsar la depresión que
vivo. Mi cuerpo se equilibra y me quito rencor acumulado en mi juventud. Si
bien, a veces, tengo la sensación de estar cerrado, miro mis bienes materiales
y los acepto ¯© por
lo que son en este mundo, es decir servidores del universo.
Durante
los nueve meses de mi gestación, cuando sólo era un feto, todos mis sentidos ya
estaban despiertos y tuve conocimiento de todo lo que mi madre, mi padre y la
gente alrededor mío pudieron verbalizar. Del mismo modo, podía sentir las
emociones, los “estados de ánimo” de éstos, en particular mi madre con la cual
entretenía lazos privilegiados e intensos. El modo en que puedo haber interpretado
lo que oí o sentí durante este período tendrá una repercusión sobre mis
comportamientos en el porvenir.
Por
ejemplo, puedo haber tenido la sensación de que “hice padecer a mamá” durante
el parto cuando, frecuentemente, ella misma contribuyó a aumentar el nivel de
dolor por su ansiedad, sus miedos y también por el hecho que revivía
inconscientemente su propio nacimiento
el cual pudo haber sido muy doloroso. Pude interpretar también que a causa de mí, casi se murió mi madre.
Entonces arrastraré toda mi vida este sentimiento de culpabilidad “de haber
hecho daño a mamá” y lo volveré a vivir de cara a otras personas.
Además,
el modo en que se desarrolló mi nacimiento
o los medios utilizados para facilitar éste influenciarán también
comportamientos que reproduzco en mi vida de cada día y que hacen precisamente
referencia al modo en que se produjo mi
nacimiento. A continuación, algunas situaciones más frecuentemente
encontradas.
Si
nací prematuramente, frecuentemente
manifestaré impaciencia: quiero haber terminado una tarea antes de haberla
empezado. Además si estuve colocado en
incubadora durante cierto período de tiempo, frecuentemente volveré a vivir
la misma soledad profunda y una sensación de vivir impotencia frente a ciertas
situaciones o ciertas personas, lo cual me lleva a aislarme y a tener un nivel
de energía muy bajo. Puedo vivir un sentimiento de rechazo intenso por el hecho
que tuve la sensación que mi madre me dejó después de mi nacimiento.
Al
contrario, si nací con retraso, voy
a tener dificultad en ser puntual y a entregar los trabajos a tiempo. Tomo mi
tiempo y me siento frecuentemente desbordado en las cosas por hacer. También me
gusta que las cosas estén hechas a mi modo. Podré demostrar agresividad frente
a las personas que quieren hacerme sentir culpable de mis retrasos, porque
tendré la sensación que estoy retrasado debido a acontecimientos exteriores.
Un
nacimiento que debe estar provocado frecuentemente significa que
no estaba listo para nacer; entonces puedo vivir muchas frustraciones que me
acompañarán a lo largo de mi vida. También puedo desarrollar una desconfianza
para con mi entorno.
Si
mi madre necesitó una anestesia para
ponerme al mundo, puedo tener tendencia a dormirme en cualquier momento y
“anestesio” la realidad, no percibo claramente e interpreto los sucesos a mi
modo, según los miedos que entretengo.
Si
me encuentro con el cordón umbilical
alrededor del cuello, me siento “ahogado” por la gente o las situaciones.
Puedo ser más frágil a nivel de garganta, tengo dificultad en expresarme, en
comunicar simple y afirmativamente. Tengo tendencia a sentirme “cogido a la
garganta”. Patrick Drouot mencionó en uno de sus libros que un fuerte
porcentaje ( más del 60%) de personas nacidas con el cordón umbilical alrededor del cuello tuvieron consciencia durante
regresiones que en una u otra de sus vidas pasadas habían sido colgadas.
Si
nací por cesárea, generalmente tengo
dificultad en llevar mis proyectos a término; un esfuerzo prolongado y
constante me es difícil. El desánimo me invade fácilmente. También puede que
tenga la sensación de que la vida o la gente me tratan injustamente o, si se
quiere, que no tengo el justo pago por los esfuerzos que cumplo para realizar
una tarea. “Devolved a Cesar lo que es de Cesar!”
Si
nací por el asiento, frecuentemente
vivo culpabilidad, en particular porque tengo la sensación de hacer padecer a
la gente alrededor mío. Retengo mucho y tengo dificultad en soltar y hacer
confianza. Entonces vivo mucha tensión interior. Todo lo que vivo es difícil y
parece durar una eternidad. También podré tener la sensación de sentirme
limitado en mis acciones y en mis proyectos. Es como si la gente y las
circunstancias de la vida se las ingeniaran para que ceda en nuevas acciones
que quiero emprender.
Si
la utilización de forceps se reveló
necesaria, éstos cogiendo y protegiendo mi cabeza para facilitar mi expulsión
durante mi nacimiento, puede que
padezca dolores de cabeza, dolores en el cráneo y tenga la sensación de
encontrar muchas dificultades en mi vida, en particular al principio de un
proyecto o de una nueva relación. Tendré la sensación de que deberé “aguantar”
las circunstancias que se presentan para llevar a bien mi nuevo proyecto o mi
nueva relación.
Puedo
preguntar a mis padres los detalles de mi nacimiento.
El mero hecho de tomar consciencia de la dificultades vividas en ese momento me
ayudará a comprender y a cambiar los comportamientos que derivan de él y pueden
disgustarme.
Las
nalgas son la parte carnosa del
cuerpo sobre la cual me siento, tomo lugar, MI LUGAR (el poder). Cuando aprieto las nalgas o cuando ando con las nalgas
apretadas, me siento amenazado, tengo miedo de perder el control, retengo.
No deseo estar observado porque esto podría llevarme a cambiar, a aceptar ¯© cosas,
acontecimientos o situaciones que no estoy dispuesto a asumir. Incluso con las nalgas apretadas, puedo pretender que
todo va bien y seguir sonriendo. En cambio si ando con las nalgas muy sueltas, con un balanceo de las caderas muy pronunciado,
tomo el lugar, el mío y el de los demás. Amo el poder porque dirigiendo, me
aseguro el control. No he de cambiar: intento obligar a que cambien los demás!
Tomo consciencia de que estoy enganchado a mi pasado, a mis ideas, a mis viejas
heridas y que incluso puedo vivir rencor o ira. Acepto ¯© soltar e ir hacía delante y abrirme a nuevas
experiencias de la vida.
La
narcolepsia es una tendencia
irresistible a dormirse. Me duermo repentinamente y esto puede durar desde
algunos segundos a más de una hora. Si esto se acompaña de una disminución de
mi tonus muscular, también llamada catalepsia,
entonces se habla del síndrome de
Gelineau. El sueño se vuelve una escapatoria frente a miedos y
resistencias. Digo no a la evolución y rehúso aceptar ¯© lo que sucede en mi vida; Entonces huiré porque ya no
tengo el gusto de ver o sentir ciertas personas, o ciertas situaciones. Sin
saber como resolver esta situación, siendo incapaz de afirmarme, voy a
retirarme en mi sueño, porque es la solución más fácil. En ese momento, tengo
tendencia a actuar en víctima, sintiéndome impotente o pensando no tener los
instrumentos necesarios para enfrentarme a lo que me asusta. Por lo tanto tengo
ventaja en asumirme y en apresurarme aunque tenga que pedir ayuda a un amigo o
un pariente, para estar en la acción y crear mi vida como quiero.
La
nariz es el órgano por el cual el
aire (la vida) pasa para alcanzar mis pulmones. El aire es muy importante.
Además de recorrer a nuestras dos ventanas de la nariz para respirar, se puede
hacer por la boca. Una dificultad de respiración puede informarme sobre las
dificultades que tengo en mi vida. Si rechazo vivir o si tengo dificultad en transigir
con mi entorno porque lo que siento o experimento no me conviene, mi capacidad
de respirar por la nariz estará
disminuida. Es como si quisiera expulsar una situación conflictual por mi
nariz. Si la ventana izquierda me
causa un problema, debo buscar el mensaje del lado emocional y afectivo; y si
la ventana derecha está afectada,
ésta me informa de una dificultad a nivel racional. En cualquier caso, puedo
incluso deber remontar al momento de mi nacimiento para descubrir la fuente de
mi malestar en la nariz. Si tuve que estar operado para permitirme respirar
mejor, es como si dijese sí a mi intuición, a mi experimentado, a la vida. Si
adopto esta actitud de apertura y confianza en mí, podré curar cualquier
malestar relacionado con la nariz.
La
nariz es el órgano del olfato. Es el
sentido que me permite vivir, estar en contacto con la atmósfera, con el
exterior. El olfato es uno de los sentidos más poderosos que tengo y está
vinculado a mi primer centro de energía (chakra) situado en el nivel del coxis.
La nariz es la doble apertura sobre
la vida! Las ventanas derecha e izquierda son los canales del interior y del
exterior. Si mi cuerpo pone una barrera en el canal de la respiración, es para
indicarme que me aíslo de alguien de mi entorno o de alguna situación que me
afecta, que me molesta o que no acepto, de aquí la expresión popular: “a ésta, ya no la puedo oler!” Deseo
cortarme de algo pudiendo tocar mi lado secreto e íntimo, tanto de cara a mis
pensamientos como en el plano físico o emocional. Es una persona o situación
que critico, que juzgo como “oliendo mal” y frente a la cual puedo tener rencor
e incluso disgusto. Incluso puede ser un olor que no me gusta, quizás porque me
recuerda un suceso que quisiera olvidar y que cualifico de maloliente. Mi
olfato está estrechamente vinculado a mi memoria holográfica (en tres
dimensiones) de los sucesos. Mediante mi olfato, puede ser muy fácil recordarme
acontecimientos agradables como sucesos desagradables. Es importante que tome
consciencia de este estado de restricción en mi respiración para liberar a los
demás de sus decisiones que no he de juzgar, ni criticar. Ceso pues de juzgar a
la gente, las situaciones, sus decisiones y elecciones como me libero yo –
mismo de mis elecciones y de mis decisiones. Esto permite que la vida fluya
libremente en mí y que crezca el amor.
La nariz siendo el órgano por el cual
circula el aire para ir a mis pulmones y la sangre siendo el vehículo del aire,
del oxígeno en todo mi organismo, la hemorragia
nasal me revela que dejo que se escapen de mi cuerpo, de mi ser, la
alegría, el amor de la vida. Tengo pues
una pérdida de alegría para con algo que experimento. Esto indica
seguramente una gran decepción en mi vida. Siento un sentimiento que me dice
que no estoy reconocido o amado a mi justo valor. Debo pues aprender a
reconocerme yo mismo, por lo tanto a comprender que debo mi felicidad
únicamente a lo que pienso de mí – mismo. Una antigua creencia procedente de la
noche de los tiempos me dice que una mala emoción o una mala situación se va
fuera de mi vida.
El
pólipo de Killian es un tumor benigno que se desarrolla en un seno o en la fosa
nasal correspondiente y que tiene por efecto el obstruir más o menos totalmente
el lado afectado. Como con los tumores en general, sufrí un golpe emocional
frente a lo que “experimenté”. El dolor me hizo cerrarme y me lleva a sentir
otra vez situaciones que podrían afectarme. Sitúo el pólipo, esta “bola de
carne” y podré encontrar lo que pudo perturbarme o bien del lado izquierdo, el
aspecto afectivo, emocional, o bien del lado derecho, el aspecto racional o
ligado a las responsabilidades. Si debo hacerme quitar el pólipo, doy gracias a
mi cuerpo para la información que me dio y acepto ¯© en mi corazón la toma de consciencia que tenía que
hacer.
Cualquier
líquido en mi cuerpo representa un aspecto de mis emociones. Si mi nariz corre
en mi garganta en vez de que el líquido salga por el exterior de mi cuerpo,
esto indica que “reprimo” mis emociones o mis lágrimas. Tengo tendencia a
replegarme sobre mí – mismo y a “llorar sobre mi suerte”. Es importante que me
asuma, que haga cosas para mí, para volver a saborear la vida y cumplir mi
misión.
Cuando
estoy afectado de sinusitis, vivo un
bloqueo en la nariz y aquí se trata de los senos del rostro. Esta infección de
los senos está vinculada a la impotencia frente a una persona o una situación:
no puedo olerla o la mostaza me sube a la nariz. Imagino la sensación de tener
mostaza fuerte en la nariz, esto me ahoga, me quema…También puede que olfatee
con anticipado un peligro o una amenaza que hace brotar un miedo adentro mío.
El peligro puede ser real o imaginario: el resultado será el mismo. Puedo tener
la sensación que “algo no huele bien”, que hay algo dudoso”. En mensaje que
debo comprender es sentir el amor alrededor mío e inspirar en lo más hondo de
mí.
La
nausea se define como una gana de
vomitar y se acompaña de una sensación de malestar general. Experimento un
sentimiento de pena y siento dolor frente a una realidad que causa un
desarreglo en mi vida y que quisiera poder evitar. La nausea es un signo de que siento disgusto y que rechazo una cosa,
una persona , una idea, una situación, o quizás incluso una emoción. Vivo una
rebelión, ira, miedo, disgusto, frustración o incomprensión frente a ésta.
Cuando este rechazo se vuelve suficientemente importante, puede producirse el efecto
de vómitos porque tiendo a
manifestar físicamente este rechazo. Tengo que tomar consciencia que absorbí
algo de mi realidad o de mi ser que crea el deseo de expresarlo inmediatamente.
Y si esto no se hace con la palabra, se manifestará por nauseas. Un principio
de embarazo se acompaña frecuentemente de nauseas y, en esta situación, debo
aceptar ¯© los
cambios en mi vida que traerá la llegada del bebé. Pido la paz y acepto ¯©
digerir las emociones y los conflictos que este suceso produce en mi vida diaria.
Los
nervios son órganos que reciben y
que dan informaciones a todo el cuerpo procedente de sentimientos, pensamientos
y sentidos. Las actividades conscientes están controladas por los nervios periféricos que toman su fuente
en la espina y que es la morada del sistema nervioso. Las actividades
inconscientes, por ejemplo, los latidos del corazón o la respiración, están
controlados por el sistema nervioso automático. Por la meditación o por una
profunda relajación, puedo conseguir un control consciente sobre este sistema.
Puedo estar afectado de diversos modos porque el sistema nervioso cubre varias
actividades funcionales. Los nervios
son como el sistema eléctrico de mi cuerpo. Si mis circuitos están
sobrecargados porque hay demasiada “tensión”, esto afecta el funcionamiento de
mi organismo. Esta tensión puede proceder del hecho que tengo inquietudes
frente al porvenir y que tengo miedo también de que los proyectos que quiero realizar
no lleguen a término. Los nervios
están pues en la base de la comunicación
y si no funcionan adecuadamente, puedo preguntarme en cuál esfera de mi vida
tendría interés en comunicar y recibir lo que los demás me han de decir. Si
tengo una bola de nervios o los nervios a flor de piel, esto me
recuerda mi gran sensibilidad y, aunque pueda haberme sentido herido en el
pasado, puedo aprender a hacer confianza a los demás y a la vida.
La
crisis de nervios también se llama umbilismo.
Se trata de una subida de energía, de vibración en el interior mío que bloquea
o bien a nivel de la palabra por carencia o incapacidad de comunicar mi punto
de vista o al nivel de una actividad,
cuando me es imposible realizar, cumplir una acción. Entonces, el
bloqueo se vuelve tan fuerte, tan gordo que no puedo liberar la energía en la
armonía y hay explosión. Esto me
lleva a decir palabras extremas o a hacer gestos extremos. Es bueno durante
estos momentos de tensión pararme y tomar consciencia de ello mientras hago
grandes respiraciones y me relajo profundamente. Debo aceptar ¯© la
situación y tomo el tiempo de hacer bajar la tensión mientras vuelvo a
equilibrar mis emociones.
La
neuralgia puede definirse como un
mal contacto en el recorrido de un hilo eléctrico. Los hilos eléctricos
representan todos nuestros nervios.
Es un dolor vivo sobre un nervio
causado por una tensión demasiado fuerte en su recorrido. Si está cortado el nervio, es que la comunicación, la
libre circulación de la energía en mí está cortada. El lugar en el cual el
dolor está ubicado indica el género de emoción implicada. Un sentimiento de
culpabilidad y el deseo de estar siempre en las normas establecidas por la
sociedad frecuentemente serán la fuente de una neuralgia. Si se sitúa en un
brazo o en una mano, esto me indica que una presión (tal como un compromiso) u
otra emoción (tal como impotencia) me impide “tomar” una decisión o una
dirección armoniosa en mi vida. Si la neuralgia está en una pierna, en una
pantorrilla o en un pie, es un paso más en una nueva dirección lo que bloquea
la emoción y, en consecuencia; la libre circulación de las energías en mi vida.
Al tomar consciencia del aspecto de mi vida (por la parte del cuerpo afectada)
que está afectado por la ansiedad o por la inseguridad, podré remediarlo más
fácilmente y hallar las soluciones y todo el amor que la situación me pide.
Una
neuritis es la inflamación de uno o
varios nervios. La parte de mi cuerpo que está afectada por el o los nervios me indica en cual aspecto de mi
vida debo hacer una toma de consciencia. Aunque la neuritis pueda “parecer” tener su origen en una infección, el
alcoholismo, en ciertas enfermedades o en los efectos secundarios de ciertos
medicamentos, es aconsejable que descubra lo que me lleva a vivir ira en la
comunicación que tengo conmigo mismo y dándome la comprensión que necesito,
encontraré mejor la calma en mi vida y en mi cuerpo.
NERVIO CIÁTICO
(el…) (ver
también: DOLOR, ESPALDA PIERNAS / [en
general] / [dolores de …])
El
nervio ciático empieza en la parte
lumbar (parte inferior de la espalda) de la columna vertebral; atraviesa la
nalga, el muslo y la pierna y baja hasta el pie. El dolor sentido me paraliza.
Puede que el dolor se manifieste más en una pierna que en otra. Entonces estoy
preocupado financieramente. Si mi pierna derecha está afectada, quizás es
porque tengo miedo de carecer de dinero y de no poder hacer frente a mis
responsabilidades en lo que a mí respecta. Si el dolor se sitúa en mi pierna
izquierda, mi falta de dinero puede intensificar mi sentimiento de no poder
darlo todo, en el plano material, a la gente a quien amo. Temo que su amor para
mí esté afectado. Me hago ilusiones, me creo muy espiritual y desapegado de los
bienes materiales (una especie de hipocresía). Sin embargo, el miedo a carecer de dinero me persigue y me vuelve muy ansioso. Trabajo mucho, tengo grandes
responsabilidades y, a pesar de todos mis esfuerzos, siento a pesar de todo
ciertas dificultades financieras. Mi cuerpo se pone rígido: me siento pillado.
