viernes, 17 de febrero de 2012

MITOS DEL ORIGEN DE LAS TRIBUS DE LAS PRADERAS



Napi u Hombre Anciano:
 
Los sabios Pies Negros mencionaban los tiempos en los que no había nada más que agua junto con Napi o Hombre Anciano, el héroe original de su cultura que estaba sentado en un tronco con cuatro animales reflexionando sobre la posibilidad de que hubiera algo debajo del agua y los persuadió para que bucearan y exploraran. Volvió sólo el ratón almizclero con un trozo de barro que Napi cogió y lo enrolló con las manos, mientras crecía rápidamente antes de volver a caer en el agua con unas dimensiones tales que le permitieron mantenerse sobre ella.  
Después el ratón soltó un lobo que corrió a través del barro parcialmente seco y cada vez que se paraba aparecía una profunda hendidura que producía un valle.  Sus movimientos siguientes dieron lugar a las montañas y las llanuras, mientras el agua fluía entre algunas de las hendiduras para crear los lagos y los ríos.  El papel de los animales en el origen del mundo se conmemoraba en el elaborado ceremonial del Beaver Bundle (Manojo del Castor) que contenía, al menos en teoría, representaciones de todos los animales asociados con la historia cultural de los Pies Negros. ¡Todos excepto la rana, que fue excluida porque no podía cantar ni bailar!
 
 
Primer Creador de los Mandan: 
 
Mientras los mitos Mandan del origen se refieren también a animales buceadores y a la formación de la Tierra, los orígenes de la tribu misma se explicaban en términos de emergencia del subsuelo.  Al salir, por ejemplo, del extremo del Ciervo de la Cola Negra, llevaron maíz arriba.  Su jefe en aquellos tiempos, Traje Bien Forrado de Piel, enseñó a un grupo, los Awígaxa, canciones especiales para hacer crecer el maíz.  Tenía también un vestido que si se salpicaba de agua producía lluvias.  Los Mandan se trasladaron progresivamente al Norte y durante un año de particular sequía aparecieron Primer Creador y Hombre Solo.  A estos dos héroes culturales se les atribuye el origen de la Danza del Búfalo; dijeron a la tribu que siempre que hubiera escasez de comida bailaran dicha danza para que los búfalos se acercaran a la aldea.  La leyenda Mandan narra que se produjo un desarrollo progresivo de la antigua y simple Danza del Búfalo que llevó a uno de los ceremoniales más complicados de Las Llanuras, la Ceremonia O-kee-pa.   


Poderes celestiales de los Pawnee:
 
 Mientras la mayoría de las tribus de Las Llanuras explican sus orígenes en términos de emergencia de la tierra, los Pawnee atribuyen a Tírawahat, El que Está Arriba, ser supremo e inmutable, la creación de todas las cosas.  Otorgó a las estrellas un gran poder, sobre todo a la Estrella de la Mañana cuyo hermano más joven era el Sol. En el Este se encontraban las estrellas que representaban a los hombres, gobernados por la Estrella de la Mañana y el Sol; en el Oeste estaban las de las mujeres, dirigidas por el Lucero de la Tarde y la Luna. El extenso mito concluye con el matrimonio de la Estrella de la Mañana y el Lucero de la Tarde y, después de arreglar sus diferencias, del Sol y la Luna. De cada pareja nacieron niños que se quedaron en la Tierra y que a su vez se casaron y la poblaron. 
Los obstáculos que aparecían en los mitos representaban simbólicamente las enfermedades y dificultades que experimentaban los hombres a lo largo de la vida, y las enseñanzas afirmaban que sólo por medio de elaborados ceremoniales en los que se invocaban los poderes de la Estrella de la Mañana y el Sol se podían superar esos males.  Tales mitos llevaron al desarrollo de un complejo sistema que se creía que había sido otorgado por varios de los poderes celestiales hacia mucho tiempo, ligando por lo tanto los poderes al Hombre atado a la Tierra. 
 
Poderes submarinos y celestiales de los Crow:
 
 La versión de los indios Crow del origen de la Tierra y el Hombre combina poderes submarinos y celestiales.  Así, el hechicero Cuervo, informante de este mito, relataba que hace muchos años no había tierra, sólo agua, y las únicas criaturas que existían eran los patos y Isa'kat-'te u Hombre Anciano.  Un día Hombre Anciano fue a reunirse con los patos para decirles: «Hermanos, hay tierra bajo nosotros. No es bueno que estemos solos, e instruyó a un pato silvestre de cabeza roja para que buceara y subiera algo de tierra, pero éste no lo consiguió.  


Después ordenó a un pato moteado y a otro de plumas azules que hicieran lo mismo, pero sólo tuvo éxito el último, que salió con un poco de barro en sus patas palmeadas.  Así, en compañía de este pato y con barro en la mano, Hombre Anciano viajó desde el Este esparciendo el barro con la mano, y de este modo hizo la Tierra.  Al pasar por Las Llanuras encontraron una piedra, baco'ritsi'tse, la cual dijo Hombre Anciano que era la «parte más antigua de la Tierra», capaz de reproducirse de sí misma lo que explicaba por se encuentran piedras repartidas por toda la Tierra. 
Al fin vieron un ser humano que Hombre Anciano dijo que había sido una estrella, pero ahora estaba atado a la Tierra, mas al acercarse a él se transformó en una planta de tabaco que los indios Crow consideran la primera planta de la Tierra.  El hechicero explicó entonces que se creía que las estrellas habían asumido esta forma y que si se cogía el tabaco, se cultivaba en primavera y se efectuaban ceremonias apropiadas, "los rituales de la Sociedad del Tabaco" se satisfarían todas las necesidades de la gente.
 
 
 

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