domingo, 13 de abril de 2014

Fuente: Christian Flèche, psicoterapeuta, padre de la Teoría de la Descodificación Biológica.

La medicina psicosomática es un campo médico interdisciplinario que estudia las relaciones entre factores sociales, psicológicos, y de comportamiento en los procesos del cuerpo y la calidad de vida de los humanos y animales.
El antecesor académico del campo moderno de medicina del comportamiento y parte de la práctica de la psiquiatría de consulta-enlace, la medicina psicosomática integra evaluación interdisciplinaria y gestión, incluyendo diversas especialidades tales comopsiquiatríapsicologíaneurologíamedicina internacirugíaalergiadermatología ypsiconeuroinmunología. Las situaciones clínicas en las que los procesos mentales actúan como un factor importante afectando los resultados médicos son áreas de competencia de la medicina psicosomática.
Se cree que algunas enfermedades físicas poseen una componente derivada del stress producto de la vida cotidiana. Por ejemplo ello sucede en la lumbalgia y la hipertensión arterial, que parece se encuentran relacionadas en parte con el estrés de la vida cotidiana.
Hasta hace poco a la psiquiatría le ha sido difícil distinguir los desórdenes somatofmorfos, desórdenes en los cuales los factores mentales son la única causa de la enfermedad física, de los desórdenes psicosomáticos, desórdenes en los cuales los factores mentales tienen un rol significativo en el desarrollo, expresión, o resolución de una enfermedad física.
Por ejemplo, mientras que anteriormente se pensaba que la úlcera péptica era causada únicamente por el stress, investigaciones posteriores han encontrado que la Helicobacter pylori causaba el 80% de las úlceras. Sin embargo 4 de cada 5 personas colonizadas conHelicobacter pylori no desarrollan úlceras, y un panel de expertos organizado por la Academia de Investigación de Medicina del Comportamiento llegó a la conclusión que las úlceras no son una mera enfermedad infecciosa y que en cambio los factores mentales tienen un rol significativo en su desarrollo. Una explicación podría ser que el stress debilita al sistema inmune, por lo tanto las tensiones promueven la infección del cuerpo por parte de la Helicobacter pylori.
Aun en la actualidad resulta difícil clasificar a los desórdenes como puramente físicos, psicosomático mixtos, o puramente somatofmorfos. Un ejemplo es el Síndrome de intestino irritable (SII) el cual antiguamente se consideraba tenía causas exclusivamente mentales, sin embargo investigaciones posteriores han encontrado diferencias significativas en el comportamiento del intestino en los pacientes con SII. Por otra parte, no existen cambios estructurales en los pacientes con SII y las investigaciones muestran que el estrés y las emociones son factores significativos en la ocurrencia del SII.
Sin embargo, si bien es necesario identificar si una determinada enfermedad posee una base física, cada vez existe un mayor consenso que el esfuerzo para identificar los desórdenes como puramente físicos o psicosomáticos mixtos está quedando obsoleto ya que casi todas las enfermedades físicas poseen factores mentales que afectan su comienzo, presentación, mantenimiento, susceptibilidad al tratamiento, y resolución.
 Te invito a leer la siguiente entrevista a Christian Flèche, psicoterapeuta, padre de la teoría de la descodificación biológica.
Adelante con ella.
¿El cuerpo es nuestra herramienta de curación?
Yo era enfermero en un hospital de Normandía y observé que pacientes con la misma enfermedad, tratamiento y doctor evolucionaban de manera muy diferente.
Bueno, cada uno es cada cual…
Exacto, mi hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.
¿Eso es para usted la enfermedad?
Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos… Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock.
¿Nace el conflicto?
Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.
Póngame otro ejemplo.
Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.
Pero tener prisa es psicológico.
Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.
¿Y provoca un síntoma?
Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.
Dígame.
El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.
¿Realidad energética?
Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.
¿Y es irreversible?
Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el hombro. “¿Desde cuándo?”, le pregunté. “La primera vez estaba sola con mis hijos” “Si estás con tus hijos, no estás sola, ¿quién falta?” “Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada”. Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.
A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.
Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística, a través de la palabra, el baile o los sueños… todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.
¿Todo conflicto provoca enfermedad?
No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.
¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.
¿Estómago e intestino?
No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: “No me respetan y me dejan de lado”. Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de desvalorización…
¿Lo adecuado para estar sano?
Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional, pero son emociones procuradas: fútbol, cine… Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica por dos.
 La ira y la violencia se expresan a sus anchas.
 Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: “Lo que tengo es miedo”, su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo.
Fuente: Christian Flèche, psicoterapeuta, padre de la Teoría de la Descodificación Biológica.
C. Marco

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