Me vuelvo constantemente a cuestionar. ¿Qué es lo que no hago? Poseo los
conocimientos y el talento necesarios para hacer frente a una nueva situación? Mi inseguridad
me lleva a rebelarme. Estoy
rencoroso contra la vida. Llego a desarrollar un sentimiento de inferioridad.
Puedo rehusar “doblarme” delante de alguna persona o situación. Insidiosamente,
la agresividad se instala y mi
comunicación con los demás se resiente. Tengo interés en calmar mis nervios porque, en este momento, tengo la sensación de
tener un “nudo en los nervios”. Tomo
consciencia de mi confusión interior
y de mi dolor (tanto interiores como exteriores) frente a la o las direcciones
de mi vida, aquí y ahora. Este dolor
resulta frecuentemente de mi obstinación a querer agarrarme a viejas ideas en
vez de abrirme al cambio y a la novedad. Esta situación es frecuente en la
mujer embarazada que vive una confusión interior y un dolor referente a la
dirección ahora tomada en su vida: dudas, temores e inquietudes pueden aflorar.
No debo juzgarme, sino aceptarme ¯© tal
como soy. Acepto ¯© que la fuente de mi verdadera seguridad está en
mí y no en los bienes que poseo.
Suelto y hago confianza en el universo, porque es abundancia para todos
en todos los planos: físico, mental y espiritual. Haciendo confianza al
universo, hago confianza a la vida. Elijo aceptar ¯© la flexibilidad, descubro la verdadera riqueza, la que
tengo en mi interior. El verdadero valor de un ser se mide a su nobleza de
alma. Acepto ¯© mis
límites, tomo consciencia de mis temores, los integro. Decido adelantar en la
vida, me dejo guiar en toda seguridad por mi bien más grande.
La
nerviosidad es un signo indicando
que carezco de confianza en mí, en mi entorno y en el porvenir. El hecho de
querer ir demasiado de prisa o de hablar muy rápidamente traicionará mi nerviosidad.
Esto me demuestra que debo hacer confianza a la vida para saber que no es
necesario controlarlo todo a la perfección para que la vida sea bella y
amorosa. Tomo consciencia de que mi nerviosidad disimula la inestabilidad, el
temor de un acontecimiento que me disgustaría. Por lo tanto debo liberarme de
ello confiando en mi ser interior y relajándome con regularidad.
La
neurastenia es un estado de
fatigabilidad física y psíquica extrema. Sus síntomas se traducen por la
dificultad en tomar decisiones y por la confusión. Aunque no tenga ningún
trastorno orgánico, puedo tener dificultades para digerir, dolores físicos, una
emotividad extrema y ser muy débil. La neurastenia
se parece en muchos puntos a una depresión. Entonces tendré tendencia a
retirarme en la soledad y a alimentar ideas negativas. Es mi actitud negativa
que produce esta enfermedad. En vez de poner mi atención sobre “todo lo que no
va en mi vida”, tengo interés en dar las GRACIAS
por lo que tengo. Debo asumirme, hacer proyectos y aceptar ¯© que
tengo todo el potencial para alcanzar todos los objetivos que me fijo. La
alegría y la felicidad podrán entonces tomar aún mucho sitio en mi vida.
Igual
que la depresión y la psicosis, la neurosis
está causada por emociones no controladas o por la investigación de una
identidad que sustituiría la que rehúso. Aunque guarde contacto con la realidad
y pueda seguir viviendo en sociedad, puedo vivir un sentimiento de angustia, mi
juicio puede estar alterado y mi vida sexual puede resentirse bajo forma de
impotencia o frigidez. Intento tomar el lugar que me corresponde y necesito que
se me preste atención para valorizarme.
También necesito hallar un sentido a mi vida que me permitirá liberarme
de las tensiones que vivo. Seré libre porque llevaré mi atención sobre el
objetivo fijado, fuente de felicidad y satisfacción. Por lo tanto debo aceptar ¯© mi
naturaleza profunda que es amar a los demás y amarme a mí – mismo sin
necesariamente estar obligado a comprender toda la vida desde A hasta Z para
aceptarme ¯© tal
como soy.
La
llegada del niño azul se vincula con
la malformación de su corazón en la fase embrionaria, la cual tiene como
consecuencia el volver a poner en circulación la sangre pobre en oxígeno
(sangre azul) en la gran circulación artificial, sin pasar por los pulmones
para recibir allí más oxígeno (sangre roja). Si soy un niño azul, también llamado bebé
azul, pude captar en el seno de mi madre un gran miedo, que ella llevaba en
sí, de abrirse al amor del mundo exterior. Esto podía proceder de una gran
herida y de un “repliego sobre sí con relación al amor” causados por un
acontecimiento que le hubiese roto el corazón. No debo responsabilizar a mi
madre de mi estado. Por la ley de las afinidades, he llegado en este familia
porque tenía retos similares por aceptar con relación al amor. Sólo manifiesto
más concretamente en lo físico la toma de consciencia que debo hacer y, mi
madre y yo, podremos ayudarnos mutuamente en esto. Ya ahora, tomo consciencia
que el amor es la misma vida y que mi poder incrementado de amor constituirá un
escudo de amor que me protegerá durante mis intercambios con el mundo exterior.
Un
nódulo es una lesión cutánea o
mucosa que está bien delimitada, casi esférica y palpable y que puede ubicarse
a diversas profundidades de la piel (dermis, epidermis o hipodermis). Se
encuentra comúnmente en las cuerdas vocales o en la oreja. Este nódulo
me ayuda a tomar consciencia que vivo decepción, rencor frente a un proyecto
que no pude realizar porque golpeé un
nudo que me hizo apartar de mi objetivo o no me permitió alcanzarlo. Esto
puede ser en el plano profesional como afectivo. Mi comunicación (cuerdas
vocales) puede estar afectada; hubiese querido decir cosas y no me atreví o
tengo la sensación de haber hablado demasiado y de “haber puesto los pies en el
plato”. Puede tratarse también de algo que oí (nódulo al nivel de la oreja) y que me molestó al punto de “demorar
la obra que estaba en realización”. Lo importante es decidir que todo sucede en
su buen momento. El nódulo suele
aparecer en el lugar de mi cuerpo en que no quiero hacerme tocar porque el
hecho de hacerme tocar por alguien (incluso alguien a quien quiero o en quien
tengo confianza como por ejemplo un médico) me recuerda mi primer golpe, un
suceso doloroso. Tomo consciencia de lo que frenó mi impulso para poderlo
superar. Lo importante es alcanzar el objetivo fijado, cuales quiera que sean
los obstáculos y los retrasos que se hallan en mi camino. Estaré entonces más
orgulloso y contento de mí!
La
nostalgia es una melancolía causada
por un pesar. Habitualmente, cuando estoy nostálgico,
esto implica que miro a través de una nube turbada por las emociones, fuera del
tiempo presente, con el sentimiento de que me falta algo. Es un tipo de
ensoñación. Sin embargo, este “sueño” no ha de ser una huida regular del
momento actual. Esta nostalgia puede
no hacerme daño a condición de que sólo la experimente algunas veces y sin
exageración. Debo aprender a saborear
plenamente el momento presente para que cada segundo que pasa esté vivido como
una experiencia única y rica en enseñanza.
La
nuca es la región de mi cuerpo por
donde todas las energías (ondas) deben pasar para ir a repartirse en todo mi
cuerpo. La nuca está en la cumbre de
mi columna vertebral. Mi columna es el soporte, la estructura de mi cuerpo. Mi nuca es pues el pivote de mi cabeza.
Una nuca tiesa es una demostración
de un rehuso o de una obstrucción de energía. La cabeza ya no puede girar en
diversas direcciones. Puedo tener la sensación de carecer de apoyo y tengo
tendencia a mostrarme obstinado y rígido en mi modo de pensar. Esto me lleva a
estar pasivo, evitando poner cosas en marcha y ponerme a actuar. Debo dejar
circular estos pensamientos diversos que bloquean mi cabeza y que sólo piden
estar puestas en práctica por mi cuerpo físico. Tengo la sensación de no tener
todas las cualidades necesarias a la realización de mis deseos e ideas que
corren el riesgo de estar al estado de “proyecto” o de “sueño irrealizable”.
Por lo tanto esta rigidez me dice que debo estar más flexible en mis
pensamientos y mis emociones. Debo aceptar ¯©
las diferentes sensaciones que vienen a mí y dejarlas fluir libremente. La nuca
permite a mi cabeza contemplar diferentes opciones de la vida o diferentes
paisajes, sin crítica ni juicio, en toda libertad, como un río permite al agua
correr en él en un va y ven perpetuo, sin coacción ni restricción. Ahora que
acepto ¯©
todas las riquezas que tengo en el interior mío, ya no me tengo que preocupar
de lo que los demás piensan de mí porque estoy ahora plenamente consciente de
todo el potencial que me habita.
