martes, 25 de enero de 2011

EL CREDO DE LA MADRE


CREO que colaboro en el plan de la creación, porque Dios me ha dado un hijo.

CREO que mi hijo formará parte de una sociedad mejor, y debo prepararlo para ello.

CREO que la madre es la principal gestora del verdadero progreso humano, y por eso anhelo ser madre de verdad.

CREO que para elevar el espíritu de mi hijo hay un sólo camino: levantar la mirada al cielo. Le enseñaré a mirar muy alto, hasta encontrar a Dios en su corazón.

CREO que debo moldear la conciencia de mi hijo. Purificaré la mía, que ha de ser para ello la mejor inspiración.

CREO que el hábito del trabajo desarrolla las mejores cualidades, y evita que crezcan
las malas tendencias. Haré que mi hijo se acostumbre al esfuerzo continuo, para poder desarrollar en él lo mejor que posee.

CREO que la formación religiosa y moral es el mejor dique contra todo mal. Velaré por darle un auténtico sentido religioso.

CREO que la demasiada protección maternal, o la dependencia continua de los padres, forma gente sin iniciativa y amante de lo fácil. Trataré de que mis directivas le hagan independiente, para que pueda hacer buen uso de la libertad.

CREO que debe educarse de acuerdo con su vocación, y así tener un trabajo a gusto, para enriquecer la sociedad con la obra original.