Gracias Cristina Cáffaro y Susana Peralta!!!
Espiritualidad Y Sexo
Comentario sobre las Transmisiones
Parte IV
Por Daniel Jacob
Comentario sobre las Transmisiones
Parte IV
Por Daniel Jacob
MUCHAS ALMAS ESTAN DESPERTANDO dentro de la Comunidad Metafísica y languidecen por la intensidad de la frecuencia vibratoria actual de nuestro Planeta. Nos estamos moviendo hacia un lugar que se encuentra, literalmente, entre el Cielo y la Tierra. Aquellos de nosotros que somos originarios de la Tierra estamos necesitando una aceleración, un empujón, para poder lograr la posición exaltada que nos espera. Los que tienen su origen fuera del planeta y están tomando forma humana ahora, deben encontrar continuamente la forma de adecuarse a nuestra energía, para que no les hagamos explotar sus sistemas de luz o friamos las delicadas sensibilidades de quienes ansían acercarse a nuestro núcleo energético radiante.
Tarde o temprano, todos seremos UNO, tanto en sustancia como en propósito. Aunque ahora nos veamos los unos a los otros difusamente, como reflejos en un espejo, algún día veremos todo clara y directamente. Esta danza que tiene lugar entre los mundos, y entre los “mortales” y los “inmortales”, es nuestra mismísima Fiesta de Bodas de las Edades.
En cuanto a la intersección de la Espiritualidad y el Sexo, el Apóstol Pablo (también conocido como el Maestro Hilarión) tiene mucho que decir. Uno de sus comentarios principales se encuentra en su epístola a los Gálatas, donde declara: “Andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la Carne. Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otra se oponen de manera que no hagáis lo que queréis. Pero si os guiáis por el espíritu, no estáis bajo la Ley.”
La creencia en esta contradicción (Espíritu versus Carne) es un marcador de una Mentalidad de Separación, un subproducto del intelecto humano distorsionado. ¿Recuerdan la maldición, que tenía por objeto dejarnos fuera del Jardín para siempre? “El día que comais el fruto de ese árbol, seguramente moriréis.” Y así es que los que se atreven a colocarse entre las dos fuerzas opuestas (Carne y Espíritu) suelen sufrir en gran forma, y algunos realmente mueren. Creo que aquí reside el origen energético de un desarrollo que se intensifica gradualmente en las Enfermedades de Transmisión Sexual, que nacen del deseo desenfrenado, buscando trascender la culpa innata, la vergüenza, la vacilación y la duda intrínseca de uno mismo.
“Pero vosotros seguramente NO moriréis,” le dijo la Serpiente a la mujer (Eva, en el Viejo Testamento de la Biblia). “Porque el día que comáis de él, vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal.”
Muchos consideran que comer ese “fruto prohibido” equivale a la pérdida de la inocencia que tiene lugar cuando alguien se vuelve sexualmente activo. “Conocerse” el uno al otro (sexualmente) es romper la barrera que separa un alma de otra. En las mujeres, se lo simboliza por la ruptura del himen, casi siempre acompañada por la pérdida de sangre. Un simbolismo de extrema potencia que se puede encontrar en muchas, pero muchas tradiciones religiosas. En los hombres, hay un despertar del deseo y la necesidad de una conexión sublime que oscila entre la agonía y el éxtasis ¡dependiendo de si la oferta coincide con la demanda inmediata!
LAS PUERTAS DEL CIELO Y DEL INFIERNO
¡La leyenda que dice que nuestra entrada de regreso al Jardín está impedida y custodiada por Querubines (Ángeles infantes) blandiendo espadas flamígeras, es prueba fehaciente de que la instrucción de las Reconexiones respecto a la búsqueda de nuestra propia Esencia del Niño Mágico llega muy a tiempo! Algunas de estas nociones se expusieron previamente en esta serie. El lector puede buscar en los archivos para volver a verlo de ser necesario. Pero realmente la humanidad apenas ha empezado a rascar la superficie para comprender la importancia de nuestros Niños de la Nueva Tierra que sirven como guías hacia esta belleza y conocimiento interior dichosos. Diremos más sobre esto en su momento, aunque estamos viéndolo ahora, en mi otra serie titulada “Una Sociedad Amiga del Niño.”
Una vez se canalizó a una entidad muy sabia que dijo: “Ustedes deben aprender a seguir a su espíritu sin vacilar. Si no lo hacen, acabarán siguiendo a sus vacilaciones sin espíritu.”
No hay aspecto de la vida donde este dicho tenga más relevancia que en la intersección de la Espiritualidad y el Sexo. Y aún cuando nuestra sociedad está repleta de “No debes...” con respecto a la administración de nuestra energía sexual, a veces se comete un “pecado” más grande si uno deja pasar una oportunidad emocionante y luego se pasa el resto de su vida preguntándose “¿qué hubiera pasado si...?” Y así es. ¿Ser o no ser? ¿Danzar o no danzar? Las Puertas del Cielo (y del Infierno) se abren en ambos sentidos.
