martes, 12 de octubre de 2010

ENVIDIA, QUE ES?


-La Envidia.

Ésta forma de mirar que tienen los seres dormidos. Con la envidia comienza la acción del malestar entre las personas. Un envidioso quiere lo que otro tiene, o quizá con menos interés se pregunta, porqué el tiene eso y yo no.

Que me pueden envidiar?

Bueno aunque no lo sepas, muchas veces lo que no es trascendente o importante para ti, lo es para los demás.

Hay gente que envidia el color de los ojos, el cabello, la estatura, las manos, un cuerpo determinado por lo que consdidera el otro bello. Además de lo que puedas tener como propiedades o cosas materiales.

Sabes la envidia es la facultad de los ignorantes.
Ignorante de saber beber y comer de la Única Fuente de dónde todo viene y todo Es.

El envidioso, no ve el Dios en él, ve el Dios en los demás, pero ni siquiera lo sabe, por ignorante.

El envidioso, no es malo, se convierte con el tiempo, cuando comienza a conocer cómo hacer para sacarle al otro algo.

El sólo hecho de pensar un envidioso roba.
Un envidioso se transforma en ladrón de energías.
El envidioso se mueve con energía astral de la más baja y necesita para salir de allí, energía más elevada, por eso se convierte en ladrón.

No es malo, se transfroma en perverso con tal de lograr su meta.

Tengo un antídoto para los envidiosos, pero no lo quieren comprar porqué es muy caro.

Entonces yo no puedo dar lo que otro no quiere adquirir. No puedo imponer algo.

Si impongo me convierto en aquello que roba el aire.

Los envidiosos no saben nada del aire. El aire es una cosa maravillosa, porque gracias a él, se enciende el fuego, se oxigenan las aguas, se hace viajar a la tierra de lugar en lugar.

El aire ayuda a polinizar, sin aire no hay viento.

Yo les vendo viento y aire a los envidiosos, pero desconfían y no lo quieren comprar.

El envidioso prefiere robarme el aire, antes que pagar.

El envidioso se enoja a menudo con muchas cosas.

No sabe.

No sabe, que para salir de ese estado sólo debe respirar el Universo y tendrá todo lo que quiere.

Pero el envidioso no sabe respirar...
sólo sabe ignorar...

Alli comienza el mal...

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