jueves, 17 de abril de 2014

Cómo curar en tres pasos

Cómo curar en tres pasos
Los milagros no suceden en contradicción con la naturaleza,
sino sólo en contradicción con lo que se conoce de la naturaleza.
SAN AGUSTÍN
Sólo hay dos maneras de vivir la vida.
Una es como si nada fuese un milagro.
La otra es como si todo fuese un milagro.
ALBERT ESINSTEIN
urar con la Curación Cuántica es en realidad comprender que tú no
estás curando. No creas energía positiva para superar la negativa.
No estás invocando otras fuerzas o fórmulas para ganar la partida. Estás
creando una atmósfera en la que sea posible la sanción. La CC aprovecha el
campo, a falta de una palabra mejor, del orden perfecto, A partir de ahí uno
no hace nada y todo se hace por sí mismo. Como hay que decir algo, hablaré
en términos de que tú «curas» o de que yo «curé», pero no es exacto. Al llevar
a cabo los preparativos para crear un suceso curativo, debemos adoptar el
ángulo correcto de entrada a fin de tener éxito. Par mí, decir que nosotros no
llevamos a cabo la curación no es una pose ni una filosofía. Es simplemente
un hecho en la observación. Esa presencia sanadora no es una fuerza extraña
que está más allá de ti, sino tu propia esencia, conciencia pura. Nada más y
nada menos.
La Curación Cuántica aprovecha el campo del
orden perfecto.
Te asombrarás ante la fuerza que contiene tu conciencia. Pero has de
saber que tú no posees esa fuerza. Tú eres esa fuerza. No tardarás en
experimentarla en primera persona. Te deslizarás más allá de las barreras que
has levantado con tanta meticulosidad a lo largo de las últimas décadas, para
definir a tu pequeño yo. Esas barreras han confinado tu conciencia a
pensamientos y cosas que han servido para reforzar tu concepto de «yo». La
primera vez que experimentes la Curación Cuántica todo eso se dejará de
lado.
Te asombrarás ante la fuerza que contiene tu
conciencia. Pero has de saber que tú no posees
esa fuerza. Tú eres esa fuerza.
Ahora pongamos manos a la obra y preparémonos para crear un suceso
curativo. Empecemos con un caso sencillo. Digamos que un amigo te ha
pedido que le ayudes con un dolor en el hombro izquierdo y tensión
muscular en la región dorsal y en el cuello. Con la CC no es necesario conocer
la causa de ese estado. La curación tendrá lugar automáticamente a nivel
causal. Como iniciador de la Curación Cuántica sólo has de saber qué es lo
que se desea.. Obviamente, tu compañero desea aliviar el dolor del hombro y
la tensión muscular. Eso es lo que trasluce. Ésa es también tu intención. Así
que la intención declarada para esa condición podría ser que tu compañero esté
liberado del dolor del hombro izquierdo y de la tensión en la región dorsal y en el
cuello. ¿Te das cuenta de las tres «P» de la intención: presente, precisa, y
positiva, que operan aquí? ¿Ves qué fácil es lo de la intención? Eso es todo lo
que necesitas.
LISTO PARA CURAR
Antes de empezar has de hacer que tu compañero mueva el hombro, de
manera que cree el dolor que quiere eliminar. Haz que te muestre cómo
queda disminuida su capacidad de movimiento y cualquier otra cosa que
demuestre que el cuerpo se ve afectado por esa circunstancia. Luego haz que
evalúe la gravedad de su problema en una escala del 1 al 10, en la que 10 es
«insoportable», y apunta ese número. Acostúmbrate a realizar una
comprobación de antemano y a posteriori. Eso te proporcionará una
retroinformación muy valiosa, sobre todo al principio, mientras te
acostumbras al proceso de la CC. Si eres médico, utiliza las mismas pruebas y
análisis que usarías en un tratamiento tradicional. Por ejemplo, un
quiropráctico podría emplear exámenes ortopédicos y neurológicos, de
palpación o incluso placas de rayos X para identificar objetivamente el
problema y determinar la mejoría.
Acostúmbrate a realizar una comprobación de
antemano y otra a posteriori..
Tómate unos segundos para formarte la intención con claridad en la
mente. En este caso utilizaremos la intención «estar libre del dolor en el
hombro izquierdo y la tensión en la región dorsal y en el cuello». Solo has de
pensar la intención con claridad en una ocasión. La conciencia pura no es
sorda. Sabrá lo que deseas. Ahora estamos listos para empezar.
TRIANGULACIÓN:
EL PROCESO DE LA CC EN TRES PASOS
Observa la figura 5.
En el hombro, zona superior de la espalda o cuello
del compañero. Debería ser fácil descubrir un músculo que está rígido o
resulta doloroso al contacto. Coloca el extremo de tu dedo índice (contacto A)
sobre el músculo rígido. Aprieta con firmeza para comprobar lo duro o tenso
que está dicho músculo. Luego relaja y suelta el dedo, dejándolo reposar
ligeramente sobre el músculo rígido. A continuación pon con suavidad el
dedo índice de tutora mano (contacto B) sobre cualquier otro músculo, que
