EL ÁNGEL DE LA ESPERANZA.
La esperanza surge en el alma. Es parte de la condición humana esperar que triunfe la bondad y la luz. Y sucede así porque sabemos que nos hallamos unidos con el poder del bien a través de la Presencia de DIOS. Vivimos esperanzados ante toda condición que nos golpea, incluso aunque las cosas no se desarrollen como deseamos. La esperanza nos ayuda a superar épocas dolorosas o difíciles. La esperanza es ese aspecto de la naturaleza humana que procede del corazón. Cultive la esperanza en el bien, cuando se fijen objetivos y se abrirán las puertas de la oportunidad para que llegue el bien.
MEDITACIÓN:
Permite que tu mente vague por el pasado, hasta la época cuando eres un niño o niña pequeña. ¿Puedes recordar alguna situación cuando esperabas algo, con tal ilusión, alegría e intensidad; que creíste que tú corazón se hacía pedacitos si no lo lograbas? ¿Eres capaz de recordar haber esperado, contra toda esperanza que ganarías? Revive en tu mente la energía de esa situación y la calidad de esa esperanza. Encuentra dentro de ti ese lugar puro en donde la esperanza vence y es posible lograr tus objetivos. La esperanza es tu intensión de que el bien se manifieste en tu vida.
ORACIÓN:
Amado Ángel de la Esperanza, permanece eternamente en nuestros corazones, para que podamos imaginar el mejor desarrollo de los acontecimientos. Nutre esa calidad que emana de la pureza de nuestros corazones. Ayúdanos a encontrar nuestro espíritu, más allá de la realidad exterior, dónde se halla la esperanza. Haz que siempre esperemos lo mejor, para nosotros mismos y para quienes amamos. Amén.
La esperanza surge en el alma. Es parte de la condición humana esperar que triunfe la bondad y la luz. Y sucede así porque sabemos que nos hallamos unidos con el poder del bien a través de la Presencia de DIOS. Vivimos esperanzados ante toda condición que nos golpea, incluso aunque las cosas no se desarrollen como deseamos. La esperanza nos ayuda a superar épocas dolorosas o difíciles. La esperanza es ese aspecto de la naturaleza humana que procede del corazón. Cultive la esperanza en el bien, cuando se fijen objetivos y se abrirán las puertas de la oportunidad para que llegue el bien.
MEDITACIÓN:
Permite que tu mente vague por el pasado, hasta la época cuando eres un niño o niña pequeña. ¿Puedes recordar alguna situación cuando esperabas algo, con tal ilusión, alegría e intensidad; que creíste que tú corazón se hacía pedacitos si no lo lograbas? ¿Eres capaz de recordar haber esperado, contra toda esperanza que ganarías? Revive en tu mente la energía de esa situación y la calidad de esa esperanza. Encuentra dentro de ti ese lugar puro en donde la esperanza vence y es posible lograr tus objetivos. La esperanza es tu intensión de que el bien se manifieste en tu vida.
ORACIÓN:
Amado Ángel de la Esperanza, permanece eternamente en nuestros corazones, para que podamos imaginar el mejor desarrollo de los acontecimientos. Nutre esa calidad que emana de la pureza de nuestros corazones. Ayúdanos a encontrar nuestro espíritu, más allá de la realidad exterior, dónde se halla la esperanza. Haz que siempre esperemos lo mejor, para nosotros mismos y para quienes amamos. Amén.
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