La
obsesión es una enfermedad del
pensamiento. Cuando estoy obsesionado
por algo o por alguien, toda mi atención, toda mi energía, están dirigidas
hacía éste. Estas ideas me vienen de
modo repetitivo y amenazador. Sin embargo me mantengo consciente del carácter
irracional que tienen estas ideas. No cuenta nada más. Si tengo una
personalidad obsesiva, hay muchas
probabilidades de que sea una persona llena de dudas, con mucha dificultad para
tomar decisiones y de que viva una ambigüedad amor – odio, de cara a mí – mismo
o a los demás. Las obsesiones pueden
tener formas muy diversas: puede tratarse de una fobia frente a algo o a
alguien, pueden ser “rumiaciones mentales” sobre “lo que se podría producir
si…”, la locura de la duda o una compulsión a cometer ciertos actos que pueden
ser sin consecuencia o que pueden también ser criminales, incluso suicidarios,
pero que nunca prácticamente están seguidos del acto. La mayoría de veces,
tengo un temor angustioso frente a “algo que podría suceder” por negligencia o
por error personal y que se debe evitar. Mi prioridad es el mantener mi obsesión, incluso inconscientemente. Mi
sistema de pensamiento está paralizado. Estoy alimentado por el objeto de mi
obsesión. Así lleno un vacío interior y una gran inseguridad. Para vivir
obsesión, he de tener una especie de tensión interior, inquietud; entonces,
sería oportuno para mí encontrar un punto de interés en mi vida que me traiga
más calma y más paz interiores. Así podré aprovechar más de lo que me trae la
vida.
Muchas
enfermedades tienen por causa el odio.
Alimentar el odio nos hace detestar
a las personas, hace volver malos, nos incita a lanzar palabras ofensivas con
la rabia en el corazón. Cuando vivo odio,
rabia, tengo la sensación de que algo quema en mí, en diversos sistemas:
digestivo, pulmonar y también en relación con la vesícula biliar y el hígado.
En la evolución de estos signos que manifiesta el cuerpo, se anuncian
“dolencias” cada vez más graves. Puedo atraerme incluso un cáncer. El amor es
la base de toda vida. Aprendo a perdonarme y a perdonar a los demás. Acepto ¯©
comprender a las personas, las situaciones de otro modo, con amor.
Mis
ojos son el espejo del alma. Me
permiten ver al exterior y, gracias a ellos, puedo expresar todas las emociones
y todos los sentimientos que vivo interiormente. Según su profundidad, es
posible descubrir mis relaciones con el mundo exterior. El funcionamiento de mis ojos refleja el modo en que veo la vida
y mi relación con ésta. Cada ojo
representa un aspecto particular de mi ser. El ojo izquierdo representa el aspecto interior, emocional e
intuitivo. Me sirve de vigía, permitiéndome quedar al acecho frente a todo lo
que puede constituir un peligro y reaccionar prontamente. El ojo derecho, él, trata racionalmente el
universo y las situaciones exteriores. Es el ojo del reconocimiento que me permite moldear mi identidad. Problemas en los ojos son la indicación
de que existen cosas que rehuso ver y que vuelven a plantear frecuentemente mis
principios fundamentales y mis nociones de justicia. Girando adentro mío mi
mirada antes de fijarla hacía el mundo, encontraré así una nueva visión de
conjunto y una mirada nueva sobre el camino de mi existencia. Mi mirada es
auténtica y sin enjuiciamiento.
Dolencias en los ojos, entre otras la
ceguera, son un modo de cerrarme a lo que veo. Elijo ignorar lo que sucede
alrededor mío, renuncio a las impresiones visuales que me vuelven a poner en
tela de juicio. En vez de aceptar ¯© una
realidad que podría ser dolorosa, repugnante o confusa, prefiero cerrar los ojos. La ceguera puede estar causada por la
diabetes (ver esta enfermedad) o también por la acumulación de cosas que rehúso
aceptar ¯©,
aportándome confusión y un sentimiento de ya no saber a donde ir.
Frecuentemente herida por un impacto, por un traumatismo o por un gran miedo
interior, mi vista se retira y la energía de los órganos visuales también. En
particular puede tratarse del temor de perder a alguien o algo que quiero. Sin
embargo, la oscuridad exterior parece generalmente aportar una apertura
interior, un universo privado, secreto y coloreado. Entonces me abro más a mi
mente interior. Una deformación del ojo
(astigmatismo, miopía, presbicia) indica que busco de modo desmesurado
encontrar respuestas en el exterior en vez de dentro mío. Cuanto más busco
afuera de mí, más me aparto de mi núcleo interior. Una visión velada (cataratas, glaucoma) indica que mi versión de la
realidad es contraria a la que veo. Esto me indica que pongo difícilmente mi
atención sobre lo esencial, que rechazo lo que veo. Tomo consciencia de la
belleza que me rodea y me doy tiempo para mirar.
Un
problema de los ojos en un niño joven deja presagiar un estrés
frente a su familia, un rechazo de ver lo que en ella sucede. Cuando se
desarrolla en la escuela, esto demuestra que vivo ansiedad frente a lo
desconocido. Un problema de los ojos
que se produce en la adolescencia revela un miedo de la sexualidad. Es
importante que yo, como uno de sus padres, ayude a mi hijo a que comunique sus
miedos para darle seguridad y ayudarle a superarlos.
La
alexia congénita se llama también
ceguera de las palabras o ceguera verbal. Es una incapacidad patológica
de leer. O bien puedo
leer las letras sin las palabras, o leer las palabras sin leer las letras
o incluso no leo todas las palabras de
una frase, todo lo cual me impide comprender su sentido. Si estoy afectado por esta
enfermedad, puedo vivir una gran
preocupación
o una atención exagerada para con los pensamientos que vehículo. Cuanto más atención presto (de modo
exagerado) a aspectos de mi vida que lo necesitan poco, más me arriesgo a
padecer quedándome encerrado dentro de pensamientos que frenan mi evolución.
Necesito abrirme interiormente a mi intuición y a mi imaginación, dos
facultades maravillosas que el alma
que soy posee para expresarse.
Si quiero resolver esta enfermedad,
debo mirar lo que trastorna mi vida, lo que la enfermedad me impide o me
evita hacer, decir o ver. Abriendo mi corazón, arreglo esta situación de un
modo
consciente. Es más fácil para
mí como niño manifestar la escucha interna porque estoy más “conectado” que los
adultos.
Leo más fácilmente los mensajes
de amor de mi corazón! Entonces me abro a mi intuición y manifiesto más mi
creatividad.
El
astigmatismo es un defecto de
esfericidad
de la cornea o del cristalino. La curvatura vertical de la cornea es más
importante que la curvatura horizontal o inversamente. Esta malformación denota
generalmente un miedo a mirarme de frente, tal como soy. Una
mala coordinación de los ojos puede
significar que mi modo de actuar y mis pensamientos están en desacuerdo con mi
entorno, causando así conflictos interiores. Puedo querer crearme una realidad
diferente e intentar liberarme de la influencia de mis padres o de cualquier
otra persona que encuentre abusiva. Frecuentemente confrontado con la rabia, la
ira o miedos durante mi juventud,
mis
ojos han conservado esta expresión de miedo y los músculos que rodean
el ojo se han quedado en estado
constante de impacto.
Mis ojos
podrán estar irritados si lo que veo fuera o dentro me irrita. El
astigmatismo también puede ser el
resultado de una gran curiosidad. Mi necesidad insaciable de verlo todo
“desgastó”
mis ojos. De este modo,
mi cuerpo me dice que tome el tiempo necesario para apreciar las cosas. También
esto puede significar que tengo interés en reconocer mi propia belleza, el ser
magnífico que soy.
Estoy
considerado como ciego si tengo 10%
de visión o menos. Si vivo esta situación puedo preguntarme lo que no quiero
ver o lo que me da miedo ver en mi vida, una persona o una situación. Si esto
se produjo después de un accidente o una enfermedad, puedo buscar la causa que
podría estar vinculada a esta pérdida de visión. Entonces, puedo trabajar para
integrar esta causa para la toma de consciencia que debo hacer y aceptar ¯© otra
vez de “ver”, dejando que mi visión interna se desarrolle cada vez más en el
amor y la comprensión.
Rehusando abrir los ojos, ver el mundo exterior,
sólo me queda la alternativa de mirar dentro mío y tomar consciencia de mi
Universo interior. Acepto ¯© ver
la riqueza que me habita, la luz que está en mí.
Las
cataratas son una enfermedad en la
que el cristalino (lentilla biconvexa del ojo)
se vuelve progresivamente opaco a tal punto que la visión se vela y se
distorsiona, lo cual lleva a la ceguera a más o menos largo
plazo. Esta forma de incapacidad física llega en mi vida en el momento en que
ya no deseo ver interiormente lo que sucede delante mío, lo que seguirá o lo
que amenaza con influenciar mi vida y las decisiones que debería tomar. Lo que
vi o veo para el futuro me lleva a decirme: “No creo mis
ojos!”. Mi visión disminuye porque la energía ya no baña este
lugar. Pierde brillo y se oscurece, veo el futuro con un
ojo oscuro y velado, sin alegría ni alegría del corazón. Es
posible que tenga una actitud egocéntrica y que quiera ver la vida sólo a mi
modo sin tener en cuenta la realidad ajena. Es una actitud egoísta que puede
incluso hacerme creer que soy superior a los demás. Esta
catarata me aparta del presente, me retira del universo que me
rodea. Esto me disgusta a ciertos niveles y debo tomar consciencia de los
aspectos exterior e interior de las cosas. La
catarata aparece normalmente hacía el final de la vida, en el
momento en que se instala el miedo de envejecer y volverme impotente o sin
poder. “Ya no quiero ver la futura imagen de mí si aún no está aquí, por temor
a que me disguste demasiado.” Pierdo mi flexibilidad mental y de acción. Me
vuelvo menos tolerante y olvido frecuentemente los sucesos que acaban de
sucederme. Entonces no tengo interés en ver el futuro que puede parecerme muy
oscuro (las
cataratas son frecuentes
en los países en vía de desarrollo). Sin embargo, puedo levantar el velo que me
impide ver mi auténtica realidad poniendo mi atención en mi luz interior.