no debe ponerse rígido ni doler al contacto. Elige cualquier músculo y pon el
dedo allí.
Después concentra toda tu atención en el primer dedo (contacto A) y
hazte muy consciente de lo que sientes. Tómate el tiempo necesario para
notar el calor de este músculo en la yema del dedo, así como la textura de la
piel o la ropa, la rigidez del músculo que presiona contra tu dedo, etc. Sé
consciente de todo lo que puedas allí entren en contacto el dedo y el músculo.
Figura: TRIANGULACION.
Luego sé muy consciente de la yema del segundo dedo (contacto B),
igual que hiciste con el primero. A continuación, sé consciente de lo que
sienten ambos dedos al mismo tiempo. Mantén esta conciencia de los dos
dedos durante varios segundos. Después, mientras mantienes
simultáneamente la atención en ellos, notarás también una parte de ti
separada que observa todo el proceso que tiene lugar. Tú, tu conciencia, eres
consciente de ambos dedos. Hasta el momento, tienes conciencia del contacto
A y del contacto B, y de que eres consciente de ambos al mismo tiempo. No
importa si te das cuenta o no claramente de ese fenómeno, pues sucede de
manera natural, sin esfuerzo.
Mientras mantengas tu conciencia en ambos puntos de este modo
amplio, no hagas nada. Está bien así, limítate a poner atención a lo que
sientes en las yemas de ambos dedos y detente ahí. Si pones atención
simultáneamente a ambos contactos y no haces nada más, no tardarás en
notar una sensación de quietud, sosiego e incluso paz. Se trata de una
«eumoción» generada por tu conciencia expandida. Llegado a ese punto, has
de ser consciente de tu «eumoción» a la vez que mantienes la conciencia en el
contacto A y en el B.
Ahora cuenta con tres puntos de conciencia: el contacto A, el contacto B
y la «eumoción». Mantener esos tres puntos en la consciencia se denomina
«triangulación». Continúa siendo consciente de los tres hasta que sientas un
cambio en el cuerpo del compañero, sobre todo en los músculos (eso puede
requerir varios minutos cuando estás aprendiendo la Curación Cuántica). El
cambio que experimentas puede ser un ablandamiento o relajación de los
músculos bajo los dedos. Puedes sentir como si se te relajasen o disolviesen
los dedos en los mismos músculos. O bien puedes sentir que tu compañero se
relaja de manera general. Es posible que se le suelten los hombros o bien que
suspire o respire hondo. Si estás de pie, igual notas que el compañero se
contonea o que flexiona un poco las rodillas.
Todos esos cambios son indicativos de que el cuerpo del compañero está
curándose. Se está reorganizando a fin de eliminar el dolor desordenado y la
tensión. Una vez que notes cualquiera de estos indicadores, continúa
triangulando y manteniendo la atención en los dos puntos de contacto y en la
«eumoción» un poco más de tiempo. A continuación, aparta los dedos.
Felicidades, porque has completado tu primera sesión de Curación Cuántica.
Con tan sólo dos dedos y tu «eumoción» ¡has eliminado el dolor del
compañero!
¿Qué hace él mientras tú creas este suceso curativo? No hace
absolutamente nada. Los compañeros suelen preguntarme si deben relajarse,
meditar o repetir su propia intención. Pues bien, no han de hacer nada. No
deben intentar ayudar de ninguna manera. Si lo intentan lo único que
conseguirán será retrasar o contrarrestar tus esfuerzos. La razón es que
mientras su mente permanece ocupada con otras cosas está menos abierta a
la influencia curativa que genera la CC. Una mente imparcial caerá de
manera natural y fácil en las aguas sanadoras de la conciencia pura.
Has de conseguir que los compañeros se sientan cómodos Si lo
prefieren, pueden cerrar los ojos, pero ésa será toda la preparación que
necesitarán. Si quieren ayudarte de alguna manera, puedes decirles que lo
mejor que pueden hacer es dejar que su mente vaya allí donde le plazca, La
Curación Cuántica opera muy bien bajo las circunstancias más difíciles. Tu
compañero puede estar sufriendo mucho dolor físico o emocional. Puede que
incluso te sorprendas utilizando la CC en Urgencias, en un centro comercial
atestado o en cualquier entorno desestabilizador, y no obstante la curación se
llevará a cabo, Así que no creas que todo eso puede limitarte. Pero de poder
elegir, resulta preferible un entorno tranquilo y un compañero colaborador.
LA SECCIÓN DE CC EN POCAS PALABRAS
- El compañero describe el dolor.
- Comprobación previa.
- Pensar la intención.
- Ser consciente del contacto A (músculo duro o dolorido).
- Ser consciente del contacto B.
- Ser consciente de A y b a la vez.
- Esperar la «eumoción».
- Ser consciente del contacto A, del contacto B y de la eumoción.
- El músculo bajo el contacto A se relaja (u otras señales de relajación).
- Comprobación del dolor.


Clemente Vemecle

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