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El Feng Shui del dinero: “Si lo aceptás, lo tenés”
Cada persona posee un grado de receptividad hacia la abundancia directamente vinculado con su conciencia de merecimiento. Esta conciencia, asociada a la autoestima, es la que sutilmente determina qué es lo que estamos dispuestos a obtener de la vida.
- por Patricia Traversa
Cada persona posee un grado de receptividad hacia la abundancia directamente vinculado con su conciencia de merecimiento. Esta conciencia, asociada a la autoestima, es la que sutilmente determina qué es lo que estamos dispuestos a obtener de la vida.
- por Patricia Traversa
Lo peor que podés hacer cuando sentís que el dinero no llega o no alcanza es quedarte anclada en ese sentimiento de carencia. Muchas personas viven quejándose de que les pagan mal, acumulan deudas o no pueden comprar lo que desean. Cada persona posee un grado de receptividad hacia la abundancia directamente vinculado con su conciencia de merecimiento. Esta conciencia, asociada a la autoestima, es la que sutilmente determina qué es lo que estamos dispuestos a obtener de la vida.
¿Cuánto te merecés ganar? ¿Ganar bien cuesta mucho esfuerzo? ¿Sentís miedo o culpa ante la posibilidad de tener éxito? ¿Sos capaz de merecer? ¿Crees que sos lo suficientemente buena o idónea para obtener logros? Creencias muy arraigadas en tu mapa psíquico y energético se originaron en historias individuales, familiares y también culturales. Si mirás atentamente a tu alrededor, seguramente estos patrones mentales se encuentran instalados en tu ambiente cotidiano. Postergar el arreglo de una humedad, acumular cosas viejas que ya no sirven, cuadros con imágenes que transmiten escasez, son solo algunos ejemplos de cómo tu hábitat puede bloquear la bienvenida al dinero.
Aunque cueste reconocerlo, la única razón por la que no tienen suficiente dinero es porque no pueden salir de su círculo vicioso de pensamientos que está bloqueando la llegada de oportunidades y buena fortuna.
Activá tu conciencia de merecimiento
El entorno que creás es un reflejo de tus pensamientos más profundos y desconocidos; aquello que no ponés en palabras lo depositás en el espacio y opera reforzando creencias. Da una mirada a tu casa como si la visitaras por primera vez...
¿Hay humedades en techos y paredes? ¿Nunca encontrás tiempo para llamar al plomero y arreglar la canilla que gotea? Seguramente el dinero se te esté fugando, como el agua, en contratiempos, gastos superfluos, imprevistos y endeudamientos continuos. Nunca te dejes estar con este tipo de mantenimiento de tu hogar.
Un hall de entrada oscuro y descuidado revela un fuerte mandato familiar que envía al Universo un mensaje similar a “no quiero recibir abundancia”. Una visión no próspera de vos misma también puede estar depositada en el Noreste del living (área del dinero), con imágenes, cuadros, esculturas que proyectan carencia o miseria. En estos sectores usá buena iluminación y paisajes de cascadas de agua cristalina o una embarcación con velas desplegadas avanzando por un mar azul y tranquilo, con un cielo despejado.
Expresiones como “con mi negocio gano muy bien, pero no puedo cerrar para tomar vacaciones” o “no puedo disfrutar lo que tengo” hacen evidente que no siempre tener dinero es suficiente para sentirte próspera. El correctivo del Feng Shui consiste en trabajar, además del área Noreste del living, el Norte de este ambiente que corresponde a la trascendencia social. Dejá aquí una luz encendida día y noche. En el Oeste de la sala (área de la comunicación con el inconsciente o con el niño interior), ubicá el audio encendido todo el día para activar el disfrute.
Cuando las buenas oportunidades para progresar se te escapan de las manos, revisá la orientación de tu cama. La cabecera debe apuntar hacia una de tus cuatro direcciones favorables según tu número Kua de nacimiento (conocé cuál es tu número Kua acá). Dormir orientada hacia una dirección de pérdida trae muchas dificultades en el avance económico y es indicador de un fuerte mandato: “los logros implican sacrificio”.
También la orientación de la cocina es clave. Hay que analizar la ubicación del horno y las hornallas, ambos símbolo de la productividad, deben orientarse hacia tus direcciones benéficas y no tener la pileta a menos de 70 cm de distancia (el agua apaga el fuego). Una solución es añadir energía madera (una planta o una madera) entre el agua y el fuego. Mantené la cocina, las alacenas y la heladera siempre limpias y bien equipadas, nunca vacías. Tarros llenos de arroz, botellas cargadas, frutas y verduras en buen estado, son signo de abundancia.
Si no querés que la energía del dinero entre y salga de tu vida, verificá la distribución y estado de las aberturas. Por ejemplo, si la puerta de entrada está enfrentada a ventanas, colocá cortinas en estas, y modulá el flujo de la energía con algún mueble curvo de manera que el Qi desacelere su paso y nutra en su recorrido. Creá puntos de atracción para retener un Qi próspero, mediante plantas, luces, llamadores y cristales facetados cerca de la ventana o de la entrada.
En el trabajo
Tu espacio laboral también debe reflejar tu receptividad al éxito y la abundancia. Asegurate un buen respaldo en tu silla y la orientación adecuada, mantené el orden y la limpieza de tu escritorio para despejar obstáculos. No trabajes bajo vigas o expuesta a filos de estructuras. Exhibí tus diplomas, trofeos o imágenes que expresen tus logros y también tus aspiraciones. Los paisajes de agua cristalina en movimiento, los caballos en actitud victoriosa, un buda dorado, son todas imágenes propicias para recordarte a diario que sos merecedora de buena fortuna.
Por Patricia Traversa, Directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional y autora del libro “Cambie su vida con Feng Shui”.
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