Cómo dejar la mente en blanco
Cuando uno decide iniciarse en la meditación, a menudo no sabe por dónde empezar. Es entonces cuando surgen varias dudas como, por ejemplo, ¿cómo relajar la mente? Es esa, precisamente, la principal dificultad de la mayoría de quienes se inician en el arte de la relajación. Así que hoy les vamos a dar unos consejos para aprender a meditar y poner la mente en blanco.
1. Dejar a un lado el estrés
Vivimos acelerados. Nuestro ritmo de vida es frenético: tareas pendientes, atascos para ir al trabajo, estar pendientes de quienes nos rodean, hacer la compra, preparar la jornada de mañana, cocinar, encontrar tiempo para estar con nuestra familia y amigos… Lo cierto es que tenemos muchas cosas por hacer y a menudo aparece la creencia de que hay poco tiempo para hacerlas. Eso, en realidad, no es más que el resultado del estrés. Esa sensación de querer hacer todo a la vez nos produce fatiga, ahogo y nerviosismo, y desearíamos tener más tiempo para dedicarnos a nosotros mismos y a los demás. Nos gustaría restablecer nuestro equilibrio mental, y la meditación -entre otros muchos beneficios- nos ayuda a ello.
Pues aquí está el primer consejo: apartar el estrés que nos produce nuestro ritmo de vida y encontrar al menos 15 minutos diarios para dedicarlos a uno mismo.
2. Estar cómodos
Para poder meditar, antes debemos estar relajados. Para ello es fundamental encontrar un lugar cómodo, con un ambiente cálido y donde el único ruido que se oiga sea el del silencio o el de una melodía adecuada. Debemos relajar también nuestro cuerpo: los músculos, la tensión en cadera, estómago, hombros y cuello, y la mandíbula, boca y lengua. Además, es aconsejable vestir con ropa cómoda y tener la espalda bien recta. El lugar no debería ser muy luminoso ni muy oscuro, pero lo importante es que estemos a gusto. Hay quien prefiere meditar recostado en un árbol solitario, y quien prefiere hacerlo en una habitación oscura arropado por la luz de las velas.
3. Respirar correctamente
Para dejar nuestra mente en blanco es fundamental también respirar de manera correcta. Debemos ser conscientes de cada inspiración y expiración, sintiendo como el aire se va distribuyendo por todas las partes de nuestro cuerpo. Hay quien respira mejor fijando la mirada en una vela, y quien consigue encontrar la paz interior repitiendo alguna palabra que nos permita eliminar los pensamientos de nuestra cabeza.
4. Ahorrar energía mental
Otro de los consejos para relajar la mente es evitar derrochar la energía mental. En nuestro día a día solemos tener varios pensamientos simultáneos que nos impiden concentrarnos en alguno de ellos. Lo que buscamos a través de la meditación es liberar la mente para después poder utilizarla plenamente, por lo que debemos ser conscientes de que las tareas pendientes pueden hacerse una a una, y apartar así la sensación de desgaste mental.
5. No te obligues
A pesar de haber puesto en práctica los tips anteriores, puede que tengamos la sensación de no estar preparados. Lo mejor en esos casos es no forzar la mente, ya que lo único que conseguiremos es ponernos nerviosos. En este caso, es mejor dejarlo para el día siguiente pero sin obsesionarnos. La meditación, como todo, es cuestión de práctica; y lo que ahora pueda parecernos difícil, luego puede convertirse en un hábito agradable e imprescindible. ¿Quién, sino, aprendió a montar en bicicleta de la noche a la mañana?
6. Encuentra tu técnica
Hay muchas técnicas de meditación, encuentra una que se adapte a ti y no al revés. Quizás todavía no hayas encontrado la tuya, o tal vez sí has encontrado la manera ideal de meditar y la quieres compartir con todos. ¿Cuáles son tus inquietudes, tus trabas, tus logros?
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