Mientras escribo este artículo estoy pensando en una maravillosa miniserie de televisión producida a partir de la novela premiada de Colleen McCullough “El Pájaro Canta Hasta Morir”. El protagonista es un sacerdote católico/arzobispo/cardenal, torturado y vacilante, representado por Richard Chamberlain, quien se enamora en su juventud de una joven (representada como adulta por Rachel Ward). Ella se adueña totalmente de su corazón, aunque él nunca cede del todo ante ella hasta que llega su hora de morir.
La historia es una experiencia abarcadora de muchos temas que se están tratando en “Espiritualidad y Sexo” y la recomiendo sinceramente a quienes aún no la han visto. Comer del “fruto prohibido” y “engañar a Dios”, como muestra deliciosamente el guión, en última instancia es imposible. Y la profunda interacción y el choque entre Madre e Hija al respecto (Jean Simmons representa el papel de la madre) es conmovedor y sabio. La historia finaliza con el Padre Ralph contándole a Meggie (el objeto de su amor) el relato de los pájaros del espino justo antes de morir.
Todo esto nos devuelve justamente a un cruce último entre el miedo y la fe, en el que Eva elige sin vacilar la amonestación de la serpiente en lugar de las advertencias del Señor. Ella prueba el fruto y despierta. Y conduce a su hombre a hacer lo mismo. Cuando el Padre Ralph termina rindiéndose a los encantos de Meggie en la película, lo que resulta en un hijo (Dane), se crea todo un nuevo giro de redención al probar el fruto prohibido. Sí, hay dolor y hay muerte. Pero también se encuentra armonía, al unir la pasión con la dedicación a Dios. Como dice otro personaje de la historia: “A veces uno no puede ser realmente sacerdote si no se ha permitido primero ser hombre.”
FUEGO SERPENTINO
Las activaciones que están llegando ahora al Plano Terrestre son múltiples e intensas. Aunque en el relato del Jardín del Edén se interprete tradicionalmente el papel de la serpiente como sencillamente “maléfica”, muchas analogías internas de la Biblia no lo apoyan.
La simbología de la serpiente involucra a los dos géneros. Es fálica en su imagen, simbolizando la fuerza masculina que existe en todos nosotros. Nos muerde e infunde poder y propósito, que es su naturaleza seminal. En Sudamérica, los Chamanes realmente se hacen picar por escorpiones justo antes de iniciar una ceremonia o un trance. El veneno aumenta el poder espiritual, o al menos eso dicen ellos.
En las Religiones de la Diosa, especialmente en los Templos de Isis, la serpiente era un símbolo poderoso del Poder Divino Femenino y a menudo se la utilizaba como ornamento en un tocado o una corona.
Ahora es útil introducir la idea del Fuego de Kundalini, (1) o el despertar de la energía primordial, ya que se relaciona con el viaje espiritual de la persona. Kundalini tiene que ver con serpientes y tiene que ver totalmente con el poder que se mueve a través de la parte baja del cuerpo como “Energía de la Tierra”. Es una manifestación del ser primordial, del yo instintivo, que se puede conectar mejor con los elementos: las mareas, el viento, la energía animal, el suelo y el ritmo de la vida.
El cuerpo humano está diseñado para canalizar esta energía. Cuando Kundalini despierta, se origina en la base de la columna (o los ovarios, en la mujer) y asciende por el canal central (también llamado “sushumna”). A medida que la energía asciende, se encuentra con partes de la personalidad humana al recorrer los chakras, o centros de energía del cuerpo.
En cierto sentido, cada uno de nosotros es un fragmento del Alma Planetaria total que se extiende hacia el cielo. El proceso de extenderse, o “ascender” no carece de peligros o de miedos. Nos estiramos para alcanzar el cielo, pero también nos encogemos ante lo que podríamos encontrar. Como descubriremos después en esta serie, el cielo también se estira para encontrarse con nosotros. Muchas relatos sobre “objetos voladores no identificados” son tan viejos como la antigüedad misma. Escondidos en el Vaticano hay Cuadros del Renacimiento que muestran platos voladores. Se cree que mucho del folklore sobre los “ET” se basa en los “Dioses del Cielo” que buscan hacer contacto con nosotros, así como nosotros ansiamos hacer contacto con ellos.
El simbolismo de los “Encubrimientos del Gobierno” (2) respecto a la presencia y propósito de la Inteligencia Extraterrestre y otras informaciones sabrosas, se refiere directamente al “encubrimiento” que tiene lugar en la mente y el corazón de cada uno respecto a qué es lo que va a dejar entrar y qué va a filtrar y desechar.