Acepto
¯©
hacer el esfuerzo de mirar adentro mío y veré
toda la luz y la belleza que me rodean.
Generalmente,
ojos fuertemente marcados por ojeras
son el signo de cansancio frecuentemente causado por una alergia, la cual es el
resultado de una dependencia hacía un producto. Mi cuerpo me indica así que
debo ser más independiente y que mi felicidad debe depender de mí solo. La
aprobación de los demás entonces se vuelve un plus en vez de ser una condición
a mi bienestar.
OJOS – CONMOCIÓN
DE LA
RETINA (ver también: CEREBRO – CONMOCIÓN)
En
el plano físico, la conmoción se
produce después de un golpe violento (directo o indirecto) en una parte de mi
organismo que conlleva lesiones ocultas, necesitando un examen más profundo. En
el caso de una conmoción de la retina,
rehúso ver lo que me salta a la vista
porque tengo dificultad en cambiar mi visión de las cosas. Acepto ¯©
liberarme, soltar mis antiguos pensamientos o mis antiguas maneras de ver y
dejo sitio para nuevos pensamientos que ya están aquí. A partir de ahora, estoy
a la escucha y me dejo guiar por mi intuición y por mis sentimientos. Me siento
más libre y sereno.
La
conjuntivitis es la inflamación de
la membrana transparente que recubre el interior del párpado y el glóbulo
ocular. Existe una relación directa entre la conjuntivitis y lo que veo. Inconscientemente, rehuso ver una situación o un suceso con el cual estoy en
desacuerdo o que me hiere. Esto me lleva a vivir frustración, irritación y
rebelión. “¡No puedo soportar lo que veo!; ¡Me quema el ver tal cosa!” Es como
si mis ojos quisieran lavarse
incesantemente la suciedad que veo
en la situación que me hace enfadar.
El resultado conlleva una hinchazón y un aturdimiento mental así como un
desmadre emocional similar a la acción de llorar. Prefiero estar temporalmente
ciego porque lo que veo me hace sufrir. Tomo el tiempo de pararme y acepto ¯©
contemplar esta situación que me molesta y me pregunto porqué es así. Me
mantengo abierto y receptivo; así me evito volver a vivir conjuntivitis.
Ser
daltoniano, es ver el mundo sin sus
colores, grisáceo e indiferenciado. Puede suceder que sólo sean colores
precisos los que no pueda ver. Entonces me puedo preguntar en cual situación de
mi vida conocí un inmenso estrés y que hacía referencia a este color o a estos
colores que no puedo discernir. Por ejemplo, si no puedo ver el rojo,
quizás de joven estuve a punto de morir
porque un tren rojo se dirigía contra mí. Ahora asociado a un alto nivel de
estrés y simbolizando la muerte que me espera, inconscientemente ya no quisiera
ver el rojo. Si no puedo distinguir ningún color, se puede aplicar el mismo
principio. También un día, puedo haber decidido no “soñar en colores” para
evitar estar decepcionado. Ya que nuestros sueños de hoy crean la realidad de
mañana, voy a dejar de ver los colores en mi vida diaria. A partir de ahora voy
a decidir los colores, dejar sitio a mi imaginación. Imagino el rosa, el verde,
el azul. Como un artista, decido la mezcla de colores. Me impregno de esta unidad
que me ofrece el mundo. Dejo libre curso a mi fantasía, expreso mi alegría de
vivir de mil y un modos.
El
desprendimiento de la retina es una
afección del ojo causada por la
separación de la retina y de la hoja subyacente, bajo el efecto del paso del
líquido vítreo debajo de la retina. El desprendimiento
de la retina procede de una situación en que vi algo que sucedía en mí y
provocó un estrés inmenso. Tengo la sensación de que esta imagen de un
acontecimiento que encuentro horrible se quedará impregnada en mi memoria toda mi vida! Es importante que
haga frente a esta imagen en vez de querer esconderla en el fondo de una caja o
negarla. Puedo pedir la ayuda de un terapeuta que me ayudará a encontrar porqué
debí ver este suceso perturbador e identificar la lección de vida que debo
sacar. Este proceso hecho, voy a evitarme otras situaciones en las cuales
podría desarrollar otro desprendimiento
de la retina.
El
estrabismo denota contradicciones e
incertidumbres frente a mis relaciones con mi entorno, una lucha perpetua entre
una necesidad de soledad y la de estar admirada, un deseo de independencia
confrontado con el miedo a estar solo. La dulzura del silencio está
constantemente en contradicción con esta necesidad de preguntar. Aprendo a
discernir mis auténticas necesidades y a sentirme bien en cualquier situación
que sea.
El
estrabismo convergente (o ser bizco)
es una desviación de los ojos hacía la nariz. Implica generalmente que me niego
a ver las cosas tales como son en realidad, frecuentemente a causa de la
inseguridad que representan para mí. Puede que, de este modo, desee escapar a
personas que considero amenazadoras para mí. Según el ojo que se desvía, puedo descubrir ciertos aspectos de mi
personalidad. Si se trata del ojo
izquierdo que se gira hacía el interior, soy una persona temerosa
padeciendo un fuerte complejo de inferioridad. Si, al contrario, es mi ojo
derecho, soy probablemente muy susceptible y rencorosa. Es un modo de centrar
toda mi atención y mi inteligencia sobre mí o sobre una cosa o sobre una
persona que he de vigilar constantemente. Un ojo izquierdo bizqueando en sumo grado hacía arriba revela que soy
un soñador, irracional y sin noción del tiempo. Si se trata de mi ojo derecho, soy una persona
indisciplinada y dotada de una inteligencia irracional. El estrabismo también
tiene por efecto el ver las cosas solamente en dos dimensiones. Para unificar
mi percepción, tengo interés en observar las cosas bajo todos los ángulos y
aceptar ¯© la
realidad. Me vuelvo atento a todos los mensajes que me transmite mi cuerpo y
vuelvo a descubrir los placeres de una visión de la vida en su globalidad.
Como
para el estrabismo convergente, el estrabismo divergente es también una
desviación de los ojos pero, esta vez, hacía el exterior. Revela también un
miedo a mirar el presente de cara. Cuando es el ojo derecho que está afectado, esto revela un esfuerzo
intelectual puesto en acción para facilitar la relación entre la inteligencia y
la situación. Tengo la sensación de que mi inteligencia da vueltas, lo cual
puede inclinarme a tener tendencia a la depresión. Si se trata más bien de mi ojo izquierdo, soy una persona de
una gran sensibilidad. Hago las acciones en función de esta sensibilidad.
Acepto ¯©
vivir el momento presente y mirar cada situación de cara. Mi sensibilidad me
permite de ahora en adelante tomar las decisiones inteligentes, sabiendo que
estoy constantemente guiado y protegido.
El
glaucoma implica un bloqueo del
canal de salida del ojo, impidiendo así que se liberen los líquidos. Estos
líquidos representan todas las lágrimas que hubiesen tenido que correr a lo
largo de mi vida y que, habiéndose acumulado, provocan una presión sobre la
retina, causando así el deterioro de la vista. Afecta más frecuentemente la
gente de más de sesenta años, que frecuentemente tiene el sentimiento de haber visto lo bastante. Puede ser el
signo de viejos rencores y de una negación de perdonarme. Puedo tener la
sensación de estar fuera de carrera, me da miedo el futuro. Sintiéndome
fácilmente cansado, la vida se vuelve diferente y más difícil de aceptar emocionalmente. Me niego a verme envejecer;
las imágenes del futuro no pueden verse y esto me conviene perfectamente. Elijo
quitar el velo, acepto ¯© ver con amor y ternura. Un ojo afectado de glaucoma actúa como una lupa; por lo tanto, hay alguien o algo en
mi vida de lo cual quisiera acercarme lo antes posible. Puedo tener la
sensación de haber pasado al lado de ciertas cosas en mi vida y tengo
resentimiento hacía ellas. Es como si ocasiones me corriesen entre los dedos
justo cuando estoy a punto de lograr o realizar algo.
La
presbicia es un estado que impide
ver los objetos de cerca. Revela un miedo del presente. ¿Cuál es la cosa de mi
vida, cerca de mí, que me niego a ver? Puede tratarse de mi incapacidad a
“poner las cosas a punto” y a ver con claridad lo que me es accesible y cerca
mío. Pongo más interés en los demás, en mis relaciones personales y en los
acontecimientos exteriores en vez de mirar en mí y desarrollar cada vez más mi
yo interior. Este estado puede haber sido causado por un impacto o por un
traumatismo que me hizo creer que el presente no era para mí. Volviéndome
extravertido y mirando lejos, elijo ignorar lo que sucede cerca de mí, mis
sueños están orientados hacía el futuro. Mis ojos se vuelven como un vigía que está continuamente al acecho de
lo que sucede lejos. Vivo inquietud porque lo que me preocupa ahora me
inquieta: envejezco, los niños dejan la casa, me vuelvo más triste. Así, mi
visión se transforma en función de lo que quiero y de lo que no quiero ver. En
el caso en que sólo uno de ambos ojos esté afectado, es importante que
considere las situaciones vinculadas con el lado del cuerpo afectado
(izquierdo: intuitivo; derecho: racional). Acepto ¯© ver la vida hoy, con todas sus bellezas y sé que estoy
seguro, AQUÍ Y AHORA.
La
miopía dificultad mi visión lejana.
