Hay una parte en el cerebro que envía “respuestas automáticas” a determinados estímulos externos.
Normalmente son un gatillazo y no se pueden controlar, pero lo que sí se puede controlar es la intensidad y la permanencia de los estados emocionales. Haz una revisión de esos gatillazos y cuanto tiempo los mantienes (cuanto tiempo estás enfadada, decepcionada o lo que te cause)
Seguro que se repiten una y otra vez. Dominar los arrebatos emocionales es un arte que se puede aprender, es muy importante reconocerse para saber que es exactamente lo que te causa esos dolos, parones, inseguridades y trabajarlos.
Ser flexibles con una misma es importante porque salen «Sucesos Históricos» tan lejanos en nuestro ahora y los tenemos tan sepultados en la memoria que están dañando despacito sin apenas darnos cuenta. Retornarlos para sanarlos es imprescindible en el cambio. No te sorprendas si te remontas a edades muy tempranas a esas edades las experiencias marcan, se quedan instaladas en el disco duro de nuestro ser. Aunque lo hayas vivido de muy pequeña ahí está entorpeciendo hasta que no lo «veas» y la saques para reconciliarte contigo misma.
Te comento un ejercicio muy efectivo para este tema. Si te sientes dominada por tus «arrebatos» te lo aconsejo.
En arrebato incluyo estados de euforia o de llanto
«sin motivo aparente»
Antes que dejarse llevar por tus «arrebatos», procura tranquilizar tu pensamiento, respira hondo por la nariz y suelta por la boca a un ritmo que te sea cómodo. Haz esto durante unos minutos hasta que notes que ese «arrebato» está atado y controlado.
Ten en cuenta que muchas veces no son las situaciones o las personas las que provocan la mayoría de sentimientos, sino lo que tú piensas sobre dichas situaciones o personas, los «históricos» te asaltan inconscientemente y se dispara esa emoción incómoda. Por esto, en ocasiones la mejor forma de manejar las emociones conflictivas es cambiando los pensamientos que las producen y esto si necesita reajustarse porque no nos han enseñado a expresar lo que sentimos correctamente.
Y aquí viene lo mejor NO ESTÁS SOLA.
Llámame y charlemos, seguro que puedo ayudarte a calmar y saber por qué esos gatillazos te hacen saltar así y te hacen sentir incómoda en tu día a día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario