martes, 5 de junio de 2012

FASES Y DIAGNOSTICO DEL STRESS

El estrés consta de tres fases: alarma o huída, adaptación o resistencia, y agotamiento. En este artículo se explican los factores que influyen así como los niveles que influyen en el diagnóstico.
1. Las fases del estrés
2. Diagnóstico
1. Las fases del estrés

- Fase de alarma o huida. La primera fase, de alarma o huida, se caracteriza por una serie de cambios fisiológicos y bioquímicos en el cuerpo para producir el máximo de energía para escapar.

Con el estrés se pone en marcha el eje hormonal hipotálamo-hipófisis-suprarrenal: aumenta el nivel de adrenalina, la glucosa en sangre, la presión sanguínea, los latidos del corazón. También se cierra el sistema digestivo y se produce una mayor tensión muscular.

Todas estas respuestas son normales y necesarias para que la persona tenga energía suficiente para salir corriendo y huir del enemigo y de la situación de peligro.

- Fase de adaptación o resistencia. La segunda fase se denomina de adaptación o resistencia; se produce cuando se mantiene la situación de estrés y se acumulan en el cuerpo las sustancias químicas producidas en la primera fase.

La consecuencia de esta bomba química es el mantenimiento de la situación de alerta sin que se produzca relajación. El organismo intenta recuperar la normalidad y se produce una nueva respuesta fisiológica para mantener el equilibrio con las hormonas y sustancias que se han liberado en la sangre.

La adrenalina mantiene la situación de alerta permanente. La aldosterona liberada mantiene retenido el sodio y excreta potasio, con el consiguiente aumento de sodio que produce una mayor retención de líquidos, aumento del ritmo cardiáco e hipertensión.

- Fase de agotamiento. La tercera fase es de agotamiento, y se provoca cuando el estrés se convierte en crónico y se mantiene durante un tiempo variable para cada persona. En la fase de agotamiento se produce debilidad, disminución de los iones potasio, de los glucocorticoides, hipoglucemia, bajada de las defensas, disminución de la resistencia física.

El nivel elevado de cortisol termina afectando al cerebro y produce un daño y envejecimiento prematuro. La sensación es de estar superado, se descansa mal, se vive con prisas y sensación de angustia permanente, depresión, desánimo y deseo de huida a cualquier parte para alejarse de la situación.

Un estudio recién publicado en Canadá ha demostrado que las personas que tienen un alto nivel de cortisol, sufren una pérdida de neuronas en el hipocampo, con disminución de memoria y de orientación espacial.

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2. Diagnóstico

Es difícil diagnosticar el estrés, pero existen una serie de indicadores para determinar en qué nivel de estrés se encuentra una persona:

- Un nivel indicador es el nivel cognitivo, se caracteriza por pensamientos y sentimientos de miedo y aprensión. La persona da vueltas a las cosas, no encuentra solución a sus problemas, se preocupa por cuestiones sin importancia y no sabe solucionar pequeños problemas, que se convierten en una obsesión. Se crea una sensación de inseguridad y aparecen dificultades en la concentración, la persona tiene la sensación de que ha perdido la memoria y de que se le olvidan las cosas, pero en realidad lo que ha perdido es la capacidad para concentrarse, lo que conlleva a una falta de atención.

- Otro nivel indicador es el nivel fisiológico. El estrés se manifiesta con gran variedad de síntomas físicos como dolores de cabeza, hipertensión, debilidad, alteraciones del sueño, sensaciones de ahogo, aumento de la sudoración, molestias en el estómago, enfermedades en la piel, tensión generalizada, dolor de cuello, de espalda, dolor de pecho que simula infarto de corazón, etc. La persona va al médico y se somete a una batería de pruebas que suelen dar resultados normales. Se siente mal, pero no tiene ninguna enfermedad concreta.

- Y el último nivel indicador es el nivel motor. Se producen acciones observables como llorar con facilidad, aumenta la frecuencia de hábitos compulsivos como comer, fumar o beber alcohol, aparecen tics nerviosos, problemas sexuales (impotencia, anorgasmia, etc.), comportamientos extraños y sin finalidad, y por último el deseo de huida para evitar la situación que provoca la sensación de estrés.


Por Yolanda Vázquez-Mazariego y el Dr. Héctor González
Sport Life
Revista líder en España en Deporte y Salud   
¿Cómo nace el estrés?
Cada persona reacciona de forma diferente al estrés, hay situaciones que son angustiosas para algunos y en cambio son soportables para otros. El nivel de capacidad para soportar el estrés es algo personal y puede variar a lo largo de la vida. En general, hay situaciones que provocan estrés como las siguientes.
1. Factores físicos estresantes
2. Factores mentales y emocionales
1. Factores físicos estresantes
Factores físicos. A unas personas les afectan más que a otras.

Estos son los factores físicos que favorecen comúnmente la aparición de estrés.

- Ruido
- Riesgos químicos
- Temperaturas extremas
- Radiación
- Traumas físicos
- Vibraciones
- Turnos nocturnos
- Malas posturas
- Esfuerzos físicos extraordinarios (sobre-entrenamiento)

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2. Factores mentales y emocionales

- Miedo a las sanciones
- Exámenes
- Mudanzas y obras en casa
- Problemas de pareja, separaciones y divorcios
- Cólera contra las injusticias
- Retos en el trabajo
- Discusiones con los jefes
- Personalidad de un superior: por carácter muy dominante o por incompetencia
- Competencia con los compañeros
- Competitividad en el deporte
- Exceso de trabajo
- Ambiente desordenado y cambiante
- Trabajos monótonos, falta de motivación
- Desempleo, paro, trabajos eventuales
- Tiempo escaso para realizar una tarea
- Muerte o enfermedad grave de un familiar cercano


Por Yolanda Vázquez-Mazariego y el Dr. Héctor González
Sport Life
Revista líder en España en Deporte y Salud
 

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