Mi inseguridad frente al porvenir me hace ver los acontecimientos más gordos y
más inquietantes de lo que son de verdad. Es como si no estuviera listo para
enfrentarles. Puedo ver lo que está cerca mío pero mi visión lejana es confusa
a causa de los músculos oculares contraídos y tensos. En suma, puedo tratar con
mi realidad inmediata y mi vida “diaria”, con gran facilidad. Pero me es
difícil crear mi propia visión del futuro y ver las posibilidades frente a mí
ya que debo superar el miedo a lo que viene. Si soy miope, puedo tener tendencia a estar molesto e introvertido, lo
cual puede resultar de experiencias de mi infancia que viví como pavorosas o
abusivas (por ejemplo la mirada hostil o rabiosa de uno de los padres). Por
ejemplo, si un maestro o un tío me pegaba, me volví miope porque tenía miedo de él, y no quería verlo porque a su sola
vista, me ponía nervioso, inquieto sabiendo lo que me esperaba. Habitualmente,
a menos de haber vivido otro conflicto, mi visión cercana será mejor que la
mediana porque sé, incluso inconscientemente, que es importante que vea bien lo
que sucede cerca mío para poder defenderme o para hacer los buenos gestos
cuando esta amenaza estará cerca de mí y para que no me hiera. La miopía indica generalmente una
subjetividad excesiva. La expresión “ no ver más lejos que su nariz” describe
bien esta manera de ser. No querer ver a lo lejos por cansancio o pereza o,
aún, a fuerza de decepciones de la vida. “no creo mis ojos” ilustra bien cómo me siento. Compadecerme de mí – mismo es a
veces más fácil que actuar. Aceptando ¯©
ver el mundo exterior, esto me permite aprender sobre mí. Se ensanchará mi
visión y se desarrollará mi espacio interior. Elijo nuevos caminos, me hago
confianza.
El
nistagmus es una secuencia de
movimientos bruscos y rápidos de los glóbulos oculares, independientes de la
voluntad, frecuentemente sintomáticos de una afección del centro nervioso. Si
mis ojos padecen de nistagmus, es
que éstos están constantemente en
movimiento de barrido. Debo preguntarme cuando apareció el nistagmus en mi vida. Esto concordará generalmente con un período
en que vivía una situación en la cual existía un peligro y que busqué, sin
parar, “barrí” todas las posibilidades que se brindaban a mí para poder salir
adelante. Es importante que vuelva a dibujar este acontecimiento para tomar
consciencia de la fuente de esta enfermedad y así poder curarla. Tomo
consciencia que el peligro podía ser real para mí en el pasado pero que, ahora,
éste ya no existe y que estoy constantemente guiado y protegido.
La
queratitis es una inflamación de la
cornea, acompañada de dolores importantes pudiendo presentarse bajo forma de
úlceras. Se produce cuando vivo pena en relación con algo o alguien que veo y
que me pone enfadado. Esto me pone en unos estados tales como llegar a pegar a
una persona físicamente o, en sentido figurado, podría querer que la “desgracia
caiga en las personas o las situaciones referidas” para darme cierta satisfacción.
También puedo ser yo quien quiera esconderme de algo o alguien para no ser
visto. La cornea siendo la “ventana”
del ojo, deberé hacerla más opaca para que se sustituya por una “pared” que me
proteja. Mi cuerpo me dice simplemente que debo
aprender a mirar la vida con otros ojos, con una nueva actitud de apertura y
comprensión. Puedo ver cosas que no me satisfacen, que no me convienen y
debo desapegarme de lo que veo. Debo aprender a soltar el control que quiero
ejercer sobre las cosas, sobre las personas o sobre las situaciones que me
rodean y sobre las cuales no tengo ningún poder.
La
retinitis pigmentaria, también
llamada retinopatía pigmentaria, se
considera una enfermedad hereditaria que hace que las células visuales
receptoras de la luz degeneren. Suele afectar a los niños. El ojo no puede
adaptarse a la oscuridad y disminuye el campo visual con el tiempo. Por lo
tanto, ya no veo la luz. Esta enfermedad se desarrollará si tengo vergüenza de
mi persona, de quien soy, tanto en el plano físico como intelectual. Quisiera
que los demás dirijan su mirada en otras partes que sobre mí. Puede que sea
perfeccionista y que el hecho “de ver grande” delante mío me cause un gran
estrés. Puedo tener miedo de no acabar con todo lo que me espera en la vida. Mi
cuerpo responde a este estrés disminuyendo mi campo de visión, esperando así
disminuir mi estrés. Debo aprender a aceptarme ¯©
tal como soy y a llevar una mirada positiva con relación a quien soy, siendo una
persona única y excepcional.
En
general, todos los líquidos contenidos en el cuerpo humano representan mis
emociones. En este caso, un olor
corporal desagradable es el signo de que desbordan emociones nefastas y que
las debo expresar en vez de todo guardar dentro de mí. Esto puede ser
irritabilidad, disgusto, odio, frustración, rencor, disgusto por una persona o
una situación, etc. Esto también puede ser el signo de que se suelta una
emoción intensa que está conectada a la parte del cuerpo a donde llega la
transpiración. Una persona que tenga un buen olor corporal generalmente tendrá bellos pensamientos y estará en
armonía con su entorno. Ocurre que soy una persona que recibió una vida con una
misión espiritual alta, que muero en “olor
de santidad”. Realmente se puede oler como si emanara del cuerpo un perfume de
flor. También, si leo textos espirituales, estoy en un estado en que soy muy
feliz, entonces puedo emanar un olor a clavel, rosa, sándalo y muchos otros
perfumes. Las personas podrán oler o no el perfume que desprendo. Aunque esto
es escaso, puedo ser una persona que es capaz de oler las enfermedades e
incluso los sentimientos de otra persona. Así, cada enfermedad tiene un olor particular, al mismo título que las
enfermedades tienen un color particular en el campo magnético que se llama
aura. Si es abundante la transpiración,
es señal de que vivo mucha nerviosidad
interior, inseguridad o que tengo grandes angustias. Dejo salir por los poros
de mi piel todo lo que reprimo y me mantengo preso dentro de mí. Debo aprender
a afirmarme y expresar mis sentimientos tanto positivos como negativos para
liberarme, dejar sitio para lo nuevo y que me nutran bellos pensamientos de
amor.
El
olvido se manifiesta por un fallo
momentáneo o permanente de la memoria. Puede ser un signo de que me agarro a
ciertos sucesos o a personas, del pasado en general, y frente a los cuales debo
desvincularme, porque vivo en el pasado en vez de disfrutar con el momento
presente. También puede que esté inquieto referente a una o varias situaciones
de mi vida y esto me impide estar totalmente presente. Si olvido o pierdo mis llaves,
mi cartera, o mi bolso, entonces puede que esté buscando mi identidad. Puedo sentirme
culpable por concederme algún descanso, ofrecerme dulces, reclamar atención
(porque no es razonable) y, así, me auto - castigo perdiendo mis cosas. Aprendo a dejar fluir las cosas y las
personas, dejo el pasado en paz y me abro a todas las bellezas de la vida que
están aquí y ahora.
El
ombligo es la apertura de la pared
abdominal del feto por la cual pasa el cordón umbilical. Poco tiempo después
del nacimiento, se vuelve cicatriz y es comúnmente llamado ombligo. Un dolor a este nivel implica que me he de abrir más a los
demás en vez de quedarme centrado sobre mí. Puede que esté “cortando el cordón
umbilical”, es decir mi dependencia hacía mi madre, mi medio familiar. Por el
ombligo recibí todo el alimento esencial a mi crecimiento y mi supervivencia
cuando era feto. Una anomalía o una dolencia en este nivel puede pues darme la
indicación de algo que es de vital necesidad para mí y que no recibo o, al
contrario, algo que quisiera expulsar, evacuar porque está consumido o recibido
en excesiva cantidad y puede que ya no sea beneficioso para mí. El ombligo también es considerado por
algunas personas como un centro de energía muy importante para la apertura
porque existe incluso un grupo de se llaman “los adoradores del ombligo” los cuales practican
ejercicios de meditación en esta parte del cuerpo que representa la apertura
del paso de la vida cuando era un feto en el vientre de mi madre. Aprendo a
reconocer mis cualidades con humildad, evitando así “tomarme por el ombligo del mundo” y permitiéndome ver
toda la belleza que existe en cada ser y en cada cosa.
El
omoplato es un hueso llano, largo y
delgado formando parte del esqueleto. Con la clavícula, el omoplato sirve para unir el brazo con el tronco. El sentir dolor en
este lugar puede indicar una rebelión frente a la autoridad, porque me siento
cogido o aplastado por ésta. Las dificultades (fractura u otras) en el omoplato pueden proceder de una
contrariedad entre lo que soy, representado por el tronco, y lo que quiero expresar,
representado por mis brazos que son la prolongación de la energía del corazón.
Acepto ¯© considerar que estoy en plenamente yo
para manifestar armonía en mi vida, en
las acciones que hago.
Cuando
me siento ahogado, tengo la
sensación de un peso en el pecho, por lo tanto al nivel de los pulmones.
También puedo tener la sensación de ahogo. Esto pueden ser mis emociones que me
sobrecargan, mis inquietudes que pesan mucho, mi rebelión que ruge. Puedo
sentirme agobiado por la autoridad y “el poder”, que , en mi opinión, abusa de
mí. Puedo sentir presión frente a
una persona o una situación causada por una inseguridad interior profunda que
hace que quisiera ver la situación resuelta rápidamente. Recobro el poder que
me pertenece. Tomo consciencia de la libertad que poseo. Libero mis
sentimientos negativos para dejar sitio a la calma y al amor.
