lunes, 12 de septiembre de 2011

LOS INDIOS HOPI Y LA PROPIEDAD DE LA TIERRA


Para los INDIOS HOPI, la tierra es verdaderamente comunal, es decir, de propiedad colectiva.

Por cuestiones prácticas esta se divide por clanes, y a su vez, dentro de los clanes, se distribuye a las distintas familias que lo componen. Así, los pueblos hopi funcionan como unidades autónomas.

No encontraremos al respecto, problemas que son típicos de nuestro mundo “civilizado”.
Bajo el tipo de filosofía arriba explicado, ningún hopi se quedará sin su techo ni tampoco tendrá inconvenientes en pagar la hipoteca, ya que en su cultura, no existen este tipo de conceptos.
Ellos, no conciben como algo que ha sido legado por los Dioses pueda pertenecer a persona alguna de una manera egoísta.

Así como para nosotros es descabellado el solo hecho de pensar, que la luz solar o el aire estén en venta y sean susceptibles de apropiación (aunque no me cabe duda de que si pudiésemos hacerlo lo haríamos); para ellos sucede algo similar con el concepto de "tierra".

De esta manera, para ellos la tierra a todos pertenece y todos pueden usarla, gozarla y deben también respetarla.

Como dijimos, por cuestiones de practicidad y orden, es repartida y asignada a las familias y a los clanes. Pero bajo un punto de vista totalmente distinto a la manera civilizada de entender la propiedad. No es algo con lo que se pueda especular y así obtener ganancia de su venta o arrendamiento.

Como vemos, se repite el patrón de lo que sucede con otras culturas nativas sudamericanas. En muchas de estas, al hablar de la tierra ellos hablan con un profundo respeto y le llaman “pachamama” que quiere decir “madre tierra”.
Es una concepción realmente sabia. La tierra es nuestra madre, ella nos cobija, provee de alimentos, y nos permite subsistir con los frutos que de ella emanan.

No me deja de sorprender como se ha considerado a estas culturas aborígenes como “incivilizadas” solo porque tal vez no sabían construir edificios, andaban con escasas ropas o adoraban a distintos Dioses diferentes a los nuestros.

Viendo como cada vez más, nuestro mundo se ve corroído por la corrupción, la falta de solidaridad y el egoísmo. Sabias culturas como la de los hopi, nos invitan a la reflexión, dejar de lado las formas, y entrar en la esencia de lo que es realmente importante.

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