viernes, 17 de febrero de 2012

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-1986), maestro espiritual francés de origen búlgaro,

se trasladó a Francia en 1937 donde dio lo esencial de su enseñanza.

Fragmento de video (5 min) de una conferencia dada en Videlinata (Suiza) el 21 de marzo de 1981 « El discípulo debe convertirse en un ser perfecto »
A través de más de 5000 conferencias, explora la naturaleza humana en su entorno, a escala individual, familiar, social, planetaria. Aquél a quien llamamos Maestro, en la acepción oriental del término referida al control personal y al talento pedagógico, nos dice: «lo que deseo con esta enseñanza, es daros nociones sobre la vida, sobre vosotros mismos, cómo estáis construidos, qué relaciones tenéis con todo el universo y qué intercambios debéis hacer después entre vosotros y el universo, que es la Vida»
Su objetivo prioritario es ayudar al hombre a reencontrar su dimensión espiritual (a la que llama su naturaleza superior o divina), a perfeccionarse, a reforzarse y alcanzar la plenitud en el corazón del mundo donde se encuentra. Omraam Mikhaël Aïvanhov precisa: «Sobre todo, me he esforzado en aclarar un tema: las dos naturalezas del ser humano, su naturaleza superior y su naturaleza inferior, porque es la clave que permite resolver todos los problemas.»
Pero el trabajo interior, individual, se encuadra en una perspectiva más amplia y universal: permite adquirir la consciencia de que somos ciudadanos del cosmos, miembro de la gran familia humana, la fraternidad universal, hijos e hijas de un mismo creador. Aún más allá, la enseñanza del Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov nos invita a participar en la realización de una nueva edad de oro sobre la Tierra.
Por su irradiación y su enseñanza, el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov ha abierto a innumerables personas el camino de la plenitud interior.
 
Reseña histórica
Nacido el 31 de enero de 1900 en Serbtzy (Macedonia), Mikhaël Aïvanhov encontró al Maestro Peter Deunov en 1917 en la ciudad búlgara de Varna. Después de los estudios universitarios en Sofía, enseñó primero como maestro y luego como profesor y a partir de 1934 fue director de instituto. Al mismo tiempo seguía asiduamente la enseñanza del Maestro Peter Deunov, quien era para él un campo infinito de exploraciones y experiencias.
Maitre Peter Deunov
El Maestro Peter Deunov
Peter Deunov(1864-1944), hijo de un pope ortodoxo, destinado él mismo a entrar en el clero, cursó estudios de teología y medicina en Estados Unidos. De regreso a Bulgaria en 1895, se encontró con el entorno rígido de las instituciones y de los dogmas de la Iglesia ortodoxa.
Desde 1900, da conferencias públicas que insuflan una vida nueva en las doctrinas cristianas tradicionales. Ayudado por un grupo de discípulos, organiza congresos y, poco a poco, su movimiento es conocido en toda Europa.
A comienzos del siglo XX, Peter Deunov funda la Fraternidad Blanca en Bulgaria, donde su obra continúa irradiando.
En 1937, el Maestro Peter Deunov contaba con varias decenas de miles de discípulos. Previendo los acontecimientos políticos y las persecuciones que iban a afectar a su país y a poner en riesgo a la Fraternidad Blanca, escogió a Mikhaël Aïvanhov para dar a conocer su enseñanza en Francia y en el mundo.
 
El nombre Omraam
En 1959, el Hermano Mikhaël (tal como aún se le llamaba entonces) partió a India. Allí encuentra a Neem Karoli Baba, quien le dio el nombre de Omraam.
“Este nombre, comenta Georg Feuerstein, está compuesto por Om y Ram, dos mantras muy conocidos en India que son dos palabras sánscritas cargadas de poder.
  • Om es el mantra más sagrado de los hindúes. Representa lo Absoluto o lo Divino.
  • La sílaba Ram , escrita en francés «Raam» para que sea bien pronunciada, es el mantra que representa el elemento fuego.
El Maestro explicaba el sentido iniciático de su nombre de la siguiente forma:
«El nombre que se me dio en India, Omraam, corresponde a los dos procesos «solve» y «coagula» de los alquimistas: Om disuelve las cosas, las hace sutiles, y Raam las materializa, las concretiza. El nombre Omraam es pues todo un proceso de concretización: la idea invisible, impalpable, que debe encarnarse en la tierra para que el mundo entero pueda verla, tocarla.»
Hasta ese día, el Hermano Mikhaël no quiso que sus discípulos le llamaran Maestro. Él mismo siempre se había considerado como discípulo de su propio Maestro, Peter Deunov . Entonces todo cambió . Sus discípulos, que lo seguían desde hacía ya 22 años, insistieron en manifestarle el respeto que merecía y, finalmente, aceptó que se le llamara «Maestro».
Un verdadero Maestro, dice, es alguien que conoce la verdad, que comprende perfectamente bien las leyes y los principios de la existencia y los respeta. También tiene la voluntad y la capacidad de controlar su mundo interior y de utilizar este control con el único fin de manifestar todas las cualidades y las virtudes del amor desinteresado.
El desinterés es el amor no egoísta, cuya expresión más elevada en nuestro universo inmediato, según Aïvanhov, es el sol.
También añade:
«El ideal del discípulo es desprenderse de todas las limitaciones, eliminar todas las trabas, para llegar a ser como la luz.»
Las trabas de las que habla Aïvanhov, son los límites establecidos por la ego-personalidad, que nos impiden, de forma casi total, ver las cosas tal como son, y pensar, sentir y actuar en sintonía con la Realidad…
Georg Feuerstein
El misterio de la luz – Editorial Prosveta
En los años que siguieron y hasta su regreso al otro mundo el 25 de diciembre de 1986, el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov dio, siempre gratuitamente, miles de conferencias en Francia y en numerosos países.

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