Tal
estado demuestra que hay un desequilibrio entre la presión de mi interior y la
del exterior. Es un sentimiento muy fuerte que bloquea la libre circulación de
la vida en mí. Debo pues tomar consciencia y preguntarme si esta fuerte presión
viene de mi interior y lo que, en este sentimiento probablemente muy
fundamental, me impide respirar regular y profundamente. Inspiro la luz que alumbra
y el amor que purifica estas emociones, las cuales así estarán equilibradas.
La
vista y el oído me permiten situarme en el entorno. Puedo ver cosas sin que
haya sonido, puedo oír sonidos sin ver necesariamente de donde procede este
sonido. Ambos sentidos forman una especie de “tres dimensiones” de mi entorno.
Así las orejas (oídos) me permiten
oír todos los sonidos que me rodean, tanto los que son armoniosos como los que
no lo son. La sordera total o
parcial puede darse cuando no puedo tratar o aceptar ¯© lo que oigo. Si soy sordo es que se ha instalado un
proceso selectivo de informaciones y que quiero oír sólo lo que me conviene y
me corto de todo lo que se dice y lo que no me conviene. Este proceso selectivo
es muy eficaz porque me permitirá reconocer, por ejemplo, la voz de mi
hijo que busco entre una muchedumbre.
Del mismo modo, este proceso actuará a la inversa por lo que no quiero oír. De
un modo indirecto, las orejas
(oídos) permiten un mantenimiento del equilibrio cuerpo – mente evolucionando
en el Universo. Este equilibrio me aguanta de pie, en alerta, permitiéndome
estar centrado y seguir mi vía.
OREJAS - OÍDOS
(dolores de…) (ver
también: OREJAS / ACUFENOS/ ZUMBIDOS DE OIDOS / OTITIS
Dolores de oídos se producen cuando
vivo una pena, estoy irritado o me siento herido por cosas que oí. También
puedo tener la sensación de que nadie escucha lo que he de decir o estoy
decepcionado por lo que me gustaría que me digan y no dicen jamás (cumplidos,
agradecimientos, etc.) Es como si quisiera encerrarme y ya no estar en contacto
con lo que me rodea. El dolor de oídos
se produce después de una critica que ha llegado a mis oídos y que me estaba
destinada o estaba destinada a otra persona. Lo que oigo me angustia y me
duele, tanto físicamente como emocionalmente. Si se trata de una infección en la oreja, probablemente oí
palabras que me causan irritación, un trastorno emocional, un conflicto o
desarmonía. Si tengo otitis, vivo
mucha impotencia frente a lo que oí. Si un niño vive una dolencia de los oídos, esto puede expresar un conflicto
vinculado con el entorno familiar o la escuela. Los dolores de los oídos son frecuentes en los niños que oyen todo lo
que dicen las personas mayores, las peleas de sus padres, sin poder dar su
punto de vista. Aprendo a conservar mis oídos
“abiertos” en cualquier momento, desarrollando al mismo tiempo mi capacidad de
desapego frente a lo que oigo. Así mi corazón puede mantenerse abierto en todo
instante.
El
acúfeno es el fenómeno que hace que
oigo sonidos como silbidos, zumbidos, chisporroteos sin que esto tenga ninguna
relación con mi entorno. Esto puede ser pasajero o permanente y puede
producirse con intensidades sonoras diferentes. Cuando sucede esto debo tomar
el tiempo de preguntarme si estuve a la escucha de mi voz interior. Es como si
no estuviera perfectamente sintonizado con mi “aparato de radio interno”.
Cuando sintonizo un aparato de radio que está en ondas y que no emite música ni
palabra, puedo “oír el silencio”. En cambio, si desplazo el receptor sobre una
frecuencia en la cual no emite ninguna estación emisora, oigo un chisporroteo o
silbidos, como si utilizase un puesto de onda corta. ¿Existirían emociones que
hubiese reprimido por temor a perturbar mi equilibrio interior? Así, la vida me
recuerda que he de estar a la escucha de mi voz interior, de mis necesidades y
de mis deseos. Debo asumirme para disminuir el “nivel de ruido o las interferencias”
que puedan existir en mis pensamientos y mis emociones. Porque el hecho de oír
silbidos o estos zumbidos me indica quizás también que hay algo que ya no
quiero oír y que estos sonidos van a “ahogar” para evitar que esto llegue a mis
oídos. Acepto ¯©
abrir más mis oídos interiores ‘situados a 8 o 10 cm. detrás de mis orejas
físicas) para estar en medida de captar mi voz interior. Puedo pedir también
oír más conscientemente los sonidos de
la naturaleza y las melodías celestes para beneficiar de más paz y descanso en
mí – mismo. Cualquier acercamiento holístico como el yoga, relajaciones
dirigidas, acupuntura, osteopatía, vitaminoterapia, energía, etc., puede ayudar
a disminuir el nivel de estrés y a devolver la tranquilidad interior. Puede que
oiga también algo como el sonido de un riachuelo, un torrente, el tañido de
campanas (pequeñas, medianas o gordas), gaita, viento en los árboles, zumbido
de las abejas, miles de violines. Estos sonidos corresponden a sonidos que
puedo oír en diferentes planos de realidades interiores y pueden permitirme
determinar en cuál plano estoy sintonizado. Esto significa entonces que mi oído
interno está abierto para oír más la realidad de estos mundos.
Los
zumbidos se relacionan con el rehúso
de escuchar su voz interior, los signos interiores que guían mi vida. “Hago a
mi antojo”, rehúso oír ciertas palabras que encuentro desagradables. Incluso
puedo estar obstinado. Resisto porque tengo miedo de saber la verdad, de estar al corriente de una situación o incluso
de tomar eventualmente una decisión. Esto puede incluso ponerme en desarmonía y
activaré un zumbido de oídos para no
oír… Tengo la sensación de que una persona piensa en mí cuando en realidad
generalmente es lo contrario. Puedo
estar en tensión a causa de las ideas que me “andan” por la cabeza. Aceptando ¯©
quedarme abierto al nivel del corazón, puedo oír las palabras con más desapego.
Ya no estoy obligado a hacerme el sordo.
La
otitis es una inflamación en una oreja
o ambas orejas, y que tiene su causa
en la incomodidad que puedo vivir frente a algo que oigo o que oí últimamente.
La otitis es frecuente cuando soy
niño sobre todo debido a lo que se pueden decir mis padres entre sí o a lo que
me dicen porque frecuentemente no soy capaz de expresar mi disgusto o mi
frustración. Adulto o niño, si bien esta pena puede proceder de lo que oigo,
puede proceder también de lo que no oigo como por ejemplo: “te quiero”,
“Enhorabuena por lo que acabas de hacer”, etc. En general, cuando tengo una
otitis, hay líquido que aparece detrás del tímpano. Lo que oigo debe entonces
pasar a través de esta agua antes de ser oído. Esta situación es la misma que
cuando era bebé en el vientre de mi madre. Por lo tanto, busco, incluso
inconscientemente, por una otitis,
volver a este entorno privilegiado. Prefiero quizás hacerme el sordo, taparme
los oídos, para ya no tener que oír. Para mis padres es un signo de que
vivo un conflicto interior y es importante que me permitan expresar lo que vivo
para aportar una rápida curación. Como adulto, la otitis me permite hacerme
preguntas en cuanto a mi voz interior y ver: “¿la oigo?”, “¿Recibo mensajes
que me molestan y me hacen enfadar con relación a lo que debo hacer o frente a
lo que se me pide hacer?” Es por la escucha, tanto interior como exterior,
que puedo progresar en la vida, ésta permitiéndome estar centrado y evitar
obstáculos inútiles.
“Más vale estar sordo que oír esto!”.
Elijo dejar de oír, decido aislarme de los demás. Sintiéndome fácilmente rechazado, me “tapo los oídos” porque ya no quiero
estar molestado. Sin saber a veces qué contestar, me hago el sordo. Tengo miedo de estar manipulado y no acepto ¯© la
critica, no quiero entrar en razón. Por lo tanto creando esta barrera, me aíslo
cada vez más, me obstino a no oír. Sin embargo, lo quiera o no, el tiempo hace
que los problemas no resueltos de mi vida vuelvan todos un día y que deberé
enfrentarme a ellos. Tendría interés en “prestar el oído” y escuchar mi voz
interior que es la mejor consejera de mi vida. El acto más bello de amor que
pueda hacer es abrir mi corazón. Acepto ¯©
oír los mensajes y me abro a los demás.
ORINA (infecciones
urinarias) o CISTITIS (ver
también: INCONTINENCIA [… URINARIA], INFECCIONES [en general], LEUCORREA,
VAGINA – VAGINITIS)
La
orina representa mis viejas
emociones las cuales ya no necesito y que elimino de mi sistema. Una
inflamación de la vejiga o del conducto urinario (cistitis) provoca dolor cuando orino
(incluso en pequeña cantidad). Esto es más frecuente en las mujeres jóvenes,
los diabéticos, las mujeres embarazadas. Tratándose de una infección, esto
implica que esta dolencia se vincula frecuentemente a ira acumulada. También
puede ser resentimiento, irritación o cualquier otro sentimiento ardiente que
afecta nuevos aspectos de mí – mismo o de mis relaciones personales. Como en el
caso de una vaginitis (o leucorrea), puedo vivir un sentimiento
de frustración con relación a mis relaciones sexuales. Al estar en comunicación
mi sistema urinario y mi sistema reproductor, uno puede afectar al otro. Puede
que mis relaciones sexuales funcionen admirablemente bien y que no entienda el
porqué viviría yo frustración. Precisamente porque todo va bien, puede que me
pregunte “porqué espere tantos años para tener relaciones sexuales
satisfactorias?” De aquí pueden proceder mi frustración y mi enfado no
expresados. También, por ejemplo, una cistitis puede manifestarse después de
una separación. Al no haber sido capaz de expresar mis emociones negativas, afloran
miedos así como conflictos interiores con relación a lo que será de mí.
