Debemos ser testimonio de nuestra nueva percepción, de nuestra nueva creencia, de nuestra nueva forma de entender y ver la vida. No basta con saber, hay que Ser, hay que actuar, hay que vivirlo. Entonces es cuando somos dioses en potencia reconociendonos herederos de la Energia Creadora y aceptando esta herencia con gratitud y amor Perdoname, Lo siento, Te amo, Gracias
sábado, 29 de octubre de 2011
El Taoismo y la Enfermedad Emocional
Sabiduría emocional
En la medicina china, la principal causa de enfermedad es la desarmonía emocional, que tensiona los órganos internos y hace que estos comiencen a funcionar mal y enfermen.
A la mayoría de las personas en la sociedad occidental no se nos enseña a abordar de forma efectiva las llamadas emociones negativas. Hay personas que expresan su ira, su frustración y su crueldad directamente, haciendo daño a los demás, verbal o físicamente. La mayoría de las personas ve las emociones negativas como debilidades, como defectos del carácter o, incluso, como pecados. Como personas civilizadas, se nos enseña a rechazarlas, a ocultarlas, negarlas o reprimirlas, a someternos a una disciplina para no sentir estas perturbadoras energías. Pero, claro está, estas energías no se marchan, sino que se acumulan y se incrustan en nuestros órganos internos, en nuestros músculos y en nuestra psique. De vez en cuando, se escapan y nos avergüenzan con un súbito ataque de ira, o bien toman la forma de un inesperado ataque de depresión o de excesiva preocupación. Sabotean nuestra vida, generando neurosis, adicciones y enfermedades físicas. Y, silenciando nuestras respuestas naturales ante las emociones negativas, silenciamos también nuestras respuestas naturales ante las emociones positivas. La vida puede parecer buena en la superficie, cuando en realidad nos sentimos vacíos y no le encontramos sentido a nada.
Taoísmo: todas las emociones son naturales
El taoísmo, esa filosofía vital china con cinco mil años de antigüedad, junto con sus ramificaciones, el chi kung (qigong) y la Medicina Tradicional China (MTC), tiene un punto de vista diferente acerca de las emociones dolorosas. Todas las emociones se contemplan como formas de energía, y se aceptan como expresiones naturales de nuestra existencia humana. Las emociones aparentemente negativas son valiosos mensajes de nuestra Alma; nos están diciendo que algo está fuera de equilibrio y necesita un cambio. El taoísmo reconoce que las emociones negativas no resueltas son perjudiciales, pero no porque sean malas o pecaminosas.
La medicina occidental ve las bacterias y los virus como causas primarias de enfermedad. En cambio, la MTC contempla los desequilibrios del cuerpo, de la mente o del Espíritu como las causas primarias de enfermedad; las bacterias y los virus afectan sólo a las personas que están ya de por sí debilitadas por sus desequilibrios emocionales o físicos. La MTC divide las causas de la enfermedad en tres categorías: internas, externas y las demás.
En la medicina china, la principal causa interna de enfermedad es la desarmonía emocional. El hecho de aferrarse a la ira, a la tristeza, al miedo o a la preocupación, o bien a variaciones de estas emociones, tensiona al correspondiente par de órganos internos. Esto hace que esos órganos comiencen a funcionar mal y enfermen. Por favor, no olvides que el chi kung y la MTC reconocen que cada órgano interno tiene una amplia área de influencia a través de su meridiano (un sendero energético), de su relación con todos los demás órganos y sus meridianos, y de su específica función espiritual. Si las emociones negativas siguen acumulándose, sin transformarse, en un órgano concreto, la sangre, los músculos, los tendones y demás órganos internos circundantes se verán también afectados con el tiempo.
En la MTC, las causas externas de la enfermedad son el resultado de situaciones climáticas extremas: un calor, un frío, un viento, una humedad o una sequedad excesivos. Un exceso de aire acondicionado o de calefacción central seca también puede provocar una enfermedad.
Otras causas de enfermedad, además de las internas y las externas, son las de una débil constitución, un esfuerzo excesivo físico o mental, una actividad sexual excesiva, una dieta pobre, un trauma, parásitos, venenos o un tratamiento médico incorrecto.
Las emociones dolorosas también perturban el equilibro del pH de la sangre, es decir, la proporción entre alcalinidad y acidez de la sangre. La sangre se hace más espesa y ácida, por lo que discurre con más lentitud y pierde eficacia. La sangre ácida nos hace más susceptibles a las infecciones y a las enfermedades.
A nivel espiritual, la negatividad bloquea todos nuestros avances. La solución taoísta consiste en aprender de las poderosas energías de las emociones problemáticas para ponerles bridas y transmutarlas en energía de fuerza vital positiva. De este modo, las toxinas de nuestra vida se convierten en las medicinas de nuestro rejuvenecimiento, de nuestra relajación y de nuestro desarrollo espiritual.