Las Reconexiones lo explicaron hábilmente: “Determinar qué existe, es más bien un asunto de la percepción que de la existencia. Todo existe, pero no todo es percibido”. En muchos sentidos, nuestro deseo de filtrar la percepción sobrenormal y el conocimiento suele equipararse a nuestro deseo de frenar el flujo del Fuego de Kundalini cuando intenta ascender por el canal espinal. Entonces, cuando pasa por nuestro Segundo Chakra, hay una excitación para estimular y eyacular nuestro poder dentro de un compañero sexual que ayude a dirigirlo de vuelta hacia la Tierra (en lugar de extenderlo hacia el cielo) o que produzca un niño físico con el que pasaremos tiempo ensayando las conexiones faltantes con nuestro propio Niño Mágico.
El equilibrio entre la decisión y la vacilación le pone un “tono” a la vida de cada uno. Cada uno existe como una cristalización de la materia que representa el tira y afloja entre muchos pares de fuerzas opuestas. Por ejemplo: el MIEDO y la FE. Algunos encarnamos un coraje total y una valentía temeraria. Otros representamos el otro extremo del espectro y rara vez salimos de casa por miedo a que nos pase algo terrible. Sin embargo, la mayoría de nosotros está en algún punto intermedio, que es ese lugar de FUSION que la humanidad está explorando en esta época.
Desde el momento en que el cuerpo se empieza a mover por su cuenta, el sistema nervioso y muscular empieza a compensar este conflicto entre la curiosidad y el miedo. El niño empieza a correr con entera confianza y abandono. Quiere alcanzar todas las cosas, ¡y vuelve locos a sus padres! Sin embargo, hay ocasiones en que sus movimientos le producen resultados dolorosos en lugar de agradables. Tal vez su mano toca sin querer una llama, o quizá un giro descuidado hace que caiga mal y se rompa un brazo o se raspe la pierna. Ciertamente podemos ver cómo todo esto se refleja en las áreas de las relaciones y la sexualidad también, ¿no es así?
Cuando un niño se encuentra con dificultades como resultado de su exploración, puede aprender a responder de diversas maneras. Ciertamente puede elegir retirarse y no volver a explorar nunca más. Muchos han aprendido a ser muy pasivos como respuesta a algún trauma sufrido en la niñez temprana. Por otro lado, la resistencia o las dificultades encontradas en una exploración también pueden hacer que el niño se vuelva muy “decidido”. ¡Como una oruga que empuja para salir de su capullo, muchos niños aprenden a ser tenaces para obtener lo que quieren y hacer lo que desean, sin importar las consecuencias!
Terminaré este artículo con una cita de una de las transmisiones sobre “Espiritualidad y Sexo” que resume muy bien lo que estamos tratando aquí. Sus preguntas y comentarios serán muy bienvenidos.
EL REGRESO AL JARDIN
“La simbología mítica del Jardín del Edén, con toda su belleza y esplendor, trae consigo la imagen de niños inocentes jugando alegremente en presencia de un Dios Padre-Madre amoroso que adora cada movimiento de ellos, cada exploración. Una vez que un padre o madre abandona “cualquier asunto” que lleve acerca de ciertos actos o actitudes, una energía de belleza y gracia llena toda la creación. Y aunque a ciertos Dioses se los haya llamado “Todopoderosos”, “Omnibenevolentes” u “Omnipresentes”, siempre hubo un mensaje subyacente de que ellos NO TOLERAN ciertas cosas, mientras que otras acciones o actitudes son bastante deseables. Esta representación sería la proyección de una Humanidad Tridimensional Fragmentada sobre la faz del Sagrado UNO. Pronto desaparecerá la necesidad de tales ideas, a medida que la Humanidad comience a integrar lo que realmente es ser el Uno COMPLETO.
Cada nueva “generación” es una nueva oportunidad para redescubrir la belleza, la diversidad y la simetría de la Vida dentro de la Forma. Podemos montar las “subidas” y podemos deslizarnos con ellos en las “bajadas”. Podemos ir a cualquier lugar y ser lo que queramos. Esto Nos complace grandemente, en tanto todos los términos de cada ecuación empiezan a fundirse en UNO. Este es el viaje más grandioso de todos.
CONTINUARÁ.
(1) Ver El fuego de Kundalini
(2) Ver La Conspiración de Uno
Publicado en PlanetLightworker.com, 2005
Título en inglés: A Commentary to the Transmissions on Spirituality and Sex - IV
Traducción: Cristina Cáffaro
Edición: Susana Peralta
Sitio oficial de Daniel Jacob en español <manantialcaduceo.com.ar/ libros.htm>
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