Teniendo grandes esperas por colmar, culpo a la gente que me rodea de este
vacío y, la mayoría de las veces, a mi cónyuge en primer lugar. Paso de
frustración en frustración porque dejo a los demás la responsabilidad de mi
bienestar. Es pues tiempo de asumirme, de aceptar ¯© la responsabilidad de mi vida. Tomo la decisión de
seguir adelante, estoy renaciendo, independientemente de las relaciones
presentes y anteriores.
El
orzuelo es un pequeño forúnculo rojo
y doloroso situado al borde del párpado, en la base de una pestaña. Se
manifiesta cuando vivo tristeza, resentimiento frente a algo o a alguien que
veo y que no me conviene. Puede que una persona tenga una opinión diferente de
la mía, que haga las cosas de modo diferente y que esto esté percibido como
“algo sucio” a mis ojos. La diferencia entre la conjuntivitis y el orzuelo es que en éste, encuentro que
hay algo feo en la situación. En vez de reprimir mis emociones, tengo interés
en expresarlas porque podrían aparecer bajo forma de orzuelos.
Los
ovarios representan mi deseo de
procrear y también mi creatividad, mi destreza en crear, mi feminidad, por el
hecho de ser una mujer y de estar colmada o satisfecha como mujer.
Los
problemas de los ovarios indican un
profundo conflicto en cuanto al hecho de ser mujer, a la expresión de mi
feminidad, o al hecho de ser madre. Puedo también haber dejado de lado el lado
creativo que está presente en mí. Es como si me “cortase” de una parte de mí –
misma, porque los ovarios son el principio de la creación de la vida y se
sitúan en la pelvis, que es la región en donde puedo dar a luz a un niño, pero
también a nuevos aspectos de mí – misma, ahí en donde puedo descubrirme otra
vez. Puede pues existir un conflicto interior frente a la creación y al
descubrimiento de mi propia vía. Un quiste
de los ovarios indica la acumulación de energía emocional o sentimientos
contrarios, vinculados con la energía de los ovarios. En cuanto al cáncer de los ovarios, se puede
desarrollar después de un acontecimiento en que viví la PÉRDIDA
de un ser querido. El paralelo al cáncer de los ovarios en el hombre es el
cáncer de los testículos. Frecuentemente el ser querido es uno de mis hijos
muerto en un accidente, después de una enfermedad o de un aborto. Puede
tratarse de una persona con quien no tengo vínculos sanguíneos pero que “amo
tanto como si fuera mi hijo”. El sentimiento de pérdida puede vivirse con
un elemento abstracto como por ejemplo: “Desde
que tiene este nuevo trabajo, mi marido ya no está en casa, vuelve tarde, ya
casi no nos hablamos, siempre tiene su trabajo en la mente. He perdido a mi
marido! Si esto sigue así, el trabajo destruirá nuestro matrimonio…” Por lo
tanto, “he perdido” al hombre que conocía antes y con quien era feliz,
lo cual hoy ya no soy. Puede tratarse de la pérdida de un proyecto que amaba y
que abortó. Y de hecho, si era el instigador de dicho proyecto, cuando hablaba
a los demás, se trataba de “mi bebé”. Cualquier sea la situación, es importante
que acepte ¯©
todos los sentimientos que me habitan, que los exprese para que mi herida interior
pueda curar y que pueda girarme hacía el futuro con una mirada más positiva y
llena de proyectos por realizar.
Las
palabras que pronuncio hoy crean mi
porvenir. Se dice que el pensamiento crea, que el verbo (la palabra) manifiesta. Así, cuando hablo,
ya traigo mis pensamientos a concretizarse en el plano físico, como si la
palabra fuera material. De la
calidad de mis palabras, de la elección de las palabras depende la armonía o la
falta de armonía en la cual SOY o me voy. Si es melódico el canto, si hablo de
corazón, si la alegría, el positivismo, los ánimos salen de mi boca, atraigo el
sol. Si mis palabras sólo son crítica, negatividad, ira, destrucción, atraigo
entonces nubes grises, tempestades e intemperies. La elección me pertenece!
El
panadizo es la inflamación aguda de
un dedo o más escasamente de un dedo del pie. Si están afectados los dedos de las manos, tengo dificultad en
poner cosas en marcha en el contexto de los detalles cotidianos, mientras que
si se trata de los dedos de los pies,
se refiere a los detalles del porvenir. Soy pasivo, indiferente y mi energía de
acción que necesita estar exteriorizada sale por mis dedos o mis dedos de los
pies. Necesito sacar de mí todas estas emociones y todos estos pensamientos
nefastos reprimidos.
Es
en el páncreas donde se mantiene el
porcentaje de insulina que ayuda a la estabilización del porcentaje de azúcar
en la sangre. Si está en desequilibrio, se produce entonces la diabetes o la
hipoglicemia (consultar estas enfermedades para más detalles). El páncreas representa mi capacidad para
expresar e integrar el amor dentro de mí y mi capacidad para transigir con los
sentimientos opuestos (ejemplo: la ira) sin crear dolor. Frecuentemente se
tratará de una situación que pone en causa a otro miembro de la familia y cuyo
reto consiste en adquirir más poder o dinero (por ejemplo en el caso de una
herencia). Si vivo una situación que me cuesta mucho tragar y que me parece innoble, podré ir hasta
desarrollar un cáncer del páncreas.
El páncreas está relacionado con la
alegría de vivir y con el centro de energía (chakra) del plexo solar que está
situado en la base de mi esternón, a algunos centímetros encima de mi ombligo.
Debo tomar consciencia de mis necesidades y poner las cosas en marcha para ir a
buscar lo que quiero. No necesito buscar estimulantes artificiales para
“nutrirme” (drogas, alimento, sexualidad, etc., sólo he de aprender a amarme
como soy. Necesito brindarme algunos dulces”
Vivo
mucha rabia frente a la vida porque ya no me ofrece “dulces”. Quiero
rechazarla. En vez de esperar que vengan a mí los “dulces”, he de brindármelos
sabiendo que me los merezco.
Las
paperas son una infección viral
contagiosa que se manifiesta generalmente por la inflamación de ciertas
glándulas, en particular las glándulas salivares. Hay algo o alguien en mi vida
frente a quien vivo irritabilidad. “Escupiría” encima con gusto tan grande es
mi desprecio. A menos que sea alguien más que quisiera hacer lo mismo para
conmigo! Las paperas afectan
generalmente a los niños más que a los adultos, ésos teniendo mucha más
dificultad en expresar su ira y su frustración. En vez de despreciar a una
persona (o una situación), debería preferentemente mirar lo que debo aprender
de ésta.
La
parálisis es una imposibilidad de
actuar, un paro del funcionamiento de la actividad de uno o varios músculos.
Puede afectar un órgano, un sistema de órgano o todo el cuerpo. Esta enfermedad está vinculada con la huida:
¿intento evitar o resistir a una situación o a una persona? Frecuentemente es
el miedo que me paraliza. Lo que vivo puede parecer tan insostenible e
insuperable que deseo “cortarme”, volverme insensible, teniendo la sensación
que no hay solución posible, siendo incapaz de asumir plenamente mis responsabilidades.
También puedo vivir o haber vivido un traumatismo profundo que me pide “dejar
de vivir” porque esto es demasiado. Es posible también que un odio intenso o
una falta de fe en mí sea tal que la única seguridad contra la mala acción sea
la inacción total! También puedo estar muy rígido en cuanto a mi modo de pensar
y si todo no se traza como previsto, mi reacción es retirarme, evadirme. Es
importante que tome consciencia de la presión que me obsesiona, de cara a lo
que sucede o va a suceder, para controlarla
y permitir a la parte paralizada
“empezar otra vez a vivir”. Puedo sentirme “paralizado” en una situación en que no puedo moverme o que me
ofrece ninguna latitud frente a las elecciones o a las acciones por tomar. La
parte del cuerpo afectada me da indicaciones suplementarias en cuanto al origen
de mi dolencia y de mi miedo. Si por ejemplo, está paralizada mi pierna
derecha, esto puede ser el miedo frente a lo que será de mí en mi nuevo
trabajo, en mis responsabilidades familiares o en mis responsabilidades como
ciudadano.
El
parto es quizás una de las
experiencias de transición más traumatizantes que exista para el niño que nace.
Es un fenómeno natural; yo, como mujer, entrego al niño
VER MAS QUE LO HAY EN
http://angelteprotege.fullblog.com.ar/pensamientos-sentimientos-emociones-el-gran-di.html
Aqui está el libro completo !!!pero sin la fantastica guia que figura aqui
http://images.candyangelskin.multiply.multiplycontent.com/attachment/0/TCYAHgooCG0AAH5qr9w1/EL%20GRAN%20DICCIONARIO%20DE%20LAS%20DOLENCIAS...corregido.doc?key=candyangelskin:journal:985&nmid=345932462