sábado, 27 de agosto de 2011

ÁGUILA Y PLUMA DE ÁGUILA



Desde siempre considerada tras la tribu nativa, como la personificación de “Wakinyan” (aquél que conoce todos los misterios) el Águila simboliza el ser que junta el hombre a la divinidad, el único animal en grado de comunicarse con el Gran Espíritu y llevarle los mensajes de la tribu, y numerosas son las leyendas que guardan el documento tras estas rapaces y el nacimiento de la cultura nativa.

La más importante de todas, cuenta cómo el Gran Espíritu y como había dado a los animales sabiduría, el conocimiento y la habilidad de poder comunicarse con el hombre, para hacerle saber que él se debería ocupar de la existencia y de la protección de la vida humana sobre la tierra.



Tras todos los animales el Gran espíritu prefería el Águila, ya que volaba más alto de todos los otros y de conseguirlo sin dificultad. Además, la particularidad del águila de poner solo dos huevas, podía ser utilizado para hacer comprender al hombre, la esencia de la vida: la división del mundo en dos partes completamente (hombre-mujer, bien-mal, día noche) la selección entonces, como mensajero predilecto, sabiendo también que gracias a la naturaleza, vista aguda, podía fácilmente comunicar con el espíritu vigilando constantemente la impresa del hombre.

El águila es admirada por los Nativos de América, no solo como mensajera del Gran Espíritu, sino también como símbolo del poder de la naturaleza , de la supremacía o majestuosidad, de sus misterios, pero también de la sabiduría, coraje y fuerza.

El águila es celebrada a través la danza, leyendas, ritos y ceremonias, otras que del artesanado de la tribu, que reproduce los rasgos y la particularidad.

Muchas tribus utilizan la pluma de águila (como extensión del animal poseyendo las mismas características) para decorar las armas o los cubrecabezas del jefe de la tribu, para simbolizar el coraje, representando el estatus o simplemente para celebrar la victoria.
La pluma del águila se usa también en las ceremonias nupciales. Los esposos se dividen una copia de pluma idéntica (llamada “twins”-gemelos) como símbolo de la protección y del sagrado empeño que toman uno verso al otro.

Se dice que las plumas tenían también un gran poder evocativo, y venían utilizadas de los chamanes durante los procesos de recuperación.

Para celebrar el gran espíritu, la tribu de las praderas obtiene, de los huesos del águila las flautas que suenan durante la danza del Sol, danza sagrada en donde dan gracias a las divinidades por el año transcurrido y se invocan las fuerzas divinas para pedir protección y prosperidad para todos los seres vivientes en el curso del año que tendrá inicio. Las garras son además consideradas potentes amuletos que el danzador debe llevar para favorecer el contacto con el Gran Espíritu.



La leyenda de los nativos, puede diferenciarse de tribu a tribu- se asemejan todas, en todo, se ponen el acento sobre la importancia de ver una águila en el sueño (embajadora de mensajes importantes) o durante una plegaria- porque se dice que la plegaria, traída directamente del gran espíritu, será escuchada y concedida.





Fuente: www.abakab.es



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