Reciente aceptación en Occidente de la sabiduría oriental
La medicina y la psicología occidentales están validando ahora la sabiduría taoísta y sus antiguas prácticas. Los científicos están estudiando y reconociendo el efecto destructivo que tienen las emociones dolorosas cuando se sustentan durante largo tiempo. En 1975 se creó una nueva especialidad en medicina psicosomática, la psiconeuroinmunología (llamada también psicoinmunología). Esta disciplina estudia la interacción entre los estados emocionales y el sistema inmunológico. Su premisa básica es que el cuerpo y la mente son inseparables. Los estudios de la neurocientffica Candace Pert demuestran que todas las emociones son reacciones bioquímicas que pueden perjudicar al cuerpo o curarlo. La popular película What the Bleep Do We Know!? dramatiza e ilustra algunos de las hallazgos de la Dra. Pert.
Muchos doctores en medicina y compañías de seguros recomiendan ahora que sus pacientes reciban clases de reducción del estrés, gestión de la ira, meditación, tai chi y chi kung paramejorar su salud mental y física. Estos métodos pueden ser de enormes beneficios.
Los Seis Sonidos Curativos y la Sonrisa Interior pueden ser una especie de catalizadores que complementen otros métodos de terapia, aunque también pueden utilizarse por sí solos. Si los hacemos de manera regular, obtendremos una evidente mejora en todas las áreas de nuestra vida.
Descripción de las herramientas de la sabiduría emocional
La práctica de los Seis Sonidos Curativos recurre a unos sonidos específicos, a movimientos de brazos y a la visualización de colores para liberarse de las emociones negativas y para corregir los desequilibrios físicos en determinados órganos internos. Por ejemplo, la ira no resuelta se aloja en el hígado y en la vesícula biliar. Para liberarse de la ira, ponemos nuestra atención en el hígado y le preguntamos por el mensaje de la ira o de otro desequilibrio que estemos experimentando. El mensaje puede llegar de inmediato o puede venirnos posteriormente. Luego, pronunciamos el sonido SHHHHHH (el sonido que se utiliza para pedir silencio) con el apropiado movimiento de brazo, y visualizamos la ira como una especie de neblina grisácea de la que nos liberamos y cae al suelo. Después, visualizamos una luz verde que inunda nuestro hígado y que transforma la ira en amabilidad. Esta técnica relaja y da energía simultáneamente al hígado y a la vesícula biliar. Repetimos cada sonido y cada movimiento de brazo entre tres y seis veces. Con el transcurso del tiempo, la realización de los seis sonidos en un orden que se ha ido definiendo equilibraremos la temperatura y la energía de todo nuestro organismo, nos proporcionará una mayor concentración y un mayor arraigo, nos calmará y nos relajará, mejorando con todo ello nuestra salud física. ¡Y nuestra felicidad se incrementará exponencialmente!
La práctica de la Sonrisa Interior se inicia visualizando con el ojo de la mente, y sintiendo, una imagen feliz y alegre; después, trasladamos esa «energía sonriente» al cerebro, al corazón, a los órganos internos y a la espina dorsal, dándole las gracias a cada parte de nuestro cuerpo por su función concreta, a medida que las recorremos. Con esta técnica fomentamos el re-conocimiento y la gratitud por nuestro maravilloso cuerpo. También promueve la autoestima, al reprogramarnos conscientemente para amarnos interior y exteriormente. Y, como consecuencia de ello, desarrollamos un amor más puro por los demás, atrayendo así más personas positivas y más acontecimientos deseables a nuestra vida. La Sonrisa Interior es sencilla, pero es muy profunda.
Espiritualidad práctica
Todos los sistemas espirituales resaltan la importancia de cultivar las virtudes de la bondad, la paciencia, la compasión y el amor incondicional. Pero muy pocos libros nos dan fórmulas concisas y accesibles para liberarse de las toxinas de la ira, la tristeza, el miedo o la ansiedad. Las técnicas de Sabiduría emocional, fáciles de entender y que se pueden implementar en un plazo de entre diez y veinte minutos, nos permiten liberarnos de las emociones problemáticas para transformarlas en una sensación inmediata de calma y equilibrio. Con sólo practicarlas, se ponen en nuestras manos las herramientas de la transformación, potentes herramientas para reciclar nuestro bagaje emocional y convertirlo en vitalidad, alegría y paz interior.
Desde hace miles de años, el chi kung y la medicina china vienen enseñando que el hecho de aferrarse a las emociones negativas es la principal causa interna de enfermedad; y han abogado por el uso de las posturas y movimientos del tai chi y el chi kung, por la meditación y por una dieta equilibrada para prevenir la enfermedad y favorecer la curación. El clásico médico chino de antaño cobraba de las familias por prevenir las enfermedades; visitaba y hacía un chequeo a cada familia regularmente, y se le pagaba mensualmente. No le pagaban cuando alguien caía enfermo.
Nuestra salud física mejora cuando hacemos los Sonidos Curativos y la Sonrisa Interior, y a medida que transformamos nuestras emociones. Los órganos internos se hacen más fuertes y eficientes, y notamos alivio en síntomas físicos específicos, como dolores de cabeza, inflamaciones de garganta, resfriados, indigestión, insomnio, etc., haciendo un sonido relevante y sonriendo después en la zona del malestar.
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