En el budismo tibetano, los sueños están clasificados en lo que se denomina, El Yoga de los Sueños.
En este credo los sueños son considerados otra realidad tan válida como la vigilia y a través de enseñanzas y prácticas el adepto tendrá que ir siguiendo enseñanzas teóricas y ejercicios para aprender a reconocer y dominar esta otra realidad.
En el estado de vigilia como en los sueños, habrá que seguir un largo camino de aprendizaje para liberarse del sufrimiento o “samsara”. El sufrimiento puede ser en la vida despierta o en los sueños.
El yoga de los sueños cree que se puede vivir en ilusión como en una etapa de sueño e ilusión constantemente o bien se puede despertar, a la realidad.
Para los budistas, sus lamas, y millones de seguidores en todo el mundo, ha sido y es un privilegio practicar el yoga de los sueños. El budismo tibetano considera el yoga de los sueños una vía maravillosa para conocerse a sí mismo y por ende a los demás.
El yoga de los sueños enseña a través de sus prácticas a mantenerse despierto durante el tiempo que se está soñando, y hacer en el sueño, lo que nos gustaría hacer en la vigilia, y esto lleva vivir y amar la vida más intensamente.
Por otra parte, como el budismo, cree en la reencarnación, postula que además de manejar los sueños con voluntad o con la conciencia, la persona se está preparando para la liberación, cuando llegue al “bardo, estadio intermedio entre la muerte del cuerpo físico y la próxima reencarnación.
Para los budistas, la mayoría de las personas, vivimos en “samsara” o sufrimientos de toda índole. A veces pensamos que algo nos hace falta para ser felices, tal vez una casa nueva, otra pareja, tener más dinero, ser más alto, más bajo, vivir, en otro país, ciudad, barrio y un amplio etcétera de anhelos incumplidos.
Sin embargo, como todo esto es considerado un producto de nuestra mente se puede modificar.
Según el budismo tibetano estamos inmersos y guiados por el “karma”, esto significa la ley de causa y efecto.
O bien, nuestra acciones, nuestro comportamiento en alguna etapa de nuestra vida tendrá una consecuencia, el hoy, aquí y ahora en nuestra vida.
El karma podrá ser negativo o positivo. Por ejemplo, si alguien nos ha herido, en vez de pensar en vengarnos de esa persona, sentimos compasión, transformamos el karma negativo en positivo.
El budismo tibetano, tiene clasificados tres tipos de sueños; sueños ordinarios, sueños de claridad y sueños de luz clara. En los dos primeros, la persona podrá estar lúcida. El significado de un sueño cuando es de”samsara”, va a depender de su interpretación.
En los sueños de claridad, hay más conciencia de lo que se está soñando y todos los detalles son recordados con más nitidez. Los sueños de claridad son considerados más auténticos que los sueños “samsaricos”, serían el equivalente a los sueños simbólicos en psicología.
Así mismo en los sueños de luz clara no existe una definición del contenido del sueño mismo, ni tampoco un yo o “ego” en contrapunto con el contenido. Sin embargo al estar soñando en este estado de luz clara, no existen conflictos ni problemas.
El yoga de los sueños en el budismo tibetano sugiere entre innumerables enseñanzas, sugiere la práctica diaria de la meditación. Con la meditación se calma la mente y se llega a obtener un estado de quietud y bienestar físico.
Es importante mencionar, que aún en la actualidad, los médicos tibetanos utilizan los sueños, como un método de diagnóstico para enfermedades.
En resumen el yoga de los sueños es un enfoque diferente tan válida como las otras para definir, practicar y vivir mejor con nuestros procesos oníricos.
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