martes, 21 de junio de 2011

"Mujeres notables: Hildergarda Von Bingen"

Hildegarda von Bingen

Biografía Hildegarda de Bingen nació en Bermersheim (Alemania) en el valle del Rhin, el año 1098, en el seno de una familia noble alemana. Fue la menor de los diez hijos de Hildebert de Bermersheim y Mechtild. Por ser la décima fue considerada como el diezmo para Dios, según la mentalidad medieval. De constitución débil y enfermiza, a los catorce años fue confiada para su educación a Jutta, hija del conde de Spanheim y reclusa en el monasterio de San Disibodo. Éste monasterio era masculino, pero acogió un pequeño grupo de monjas en una celda anexa bajo la dirección de Jutta de Sponheim. En 1115  la celda se transforma en un pequeño monasterio para poder albergar el creciente número de vocaciones. En ese mismo año emitió la profesión religiosa Hildegarda de manos del obispo Otto de Bamberg. Hildegarda recibió durante estos primeros años una educación monástica rudimentaria dirigida por Jutta. Consistió en los rudimentos de la lengua latina para poder seguir la liturgia; lectura de la Sagrada escritura, memorizando los Salmos, que se recitaban diariamente; y el canto gregoriano. Desde sus tres años de edad estuvo dotada del regalo de la visión divina: “Y tal como el sol, la luna y las estrellas se reflejan en el agua, así en esta luz [la que ella llama 'sombra de la luz viviente'] resplandecen para mí los escritos, los sermones, las virtudes y algunas obras de los hombres.Todo lo que he visto o aprendido en esta visión lo guardo en mi memoria por mucho tiempo y lo recuerdo, porque alguna vez lo he visto y oído. Veo, oigo y conozco simultáneamente, y casi al mismo tiempo que conozco, aprendo. [...] Y lo que escribo, lo veo y lo oigo en la visión, y no pongo otras palabras que aquéllas que oigo [...].Pero mi alma jamás carece de la luz que llamo ‘sombra de la luz viviente’, y la veo como si contemplara el firmamento sin estrellas en una nube luminosa: en esa luz veo aquello de lo que hablo frecuentemente, y lo que respondo a quienes me interrogan procede del fulgor de la luz viviente.” Tal es el origen de su sabiduría, de su don de profecía, del conocimiento de las almas. Ésta es su voz ante los hombres, la autoridad de sus respuestas, la confiada seguridad de sus acciones. Jutta murió en 1136, e Hildegarda, a pesar de ser joven, fue elegida por las monjas como abadesa. En 1141, a la edad de cuarenta y dos años, recibe una visión que le ordena escribir cuanto ha visto y oído. Después de dudas y resistencias, en los que padece largos períodos de enfermedad, comenzó a escribir Scivias (Conoce los caminos de Dios), con la colaboración del monje Volmar, quien hasta su muerte (1173) será su secretario y amigo. En esta obra relata sus visiones acompañadas de ilustraciones de intenso cromatismo (la luz es un elemento fundamental en la vida y la obra de Hildegarda) realizadas por los monjes bajo su dirección. Entre los años 1146 y 1147 escribe a San Bernardo en busca de comprensión y seguridad, y él le contesta de manera un tanto impersonal, pero la alienta y recomienda su trabajo al Papa cisterciense Eugenio III quien, enterado del asunto, había enviado una comisión al monasterio de San Disibodo  para examinarla. Los informes son favorables (1148), y el propio pontífice, que se encuentra presidiendo un sínodo en Tréveris, lee públicamente un fragmento de Scivias y la exhorta a continuar escribiendo. A partir de ese momento comienza para la abadesa, que cuenta ya con cincuenta años, una etapa de actividad febril: cartas de diversa índole y destinatarios, visitas que recibe y las que realiza fuera del monasterio, la composición musical... En este periodo, tiene la visión de fundar su propio monasterio en San Ruperto para trasladar a la crecida comunidad y emanciparla de los monjes de San Disibodo, circunstancia que le trajo muchos problemas pues dico convento no quería dejarla marchar por motivos de conveniencia económica y de prestigio. Hildegarda era un foco de atracción del que no querían desprenderse. Tras las oposiciones de éstos, logra el permiso del arzobispo de Maguncia, y comienzan las obras. La comunidad se trasladó en 1150. Concluido el Scivias, Hildegarda se dedica en su nuevo monasterio a la elaboración de los libros de contenidos físicos y médicos hasta 1158 y a ultimar la colección de cantos que tituló Symphonia armonie celestium revelationum. En 1165 funda un segundo monasterio en Eibingen  que visitaba regularmente dos veces a la semana. Murió el 17 de septiembre de 1179 a los 81 años de edad. Cuentan las crónicas que a la hora de la muerte aparecieron dos arcos muy brillantes y de diferentes colores que formaban una cruz en el cielo. Entre 1180-1190 el monje Teoderico de Echternach  escribe la Vita de Hildegarda recogiendo pasajes autobiográficos. Algunas composiciones musicales de Hildegarda de Bingen O Ierusalem:  http://www.youtube.com/watch?v=irxG-GCV5Es Ave generosa:    http://www.youtube.com/watch?v=2fRN7Czrs8Q Vision of Hildegard von Bingen-voice Hana Blochová-KVINTERNA: http://www.youtube.com/watch?v=jMnXjLD7J24
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