La posición de las manos en este mudra es una de las más utilizadas en meditación e indica la intención de acceder a nuestro mundo espiritual con gentileza y apertura. Es un gesto de dar y recibir: te ofreces a ti mismo desde tu centro más profundo y, de esta manera, esperas encontrarte a ti mismo.
Cierra tus ojos, relájate, empieza a respirar profunda y lentamente y permite que tus pensamientos se alejen; no te detengas a contemplar ninguno, deja que pasen como si fueran nubes. Ahora, simplemente reconoce el gran honor y siente el gran respeto que implica encontrarte contigo mismo. Tú que eres hijo del universo, que has llegado hasta este día ávido de entenderte y encontrarte para así encontrar a Dios, salúdate a ti mismo con respeto; hónrate, reconócete como el gran ser de luz y amor que eres y déjate llevar por la experiencia de estar en contacto con tu centro durante al menos 15 minutos, sin pensar en nada, sin guardar ninguna expectativa y sin mayor intención que estar en paz.
Realizar este mudra a diario durante al menos 15 minutos te cambiará la vida!
Por la Vía de: Encuentro Sagrado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario